Los Videntes [En edicion]

50: Criaturas de la noche

Jared:

Nunca había gritado de ese modo, nunca me había dolido tanto algo, recuerdo cuando vi morir a mi madre, ni siquiera pude asimilarlo bien pues estaba herido y a punto de desmayarme, pero ahora Ivy...

El inquisidor le disparó a Ivy, dos disparos en su estómago, ella cayó al suelo, la adrenalina provocó mi grito de furia, de alguna manera me liberé de los que me tenían atrapado, pero venían más detrás de mi, llegó Jonathan a ayudarme, me ayudó a levantarme, pero en ese descuido alguien lo apuñaló, en su pecho, le dio vuelta a la daga, Jonathan ni siquiera se quejó, pero lucía sorprendido, cayó al suelo frente a mi, su mirada perdida...

Otro grito, agudo de un cuerpo pequeño: Olivia, no sé cómo consiguió una pistola y disparó a todos los que la atacaban, incluso a algunos que no la atacaban, se abrió paso hacia Jonathan en el suelo sangrando, quizá parezco un poco insensible, pero dejé a Jonathan ahí, yo corrí hacia Ivy, la cargué en mi brazo sano y me quedé sentado con ella llorando, ambos llenos de sangre pero solo yo consiente... aunque no por mucho.

Arthur peleó con el inquisidor, lo golpeó hasta dejarlo en el suelo, ya parecía estar recuperado, lo suficiente como para pelear con él, por suerte le quitó la pistola.

Con los ojos llenos de lágrimas y la cabeza de Ivy recargada en mi pecho miré hacia Olivia, su rostro incrédulo, todo su plan se vino abajo, la persona que más quería estaba muerto bajo ella, gritó una vez más y miró a Kyle, en un solo movimiento lo tomó del cuello y apuntó el arma a su cabeza.

Él era su nuevo plan, con Kyle nos obligaría a todos a tener miedo, funcionó, el miedo me invadió, al igual que a todos, todos se paralizaron, otros gritaron, sin embargo algunos peleaban más, el miedo hace cosas diferentes con las personas, conmigo solía hacerme enojar, y lo hizo, pero ahora tengo miedo por Ivy, no sé si las balas eran de plata, no siento mi hombro, así que no podría decir si me quema o no, pero Ivy no reacciona y el miedo y el llanto me estaban ahogando. Tengo miedo de estar solo, de no amar nunca más

-¡Todos ustedes van a morir...! -Olivia gritó- no me importa quién eres o si atentaste o no con mi vida... todos morirán... soy a quien obedecen los demonios y estoy cerca de decirles que asesinen a todos y cada uno de ustedes...

No me interesa.

Quiero morir

Así podré estar con Ivy...

-¿porqué lo hiciste tonta? Te dije que no pelearas con el destino... Ivy perdóname, te amo, te amo -besé su frente, pero ella no pudo responder, Ivy no se movía.

Una gran figura se acercó a Olivia y golpeó su cabeza, ella cayó al suelo inconsciente, cayó junto a Jonathan, incluso su brazo cayó sobre él. El verdugo, que fue quien golpeó a Olivia, cargó a Kyle e intentó tranquilizarlo y lo convenció de dejar de llorar, pero no funcionaba, el miedo aún no se iba.

El inquisidor se levantó, el pánico le provocó huir a tropezones, supongo que Arthur también lo dejó muy herido.

Algunos monjes también corrieron para escapar, pero perdí la noción de todo, creo que la herida en mi hombro está derramando mucha sangre, mi vista se nubló y mi cuerpo se sentía débil, ya ni siquiera podía sostener el cuerpo de Ivy por más tiempo. Perdí el conocimiento.

***

**

*

-Sabes que Dios siempre toma en cuenta el sacrificio -Ryan me decía, yo estaba en la cama en la habitación de un nuevo hotel, en realidad era un hotel muy barato, estoy en la quiebra, todo el dinero que ahorramos no es suficiente para lo que quiero, y se gastó demasiado por el hospital, necesito dinero, no me he levantado en una semana, la semana anterior estuve internado en el hospital, y esta semana no me he levantado de mi cama, sólo a veces para asearme y leer para que mi madre no se preocupe demasiado, muero de hambre pero al querer comer las nauseas no me lo permiten, ni siquiera puedo hablar bien- sin embargo -Ryan continuó- cambiar el destino... Ivy no debió hacerlo... te salvó la vida pero... donde hay muerte siempre hay muerte y puede cobrar el doble