Es sólo un amigo

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- ¿Por qué nos acompañas?

Carsein miró a Allendis de manera sospechosa mientras que ambos iban detrás de Aristia.

Usualmente, Allendis le hubiese ignorado como si nada, pero por alguna razón, hizo una mueca como si se había sentido ofendido por sus palabras y  le respondió:

- ¿Por qué no puedo?

El pelirrojo también se contrajo.

No era que no podía, pero era extraño. Además, él estaba siguiendo a Aristia, por qué? Allendis nunca tuvo motivos para acercarse a alguien a menos que sean para conseguir algo.

Y si ese algo era el amor y afecto de ella, pues no, no era su momento para estar con la joven justo cuando Carsein ya había tenido un gran avance con ella.

- ¿No tienes asuntos en la sección administrativa?

- Tú acabas de salir de tu entrenamiento

- Porque Tia vino a verme, así que también pasaré tiempo con ella- fue su evidente respuesta.

- Yo también

Carsein alzó una ceja.

- Creo que sabes lo que es ser una tercera rueda, cierto?

Allendis arrugó su frente.

- Pero vine para contigo, está diciendo que Tia es una molestia, Lord Carsein?

El mencionado se sobresaltó.

Como si pudiera.

- ¡Tú!...- el chico iba a reclamar.

Pero fue detenido por Aristia.

- Carsein

Ella lo silenció.

Pero él igual estalló de vuelta en un tono más bajo y discreto. Tomó el brazo del muchacho de cabello verde y lo jaló cerca de él para que sus rostros quedasen juntos.

- No nos uses a tu favor

Bajó su mirada en cuando lo soltó.

- Carsein, dije que pararas

Por primera vez, el mencionado decidió no escucharla.

Carsein pensaba que no era su culpa, Allendis gustaba de Aristia en su vida pasada, y al principio, en esta vida, su comportamiento hacia ella era muy diferente a como lo recordaba. Pero ahora ya no podría estar tan seguro de ello porque era el mismo comportamiento de antes.

Puso sus ojos sobre Allendis, quien también lo mirada a desafiante.

No iba a mentir.

En algún punto de vida pasada, lo había considerado su amigo.

Compartió una infancia con él y con Aristia.

Pero al parecer, el sentimiento no era mutuo, al cabeza de pasto sólo le interesaba la muchacha y nunca compartió nada sobre asuntos triviales y otras cosas con él.

Las cosas empeoraron cuando ambos cayeron enamorados de la misma.

Aristia los había dividido más, es decir, él todavía le consideraba como algo parecido a un amigo, pero Allendis lo veía como un estorbo, como el príncipe heredero.

No siquiera en la última vez que lo vio, que fue cuando fue desterrado sutilmente por el emperador, quiso ser abierto con él.

Oh, por favor, ya no eran niños como para hacer eso.

El caballero de la emperatriz abandonadaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt