14. Hormonas bipolares

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Esta vez no he podido escaquearme de dar clase a Mason

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Esta vez no he podido escaquearme de dar clase a Mason. Su tía llamó a mi madre y ya se sabe lo persuasivas que suelen ser las madres. Más ellas dos, que cuando se alían contra alguien no paran hasta conseguir lo que buscan. En este caso, tocarme las narices. Las adoro, pero son insoportables cuando te toca estar en medio de su plan.

—¿Dónde está tu libro? —pregunto a Mason tras sentarme en una de las sillas del comedor.

—En el instituto.

Le miro pensando que me está gastando una broma, pero se sienta y se cruza de brazos, manteniéndome la mirada.

—¿Cómo piensas estudiar para el examen?

—Me dijeron que sabías de biología, pero veo que mentían.

Me incorporo para increparle y él imita mi movimiento, acercándose a mí. Sé que está buscando sacarme de mis casillas, pero no lo va a conseguir.

—No hago milagros.

Me levanto y subo las escaleras para buscar a Jeremy. Su puerta está cerrada, así que llamo, pero al no obtener respuesta abro lentamente. Está tirado en la cama con la guitarra entre las manos. Nada más verme, pega un bote del susto y deja caer el instrumento sobre el cojín que tiene al lado.

—¿Cuánto tiempo llevas ahí?

—¿Qué llevas puesto en el pelo? —pregunto sin poder apartar los ojos de su melena, ahora demasiado brillante.

Él se pasa la mano por la cabeza y se incorpora. A mi lado aparece Ellie, quien entra a la habitación de su hermano y se acerca a él.

—Le he dicho que parece que tiene una babosa —admite ella entre risas—. Creo que ha gastado el bote de gomina de papá.

—De todos modos no lo usa —se queja él. Su hermana se ríe aún más.

Su padre hace tiempo que se quedó calvo y creo que guarda esos productos con la esperanza de que algún día, mágicamente, le vuelva a crecer el pelo. Como no creen algún tipo de operación, me temo que esa magia no ocurrirá. ¿Se podrá operar el pelo? Una vez vi en las noticias algo similar, pero no sé si será verdad.

—Solo he venido a por el libro de biología —explico mientras camino hacia su escritorio. Sobre él me encuentro varios libros y mi libreta—. ¿Lo has acabado?

Jeremy se acerca, dando un empujón a su hermana, la cual se marcha corriendo enfadada.

—Te he escrito algunas cosas que creo que pueden ayudar —explica cogiéndola. La abre y me señala las notas a lápiz que ha escrito.

—¿Qué te ha parecido?

Se queda mirándome durante bastante tiempo sin decir absolutamente nada. Me pone de los nervios que haga eso, así que le revuelvo el pelo para molestarle y entonces reacciona.

El buzón de los secretos © |COMPLETA|Where stories live. Discover now