Capitulo cuarenta y dos| Una familia ¿feliz?

59.6K 2.9K 103
                                    


Nea

Después de a ver decidido que adoptaríamos, hablamos toda la noche sobre que seria, finalmente elegimos que queríamos un niño, bueno, Kyara prefirió un niño, yo me iba más por una niña, pero todo para complacer a Kyara, además  un niño no esta nada mal.

Como ya teníamos los papeles listos, decidimos que hoy mismo adoptaríamos, creo que ambos estábamos emocionados y nerviosos, principalmente yo.

Nos encontrábamos sentados en la oficina de la estancia de adopción. Ya habíamos visto a los niños, Kyara y yo habíamos elegido a un niño, su nombre era Kyne, tenía 4 años, era de piel morena, ojos negros, cabello negro y con una hermosa sonrisa.

— Bien, no habrá problema en la adopción, en unos instantes podrán llevar a Kyne.

— ¿De verdad? —  Pregunto Kyara.

—Si, de verdad, ¿por qué lo duda?

— Bueno, es que he escuchado que el proceso de adopción lleva mucho tiempo, y esto ha sido muy rápido...

La señora de la oficina me miro nerviosa, yo la mire serio.
Bueno tal vez tuve que a ser unas cuantas cosas para que fuera rápido.

— Kyara, no hagas tantas preguntas. — Le digo.

— Si tienes razón, lo importante es que ya lo adoptamos.

La puerta de abre, una señora y Kyne entran, Kyara se para de su asiento y corre para abrazar al pequeño.

— Mi pequeño, ya veras que nos llevaremos muy bien, lo prometo, seré la mejor mamá que pudiste a ver tenido.

Yo sólo los observo y también me pongo de pie.

— Bien, vámonos a casa. — Kyara toma al pequeño de la mano y caminan hacia la salida. — Gracias.

[...]

— Ya verás Kyne, que amarás vivir acá, lo tendrás todo... — Kyara no dejaba de hablar con él pequeño.

— ¿Ustedes serán mis nuevos papás? — Pregunta Kyne.

— Si, y haremos todo lo posible para que nos quieras mucho. — Responde Kyara.

— ¿Cómo se llaman? — Vuelve a preguntar.

— Oh, pero que descuidada soy, no nos hemos presentado, yo soy Kyara Ruíz, y seré tu nueva mamá y él es Nea Balboa y tratará de ser tu nuevo papá.

El niño por primera vez sonríe y también por primera vez me mira y lo miro.

— ¿En qué trabajas? —  Me pregunta. Casi hago que nos estrellemos en el poste cuando oí su pregunta.

— En muchos negocios pequeño. — Le respondo viéndolo unos segundos.

— No hablemos de eso ahora, mejor hablanos de ti Kyne. — Interrumpe Kyara abrazándolo un poco.

—Pues me llamo Kyne, hace unos meses entre al orfanato, mi anterior padre era abogado pero lo atropeyaron, mi mamá murió semanas después... Soy hijo único... ¿Ustedes tienen otros hijos?

Este niño es un ángel: — No, sólo tu. — Respondo sonriéndole.

— Oh.

— ¿Quisieras tener hermanitos? — Le pregunta Kyara observándolo con cierta ternura.

— No, me gusta así. — Nos responde y ríe.

— Lamento interrumpirlos, pero llegamos a casa. —  Les digo parándome en la entrada de la casa.

— ¿Aquí viven? — Pregunta el pequeño.

— Si, y ahora también sera tu casa campeón. — Le digo.

Él niño abre la puerta y sale corriendo deteniéndose en la entrada.

Kyara y yo sonreímos y caminos hacia donde él se encuentra.

— Es hermoso. — Comenta con asombró.

— Y eso que no la has visto por dentro. —  Menciona Kyara y abre la puerta. — Bienvenido a casa. — Le dice a Kyne y el niño entra.

— ¿Todo esto es su casa? — Pregunta mirando el interior de la casa.

— Si y también la tuya. — Le contestó.

— Guao. — Dice y sonrió.

— Ven, te mostraré la casa y tu habitación, ¿vienes Nea?

—No, vayan ustedes, yo dormiré un rato.

Ellos se van y yo me siento en el enorme sofá que se encuentra en la sala.

— Con que adoptaste un niño ¿eh?, ¿pues en que crees que trabajas? — Abro los ojos de golpe y observo a mi abuelo y a mi padre.

— Nea, devuelve a ese niño ya. — Habla mi abuelo.

— Hola a mi también me da gusto verlos, pero no regresaré a mi hijo.

— ¡Ese bastardo no es tu hijo, al tuyo lo perdiste por idiota! — Grita Alfonsín.

—No le digas así, además es mi vida, ¡ya dejen de meterse y vayanse de mi casa! — Me pongo de pie y me acercó a ellos.

— Ojalá y todo te salga bien Nea.— Habla mi abuelo y camina hacia la salida.

— Ojalá que te arrepientas. — Dice Alfonsín y me mira con cierto odio, para después también caminar hacia la salida. Yo suspiro y me vuelvo a acostar perdiéndome en mi sueños.

[...]

Papá, ya esta la cena. —  Abro mis ojos de golpe y observo a Kyne sentado en mis piernas apoyándose en mi pecho.

— Bien, vamos.

Jamás pensé que sentiría tanta satisfacción al escuchar la palabra papá, pero me equivoqué esa fue la mejor palabra que pude a ver escuchado.

[...]

Me encontraba observando a Kyne dormido en su nueva cama y cubierto por sus cobijas azules, al terminar de cenar se quedó dormido en su silla y lo tuve que subirlo cargando.

— Jamás dejaré que algo te pase. —  Susurró. — Prometo que tratare con todas mis fuerzas ser un buen padre, respetaré tus decisiones, y jamás te dejaré sólo mientras viva. — Una lágrima cae por mi mejilla y de inmediato la secó.

Me pongo de pie, beso suavemente a Kyne en la frente y salgo de su habitación.

No puedo dejar que él pase por lo que yo pase. —  Me digo a mi mismo.

Y es que cuando tu has sufrido mucho por algo, no quieres que alguien más pase por eso, y mucho menos alguien cercano.

Entró a la habitación y encuentro a Kyara con una pijama de panda.

Camino hacia la cama y me recuesto a su lado.

— Escogimos bien. — Dice mirando el techo blanco. — Trataré de cuidarlo hasta con mi vida, no dejare que alguien lo lastimé y eso también lo digo por ti. — Sonrió por lo que dijo.

— Estoy completamente de acuerdo contigo. — Beso su frente, la abrazó y hací ambos nos perdemos en el sagrado sueño.

Al Lado Del MafiosoWhere stories live. Discover now