34: Poker Face

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Ivy:

Sentí los latidos de mi corazón acelerarse cuando Paix me dijo esa noticia, el pánico nubló mi juicio, y comencé a hablar sin parar.

—Debemos salir de aquí… pero me despedirán, quizá podemos golpearlo en la cabeza y secuestrarlo, o puedo poner mucho alcohol en su bebida…

—¡¡Ivanny!! —Paix me tomó de los hombros y me agitó bruscamente— Estás llamando la atención. Sal de aquí, te cubriré

Miré alrededor, algunas personas giraron sus cabezas para mirarnos a ambos, reaccioné y miré a Paix con los ojos muy abiertos, él insistía con su mirada que regrese a mi juicio.

Asentí, no me di cuenta que tenía la boca abierta, toqué mi frente, sentía todo mi cuerpo frio, pero mi piel estaba caliente, sentí los brazos de Paix empujarme hacia el acceso del personal.

Jared:

Por supuesto fue muy sencillo vender los muebles, y de inmediato me dieron el dinero por ambos locales, aunque me dieron sólo un 60% de lo que yo pagué por él, peleé por el resto, perdí el control un poco, golpeé al guardaespaldas y dos más me atraparon y me sacaron a patadas.

Sólo me tranquilicé y no protesté más porque no quería pasar mucho tiempo en la calle, y no quería llamar más la atención. Me dirigí al banco a depositar el dinero a la cuenta con nombre falso de mi madre, sólo me quedé con lo necesario para pasar unos últimos días.

Una de las razones por las que no visito a Paix e Ivy en su trabajo es porque sé que comenzaré a tomar y no me detendré, pero he pasado por muchos acontecimientos que han logrado tener mis nervios al borde, podría fumar como siempre, pero me terminé la hierba que Mike me dio por última vez, pero puedo ir y tomar un trago para relajarme, si comienzo a beber más de lo debido, Ivy y Paix se encargarán de evitar que me embriague.

¿A quién le importa? Quiero embriagarme y perder la consciencia por unos instantes… Puedo usar mi tarjeta de crédito.

Conduje hacia el bar, pero ni siquiera pude estacionarlo, Ivy salió por la puerta, lucía muy preocupada y ansiosa, de inmediato revisé en su pasado lo que había sucedido: Un hombre la identificó y estaba cerca de llamar a la policía, Paix tuvo que decirle todo, incluso que le oculté la noticia sobre que la policía sabía que ella estaba en Las Vegas.

Me estacioné y toqué el claxon para que me mirara, lo hizo y corrió hacia el auto, subió lo más rápido que pudo.

—¿Cómo lo supiste? —ella preguntó

—Fácil, soy un vidente

—Ya, en serio ¿Paix te llamó?

—En realidad venía a beber pero…

Ella puso los ojos en blanco, estaba muy nerviosa, y según lo que vi, estaba peor.

—Tú también necesitas un trago

—No pienso mostrar la cara de nuevo…

—Vamos por tu peluca y vayamos a beber

—No quiero beber…

—Vamos por tu peluca y vamos a jugar juegos de azar

—No quiero salir contigo…

—¿Qué hice?

—La pregunta es: “¿qué no hiciste?” Debiste haberme dicho sobre el noticiero, mi rostro está en la televisión entre “los más buscados” y tú no me dijiste nada

Los Videntes [En edicion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora