51: Quid pro quo

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Al poder comunicarse con los muertos mi madre aprendió mucho, y se dio cuenta de una habilidad muy especial, también podía permitirles que la poseyeran por un corto lapso de tiempo, y esta vez dejó que Mike la poseyera y así poder hablar conmigo.

Me dijo la situación de su sucesor Darren, también se encontraba en problemas y necesitaba mi ayuda, más que nada mi información, también Mike sabía de mi situación y me sugirió una solución para conseguir dinero, tuve que aceptar por mi necesidad.

Lo que Darren quería era muy sencillo, incluso entre todas mis cosas, bolas de cristal, cartas, amuletos, tótems, y plantas para realizar magia minúscula, tenía exactamente lo que él necesitaba, pero era peligroso para mi tocarla siquiera.

Me despedí de mi amigo con mucho pesar.

Me puse mi túnica y utilicé guantes para buscar lo que Darren necesitaba, si yo le hacía un favor a él, quizá él también me haría un favor.

Quid Pro quo

Le respondí el mensaje a Darren ya que no contestó mi llamada anteriormente.

-Paix... utiliza el dinero que sobra para llevarte a mi madre a Italia, Paula y Hyun-Su los recibirán...

-Si usamos ese dinero tú te quedarás con nada y no podrás alcanzarnos

-Ya escuchaste a Mike... él me ayudará

-Bueno, no te voy a dejar solo -cruzó sus brazos

-No voy a estar solo, estaré con la criatura más fuerte entre los humanos... estaré bien, pero ustedes deben irse antes

-¿Porqué?

-Quiero que ustedes estén a salvo, mientras voy a Wyoming ustedes están expuestos, por favor llévatela, no puedo irme sabiendo que ustedes están en la misma ciudad que las dos personas que hicieron un movimiento por generaciones para asesinarnos en cada vida...

-Estás paranoico, no creo que se acerquen.

-Paix... -suspiré- ¿recuerdas qué sucedió la última vez que no hicimos caso a un plan así?

-Ok ok. Ya me quedó claro... me llevaré a tu madre para que esté a salvo

-Te veo allí en unos días...

Paix me dio un fuerte abrazo repentino, fue ahí cuando me di cuenta que en verdad estaba muy débil pues me lastimó. Al despedirse mi madre también me abrazó con fuerza, sólo se confiaron en dejarme solo porque siempre he sido fuerte y siempre he tenido fuerza de voluntad, aunque en mi condición actual eso era debatible, pero tenían confianza porque estaría acompañado de Darren.

*

El viaje a Wyoming siempre me pareció eterno, y odiaba el cambio de temperatura, ésta vez fue peor, no logro concentrarme, todo en mi mente es: Ivy.

Vi a Darren en el mismo lugar donde lo conocí, el restaurant cercano al bosque.

Llegó pronto, se veía en terrible estado, pero a pesar de eso parecía todo lo contrario a mí, él no lo ha notado pero sus músculos han crecido, su cabello también creció mucho, y noté madurez en su mirada, después de una mirada a su pasado supe que su apariencia terrible es debido a la resaca, traté de ver más atrás para estar al día y no perder el tiempo escuchándolo.

Supongo que su apariencia no era tan horrible comparado con la mía, al verme sus ojos verdes lucían pasmados. Intenté cubrir mi apariencia con mi capucha pero... él lo notó.

-Cuando me llamaste... -fui el primero en hablar mientras se sentaba frente a mi, en parte para evitar preguntas curiosas acerca de lo que me ha pasado- hice lo posible por contactar a Mike

Los Videntes [En edicion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora