Capítulo 3

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Mientras trato de conciliar el sueño, todo da vueltas en mi cabeza tras los últimos acontecimientos que pusieron el rumbo de mi vida en un desastroso camino. Viajé por más de un año en el espacio hasta llegar a Orlox, la nave se estrelló en el desconocido planeta, casi muero a causa de las toxinas de ese campo rojo al que caí o podría haber sido la cena de alguna bestia... no tengo la menor idea de cómo sobreviví tras esa caída o si soy la única, no sé si Lizzie estará bien y rezo para que lo esté.

Pero la cosa no acaba ahí, me desperté malherida y con unos putos ojos como el color del zafiro con rasgos serpentinos frente a mí, como si me estuviera acechando y a punto de devorar. Luego, esa criatura como en la mitología antigua me mordió haciendo no sé qué cosa para comunicarnos y, por suerte, funcionó. Aunque aún siento el calor ardiente en esa zona que mordió.

También descubrí que este ser no era un simple alienígena mitad humanoide mitad serpiente, sino que era... ¿un príncipe? o eso es lo que dio a entender en otras palabras. Su comportamiento es extraño al igual que las cosas que dice y me ve como si yo fuera lo extraño entre los dos.

Tenía el nombre más largo e impronunciable que haya podido escuchar entre ese extraño acento con siseos que tiene y que, gracias al cielo, se abrevia como Kaie... y ahora estoy en su guarida. Siendo protegida por él mientras descanso convertida al parecer en "su presa", aunque dijo que no me comería, sigo siendo una.

Hay mucha información por procesar, demasiada, quiero llorar y a la vez gritar por la horrible situación en la que nos encontramos todos los tripulantes, estábamos tan cerca, todo estaba yendo a la perfección y acabamos así en un abrir y cerrar de ojos. El mejor regalo de cumpleaños, en definitiva, es quedar varada con un alienígena raramente atractivo junto a mí.

¿Qué acabo de decir?

Me doy cachetadas internas y me reprocho, fijarme en la mitad de su físico con parecido humano es lo menos importante ahora. Además, solo lo vi por pocos segundos y el interior de la cueva estaba con luz tenue, puede que lo haya imaginado más agraciado para no morirme de miedo con su ser en sí. Por otra parte, algo nuevo por recopilar sobre lo que dijo era que él es un... ¿Naga? supongo que así se llamará su especie.

Es como esas criaturas de la mitología como pensé antes, lo cual lo hace mucho más irreal... Aún creo que estoy soñando, pero el dolor que siento es demasiado real y hablo de tanto del exterior como lo que está desastroso en mi interior. Realmente siento como si todo hubiera sido un mal sueño y que al despertar estaré de nuevo en ese pequeño cuarto de metal con Lizzie en la nave en medio del espacio y no con la precaria intuición de que sobreviviré un día más en este lugar.

Toda esta situación me lleva a tener un solo pensamiento sobre mi presente y ese ser en específico que no deja de dar vueltas dentro de mi cabeza se llama "Kaie". Es algo que atrae tu vista al instante, y cómo no hacerlo si es como dos metros de alto y largo, aunque no he visto por completo su verdadera forma.

Lo que pude detallar a la perfección fueron sus extraños ojos como los de una serpiente, son de un color celeste diferente a los nuestros que demuestran irónicamente que es de otro mundo, su cabello es blanco o un tono por ahí, las sombras de la cueva no me dejaron ver bien, y esos mechones le cubre hasta la cintura, sus manos tienen garras y lo que me hace reaccionar al instante es su frío y áspero tacto.

En especial sus grandes colmillos que, a diferencia de las serpientes normales, tiene dentadura como los humanos, pero esos colmillos permanecen y su mordedura duele como el demonio. La forma filosa en la que incrementaron su tamaña de un momento a otro aún me da escalofríos.

Tuve miedo al principio y sigo con miedo en mi interior porque todo esto es desconocido y ¿quién no le tiene miedo a lo que no puede prever? Si existe alguna persona de ese tipo, pues no soy yo. Pero, por lo menos, ya puedo controlar ese miedo... o eso creo, debo hacerlo. Es sabido que los depredadores sienten el miedo de sus presas y es como si activaran algo dentro de ellos que les demuestra el dominio que tienen sobre ellas y lo vulnerable que son al ser cazadas y devoradas, así que yo no quiero demostrar ese miedo que tengo ante todo.

Renacidos en OrloxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora