Capítulo dos| La fiesta.

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Kyara

— Bien, ¿y cómo me veo? — Le
preguntó a Janell y doy una vuelta.

— Preciosa. — Habla y me aplaude.

— Bien, me voy gracias por todo y recuerda que si mis padres hablan tienes que decirles que ya me dormí y diles que los amo. — Le doy un beso en la mejilla y me voy.

Salí de la casa de Janell a las 9:00 de la noche, llevo el vestido azul rey que compre hoy, mi cabello lo llevo un poco más ondulado y también llevó un poco de maquillaje en el rostro.

La verdad estoy un poco nerviosa, la mansión en la que se hará la fiesta tiene fama de ser ocupada por mafiosos para esconderse ellos o para ocultar su mercancía, y ahora que lo pienso, ¿quién habrá sido el verdaderamente estúpido para hacer una fiesta ahí? o peor aún, ¿quiénes serán los idiotas que irán?, bueno creo que solo los amantes del peligro o locos sin remedio como yo, "Tranquila Kyara no es la primera vez a la que vas a una fiesta ilegal", me repito para controlar un poco mis nervios, extrañamente tengo un mal presentimiento pero prefiero ignorar ese presentimiento.

Llegó a la fiesta, lo primero que escucho es música a todo volumen y gritos de emoción, bajo de mi automóvil , agarró mi bolsa y camino hacia la entrada de la casa.

— Creí que jamás llegarías. — Dice Bryan ya un poco ebrio y me abraza de la cintura.

— Yo nunca falto a ninguna fiesta. — Le doy un pequeño beso en los labios.

— Lo se , bueno, ¡AHORA QUE EMPIECE LA FIESTA! —  Grita extasiado.

[...]

Pasan alrededor de unas dos horas, o bueno eso supongo yo, ya estoy un poco alcoholizada y peor aún, un poco drogada.

La música suena a todo volumen, todos bailamos y siento una increíble felicidad.

— ...Siempre lo he dicho, las cosas peligrosas siempre son mejores. — Dice un chico a mi lado quién por cierto ya no recuerdo ni su nombre.

— Sabes que amigo, ¡Hay que brindar por nuestra hermosa y perfecta juventud! — Digo mientras chocamos nuestros vasos y tomamos unas bebidas que no estoy segura de que son, sólo se que saben deliciosas.

— ...Vamos a bailar. — Dice un chico que se encuentra a mi lado y me jala.

— ...Hermosa, ¿cómo te llamas? — Dice un chico que se encuentra a mi lado en la supuesta pista de baile.

Me encuentro tan ebria y drogada que ni siquiera se que es lo que hago hasta que siento que camino hacia afuera.

— Me llamó Kyara ¿y tu hermosura? — Preguntó coqueteándole.

— ... Me llamo Alán.

— ¿A dónde vamos?

— A nadar porque hace mucha calor...

No me da tiempo ni de responder cuando siento que me sumerjo en agua helada.

— ¡Esto es la gloria! — Grito de emoción y me río.

Realmente es la mejor fiesta a la que he ido, hay alcohol, droga, música, sexo y adrenalina.

[...]

— Oye amigo, ¿cómo a que hora son? — Me muevo de su sudoroso pecho.

— ...Son las 5:00 de la madrugada. — Responde el chico desnudó a mi lado.

— ¡Demonios! — Hablo mientras me paro de la cama y me pongo mi ropa.

— ... ¿A dónde vas? — Pregunta mi acompañante.

— A casa.

— ...Pero si es muy temprano, la fiesta aún no termina...

No le respondo y salgo de la habitación un poco mareada y con muchas ansias, yo creo que por el efecto de la droga.

Bajo y veo que la mayoría de las personas que se encuentran en la fiesta ya están demasiado drogados y ebrios. Esta escena es muy graciosa, hay chicos tirados por todas partes, chicos que hablan con la plantas, chicas que bailan en las mesas, chicos casi follando en los sofás o hasta en el piso... Toda una demostración.

Mi felicidad se ve interrumpida cuando siento que alguien me sujeta duro del brazo

— ¡¿En dónde te habías metido?!, ¡Te busque en toda la maldita casa! — Dice Ernesto enojado.

Ernesto es el chico más guapo de toda pero absolutamente toda la universidad, lo conocí en una pelea ilegal ya hace un buen tiempo de inmediato nos hablamos y nos hicimos buenos "amigos".
Bueno realmente somos amigos con derechos, usualmente nos vemos tres veces a la semana.

— ¡En primera no me hables así y en segunda sabes que puedo hacer lo que yo quiera! — Me doy la vuelta y camino hacia la salida.

Cuándo bajo completamente todas las escaleras del segundo piso , escuchó un disparo, silencio y después gritos.

Me siento aterrada al ver la escena, hay varios chicos 
con armas, al verlos no se que hacer; si volver al piso de arriba aventarme por la ventana y correr o bajar y hacerme sumisa. Ambas ideas son estúpidas pues me acabo de dar cuenta que afuera también hay hombres y arriba también y hacerme la sumisa tampoco es una buena opción ya que desgraciadamente nunca pero nunca me quedó callada.

Empiezan a golpear y a apuntar con pistolas a chicos y hasta chicas. Esta escena parece sacada de alguna película de terror pero desgraciadamente es verdad y lo peor es que me está sucediendo a mi.

Al Lado Del MafiosoWhere stories live. Discover now