Capitulo XX

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Ese mismo fin de semana la pareja decidió visitar la casa que la familia Teeraphanyakul tenía fuera de la ciudad, habían decidido ir solo con cuatro guardaespaldas, pero estos se quedarían en la cabaña donde vivía la persona encargada de cuidar la residencia ya que Kinn le había prometido a Pete que solo serían ellos.
El primer día en el lugar parecía ser un día hermoso a pesar de una que otra alerta meteorológica las cuales, si llegaban a cumplirse, no eran problema para las cinco personas recién llegadas debido a que la residencia contaba con lo necesario para pasar unos días de descanso y entretenimiento allí. 

-¿Crees que deba pedir que traigan madera por si necesitamos? -preguntó Kinn a su pareja mientras veía la chimenea de la sala. Pete soltó una risa antes de mirar al mayor negando suavemente. 

-¿Pedir? Claro que no, lo haremos nosotros mismos... yo te enseño a cortar madera-Pete salió de aquella casa aprovechando que Venice se encontraba con Porschay recorriendo las habitaciones que habían. El mafioso miró a su pareja riendo un poco antes de salir detrás para ayudarle con la madera. 

-¿Si sabes que lo sigues haciendo? -preguntó el mayor viendo como el azabache tomaba un hacha para comenzar con su trabajo, cuando éste lo miró para que explicara lo dicho, Kinn continuó hablando- Me sigues enseñando cosas... mm ¿recuerdas cuando me ayudabas a estudiar? 

-Mmm-el ruidito emitido por Pete eran de una evidente confirmación a sus palabras- Me gustaba hacerlo, me encantaba saber que podía ayudarte con más que con solo cosas del mundo ilegal.

-Me gustaba tenerte a mi lado-respondió Kinn acercándose para ser de utilidad a su pareja, miró un momento en dirección a la casa que estaba algo alejada de allí- No me gustó que te sacaran de mi lado ¿sabes? -Pete llevó su mirada al mayor ladeando suavemente su rostro- Cuando te fuiste con Khun.

-Caprichoso. 

Ambas personas rieron ante el repentino comentario del menor, Kinn se quejó dando unos pasos hacía su cuerpo para rodearlo con ambos brazos haciendo que el menor retrocediera un poco hasta apoyar su espalda contra la pared de madera. 

-Repitelo... -pidió el mayor en tono bajo, se encontraba tan cerca del rostro de su pareja que podía sentir sus labios rozar con la respiración contraria, miraban aquellos suaves belfos con ganas de probarlos tal y como él quería. 

-...Caprichoso- las miradas de ambos se encontraron por unos segundos, sonrieron suavemente y antes de que Kinn pudiera besarlo a su antojo, Pete apoyó sus manos en el mentón del mayor para que no lograra su cometido- ¿me dirás en que has estado pensando durante este tiempo?

Pensó que su pareja se separaría de él, pero no fue así, simplemente aferró los brazos a su cuerpo para mirarlo fijamente, llevó una mano a su mejilla para acariciarla de forma delicada y tras dejar que un suspiro brotara de él, habló. 

-He estado pensando en lo que Khun nos dijo, eso de que investigó el paradero de ellos... -su tono de voz era suave, Pete miró fijamente al mayor sabiendo que no mentía y aunque podría sentirse algo inseguro ante las palabras ajenas, sus caricias lo relajaban y le hacían sentir todo lo contrario- No hemos tocado ese tema y no lo sé, quizás me preocupa que quieras saber sobre su paradero. 

El menor tomó las mejillas del que tenía la palabra para acercarse a dejar un piquito en sus labios y sonrió mientras volvía a llenarlo de pequeños besos, realmente no le interesaba en lo más mínimo el paradero de su ex. No, desde que había aceptado que sus sentimientos estaban dirigidos al hombre que se encontraba besando. 

-¿Hay algo más? -interrogó el menor con sus brazos rodeados en el cuello del más alto, éste negó de forma sútil volviendo a darle pequeños besos hasta que escucharon las voces de los adolescentes en el exterior, se separaron para así terminar con su trabajo mientras que los menores recorrían el lugar apreciando algunos de los animales de granja que se encontraban. 

Otra oportunidad. (Terminada)Where stories live. Discover now