Unperfect Match | Kim Yugyeom

Bởi AmmyPariascaR

34.9K 4.5K 1.1K

"Bunny96 y Brownie95 son compatibles. Love Match recomienda conocerse en persona." Basada en el mundo de Lov... Xem Thêm

01.
02.
03.
04.
05.
06.
07.
08.
09.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.
58.
59.
60.

22.

647 98 38
Bởi AmmyPariascaR

*Importante: Capítulo con contenido sensible, por favor, léanlo con cautela. Recuerden, no están solas en esto.*


Abril 2016. 


- No sé qué más hacer. - lloriqueé sobre el timón de mi auto. - No sé dónde más buscar. 


Habíamos pasado horas recorriendo la ciudad y no había rastro de Youngmin. No sabíamos a dónde había ido, no sabíamos qué estaba haciendo o cómo estaba, y eso provocaba que la ansiedad acumulada en mi interior se hiciese evidente por fuera. 

Eventualmente, Jinyoung tuvo que regresar a la oficina para ayudar a Jackson con el problema que teníamos. Tal y como nos había dicho, era más grave de lo que parecía y si no se solucionaba esa misma noche... Ni siquiera quería pensar qué podría pasar. 

Yo me negué a volver a la oficina con Jinyoung. No iba a ser de mucha ayuda allí, no sabía nada de programación como para hacer algo más que verles trabajar. Además necesitaba encontrar a Youngmin, necesitaba verle, pedirle perdón y asegurarle que le ayudaría a superarlo. Quería decirle que todavía había solución, a pesar de lo que su mente le estuviese haciendo creer, él no estaba solo. 

El golpe de la puerta del copiloto cerrándose me hizo levantar la cabeza. Yugyeom había salido a hacer una llamada, minutos atrás, y por fin había regresado. 


- Youngjae y yo conocemos a algunas personas en la policía. - contó, todavía con el celular en su mano. - Nos van a ayudar a buscarlo, pero debemos ir a darles una descripción. 

- Bien. - accedí, tallando mis ojos con ambas manos para evitar derramar lágrimas frente a él. - Dime a dónde debo ir. 


Yugyeom no respondió, solo se quedó viéndome fijamente. Él me conocía, no solo la parte externa, sino también la Eun Sang pequeña que se ocultaba detrás de todas las capas. Él sabía que no estaba bien y que estaba intentando verme fuerte. 


- ¿Youngmin es importante para ti? - preguntó, de un momento a otro. 

- Sí. - respondí de inmediato, pero supe que había algo más detrás de su pregunta, así que continué. - En este momento, ya no puedo decir con certeza si lo que siento por él es algo romántico o amical. Pero sí puedo decirte que es una de las personas más importantes en mi vida y que no toleraría perderlo.


Yugyeom asintió. 


- Te ayudaré a encontrarlo. Creo que se lo debo por quedarse a recoger los pedazos que yo destruí. - dijo, tirando del cinturón de seguridad para colocárselo. - Pondré la dirección en el GPS para que podamos llegar. Tu hermano está en camino también, así que tendremos un par de ojos más, atentos para encontrar a Youngmin. 

- Gracias. - murmuré de vuelta, mientras encendía el auto, y sentí esa palabra en lo más profundo de mi ser. 


Que a pesar de lo que sintiera, me ayudara a encontrar a alguien que podía ser visto como una amenaza para lo que quería lograr conmigo, significó mucho para mí. 


x


- Tranquila. - pidió Youngjae, pasando su mano por mi espalda en círculos. - La red Choi-Kim para el rastreo de personas está en operación. Nuestros amigos están buscando por todos lados a Youngmin. 


Su comentario me hizo sonreír por un segundo, pero luego, la realidad volvió a golpearme y borró todo rastro de alegría de mi rostro. 


- Solo espero que esté bien. - murmuré de vuelta. 


Estábamos sentados en la banca del parque más cercano a la comisaría donde tenían contactos. Habíamos ido a darles la descripción de Youngmin y luego, Yuygeom y Youngjae habían empezado a llamar a sus amigos para preguntarles si habían visto a alguien parecido. 

Yo no sabía qué más hacer, quería seguir conduciendo para intentar ubicarlo, pero ya habíamos hecho eso y no había dado resultados. Tenía que pensar, que analizar la situación y los movimientos que podría haber hecho, antes de seguir manejando a lo loco y sin sentido. 


- Hay algo que he querido preguntarte. - escuché a Youngjae a mi lado en la banca. - Es sobre Youngmin. 

- ¿Sobre Youngmin o sobre Yugyeom? - repliqué, volteando a verle para ver qué expresión tenía en el rostro. 


Youngjae se llevó una mano a la nuca, gritando "atrapado" con esa sola acción. 


- Anda, pregunta. - le dije. - Es lo menos que puedo hacer en recompensa por toda la ayuda que me das. 

- Bien. - soltó un suspiro, uno muy pesado para que lo siguiente fuese cualquier cosa. - ¿De verdad te gusta Youngmin? O ¿solo sientes que estás en deuda con él por haberse quedado a tu lado, cuando Yugyeom se fue del país? 


Lo único que pude hacer fue parpadear y no estoy segura de cuánto tiempo me tomó recomponerme del golpe de su pregunta. 

Nunca nadie había dudado de mis sentimientos por Youngmin, ni siquiera Jinyoung. Pero por la forma en la que su mirada se quedó pegada a la mía y sus labios se apretaron por un instante, entendí que tal vez él no era el primero en darse cuenta, pero sí el primero en animarse a preguntar. 


- Espera, déjame reformular mi pregunta. - pidió, en vista de que yo no hablaba. - ¿Hasta qué punto la carga que sientes por haber hecho que él dejara todo y te siguiera a JP Technologies te va a llevar? 

- No sé a qué te refieres. - me defendí, desviando la mirada hacia la punta de mis zapatos.

- Youngmin quería acabar con su vida en el 2012, pero regresó. Y en lugar de centrarse exclusivamente en su recuperación y en buscar lo que él quería hacer, fue contigo a JP Tech, en cuanto Jinyoung te lo ofreció. 

- Youngmin quería una carrera en el desarrollo de aplicaciones. - argumenté. - Yo solo le ayudé a que fuese antes, a que lo comenzara en una empresa buena y con futuro. Ahora es jefe de Ingeniería, tiene un buen sueldo, un auto y un apartamento nuevo. Ha logrado todas las cosas que quería antes de tiempo. 

- ¿Lo que él quería? O ¿lo que creía que tenía que conseguir para estar contigo? 


¿Cómo lo sabes?, le pregunté en mi mente, dejando que mi cuerpo entero girara hacia él. 

Youngjae asintió, asumiendo ese gesto como una afirmación. 


- No me malentiendas, Eun Sang-ah, sabes que estoy y siempre estaré de tu lado porque eres mi hermana, algo que ni siquiera nuestro padre podrá deshacer solo por desearlo. - continuó hablando y como si temiese que fuese a escapar, tomó mi mano. -  Pero he pasado por algo parecido a lo de Youngmin, he estado en esa encrucijada, en ese punto en el que debes decidir entre lo que crees que quieres y lo que sabes que te hará bien. - Youngjae apretó los labios en cuanto la última palabra salió por sus labios, como si no estuviese seguro de decir lo siguiente. - De hecho, también hay alguien más cercano a ti que ha estado en esa situación, pero no me sorprende que no te haya dicho algo al respecto. Después de todo, hizo lo mismo que Youngmin. 

- ¿Quién? 

- Park Jinyoung. - replicó, como si fuese la cosa más obvio del mundo. - No es ningún secreto lo que su ex novia le hizo. Todos lo supimos, todos la odiamos por lo que hizo y ahora, junto a su novio heredero de un banco, están casi excluidos del círculo. ¿Por qué crees que no la conociste hasta ahora? 

- Pero Jinyoung... Él terminó con la relación y empezó algo por sí mismo. 

- Ella lo dejó por el dinero. - me recordó. - ¿Por qué el heredero de los Park querría empezar su propio negocio? Él ya tenía un puesto asegurado en la empresa de su familia, como Yugyeom, como yo y... tú, en caso lo quisieras. Él lo hizo por ella, quería restregarle en la cara que se convertiría en un hombre mucho más exitoso que ellos dos juntos y, si bien ahora adora lo que hace, en su momento, su iniciativa se originó por algo diferente. 

- ¿Cómo sabes todo esto? 

- Tengo muchos amigos. - contestó, encogiéndose de hombros. 


Era cierto. Ese círculo al que se refería Youngjae estaba conformado por las personas contemporáneas con él, Jinyoung, Jackson y Yugyeom, que habían estudiando en la prestigiosa secundaria Yongsan y que heredarían una gran empresa. Era un círculo con tanta influencia y poder que me hubiese dado miedo ser su enemiga en la escuela. 


- El punto aquí, Eun Sang-ah, es que a veces hacemos cosas porque creemos que queremos algo. Nos obsesionamos con eso, deseamos tenerlo a como de lugar, no para hacerle daño a otros, sino para sentirnos bien con nosotros mismos, para sentirnos alguien en esta vida. Pero no todos somos Park Jinyoung, no todos tenemos un final feliz. Y yo creo que, en este caso, Youngmin se está dando cuenta de que no puede seguir con un estilo de vida tan acelerado, sin antes atender la raíz de todo. 

- ¿Cómo no sentirme responsable, después de todo lo que me dices? 

- Youngmin es un adulto, él toma sus propias decisiones. - replicó. - Sé que tal vez puedas sentirte cargada, que incluso puedas sentirte responsable, pero esto pasa en la vida. A veces herimos personas sin quererlo, a veces les herimos pensando que les estamos haciendo un bien. Pero lo importante es reconocerlo, pedir perdón y si es posible, llevar a la persona a comenzar su proceso de recuperación. 

- ¿Ahora entiendes por qué quiero estar a su lado? 

- ¿A pesar de que en realidad te gusta alguien más? 

- ¿Quién más? 


Youngjae señaló con su cabeza a la persona parada varios metros lejos de nosotros, caminando de un lado a otro, mientras hablaba por teléfono. 

Kim Yuygeom. 


- Eos fue hace mucho tiempo, Youngjae. 

- Cometió un error, como tú, como Youngmin, como Jinyoung, como yo, como todas y cada una de las personas en este planeta. - me dijo y al sentir el apretón de su mano en la mía, me di cuenta de que no le había soltado. - Pero volvió, ¿no es así? Todos quienes te conocemos sabemos que eso ha causado algo en ti. Una parte de ti, la que pasó todo un año siendo su mejor amiga, la que le acompañó en su cena de graduación y quien le ayudaba a estudiar, entiende que el impacto es más grande. No le odias, Eun Sang-ah, solo estás resentida por el daño que ocasionó, cuando tú hubieses dado todo por él. 


Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, mientras escuchaba a mi hermano. No podía creer cuán ciertas se me hacían sus palabras, porque ni siquiera yo misma me había dado cuenta. 


- Sé que ambos se necesitan más de lo que tú estás dispuesta a admitir. - continuó hablando, mientras pasaba el pulgar de su mano libre por debajo de mis ojos. - Y si tú no lo dices en voz alta, es porque no quieres herir a Youngmin. Pero vivir una vida así, no te va a hacer ningún bien. 

- No puedo volver a Yugyeom, Youngjae. - lloriqueé, permitiéndome, por unos instantes, ser la hermana de Choi Youngjae para poder recostarme en su hombro. - ¿Qué va a ser de él si le dejo? 

- ¿De Youngmin? - asentí, incapaz de pronunciar palabra alguna. - Va a tener que poner de su parte también. Va a tener que superarlo y darse cuenta de que, quien no es para ti, no lo es y ya. Y tú, mi hermana pequeña, tendrás que entender que no puedes hacer felices a las personas a tu alrededor si tu no lo eres primero. No puedes dar de lo que no tienes. 

- ¿Y Yugyeom me va a hacer feliz? 


Youngjae no respondió de inmediato, sino que le devolvió la mirada a Yugyeom, justo cuando él colgaba una llamada. 


- Una persona no te hace feliz, tú misma te haces feliz. - replicó. - Yugyeom, Youngmin o cualquier otro hombre, solo va a añadir a la felicidad que tú misma hayas construido. 


Lo pensé por un instante, a pesar de que mi cabeza me decía que eso tenía mucho sentido. El problema era que me costaba pensar en hacerle daño a alguien más, por hacer lo que yo quisiera. No podía ser egoísta, no en ese punto en específico. 


- ¡Eun Sang-ah! - me llamó Yugyeom, mientras corría de regreso a nosotros. - ¡Eun Sang-ah, lo tengo! 

- ¿Qué? - pregunté, poniéndome de pie de inmediato. 

- Un amigo lo ha visto. - añadió. - Lo han visto en la tienda del señor Moon. 

- Pero buscamos allí y...

- Acaba de llegar. Me dicen que está sentado afuera. - explicó, todavía agitado por la carrera. - ¿Tienes tus llaves? Tenemos que irnos ahora mismo si queremos alcanzarlo. 

- Sí, tienes razón. - dije, dejando de lado el revoltijo en mi cabeza por mi conversación con Youngjae. - ¿Vienes también, Youngjae? 

- Claro que sí. - respondió, antes de que los tres corrieramos a mi auto y saliesemos rumbo a la tienda del señor Moon. 


x


- ¿Youngmin? - le nombré, en cuanto puse un pie fuera del auto, sintiendo mi corazón salirse de mi pecho. 


Youngmin se había sentado en el borde de la acera, con las piernas recogidas y el rostro escondido entre sus brazos. Pero era inevitable no reconocerle, le había visto por años. 

Todavía llevaba la ropa del trabajo, su pantalón de vestir oscuro con su camisa blanca, pero habían dos cosas diferentes, una más preocupante que la otra. Parecía haber estado caminando un buen rato porque el borde de su pantalón y sus zapatos estaban cubiertos de tierra, pero eso no era lo que había hecho que la temperatura de mi cuerpo disminuyera de un momento a otro.

Su ropa estaba llena de sangre. Las mangas de su camisa, recogidas hasta el codo, estaban empapadas de aquel líquido rojo oscuro y había pasado el tiempo suficiente para que goteara hasta sus piernas y manchara también la tela de estos.   

Lo intentó de nuevo, recuerdo pensar, antes de voltear hacia Yugyeom y mi hermano. Ellos parecieron entender lo que quería sin que pronunciara palabra alguna y regresaron al auto por sus teléfonos. 


- Youngmin, soy yo, Eun Sang. - le dije, acercándome a él lentamente, temiendo que saliese corriendo en cualquier momento. - Te he estado buscando toda la noche. 

- ¿Eun Sang? - preguntó, levantando su cabeza para poder verme. 


Su rostro estaba empapado por lágrimas, su nariz estaba roja y sus ojos se habían hinchado. El color de su piel, antes rosa y llena de vida, se había ido apagando por la gran cantidad de sangre que había perdido y seguía perdiendo. 

Nunca le había visto así, nunca dejó que le viese así, por lo que no estaba preparada para el impacto que aquella escena tuvo en mí. Quería correr a él y hacer presión en sus brazos para detener la sangre, pero no sabía como iba a reaccionar. Tenía que ser cuidadosa de cada movimiento que hacía.


- Sí, soy yo. - repliqué, poniéndome de cuclillas frente a él. - Soy yo, aquí estoy. 


Habían varios cortes horizontales y profundos en sus antebrazos, que cruzaban con las cicatrices verticales de su primer intento. Pero el hecho de que no fuesen iguales, de que no fuesen la misma clase de cortes, me hizo entender que esa vez era diferente. 

No estaba intentando acabar con su vida, pero sí hacerse daño, el suficiente para quedar fuera por un tiempo. 

Sintiendo la ansiedad burbujear por todo mi cuerpo, me armé de fuerza y valor, y coloqué ambas manos sobre sus antebrazos, sintiendo los puños de mi sueter humedecerse. Él me miró por unos segundos, pareciendo agradecer por el solo hecho de estar allí con él, pero no pude sostenerle la mirada mucho tiempo, así que acerqué mi cabeza a la suya, hasta que mi frente le sirvió de descanso. 

La tranquilidad que volver a verlo me trajo, nunca la había sentido. Y aunque sabía que no estaba bien, que todavía necesitaba ser ayudado, estaba aliviada de verle con vida, de poder tocar sus brazos y sentir el calor de su piel gritándome que seguía en este mundo. 


- Perdóname. - le pedí, cerrando los ojos para no empezar a llorar, y aproveché en insertar mis dedos en el doblez de sus mangas para comenzar a desdoblarlas. - Perdóname por todo. 


Youngmin no respondió, pero me dejó abrazarlo por unos segundos, antes de apretar la tela de sus mangas para que hicieran presión en sus cortes. 


- Voy a tener que irme de nuevo, ¿no es así? - le escuché sollozar en mi oído, cuando a lo lejos, se empezó a escuchar la sirena de una ambulancia. - Voy a tener que dejar todo otra vez. 

- Tu lugar en JP Tech siempre estará allí para ti, estoy segura de eso. - le aseguré, presionando sus heridas con miedo. 


Sentía la sangre en mis palmas y sabía que, la presión, podía estar doliéndole. Pero no podía detenerme. No sabía qué tanto más demorarían los paramédicos en llegar y yo no podía perderle. 


- No me refiero a eso. - dijo, alejándose unos centímetros para poder ver mi rostro. - Me refiero a ti, Eun Sang, voy a tener que dejarte otra vez. 

- Youngmin, no creo que eso sea algo que debamos hablar en este momento. - repliqué, colocando mayor presión en sus brazos. - Por ahora, preocupate en recuperarte. Todos estaremos aquí para ti, esperando tu regreso. 

- No lo hagas más. - me pidió, tomando mi rostro con una de sus manos para que le viese directamente. - Por favor, busca a alguien que sí te haga feliz, alguien que sí te merezca. 


Su petición me dejó sin palabras y sin más opción que parpadear un par de veces en silencio. No entendía qué podía motivarle a perdirme una cosa como esa, pero no me permití cuestionarlo. No sentí que aquello fuese lo correcto.


- ¡Youngmin! - se escucharon un par de gritos a mi espalda, acompañado de dos golpes de puertas cerrándose. 


Un parpadeo de ojos después, dos hombres se pusieron de cuclillas a ambos lados de Youngmin. Park Jinyoung y Jackson Wang. 


- Youngmin. - le nombró una vez más Jackson y viendo la escena, no pensó dos veces para ayudarme a hacer presión en uno de los brazos. 

- Estoy cansado. - replicó el nombrado, parpadeando con pesar un par de veces. - Voy a tener que irme un tiempo. 

- Lo sabemos, lo entendemos. - replicó Jinyoung, colocando su mano junto a la mía para presionar el otro brazo. - Te esperaremos en JP Tech. Te esperaremos hasta que estés listo para volver. 

- Gracias. - murmuró, pero no les dirigió la mirada. 


La ambulancia llegó en ese preciso segundo, por lo que no tuvimos tiempo de seguir hablando. Pero mientras le veía ser atendido por el personal médico, supe que pasaría un buen tiempo antes de volver a verle. 

Mi corazón se estrujó en mi pecho, cuando lo subieron a la ambulancia. Una parte de mí quería ir con él, quería subir al vehículo y seguirle hasta el hospital. Pero la otra parte, la parte que había escuchado cada una de las palabras de Youngjae, supo que no era lo correcto. Él necesitaba tiempo, necesitaba encontrar su propio camino y no el que yo quería que siguiera. 

Por aquel cariño que le había tenido y le seguía teniendo, lo haría. 


- ¡Eun Sang-ah! - gritó, mientras yo regresaba a mi auto arrastrando los pies y sintiendo que mi energía había sido drenada - ¡Eun Sang-ah


Giré cuando él me llamaba por segunda vez, justo para verle asomarse por la puerta trasera de la ambulancia, siendo sostenido por los paramédicos. Mis piernas respondieron antes de que mi mente pareciera procesar lo que sucedía y me llevaron de regreso a él, a la ambulancia. 

Youngmin se deshizo de los paramédicos para poder extender sus brazos hacia mí, fundiéndonos en un abrazo fuerte, pero triste. Su rostro se escondió en mi cuello, aspirando mi perfume y dejando el suyo en mi ropa. Ese abrazo era uno de despedida, uno que reforzó la idea de que Youngmin no planeaba regresar en un futuro cercano. 


- Te perdono. - me susurró al oído. - Pero perdóname tú también y cuando regrese, empecemos de nuevo, como amigos, los buenos amigos que siempre fuimos. 


Fue inevitable no quebrarme y derramar lágrimas al escuchar sus palabras. Le iba a extrañar, le iba extrañar como los mil demonios, así que le abracé con fuerza, con la misma fuerza que mi corazón se estaba estrujando en mi pecho. 


- Cuidate mucho. - añadió, cuando me dejaba ir lentamente. - Te buscaré en cuanto salga. Te lo prometo. 

- Está bien. - le susurré de vuelta, bajando de la ambulancia para que pudiesen llevárselo. - Ahora ve, recupérate y regresa sano y salvo, ¿bien? 

- Bien. - replicó, sonriendo para mí por última vez. - Lo prometo. 


Y luego, la puerta de la ambulancia se cerró entre nosotros. 



Đọc tiếp

Bạn Cũng Sẽ Thích

594K 48.8K 167
~SINOPSIS DE LA 1ª PARTE~ Anya Forger, la adorable y telepática niña, se ve envuelta en un enredo de rumores junto con Damian Desmond, el hijo del pr...
33.3K 1.5K 38
Solo un una historia gumlee Si quieren saber, pues leanla Marshall ama a Gumball, Gumball ama a Marshall. Mucha gente no lo aceptara, pero quien dij...
2.7K 234 16
Ivy y Tom, dos hermanos que van por el mundo de los escalofriantes e inútiles zombies. Bueno eso sucederá después de toda una historia larga
3K 230 24
Harley Miller una joven Hollywood, sus padres son dos grandes actores, se va de viaje a Italia Venecia, en busca de una nueva vida ya con 21 años ya...