El caballero de la emperatriz...

De D-miyu

241K 21.8K 10.5K

Carsein amaba a Aristia, realmente lo hacía. Y se llevaría ese secreto a la tumba. Sin embargo, no creyó que... Mais

Remordimientos de un caballero
La niña bendecida por Dios
Él fue tras ella
Sonrisa arrogante
De su lado
Invitación
Dulces pasteles
Conclusión en verde
Intereses
Después de la fiesta
Una carta
El regalo del Príncipe heredero
Té amargo
No era momento
Inestabilidad
Brillo
El regreso del caballero
Los planes de un noble
Pensamientos de un caballero
El juicio del Duque Jenna
El pedido del Emperador
Estoy a tu lado
La decisión de Allendis
Es sólo un amigo
Suave lluvia
Cosas que decir
El funeral de Alexis
Ella tenía planes
El reclamo de Aristia
La emperatriz
Los futuros marqueses
Campanas de boda
De padres a hijos
Boda plateada
Tiempo para ellos

Movimientos azules

4.7K 501 185
De D-miyu



- ¿Estás bien, Tia?

Allendis tenía una expresión  de sincera preocupación hacia la mencionada, quien les estaba sirviendo el té.

- Ah....

La joven reaccionó de manera sutil ante su pregunta pero fue notado por ellos.

Carsein, quien se había inclinado hacia delante en su silla, se echó hacia atrás.

No comentó nada pero también tenía su mirada sobre ella.

Todos acababan de despedirse de su Majestad Ruvellis, y se sentían o incómodos o sin unos ánimos muy buenos ya.

Gran emperador.

- ¿Tia?

Preguntó de vuelta el muchacho de cabellos verdes.

Aristia sostuvo con fuerza la tetera entre sus manos para luego apoyarla sobre la mesa.

Al único que quería decirle sobre lo que rondaba en su mente, era a Carsein, porque confiaba plenamente en él. También confiaba en el hijo del Primer Ministro, claro que lo hacía, pero este asunto era un poco más profundo.

Aunque sería bueno si tuviesen la ayuda del genio del siglo.

Pero el asunto era delicado.

Aristia miró a Carsein con sus labios fruncidos.

El pelirrojo se desordenó sus cabellos soltando un gruñido.

- Hablemos después si así lo quieres- él también tenía sus propias dudas sobre Allendis.

- Yo.... - ella abrió su boca, todavía insegura.

- Tia- la llamó Allendis. Y tomó la taza que era para él- Sé que tengo ya tu confianza, pero necesito que confíes mucho más en mí

- Oye, Tia- resaltó su apodo- Podemos hablar de lo que necesites después, sólo nosotros dos- la llamó Carsein, volviendo a inclinarse hacia adelante, pero no la estaba viendo a ella, sino que sus ojos estaban sobre el muchacho de cabello verde.

- Confíen en mí- repitió el hijo del Duque De Verita.

Carsein todavía guardaba.

- Chicos...

Aristia estaba contra la espada y la pared.

- Necesitan mi ayuda para evitar que su Majestad haga de las suyas. Todos en el palacio creen que Tia será la próxima emperatriz, creen que él piensa de manera diferente a ellos?

Allendis dio las noticias directamente.

La mencionada se contrajo.

Carsein se golpeó la frente con la palma de su mano, esperando un poco la situación.

Aristia siempre fue la mejor candidata a tener una corona sobre su cabeza. Tenía las cualidades de aprendizaje para serlo, el liderazgo y la versatilidad de adaptación  a las diferentes situaciones políticas que podría tener un reinado.
El anterior emperador tuvo que escoger a la Niña bendecida por Dios por tener justamente la bendición del mismo.

Y Ruvellis se había dado cuenta tarde del brillo de Aristia.

Y Mirkan pudo retenerlo.

Pero ahora él era el emperador y él quería a la chica. Si lo quisiese, podría volverla su concubina.

- Maldición

Carsein apoyó su mentón sobre sus dedos cruzados.

Sí, era molesto.

Pero tenía una carta bajo la manga, lo que le había pedido al emperador Mirkan antes era la clave del triunfo.

-.... Yo creo que su Majestad actúa extraño- confesó ella.

Los ojos de la misma recorrieron la habitación de manera precavida, por si alguien les escuchaba en secreto o cosas así, o tal vez estaba actuando algo paranoica.

Lo que estaban diciendo, podría ser tomado como algún crimen en contra de la corona Real por difamación.

- ¿Extraño? Actúa como un niño enamorado- Carsein bufó- Pero ya no somos niños

- Carsein, tú...

Rodó sus ojos.

- No dije nada extraño- declaró.

Claro, porque a pesar de que no le gustaba pensarlo de esta manera, él y su primo se parecían en eso.

Y ambos actuaron y seguían actuando como niños enamorados.

También se estaba riendo de sí mismo.

En su otra vida, pasaba demasiado tiempo con Aristia porque desde pequeño, se sentía encantado por ella, de la chica de cabello plateado y que sabía manejar una espada plateada, pero ella era la prometida de Ruvellis.

Tal vez Aristia no lo sabía, pero él recibió toda clase de adviertencias y amenazas por ser un niño no consciente de que se estaba enamorando de la Princesa heredera, futura luna del imperio. Las posiciones de cada uno ya fueron marcadas desde su nacimiento, por eso no tenía el derecho a reclamar por la prometida de alguien más.

Asimismo, el actual Ruvellis intentaba pasar mucho tiempo con Aristia, porque tenía un enamoramiento hacia ella a pesar de que su prometida era la Niña bendecida por Dios.

Era obvio y notorio.

Sólo que él no recibía ningún castigo por expresarse.

- Pues, tiene razón- Allendis bebió de su taza.

Aristia no dijo nada y se sentó, frotándose la sien. 

- Así que para ustedes también está actuando rato, cierto?- quiso confirmarlo.

Ambos tardaron, pero asintieron.

- Bueno, no es raro. Es.... - Allendis buscó las palabras menos groseras para describir al emperador.

- Desagradable- finalizó Carsein.

- Pues... - suspiró ella- El emperador no puede ir detrás de una doncella cuando todavía no se ha casado con la princesa heredera ni ha hecho arreglos oficiales, sólo dañaría su imagen

- ¿Y tu imagen?- el genio del siglo no le interesaba Ruvellis.

- Pues también saldría afectada, supongo. Pero es más importante la del emperador como emblema del imperio- respondió.

- Básicamente, ella va a ignorar todo- resumió Carsein.

- Entiendo- asintió Allendis.

- ¡O-oigan! No es eso. Lo importante como miembros de la facción imperial es mantenernos. Su Majestad es la principal figura de nuestra facción- se justificó ella con un pequeño sonrojo.

El genio dio pequeños golpes con su dedo sobre su rodilla.

Miró a los dos.

- ¿Van a anunciar que están juntos o qué?- Allendis miró a Carsein.

Él se sonrojó y se sorprendió tanto que perdió su compostura y casi se caía.

El hijo del primer ministro se acomodó en su asiento mientras que veía que sus amigos se pusieron nerviosos.

- ¿Q-Qué dices, Allen?

- Cállate, hierba

Dijo la pareja.

Allendis rodó sus ojos.

- Si lo hacen oficial, pueden darle una advertencia directa de lo que está haciendo, ahí más de uno intentaría detenerlo- les explicó.

Cuando alguien estaba comprometido, significaba que había una pared para el resto.

- ¿Crees que se detendría por eso?- Carsein alzó una ceja.

No lo haría.

Un emperador podría anular ese compromiso si lo quisiese.

- Pero tienes el favor del anterior emperador.... - eso podría ser de utilidad y con algunas amenazadas sutiles de que sin ellos no podría manejar el imperio, lo convencerían.

- Pues... No creo que por ello se detenga- el pelirrojo lo sabía, y por eso ya había arreglado asuntos con el ex-emperador Mirkan.

Aristia recordó algo.

- Por cierto, Carsein, no te había dicho algo antes el Emperador Mirkan cuando nos pidió ese favor? - hizo memoria.

Ese día en su oficina, su Majestad Mirkan le dijo que tendría su protección para "eso".

Ella no supo a qué se refería, pero debía de ser algo importante para él.

Desvío su mirada.

- Es algo entre él y yo- dijo a medias, porque si esto llegaba a los oídos de Ruvellis, podría arruinar sus planes.

Y todavía no confiaba plenamente en Allendis.

- ¿Qué es eso sobre el favor?- quiso saber Allendis.

El pelirrojo gruñó.

- En fin- volvió a suspirar Aristia- Debemos de detener a su Majestad, cierto? Si sigue así, terminará en una mala situación

- No se detendrá- Carsein realmente lo sabía y lo afirmaba.

Y Allendis también.

- De todas formas, tenemos que hacer algo. Demasiadas personas apoyan que Tia sea la siguiente emperatriz, y el número de personas incrementa con el tiempo- planteó.

- Lo sé- Carsein era consciente. Ya había alejado a Aristia de los aristócratas que la empujaban hacia la corona una vez, pero siempre la volvían a involucrar- Pero no es algo en lo que debas de involucrarte

- Tal vez si Jieun hace una buena presentación social, su reputación aumente. Necesita hacer donaciones y dar el ejemplo- sugirió Aristia.

Si ella destacaba, entonces Ruvellis podría notarla más.

- Las habilidades de Lady Jieun no son realmente las mejores- intentó rechazar Allendis su idea con gentileza.

- Ella ha estado mejorando últimamente. Estuve presenciando su progreso- replicó.

¿Cómo se lo iba a decir?

-.... En la sección administrativa del palacio, se habla de que tú le has hecho el papeleo, Tia

Nadie confiaba realmente en las habilidades de Jieun.

-... ¿¡Cómo podría hacer tal cosa!?- ella no haría eso, sería un insulto hacia el imperio y una mentira que mancharía a los Monique.

¿Todos estaban en de acuerdo con eso?

-.... ¿Lo has estado haciendo?

- Claro que no. Ya les dije, la estaba ayudando a corregir sus errores, no le estaba haciendo su trabajo y... - y se detuvo- ¿Tú también lo creías?

Allendis bajó sus cejas con algo que no experimentó antes, culpa.

- No es eso, creí que ella te estaba utilizando y somos amigos, cierto? No quería.... - fue detenido por ella.

- ¿Creías que era tan ingenua?

-¡N-no! Claro que no es eso- él sabía que ella tenía un buen corazón y no quiso que se aprovecharan de eso.

Aristia lo miró decepcionada.

Porque la estaban subestimando.

- Quieres mi confianza, pero tú no confías en mí- dijo en un arrebato- No soy un genio, lo sé, pero no significa que sea una completa idiota

- No pienso que eres una idiota, es que...

Allendis no sabía cuáles serían las palabras correctas.

- Es que no confías en mí- le ayudó Aristia con una mirada lamentable- Es como si dijeras que el asunto no está a mi medida, como si no pudiese ayudar o manejarlo

Se sentía así.

- ¡No es eso, créeme!- se apresuró.

- ¿Cuando tú no haces lo mismo?

- Yo... - alguien más intervino.

- Ya basta

Se escuchó un golpe.

Carsein palmeó la mesa y los miró.

Recordó que ellos dos eran buenos amigos pero cuando discutían, se herían mucho.

Bueno, esta era la primera vez que realmente se encontraba dentro de sus discusiones. Y eran bastante infantiles si era honesto, pero siempre lo fueron en ese sentido, tal vez.

- Ambos necesitan arreglar sus problemas de comunicación, son amigos, y arreglen sus asuntos bien, una discusión no es el fin del mundo- dijo el pelirrojo moviendo se  cuello de manera circular con los ojos cerrados- Tómenlo con más calma

- Es fácil para ti decirlo- Allendis era meticuloso en no cometer errores, porque a las personas no les agradaban los que lo hacían.

Su padre le había enseñado que un error podría arruinarlo todo.

Él era un niño amado por todos y era reconocido por sus habilidades con la espada, el Duque Arkint siempre presumía de sus dos hijos con honor.

Y después de su gran atrevimiento por declararse enamorado de Aristia en medio de esa reunión, todos se lo dejaron pasar e incluso le apoyaban.

Él tenía a muchas personas a su alrededor como para preocuparse por si una lo dejaba.

Allendis sabía que no sería lo mismo en su caso.

- Ustedes dos exageran bastante los problemas, lo saben?- volvió a preguntar.

Aristia tampoco dijo algo. Reconoció que esto se volvió una discusión no relacionada al tema principal sólo por sus emociones, estaba confundida y estresada por Ruvellis.

Pero Carsein tenía un buen punto en que estaban exagerando el problema.

- Allen- lo llamó ella extendiéndole su mano con una mirada firme- No alarguemos el asunto, todos estamos cansados por su Majestad, así que iré al grano

- ¿Tia?

Pensó en qué quería hacer con esa mano e inclinó su cabeza.

- No soy una genio, ni una prodigio, pero no soy incompetente en habilidades. Estoy ofreciendo mi ayuda porque quiero aportar algo, y si no puedo, puedes decírmelo, pero habla conmigo- relajó su mirada y apretó sus labios, aún ofreciéndole su mano- Te extiendo mi ayuda y mi disposición

El muchacho de cabello verde podía ver cómo su figura se reflejaba en sus ojos.

