Prologo

12.3K 723 54
                                    

Salí del baño, había decidido tomar una ducha más antes de dormir. El calor de la ciudad últimamente había sido más fuerte que los últimos días.

Estaba sudando aun cuando ya me había duchado. Me había puesto un short corto y una camiseta suelta, no tenía otra cosa que ponerme si es que no quería terminar durmiendo desnuda.

Caminé hacía el clima, en estos momentos ni un ventilador me quita el calor.

16° ¡Dios! Apenas empezaba a sentir la diferencia.

Me acerque a la ventana y las cerré. Cada vez se sentía más fuerte el clima frío.

¡Genial!

Respire profundamente y camine hacia mi cama, quite todas las colchas y deje solo una sábana para taparme.

No, no debo ser la única disfrutando del clima como el de mi cuarto.

Me acosté y me cubrí con la sabana, me acomode del lado izquierdo viendo hacia mi ventana. Estire mi brazo y apagué las luces. Sólo la luz de la luna llegaba a iluminar una pequeña parte del cuarto.

Cerré los ojos y poco a poco entraba a un profundo sueño.

Sentí que una mano se posaba en mi cadera instantáneamente como reflejo abrí mis ojos a golpe. Mire mis manos y ninguna de las dos se colocaba ahí.

Me sobresalte. La única reacción coherente era quitarme lo más rápido de ahí y eso hice, prácticamente salte de mi cama hasta pegarme a la pared.

Parpadee varias veces. No podía ser posible, alguien estaba en mi cuarto. Un completo desconocido estaba en mi cuarto.

- ¿Qu... Quién eres? - fue la única pregunta que pude formular.

No sabía si era hombre o mujer, no podía distinguirlo y eso me asustaba.

No daba respuesta alguna solo estaba ahí observándome como si fuese una pintura en exhibición.

- ¿Quién eres? - repetí un poco más fuerte.

Se levantó de mi cama y empezó a caminar lentamente en dirección a mí. Entonces, sólo entonces me di cuenta de que era un hombre.

-¡Esto no podía ser peor!- grité internamente.

Seguía caminando hacia mí y la luz que se fugaba por la ventana alcanzo a darle.

Es guapo, no puedo negarlo, alto y me intimidaba. No me intimidaba su físico... Me intimidaba el no saber qué es lo que hará conmigo. Sus ojos están oscuros y me dicen que está planeando algo aunque no sé si eso sea algo bueno y lo dudo demasiado.

- ¿Quién eres? ¿Cómo entraste?

Él ya está frente a mí mirándome detenidamente.

-Eso no te interesa.

Su voz fue muy grave demasiado cuando dijo esas palabras me sentí extraña.

Todo estaba en silencio yo lo miraba con miedo esperando a cualquier cosa y él me miraba a mí como si estuviera tratando de leerme, de saber que pienso.

Yo soy una cabeza más baja que él pónganse en mi posición.

Colocó una de sus manos en mi hombro derecho y deslizó mis tirantes. Me sentía rara, su toque me era extraño.

Acercó su cabeza y se dirigió rápidamente a mi cuello. Dio uno... Dos... Tres pequeños besos en mi cuello, no negaré que se sintieron bien. De repente empecé a sentir un dolor en mi cuello, él me estaba chupando o succionando, me estaba dejando una marca... Me estaba haciendo un chupetón.

Se alejó de mi cuello y sonrió - Ahora eres de mi propiedad.

Lo único que hice fue colocar una de mis manos en dónde él había dejado la marca.

Él camino hacía la puerta de mi habitación -Nos volveremos a ver- dijo antes de salir completamente de mi habitación y cerrar la puerta.

Corrí rápidamente al baño era lo único que tenía en mente revisar mi cuello.

- ¡Dios! - exclamé en cuanto me vi en el espejo.

Me había dejado una gran marca roja en mi cuello.

Me había marcado y yo no hice nada...

Pero, ¿Cómo jodidos entro a mi habitación?

Principalmente mi duda era...

¿Quién es?


Quiero Ser Tu Chico Malo |Bryan Mouque|Where stories live. Discover now