Quiero Ser Tu Chico Malo |Bryan Mouque|

Capítulo 7

Y eso hicimos.

Gritamos con toda la fuerza que tenían nuestros pulmones que Bryan Mouque de CD9 estaba aquí en la escuela.

Y todas las chicas presentes que nos escucharon gritar tomaron carrera hacia Bryan.

Esto realmente parecia fútbol Americano.

Nosotras dimos el inicio, las chicas eran las jugadoras y Bryan el balón a atrapar. ¿Sencillo? Eso parecía si lo decía o oia pero fue diferente verlo con mis propios ojos.

Las chicas realmente lo taclearon como si tratase de un jugador contrario y sin darle tiempo de correr lo tiraron al suelo, ¿Qué le esta sucediendo? No tengo ni la más mínima idea es difícil verlo si hay montones de chicas encima o rodeándolo a él.

Debo de admitir que me siento un poco mal de haber hecho eso. No creí que fueran tan bruscas con él, pensar en lo que ellas están tocando ahora mismo me da cosa estar ahí en su lugar.

-¡Vamonos!- gritó Ariana.

Corrimos por las escaleras y salimos completamente de la escuela.

Mire hacia atrás para verificar que por lo menos hubiera señal de vida. Pero no lo vi, algunos maestros y guardias de la escuela alejaban poco a poco a olas chicas de Bryan.

Me siento mal por eso.

Descubrí que la casa de Carmen esta a unos minutos de el colegio -Suerte la suya- ya que no caminamos mucho para llegar a ella. Nos contó que su padre era medico y tenia una clínica farmacéutica en la ciudad y su madre, bueno su madre desgraciadamente había fallecido -Fue mi culpa por haber preguntado, yo y mi bocota-.

Su casa era Magnifica -Enorme- en pocas palabras muy bonita por dentro y por fuera.

-Tu casa es hermosa- dije admirada al mismo tiempo que me sentaba en un sofá.

-Gracias- dijo Carmen sentándose a lado de Ariana.

-Cambiando de tema, ¿Qué fue lo que paso en el colegio?- preguntó Ariana.

-Bueno- di un largo respiro y me desabotone el primer botón de mi camisa -Esto- apunté a mi marca en el cuello.

- ¿Bryan te hizo eso?- preguntó incrédula Ariana.

-No me lo hizo la vecina- dije en tono sarcástico -Sí, me lo hizo él.

-Es que no me cabe en la cabeza como fue que te lo hizo- mencionó Carmen.

-¿Crees que yo sí?- pregunté

- Y, ¿Como fue que te hizo eso?- preguntó impaciente Ariana.

-Fue el día que llegamos en la noche. Ya me estaba durmiendo y de repente sentí que alguien colocó una mano en mi cadera y me sobresalte porqué no era mía y pues ahí estaba él.

- ¿Cómo entro a la casa?- preguntó Carmen.

-No sé nada más que eso.

-Dejame pensarlo- dijo Ariana pasándose las manos por el cabello -Entro a tu habitación en la noche, te hizo esa marca que tienes en el cuello y se fue de ahí.

-En pocas palabras, sí.

- ¿Por eso saliste huyendo ayer?- preguntó Carmen.

-Si- hice una pausa breve -Fue por él.

-Es que no logro crerte- dijo Ariana.

-Yo tampoco. - comentó Carmen.

-Entonces, ¿Cómo carajos estaba Bryan fuera de la escuela?

-No lo sé - comentó Ariana -Tal vez se enamoró de mi y no pudo evitar ir a verme- explicó.

-No me crean - negué con la cabeza -Mejor cambiemos de tema- pedí y ambas asintieron.

Y eso hicimos cambiamos de tema.

No tienen porqué creerme, es decir, hasta yo me escucho como loca al decir eso.

Todo el tie mpo que estuve en casa de Carmen fue un poco aburrido por algunas cosas -Tarea- pero por otra parte fue divertido pasar un tiempo en su casa ya que hicimos muchas cosas demasiado divertidas -Como Ariana casi quemando su cocina-.

Papá fue a traernos a la casa de Carmen exactamente media hora después de haber salido de su trabajo.

Y hablando del camino a casa fue más que aburrido, mi padre no paraba de contarnos las cosas que le habían pasado en su trabajo y su jefe el Sr. Cray.

Y es de lo mismo que hablará en la cena y en el desayuno de mañana.

¡Así es mi padre!

-Hola chicas, ¿Cómo les fue?- preguntó mi madre cuando nos vio entrar.

-Bien.- respondió Ariana al mismo tiempo que subía las escaleras.

- ¿Bajaran a comer?- preguntó

- No, gracias- respondí por las dos ya que Ariana ya había subido a su cuarto -No sotras ya comimos.

-Bueno, Cariño.- me dio un beso en la mejilla -Subete a ducharte y te cambias para dormir.

-Claro, mamá - dije subiendo las escaleras.

Caminé hacia mi habitación -Por fin un rato sola- pensé abriendo la puerta.

-Se que fuiste tú - dijo en detrás mio.

Cerré la puerta y voltee a verlo. Bryan estaba plácidamente acostado en mi cama.

Me es fácil reconocer su voz, ahora.

-Lo siento- me disculpé.

¡Dijiste que lo odiabas!

Si, pero me siento mal por haberle hecho eso. No soy tan mala.

No.

No.

-Pero lo hiciste- dijo sentándose

-Si no lo hubiera hecho, ¿Qué me hubieras hecho a mí?

-Resulta que eres inteligente- dijo sínico

- Y que tu eres un gilipollas- dije de la misma manera.

-Yo no soy un gilipollas- se puso de pie.

-Pues lo pareces y lo eres- me crucé de brazos.

-Te puede ir mal si te metes conmigo- se acercó a mí pero dejo una distancia entre nosotros.

-Creo que seria lo contrarió- pensé. - ¿Qué pasaría si las coders se dan cuenta del doble cara que eres?- insinúe.

Bryan se detuvo, intento decir algunas palabras que nunca salieron de sus boca pero se quedo pensante.

¡Punto para ______________!

-No soy un doble cara- dijo entre dientes.

-No- dije sarcástica. - ¿Qué pensarían las coders de ti?- pregunte y el dio unos pasos hacia mí - Que eres romántico, tierno y divertido- lo miré a los ojos -Cuando realmente no eres eso sino un total gilipollas.

Me miro fijamente y dio un paso hacia atrás.

No dijo nada simplemente se fue sin decir alguna palabra.

Estoy sorprendida, demasiado. Salió por la ventana sin reclamarme o hacerme algo.

Sólo se fue.

Se fue y me sentí mal de haber dicho lo que le dije.

De haber actuado como actúe.

¡Yo no soy así!

Pero lo hice.

Abrí mi bocota