Otra oportunidad. (Terminada)

Capitulo I

El azabache escuchaba aquella máquina que captaba los latidos de su corazón muy a o lejos. Sabía que se encontraba en el hospital no solo por aquel ruido, sino también por el dolor en su cuerpo que causaban los espasmos solo podía preguntarse una sola cosa ¿qué había pasado con él? Lo último que recordaba era todo catastrófico.

~PETE~

Mi cuerpo se encontraba lastimado, de eso no había duda, sentía mi espalda pesada, ardor en mi abdomen también me causaba molestia el estar algo pegajoso. Cuando intenté moverme un poco, para buscar comodidad, supe que estaba conectado a una maquina o algún suero debido a las agujas en mi brazo.

Abrí mis ojos con dificultad parpadeé un poco para acostumbrarme a la luz tenue del lugar, obviamente examiné un poco la habitación sorprendiéndome, casi al instante, no porque me encontraba en el hospital, eso era obvio, sino porque me encontraba en una de las habitaciones costosas del lugar, lo supe debido a la decoración y el gran espacio de la única camilla presente en aquella habitación.

Tomé un sorbo de aire intentando aclarar todos los recuerdos, pero me vi interrumpido gracias a dos enfermeras entrando con el señor Khun empujándolas, él tenía signos evidentes de haber estado llorado- ¡Rápido!¡Le digo que movió sus dedos!- gritaba exaltado pero en cuanto nuestras miradas se cruzaron su rostro palideció por unos segundos antes de gritar corriendo hacia mí- ¡Despertó, Pete despertó, rápido entren!-alzó la voz en lo que me tenía entre sus brazos ignorando por completo el dolor que sentía y claro que yo también, la calidez de sus sentimientos me invadieron y transmitieron alivio, finalmente me doy cuenta de algo que ignoraba hasta antes de perder la consciencia, estoy vivo... sobreviví.

Mis ex compañeros y los nuevos guardaespaldas de la primera familia entraron ignorando por completo la petición de la enfermera que intentaba revisar mi estado de salud. En el ambiente se podía sentir la alegría, sin embargo, una gran parte de mí se sentía vacío y no era el único porque cuando llevé mi mirada al marco de la puerta vi al señor Kinn con expresión seria, una mirada un tanto triste aún que intentaba fingirlo, entonces fue justo en ese momento, cuando nuestras miradas se encontraron... Me di cuenta del por qué estaba aquí, perseguía a Vegas y Porsche, no recuerdo bien porqué, pero la sensación de un corazón roto se apoderó en mi pecho.

Vegas y Porsche siendo perseguidos por mí... Vegas, Porsche... estaban escapando cuando me dispararon, estoy seguro que fue por accidente porque él no sería capaz de hacerme daño ¿verdad?

...

Los días pasaron, vinieron todos mis amigos, los miembros de la primera familia e incluso mis pequeños, pero no he visto a ninguno de ellos... Porsche mi mejor amigo y Vegas mi gran amor, las personas que por un momento me hicieron estar cara a cara con la muerte ¿realmente no vendrían? Quiero creer que todo es un malentendido.

~~

-Pete...- Kinn se encontraba al lado de la camilla intentando calmar al mencionado-

- ¡No! Ellos no pudieron irse... -las lágrimas recorrían por las mejillas de quién fue el mejor guardaespaldas- Kinn... ellos... él no se atrevería hacerme daño ¿verdad? –susurró aquel pelinegro como si fuera un pedido de auxilio en secreto, Kinn oprimió sus labios suavemente antes de darse media vuelta para mirar un momento la ciudad a través del gran ventanal, su corazón igual dolía, su mundo igual se estaba derrumbando, pero lo menos que deseaba era romperse frente a alguien.

Kinn encendió un cigarrillo para así darle una calada, miró un momento la gran vista que ofrecía la terraza del hospital, habían pasado un par de horas desde el episodio de Pete y una de las enfermeras le había brindado un tranquilizante al azabache. El líder cerró sus ojos un momento dejando escapar el humo para luego bajar su mirada al suelo.

- ¿Cómo te digo que Porsche y Vegas nos traicionaron, Pete? - se preguntó a sí mismo mientras luchaba por no derramar lágrima alguna-