Otra oportunidad. (Terminada)

Capitulo VIII

Kinn quería que su padre descansara del viaje que había hecho, por dos razones en especial.
1. Su viaje se había extendido más de lo planeado, lo menos que deseaba era que continuara trabajando.
2. Si bien quería charlar con su padre sobre el viaje, su prioridad ahora era ayudarle a Pete para que Venice tuviera su biberón de "buenas noches". 

-Descansa, papá. Mañana podemos hablar más tranquilos ¿si? Cualquier cosa que surja envíamelo a mi. 

Korn sonrió complacido por las palabras de su hijo y cuando se giro para caminar nuevamente a su habitación sintió como Khun enredaba su brazo con el de él. El anciano miró al pelirrojo riendo suavemente, sabía bien que su hijo mayor quería dejar a su amigo y hermano solos, era astuto después de todo.

~KINN~

Dejé escapar un suspiro cuando ambos mayores salieron del salón, giré sobre mis talones para ver a Pete quién se encontraba hurgando en las bolsas dejando escapar una risa, negué en un movimiento de cabeza acercándome para recoger las cajas de leche líquidas.

-¿Qué parte de 0 a 4 meses no entendiste? -preguntó el azabache mientras veía algunas cajas pequeñas y latas con un claro "3 años y más"- Incluso esto es de adulto- comentó en tono burlón mientras mostraba una lata con una imagen de ancianos- 

-En mi defensa... -reí sin saber que podía inventar- no hay defensa, tienes razón. Dios... no lo sé, creo que el príncipe podría probar cada una de ellas para ver cuál le sabe mejor. 

-Eso ni en tus sueños, Kinn. Estás loco, no afectaré a su desarrollo, habilidades o lo que sea que aporten estas leches. 

Ambos dejamos escapar una carcajada por aquel comentario, luego de pensar mucho decidimos poner todo en una caja para donarlo en la mañana por lo que me dirigí a la despensa para tomar dos de las cajas vacías y volver con Pete. Comenzamos a ordenar cada una de las leches clasificándolas por edad del consumidor. 

-La de adultos la podemos dejar para ti-comentó mi ex guardaespaldas con tono burlón. 

-Cállate-respondí de inmediato al ver que la edad era para ancianos, estire mi pie para darle un golpe suave en la pierna. Finalmente habíamos terminado por lo que nos dirigimos a la despensa para dejar las cajas ahí hasta la mañana siguiente. Estaba por ofrecerme a hacer el biberón del pequeño cuando Pete miró su celular al recibir un mensaje. 

-Mmm es Macao, Venice ya despertó, ahora vuelvo. 

Estaba por tomar su brazo para que se quedará a mi lado, pero me resistí y apenas se fue caminé hasta la cocina para colocar agua en la tetera eléctrica.

Un biberón y dos tés, claro que en saquito porque realmente no sabía como preparar el de hebras. 

~...~ 

Así comenzaron a ser las noches de ambas personas, el error de Pete de haber olvidado hacer el último biberón de Venice pasó a ser el día a día, mientras que los brazos de Kinn se sentían complacidos cada vez que cargaba al pequeño en ellos. 

Se encontraban Khun y Macao sentados en una mesa de piedra decorando un pastel, como si la rivalidad o el odio que alguna vez hubo entre ellos hubiera desaparecido, mientras que Pete estaba junto a Arm enfrente de ellos preparando un café frío. 

-Me alegra saber que Porschay se quedará con nosotros-irrumpió el silencio Macao, los adultos miraron un momento al adolescente quién terminaba de emparejar la crema en el pastel el cual no era específicamente una obra de arte. Khun palmeó suavemente el hombro del menor con una sonrisa. 

-A nosotros igual nos alegra la decisión que han tomado.-Khun miró un momento a Pete quién sonríe moviendo suavemente la cabeza- bueno vamos, nos deben estar esperando. 

Anunció el mayor mientras salían del pequeño cuartito para descansar que tenían al lado de la piscina, Macao tomó el pastel para salir detrás de su primo y Arm ayudó a Pete llevando unos vasos para el café. La escena en la piscina era sencillamente increíble, Porschay sentado al borde de la misma mientras jugaba con Venice quién a pesar de tener flotadores estaba en los brazos de Kinn el cual lo movía de lado a lado riendo al escuchar la risa del pequeño cada vez que su ex cuñado fingía tratar de agarrerle un pie. 

-¡El pastel ya está! 

Todo se vio interrumpido por un Khun chillón tomando asiento en una de las reposeras, Pete se acercó a la piscina para ayudar a cargar a Venice y en cuanto tomó asiento le quitó el flotador al pequeño para que estuviera cómodo, secó su cuerpo con suma delicadeza y lo colocó en el huevito a su lado. 

-Kinn está que arde-comentó Khun mientras bebía un poco de su café con hielo mirando sutil a su amigo.

-Si-respondió Pete distraído cubriendo bien al pequeño para que no sintiera frío, sus orejas se colocaron rojas y entonces levantó su mirada abriendo sus ojos como plato- digo... 

-¿Qué? -todos al rededor lo miraron y entonces Macao sonrió por la respuesta de Pete. 

-¿Qué paso? -esta vez preguntó Kinn quién se acercaba a la mesa con una bermuda totalmente mojada como su cuerpo, tomó asiento al lado de Pete para así agarrar algo de pastel con una cucharita y probar. 

-Nada-respondió el azabache antes de dedicar una mirada asesina a quienes lo rodeaban. 

-Que el sol esta fuerte...-respondió Macao riendo mientras se colocaba los lentes de sol para así recostarse un poco en la reposera, compartieron una merienda al rededor de un pastel mal decorado y cuando la primera victima, Porschay, estuvo cerca de la piscina Pol y Macao no tardaron en tirarlo a la misma. Nuevamente comenzaron a jugar, menos Khun, Kinn y Pete quienes se encontraban charlando de distintas cosas, el último se aseguro de que Venice estuviera bien cubierto bajo una sombrilla y se acercó a la piscina cuando Macao le pidió que le alcanzará uno de los juguetes que había salido volando de la piscina. 

-Ten y si tienes frío, sal-sugirió Pete cuidando de uno de los pequeños y es que le salía casi al natural actuar de esa manera con ellos. Lo siguiente que vio al enderezar su cuerpo fue el agua frente a sus ojos. 

Segundos antes de agacharse a recoger aquel juguete, Khun fue claro con su hermano menor-Por favor, haz que Pete se meta a la bendita piscina, yo cuidaré de Venice. 

Y es que su amigo no había disfrutado casi nada del día, ni lento ni perezoso, el líder de la primera familia se acercó al cuerpo del mencionado por su hermano para así tomarlo por la cadera lanzándose al agua con él. Todos en la piscina soltaron unos gritos de festejo, cuando Pete volvió a la superficie para tomar un bocado de aire rápidamente localizó al causante de que estuviera en el agua y sin pensárselo se tiro arriba de él volviéndose a hundir. 

Debajo del agua, ambos cuerpos parecían estar en una combinación perfecta de danza acuática, abrazados en un pequeño torbellino y sus miradas buscándose con una desesperación romántica asegurándose de que ambos estaban juntos. Estaban rodeados de sus amigos, pero en ese momento solo eran ellos debajo del agua, las manos de Pete entre la clavícula y el pecho de Kinn mientras que éste último tenía sus brazos rodeando las caderas del otro. 

... 

En el continente europeo, las cosas no eran muy diferentes. 

Habían dos personas embriagadas de felicidad y confusión, una laptop sobre la mesa del penthouses con un cartel que habían esperado por tanto tiempo "Documento recibido" y al fondo se encontraban los cuerpos de la pareja de fugitivos juntos, abrazados en un beso hambriento, como si no tuvieran control absoluto de sus cuerpos y acciones.