Los Videntes [En edicion]

54: Destinados a estar juntos

Jared:

Así como el mundo giró y yo tuve la oportunidad de convertir al vidente y al inquisidor en mis víctimas, los eventos dieron un giro; yo me convertí ahora en la víctima.

Desmayarse en presencia de las personas que tienes secuestradas puede tener graves consecuencias.

Cuando desperté, estaba amarrado en la misma silla donde estaba el inquisidor, mi primera reacción fue buscar a éste, lo encontré en un rincón, donde yacía muerto...

Malditos, me quitaron la oportunidad de darle muerte yo mismo.

Sé que son malditos, en plural, pues me rodeaban tres figuras vestidas completamente de rojo, el vidente estaba en muletas y su pierna estaba vendada. ¿Cuánto tiempo me desmayé? Les dio tiempo de hacer todo eso...

—Entonces... ¿son ustedes? —pregunté, noté dolor en mi mandíbula, quizá me golpearon para que despierte— ¿los brujos? ¿Por qué no me mataron mientras estuve inconsciente?

—Estuve cerca —respondió un hombre, era rubio pero con la ropa roja su piel parecía rojiza, como piel quemada, o quizá ya lleva tiempo aquí en Nevada y su piel se quemó.— pero lo hemos hecho una y otra vez, los hemos asesinado a ti y a todos los videntes en cada vida... siempre has sido una chiquilla muy problemática

—No pienses que me conoces

—Te conozco desde hace cuatro generaciones —me sorprendió lo que dijo, pero no lo hice notar, me ha conocido por cuatro generaciones y él luce como un hombre de veinte y tantos años— hasta ahora renaciste como hombre... es interesante

—Lo que no es interesante es esta conversación... ya mátame... —interrumpí

—No lo haremos, como dije, siempre has sido un problema, y tienes gran poder para liderar a los videntes... Siempre lo has tenido. Tenemos una sugerencia: No luchen contra nosotros, luchen CON nosotros... Ni ustedes ni nosotros sufriremos más... ayúdenos, si ustedes se unen... seremos invencibles... sobre todo con esta vidente que puede hablar con los ángeles caídos... una vez que ellos estén en nuestro plano ella podrá ser nuestra embajadora...

—Prefiero morir... —hablé entre dientes, mis muñecas estaban muy apretadas, sin embargo aún eran muy delgadas y comencé a manipular la cuerda para liberarme, dolía mucho, pero a los 13 años aprendí a ocultar mi dolor físico. Sólo necesito un poco más de tiempo para que Darren regrese. — ustedes y nosotros... nunca nos uniremos...

—Ya estuvimos unidos alguna vez... pero uno de ustedes, quien podía hablar directamente con el creador, reveló su propósito de desafiarnos y ustedes decidieron ir por su cuenta... fue entonces cuando decidimos utilizar a la inquisición para deshacernos de ustedes... pero son como una plaga. Yo no estuve ahí, pero todos sabemos la historia.

—No lo haremos, no guiaré a los videntes y no nos uniremos a ustedes... haremos lo que es nuestro propósito que es detenerlos a ustedes... en esta vida o en la siguiente... los detendremos... si no me matas ahora créeme que te arrepentirás... mándales ese mensaje —ordené.

La puerta comenzó a vibrar, ningún brujo se exaltó, sólo el vidente, dijo: "es él..." Se refiere a Darren, aún en presencia de estas personas le teme a Darren, eso quiere decir que quizá tenga oportunidad.

La puerta siguió vibrando y después golpes... me pareció extraño pues si fuera Darren, la puerta ya estaría rota. Así sucedió, la puerta se rompió, pero Darren no llegó solo, Olivia estaba detrás de él.

Consulté en su pasado que Darren encontró a Olivia forcejeando con la puerta y después él la derribó partiéndola en dos.

Mientras Darren se encargó de enfrentar a dos brujos, Olivia se acercó a nosotros, cortó con un cuchillo de plata al vidente y después enterró el mismo cuchillo en la pierna del brujo que estaba frente a mí, no dejaba de maldecir, cuando hacía esto, desaparecía la niña con mirada traviesa, de hecho, desde el momento en que Jonathan murió, la mirada de Olivia regresó a lo que era antes, oscura y llena de ira.