Los Videntes [En edicion]

22: Acosador

Jared y yo nos separamos cuando estacionó su auto, lo había llevado al taller después de que ambos observáramos de manera recíproca las "otras vidas" del otro.  Yo iba a buscar trabajo donde Paix me dijo y Jared iba a trabajar, ambos llegamos tarde a donde era nuestro deber llegar, por besarnos y no querer separarnos en el auto.

Me pregunto si en nuestras otras vidas también estuvimos juntos, porque de alguna manera siento que debemos estar juntos y nunca separarnos, y no es como si nos conociéramos de mucho tiempo, ¡Dios! apenas nos conocemos de una semana y media, y mi primer impresión fue de terror pero ahora siento que él lo es todo para mí.

Jared:

Cuando vine a trabajar no creí que tendría muchas personas esperándome, ya que al ausentarme varios días perdería clientela, pero no fue así, al contrario, al ver unos días atrás en algunas personas, ellos habían venido antes, pero lo más sorprendente fue una mujer, adulta, me parecía conocida, ella había venido diario desde dos días después de que estuve de vacaciones.

Ya casi era mi hora de almorzar y de ver a Ivy y presentarla a mi madre, pero ME QUEDÉ LIMPIANDO UN Icee que el niño de un cliente tiró en mi alfombra persa... Ivy tenía razón; fue ahí cuando llegó esa mujer, quien parecía muy enojada, pensé que sería porque no podía encontrarme, pero no era por eso, registré rápido lo básico en su pasado, su nombre era Michelle, y recordé donde la había visto antes, en una visión, al registrar el pasado de Ian Collins, el paciente que perdió su memoria y lo ayudé a encontrar a su familia.

Me reclamaba por darle sus datos a Ian.

—Es muy cruel de su parte protestar por esto —contesté— su ex esposo perdió la memoria y no tenía a nadie, vino por mi ayuda y se la brindé, ¿porqué no está con él cuidándolo y a su hijo? En su lugar está aquí en Las Vegas perdiendo el tiempo.

—Fue una bendición que Ian me haya contactado, y que ahora esté a salvo —dijo ella en voz más tranquila

—ahí lo tiene, ¿porqué no va con él y tratan de arreglar su matrimonio? —sacudí la mano para que se largue de una vez

—porque tengo que saber de dónde sacó usted todos mis datos, y cómo supo que teníamos un hijo y que estábamos casados, No lo conozco, y sé que él tampoco lo conocía a usted... —la chica de cabello negro hablaba entre dientes— es un acosador...  lo puedo demandar ¿sabe? Usted no es médium, esto no es más que una estafa, eso no existe

Suspiré, no soy muy conocido por ser paciente, sólo muestro un poco de paciencia con los videntes aprendiendo a controlar su visión, y lo soy porque he pasado por eso, en demás situaciones soy tan intolerante que pienso que es por eso que la gente me tiene miedo y no porque desenmascaro su oscuro pasado.

Mi madre dice que tengo que cambiar eso porque bajarán mis clientes, pero nunca ha sucedido eso.

Alcé las manos para agarrar mi capucha y me la quité de la cabeza, la mujer retuvo el aliento.

—Michelle... soy un vidente, un médium, un psíquico... cómo quieras llamarlo, y tengo la capacidad de percepción muy sensible, tengo habilidades que nunca podrías imaginar, lo cierto es que no soy el único, hay muchos de nosotros escondidos bajo las rocas, escondidos de personas pestilentes como tú, personas que son demasiado estúpidos como para ver la verdad, ver más allá de lo que es —mi duro semblante le estaba causando miedo a Michelle— tu ex esposo vino por mi ayuda, con mis habilidades logré encontrarte, esto quizá salvó su vida, y tú sólo estás aquí protestando por una estupidez, algo que alguna otra persona hubiera tomado como milagro... pero no, tú no lo viste cómo milagro, todo lo contrario... y no sólo estás aquí para venir a visitarme ¿cierto? Encontraste una oportunidad de escapar de tu esposo incapacitado y de tu hijo y viniste a Las Vegas a buscar algo de diversión, por eso te has quedado... a buscar placeres que ya nadie te daba... —tengo la certeza de eso, mientras esperó verme, se divirtió en los casinos y en sus hotel... con hombres y mujeres

—Acosador —ella sostenía mi mirada a pesar de tener miedo, estaba de pié y su puño golpeó mi mesa

—No soy un acosador —sostuve su muñeca— sólo veo cosas que la gente común no ve, por ejemplo, puedo ver que engañaste a tu esposo dos veces, y que te acostaste con tu abogado para pagarle y ganar contra Ian... o cuando de adolescente encendiste fuego al vestido de una inocente chica... apuesto a que todo lo que tocas se prende en fuego. Esa será tu maldición, todo lo que ames se convertirá en cenizas... si no cambias, todo lo que posees brillará en un fuego intenso... —la solté al notar su temblor, no sé si estaba temblando de miedo o furia, apuesto a que ambos, sacudió su ropa y salió de la habitación azotando la puerta.

Torcí la mirada, por supuesto no tengo el poder de hacer una maldición, o ninguno de nosotros puede hacerlo, puedo hacer algo de vudú... pero no soy TAN cruel, sólo quería asustarla y callarla.

Recordé que Ivy me advirtió sobre esto y aún así me tomó por sorpresa. Pero eso no importa ya, tengo una cita con Ivy y mi madre.

Ivy:

Esperé pacientemente por Jared en el lugar donde me indicó, ya estaba apartando una mesa para tres, me sentía nerviosa, estaba cerca de conocer a su madre. ¡Dios! Paix dice que da miedo, que por eso todos los videntes se acercan a Jared en lugar de acercarse con ella. Sé que Jared y yo no llevamos mucho tiempo juntos, pero esto no era una reunión para presentarme como su pareja, era una reunión entre tres videntes simplemente, si salía a la conversación el tema... bueno no podríamos ocultarlo.

Vi dos figuras de negro acercarse a mi mesa, una con una capa y capucha, ese era Jared, sus rizos rubios se escapaban de su capucha, y al lado de él una mujer, aunque vestía de negro su indumentaria era llamativa, consistía en una falda negra larga y holgada, blusa muy holgada y descubría su hombro, usaba muchas joyas, sólo en eso la relacioné con Jared, hasta ahora pensé que Jared usaba demasiada joyería para ser un hombre, pero nunca me importó, después de todo es un psíquico. Encaja con el perfil.

—Ivy —Jared sonriente se quitó su capucha— lamento hacerte esperar

—No tengo mucho tiempo aquí —mentí

—sí lo tienes, pero agradezco tu intento de hacernos menos culpables —Jared me guiñó mientras arrastraba una silla para que su madre se sentara— Ivy... te presento a mi madre... Sarah

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