Capitulo 47

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Había pasado una semana mas, Ruth había vuelto a su habitación en la residencia pese a que Roberto le había dicho que podría quedarse con ellos el tiempo que le hiciera falta, había terminado de hacer las fotos de Beatriz y había concluido con los demás reportajes que tenia que hacer para Roberto, decidiendo tomarse el tiempo que le quedaba para volver a Madrid como una especie de vacaciones, solo para estudiar y terminar cuanto antes para volver a casa.

Esa tarde estaba en su habitación estudiando sentada en la cama, con la radio muy bajita de fondo, cuando su móvil sonó con un mensaje. Lo cogió de encima de su mesilla de noche y sonrió al ver el mensaje de Ángela.

Conectate a Skype, queremos verte =P

Dejó lo que estaba haciendo y encendió el ordenador, se conectó a Skype y rápidamente Ángela la estaba llamando.

- ¡Hola, enana! - la saludó nada mas salir en pantalla con una enorme sonrisa.

- ¡Hola, cariño! - se rió ella.

- ¿Como que cariño? Eso solo se lo puedo decir yo, ¿eh? - se quejó Arturo apareciendo a su lado.

- Ups, nos ha pillado, Ang. - hizo una mueca, tapándose la boca con las manos haciéndose la escandalizada.

- Eso, ¿tú para qué te pones aquí? - se rió mirando a su novio.

- Perdona, guapa, has sido tú la que te has venido aquí conmigo, ¿eh? - la miró mal.

- Que rico, me ha dicho guapa... - se rió dándole un sonoro beso en la mejilla.

- Anda, sí, no seas pelota, que estabas llamando a tu amante... - se rió - ¿Como estás, Ruth? - sonrió mirándola

- Bien, muy bien. - sonrió ampliamente.

- Uh, ¿y eso a qué se debe? - preguntó Ángela curiosa.

- Bueno, tengo que contaros una cosa, aunque quería hacerlo personalmente... - empezó a decir.

- ¡Pues cuéntala! - se rió.

- Primero vamos a llamar a Oli para que se conecten, ¿vale? Así os lo digo a todos a la vez y no tengo que contarlo muchas veces. - sonrió.

- Vale, mandale un mensaje, mi cuñada es tonta y no me contesta. - frunció el ceño.

Ruth se rió y le envió el mismo mensaje que le había mandado Ángela a ella hacia unos minutos, recibiendo la respuesta de que lo haría en unos minutos.

- Mirala, será asquerosa... - se quejó al ver que estaba conectada.

- Tranquilidad, ¿eh? - se rió Ruth llamando a Olivia en la misma llamada que Ángela.

- Hola, cariño, ¿como estás? - preguntó Olivia nada mas aparecer.

- Eso, tú solo pregunta por ella, mala pecora. - dijo Ángela mirándola mal.

- Huy, perdona, cuñada, no te había visto. - se rió saludándola con la mano.

- ¿Qué os pasa a vosotras dos? Parecéis niñas pequeñas. - se rió Ruth.

- Nada, que quedamos el fin de semana pasado y estuvimos todos en la misma casa metidos el día entero, primero risas por aquí y risas por allí, pero cuando empiezas a ponerte cariñoso con tu novia, aparece el pesado de turno a decirte que cuidadito con donde le pones las manos a su hermana y eso pues cansa. - se rió Arturo.

- Es que eres un sobón, tío - se rió Olivia.

- Ya, claro, como que tu novio que cortaba un pelo... - se quejó.

Cartas... [Sin editar por completo]  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora