Capitulo 26

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Quería decir una cosa aprovechando que voy publicar el capitulo. Veréis, estoy desanimada al ver que no suben los leídos como al principio, no eran muchos, pero algo se notaba :) y que nadie comenta dando su opinión ni vota ni nada. Me gustaría saber vuestra opinión y que votaraís, porque sino lo hacéis, sintiéndolo mucho, dejaré de subir la historia aunque termine de escribirla. Me ha desanimado bastante esto, la verdad u.u Besos para tod@s y comentad y votad si os gusta, dadme vuestra opinión si queréis que cambie algo o que haga algo en especial para saber si os va gustando mi historia, no pido mucho, solo necesito un poco de ánimo para seguir con ella :)   Ahora, os dejo aquí el capitulo para que lo leaís ;)

Era la tarde de noche vieja, Olivia estaba recogiendo la cafetería, como Pedro le había dicho esa tarde, junto con Elena, que lo que más hacia era hablar por teléfono con quien sabe que persona.

-          Lena, déjate ya el móvil y ayúdame a terminar de limpiar. Tengo que hacer muchas cosas dentro de un rato. – le dijo Olivia mosqueada al ver que se sentaba en un taburete mientras ella limpiaba y seguía hablando por teléfono.

-          Espera, ya termino. – dijo mirándola mientras limpiaba.

Olivia suspiró y dejó las cosas como estaban, las mesas cambiadas de sitio con las sillas encima de ellas, la fregona junto con el cepillo y el recogedor por un lado…

Cabreada viendo que lo tendría que hacer todo ella sola, se metió en el almacén y empezó a sacar cajas para cargar las cámaras. Cuando ya iba por la tercer cámara cargada de las siete que había, salió de detrás de la barra, le quitó el teléfono, colgó la llamada y se lo guardó en el bolsillo de su pantalón trasero.

-          ¡Eh! Pero, ¿Qué haces, tía? – le preguntó sorprendida, mirándola enfadada.

-          ¡Ponte a trabajar de una maldita vez! – le gritó Olivia señalando hacia todas las mesas que tenían que recolocar en su sitio -. O te pones ahora mismo a limpiar o no vuelves el próximo día. – le dijo seria.

-          ¿Pero tú quien te crees que eres para decirme eso? – le dijo levantándose del taburete, encarándose a ella.

-          Soy la encargada cuando Pedro no está y puedo despedirte cuando quiera teniendo en cuenta que no haces bien tu trabajo y que los clientes me dan muchas quejas de ti. – le dijo seria.

-          ¿Quejas? – alzó una ceja, poniendo una mano en su cadera -. Eso te lo estas inventando, Oli. ¿Qué pasa? ¿Qué estas celosa porque tu “novio” me hace a mí más caso que a ti? – le preguntó burlona.

Olivia soltó una carcajada amarga y la fulminó con la mirada.

-          Mi novio solo es amable contigo por pena. – sonrió -. Te aseguro que está bien atendido y bastante satisfecho. – dijo segura de sí misma, mirándola a los ojos.

-          Eso no es lo que parecía anoche cuando vino a mi casa a buscarme… - dijo ella mirándola con malicia.

-          Así que anoche estuvo contigo… - dijo burlona -. No sabía que mi chico se multiplicara. – sonrió -. Anoche estuvo conmigo toda la noche – añadió poniendo énfasis en la palabra “toda”.

Elena palideció durante unos segundos, miró hacia otro lado buscando algo para decirle, pero no se le ocurrió nada. Sin decir nada, se giró, cogió el pequeño cubo que había en el suelo y sacó una bayeta, la cual escurrió y empezó a limpiar las sillas y las mesas.

Olivia sonrió triunfal, se metió de nuevo dentro de la barra y siguió cargando las cámaras.

Estaba terminando de limpiar la barra cuando Óscar tocó la puerta de la cafetería, Olivia alzó la vista con una sonrisa e iba a salir para abrirle la puerta, pero Elena se le adelantó y le abrió la puerta, lanzándose a sus brazos.

Cartas... [Sin editar por completo]  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora