Capítulo cuarenta y tres| Es más difícil de lo que se escucha.

57.8K 2.9K 480
                                    

Nea

— ¿Quién lo diría?, Nea Balboa cuidando que su hijo no se ahogue. — Dijo Marcus aplaudiendo.

— Alfonsín nos marco para que te hiciéramos entrar en razón. — Dijo Ricky. Los tres se sentaron en la sillas.

— Espero que no lo hayan obedecido.— Comente bebiendo de mi agua.

—  Parece que nos conoces... — Dijo Brad. — Así que, un hijo adoptivo...

— Si... — Bebí cerveza y sonreí.

— No me lo tomes a mal, pero, ¿por qué no mejor lo procrearon?

Suspire: — Porque jamás superaremos la perdida que yo por imbécil provoque, muchos dirían que ya es hora de continuar, pero siendo honesto yo no podría ver correr a mi hijo y no recordar que hubiera habido otro... — Respondí con tristeza.

— Ya, venga, presentamos a tu hijo... — Dijo Brad golpeando levemente mi espalda.

— ¡Kyne! — Grite. Kyne salio del agua con su salvavidas azul.

Corrió hacia nosotros: — Mandé papá... — Dijo sonriendo.

Sonreí con ternura: — Mira, ellos son mis amigos, pero tu les dirás tíos, el que tiene cara de malote es Marcus, el rubio que parece nena es Brad y el que tiene cara de baboso es  Ricky.

Los tres me miraron: — ¿Y tu que cara tienes? — Preguntó con los ojos entrecerrados Ricky.

— De guapo e inteligente.

— Yo diría que de...

— Si, bueno, cualquier cosa puedes contar con ellos...

— ¿Tíos?

Ricky lo abrazo alzándolo del piso: — ¡Sobrino!

— M-me es-estas asfilsiando.

Ricky lo bajo: — Eres mi primer sobrino, aunque ahora  que lo pienso serás el único porque yo no tengo hermanos. — Dijo poniendo su dedo en su barbilla.

Todos los miramos mal: — Si necesitas algún consejo yo soy el mejor para darte uno. — Dijo Marcus poniéndose de rodillas frente a él.

— No le hagas caso, yo soy el brillante. — Dijo Brad empujando a Marcus.

Camine y cargue a mi hijo: — Vamos a cambiarte, no quiero que te contagien su estupidez...

[...]

— Los chicos ya conocieron a Kyne. — Dije acostándome al lado de Kyara.

— Eso es genial — se subió encima de mi.

— Genial es tu nueva pijama. — Murmuré acariciando sus piernas. Kyara tenían un baby doll de encaje rojo. — ¿Se celebra algo?

— No, solo me gusto — me senté bien, la pegue más a mi y bese sus labios, Kyara llevo sus manos a mi cabello y comenzó a acariciarlo.

La abrace de la cintura y rápidamente la puse abajo de mi, comencé a besar su cuello...

De golpe la puerta se abrió y me separr de Kyara.

— ¡Tengo miedo! — Entro gritando Kyne y se subió a la cama abrazando a Kyara.

— ¿Qué pasa mi cielo? — Pregunto Kyara poniéndolo en medio de la cama.

— S-sone feo. — Dijo Kyne abrazándola.

— Kyne, tienes que volver a tu habitación. — Dije separándolo de Kyara.

Kyne me miro entre lágrimas: — M-me da medo...

Bufé irritado: — Nea, dejalo. — Dijo Kyara, volvió a jalarlo y lo acomodo en medio de nosotros, lo tapó con las cobijas y lo abrazo.

— Iré a darme una ducha. — Murmuré mirando de reojo mi bóxer alzado.

Kyara me miro y se mordió el labio: — Corre.

Me puse de pie y camine al baño, entre y abrí la llave de agua fría, ¡carajo! Pero quise hijo...

[...]
(Meses después)

— Vayan con cuidado. — Dijo Kyara besando la frente de Kyne.  — Adelantate al auto. — Dijo y Kyne corrió al auto, Kyara se acerco a mi, acomodo el cuello de mi camisa y beso mis labios.

— Estoy nervioso...

— Pero si solo lo irás a dejar a la escuela, me gustaría ir, pero tu y Kyne no han convivido mucho...

Suspiro: — Te amo. — Beso sus labios.

También te amo, ahora corre o llegara tarde.

Me alejo y camino al auto, me despido con la mano a Kyara, ella sonríe y me manda un beso al aire, hago como que lo tomo y lo pongo en mi corazón, sonríe y se mete a la casa. Abro la puerta y entro.

Me estiro y le pongo el cinturón de seguridad a Kyne: — ¿Listo? — Preguntó con una sonrisa.

— Listo. — Sonríe.

Arrancó el auto.

— ¿Estás nervioso? — Preguntó mientras conduzco.

— Estoy nelvioso... — Responde jugando con sus manos.

Sonrió: — Todo saldrá bien, pronto tendrás muchos amigos y muchas novias...

— ¿Novias?

— Sip, tu padre te enseñara a conquistarlas para que tengas a las mejores... — Sonreí orgulloso.

Finalmente llegamos al preescolar, ambos bajamos del auto, Kyne caminaba lentamente y miraba al preescolar como si lo estuviera llevando a un infierno.

Me detuve en la reja, me agache y acomode el suéter de Kyne: — Entraras ahí y aprenderás mucho, no tengas miedo, si alguien te hace algo solo dime.

Kyne me Kyne me miro dudoso: — Si.

— Ve por todo campeón. — Me puse de pie y le di un pequeño golpecito en su espalda, Kyne trago saliva y comenzó a caminar.

A mitad del camino se dio la vuelta y se despidió con la mano, le sonreí y moví mi mano.

[...]

Llegue a la bodega y los chicos hacían cosas muy productivas como beber y fumar.

— ¿Cómo te fue? — Preguntó Brad mientras daba una calada a su cigarro.

Me senté en el sofá, me serví una copa de licor y la tome: — Bien, fue lindo ver a Kyne entrar a la escuela... — Sonreí.

— Disfruta el momento... — Dijo Marcus.

— ¿Por qué lo dices? — Pregunte frunciendo el ceño.

— Porque en unos años sera adolescente y comenzará con la rebeldía...

— Los niños son tiernos, pero los jóvenes son unos demonios...

— Kyne... Será todo un mujeriego...

— Nea, Nea, Nea... Hay que ver la mercancía...

Al Lado Del MafiosoWhere stories live. Discover now