Al Lado Del Mafioso

Capítulo cuarenta y cinco| Rebeldía.

Narrador

Kyara y Nea volvían de un pequeño viaje, era apenas de mañana, llegaron a su casa, bajaron del auto y entraron a su casa.

Abrieron a la puerta y el olor a alcohol y a sudor inundo su olfato, cervezas regadas por toda la casa, ropa por ahí y por haya, mujeres tiradas en el piso, música en bajo volumen fue lo primero que vieron.

Probablemente Kyne había aprovechado su viaje e hizo una fiesta, Kyne ya era todo un adolescente de 15 años, tuvo una infancia muy hermosa, siempre fue un niño tierno, pero, apenas cumplió quince se volvió un rebelde sin causa, bajo sus calificaciones, llegaba tarde, olía a alcohol y sus amistades eran muy ... Malas.

Rápidamente Kyara subió a su recámara, y Nea detrás de él, abrió su puerta y vio a Kyne desnudo en su cama con dos mujeres al lado.

Nea entro y miro con desagrado la escena, o al menos eso mostró: — ¡Kyne! — Grito Kyara. Kyne se despertó y miro a sus padres aterrado. — Vístete que hay que hablar. — Dijo Kyara saliendo.

Nea levantó su pulgar y Kyne sonrió. Nea le había dado bastantes consejos para que saliera con chicas y al fin habían funcionado, en lo que no estaba de acuerdo era en que consumiera drogas y alcohol.

Kyne entró a la sala, la única que estaba limpia: — No es lo que parece... — Dijo sentándose frente a ellos.

— ¿No hiciste una fiesta? — preguntó Kyara alzando las cejas.

Kyne sonrió: — No, entonces si es lo que parece...

— Kyne, Kyne, Kyne, esto no te llevará a nada bueno... — Dijo Nea.

— Son unos exagerados...

— No te costaba nada pedirnos permiso... — Dijo Kyara.

— Ash, ¿ya me puedo ir? — Pregunto Kyne irritado.

— Ya vete. — Dijo Nea molesto.

— Hay que hacer algo. — Dijo Kyara.

— Déjalo, solo es un adolescente queriendo vivir un poco.

[...]
(2 años después)

— ¡Quiero irme! — Gritó Kyne.

— ¡Ya te dije que no! — Ahora gritó Nea.

— ¡Eres el peor padre, te odio! - Grito saliendo del cuarto.

Nea suspiró frustrado, Kyne ya era todo un rebelde, debió de haberle hecho caso a Kyara cuando le dijo que tenían que tomar medidas.
Kyne consumía drogas, todos los fines de semana llegaba alcoholizado, y a veces entre semana, mujeres tras mujeres, carreras ilegales y por lo menos dos veces a la semana lo llevaban preso, suerte que Nea tenía contactos ahí.

— ¿Qué paso? — Preguntó Kyara.

— Kyne quería irse a las carreras pero no lo deje, esta muy drogado para eso.

— Tranquilo, ya mejorara.

— Me siento culpable, no de vi dejar que las cosas llegaran hasta aquí.

— Todo saldrá bien.

[...]

Kyne era un desastre, desobedeció esa noche a su padre, salio por la puerta de atrás, amaba su vida, mujeres tras mujeres, alcohol, drogas, sexo... Que más podía pedir.

Todos los familiares de Nea decían que eran como una gota de agua, de no ser porque sabían que era adoptado, dirían que heredo todo sobre su padre: inteligencia para los negocios, aunque Kyne solo se dedicaba a vender drogas, sabia venderlas muy bien.