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—Vale, todo está listo, ¿qué piensas, Shadow? —preguntó Eunji al perro, que la miró y se dirigió a una de las habitaciones, ignorándola—. Ojalá estuviera una de las chicas, seguro que me haría más caso que tú.
La idol había decidido preparar una cena sorpresa a Jisung, ya que no habían podido celebrar San Valentín y, por ende, organizar algo con él en su apartamento.
Cuando el joven le contó que había planeado que ese día fuera especial y que por culpa de la noticia sobre su relación no había podido serlo, se puso triste, ya que estaba segura de que su pareja se había esmerado en preparar algo. Así que con ese pensamiento en mente, se le ocurrió hacerlo para devolvérselo.
Habían pasado unas semanas desde aquello, en las cuales Eunji había estado de hiatus y se las había pasado componiendo, viendo series e incluso los videos que subían el resto de sus compañeras tanto en conjunto como en solitario y aburriéndose.
Al principio le había dolido mirarlos, era raro que sólo fueran cuatro, pero poco a poco comenzó a disfrutar de ellos. Sabía que las chicas también estaban sufriendo con ese tema, por lo que siempre trataba de decirles que no pasaba nada, que la situación ya no le afectaba tanto como antes.
Era obvio que extrañaba a sus fans y el hecho de estar con ellas, pero todo esto le había venido bien para despejarse y darle vueltas a la cabeza a la situación, viendo que tenía tanto puntos bueno como malos.
Empezó a vestirse, ya que había escogido el conjunto antes, además de que tenía todo preparado y esperaba que todo saliese perfecto. También se había maquillado, de forma natural, no quería estar demasiado arreglada, sobre todo cuando no dejaba de ser una cena sorpresa en su apartamento, y Jisung vendría con ropa cómoda, como solía hacer.
Justo cuando iba a volver a revisar todo de nuevo, sonó el timbre, indicando que ya había llegado, lo que la sorprendió, porque todavía no era la hora y Jisung no era conocido por su puntualidad.
—¿Quién eres tú y qué le has hecho a mi novio? —fue lo primero que Eunji pronunció tras cerrar la puerta cuando el chico entró a su casa, con una expresión que reflejaba confusión.