Abrió su boca para luego cerrarla de vuelta.

- Sólo quería dejar eso en claro, si no puedo ayudar, dilo, pero cooperaré

No le estaban recriminando.

Allendis bajó su cabeza y con una mano, cubrió su rostro, pero con la otra mano, tomó la de Aristia.

- No te exijas demasiado

Ella sonrió.

...................................

- Ya llegamos, Tia- dijo Carsein ayudándola a bajar del carruaje.

- Sí, gracias- asintió ella con una sonrisa, cansada.

Él notó las bolsas debajo de sus ojos y también gruñó.

Hoy terminó siendo un día agotador.

- Vamos, te acompaño- le ofreció su brazo para que se sostuviera y se dirigieron hacia la entrada de la mansión Monique- Intenta descansar hoy

- Tú también, Carsein- le agradeció ella.

- Lord Carsein

En la entrada, se hallaba el Marqués Keiran con sus ropas casuales y con los brazos cruzados.

-.... Buenas noches- dijo.

¿Y qué más podría decir?

De todos los días del año, a él se le ocurría buscarlo hoy de entre tantos, algo sospechoso a decir verdad.

- Necesito hablar un rato con usted, Lord Carsein

- Padre... - murmuró Aristia también sin comprenderlo.

El pelirrojo apoyó una mano en su hombro y sacudió su cabeza.

- Estás cansada, tranquila. Me encargo de esto- le sonrió.

- Carsein, seguro?- ella tomó su mano, preocupada.

Pero él asintió.

El Márques Keiran entrecerró sus ojos.

.
.
.
.
.

Carsein se sentía nervioso, porque era la primera vez que realmente hablaban a solas. Miró por el gran pasillo decorado con armaduras, escudos y espadas.

Se veía antiguo y pulcro, como si fuese un lugar bien cuidado.

Tenía tantas espadas como él, no, eran menos.

Él tenía más en su habitación.

Pero estaba bien para una decoración interna.

- Lord Carsein- lo llamó el Marqués Keiran deteniéndose, y abriendo unas puertas.

Se volteó.

- ¡D-diga!

Y se enderezó.

Y miró la habitación que le mostraba el padre de Aristia asombrado: era una sala de entrenamiento.

- Sabe bien que el sucesor del título de los Monique aprende las técnicas secretas de la casa Monique, cierto?- el marqués soltó un suspiro y entró a la sala- Prepárate, no seré fácil contigo

Los engranajes dentro de la cabeza de Carsein se movieron velozmente, procesando toda la información que estaba recibiendo.

Técnicas secretas.....

Sucesor.....

Prepararse....

- ¡U-usted!... - ahogó su grito de euforia, se contuvo porque simplemente no sabía muy bien qué decir o cómo.

Sabía que el marqués le trataba mejor desde que se había lanzado hacía las fronteras del país para batallar después de lo que le ocurrió a Aristia con la flecha, lo cual le había sorprendido porque creyó que lo culparía de ello, y después de los eventos relacionados al Duque Jenna y su ejecución. Sin embargo, esto....

- Claro que no te emociones tanto- le recordó el padre de la misma- Todavía te falta ganarte a mi hija

Le fulminó con la mirada.

- Ah...

- Pero estás parcialmente aprobado por mí para ser su pareja

Si tenía que escoger entre el hijo de Arkint o el hijo de Mirkan, elegiría al pelirrojo.

El muchacho se contrajo.

-... Así que usted también notó que Ruvellis está interesado en Aristia- dijo para sí mismo.

Él no afirmó eso, pero le dijo:

- Evita lo que tengas que evitar, muchacho

Carsein sonrió de lado.

- ¿Pero ya tendríamos su bendición, cierto?

Un tic nervioso apareció en el rostro inexpresivo del padre de Aristia y tomó una espada.

- Prepárate

Carsein silbó al ver que ya empezaría su entrenamiento espartano.

- ¿Puedo llamarlo "padre" o me estoy adelantando?

Continuará....

Continue lendo

Você também vai gostar

372K 24.3K 95
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
ONE SHOT'S - LM 2022 De Nini<3

Ficção Adolescente

881 56 2
Diferentes escenas que me hubiese encantado ver en la madrastra 2022 Espero lo disfruten Habrá continuaciónes de ciertos SHOT'S Redes: TkTk - ._.an...
270K 19.1K 35
Con la reciente muerte de su padre el duque de Hastings y presentada en su primera temporada social, Annette empieza a acercarse al hermano mayor de...
3.9M 522K 49
Kim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro está catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. ...