Lo más difícil de controlar en el mundo es el corazón humano, porque a veces ni siquiera sabes cuándo podrá llegar a cambiar.
Hwang Hyunjin estaba muy preocupado por sí mismo. Intentó calmarse y pensó en las cosas que estaría dispuesto a hacer en tan poco tiempo para que la situación que enfrentaba con Lee Felix, se viera lo menos dramática posible. Pero la cosa es que, en este punto, tienen un sin fin de obstáculos por delante. Es algo que no se puede evitar y no se puede esconder.
Hwang Hyunjin sabe lo que debería decir, pero en este momento ya no pueden funcionar las dulces palabras del esposo preocupado del pasado, ni la fiereza del hombre que conoció en la secundaria. Solo puede sostener a Felix más fuerte, pretendiendo que todavía está intacto y no agonizante entre sus brazos. Sabe que su esfuerzo físico fue demasiado, y ahora está dormido. Se siente frío, parece tranquilo y se mantiene con la respiración golpeando de manera errática sobre su pecho.
Hyunjin estiró los dedos y delineó delicadamente los suaves contornos bajo la nariz de Felix, esas bellas mejillas repletas de hermosas pecas. Él conoce el amor absoluto y la tolerancia que Lee le tiene, pero esta vez debe haber sido perjudicado en extremo como para soltar tales palabras...
Realmente parece que ha logrado dividir su amor, no en un pequeño pedazo sino en miles.
—No te enojes conmigo, de verdad puedo cambiar... Tienes que creer en mí. —El tono de Hyunjin es muy ligero y suave, pero incluso así tiene miedo de perturbar el sueño de Lee—: Cuando te despiertes, tienes que seguir amándome. No puedes dejarme... No te voy a permitir dejarme.
Hwang sostiene a Felix, y no sabe por qué de pronto está tan nervioso. Parece que las cosas que menos quiere enfrentar, están a punto de suceder. La inquietud en su subconsciente es la más agotadora. Al igual que el viento y el sonido de la nieve golpeando su ventana, la sensación de opresión está congelando su corazón gradualmente.
Finalmente, el timbre suena.
Hwang colocó suavemente a Felix sobre la cama y utilizó las sábanas para cubrirle, después abrir la puerta con una expresión solemne en el rostro.
—¿Cómo es que vienes tan tarde?
Hwang Hyunjin abrió la puerta. Hur HyunJun quitó el sudor en su frente y dejó el botiquín en el suelo junto a la puerta.
—Hoy no fui a trabajar, acabo de salir del bar. Pero bueno. Dime, ¿a quién le hago la consulta? Si es a ti, temo decirte que voy a cobrarte recargos.
HyunJun y Hyunjin son muy cercanos y tienen entre siete u ocho años de amistad. De lo contrario, nadie estaría allí a esa hora, tocando la puerta en plena ventisca para aguantar semejante carácter de semejante sujeto.
—No digas tonterías, estoy muy nervioso.
Hwang Hyunjin no estaba de humor para escuchar sus bromas sin gracia. HyunJun no se demora en quitarse el abrigo:
—Dime qué te pasa, hombre. ¿Tienes dolor de cabeza? ¿Un resfriado? ¿Te golpeaste? ¿Sufriste de algún trauma? Aunque un golpe y un trauma son casi lo mismo...
La clínica de HyunJun por lo general atiende a las personas que se sienten más a gusto en el "mundo subterráneo." Ladrones, prostitutas, delincuentes... Hwang sabe que tiene entonces, una tremenda habilidad con cosas que tienen que ver con sangre y traumas sexuales.
La cara de Hwang HyunJin se vuelve un enigma nuevamente:
—Yo no... Entra a la habitación y atiende a mi esposo.
La intuición de Hur es rápida:
—¿Qué le pasó al pequeño Lix?
Empujó la puerta de la habitación. Las cosas desordenadas en el suelo hacen que HyunJun no tenga dónde ir. Salta, no quiere pisar las sábanas... Él sabe que su paciente está acostado en la cama.
Hwang HyunJin caminó directamente sin importarle aplastar las cosas con las suelas de sus zapatos. Subió a la cama, tomó a Lee Felix y le dio la vuelta:
—¿Quieres darte prisa?
—Hwang HyunJin. ¿Qué hiciste? — Hur HyunJun se apresuró y alcanzó a ponerse a un lado de Lee Felix. Le tocó la frente, le sintió el pulso—: Tiene fiebre.
HyunJun miró atentamente el rostro de Felix, suspiró con suavidad y observó después a Hwang. Sus ojos estaban abiertos de una manera exagerada. Parecía estar sorprendido y asustado a partes iguales:
—¿Lo golpeaste?
HyunJin solo se enfocó en el pequeño Felix, vio su pecho subiendo, sus dedos aferrándose a sus brazos. Se masajeó las cejas, arrugó la frente. Las pestañas de Lee están muy inquietas debido a sus temblores, pero, aun así, parece estar demasiado cansado como para separar los párpados:
—Por favor ten cuidado...
HyunJun también parece tener miedo de despertar a Lee y soportó las ganas de hacer todavía más preguntas. Hwang prosiguió:
—Tosió mucha sangre.
El tono de HyunJin era plano y HyunJun comenzó a pensar que estaba asustado de verdad, aunque su comportamiento fuera muy bueno y estuviese cubriendo su dolor y su creciente angustia como un actor de primera.
HyunJun apretó suavemente la boca de Felix y vio gracias a la luz de su lámpara, una infinidad de pequeñas y densas heridas causadas por sus dientes cuando se estaba mordiendo. La causa más grave de la tos, es la lengua que está destrozada. Hur suspiró, afortunadamente no era una lesión interna, pero estaba seguro de que comer y conversar iba a parecerle un infierno de ahora en adelante. Al menos hasta que se recuperara como era debido.
De repente pensó en algo, su rostro no tenía un buen semblante, levantó la vista y le preguntó a HyunJin:
—¿Lo mordiste?
Hwang no lo negó, tampoco intentó defenderse ni argumentó en su favor como HyunJun estaba esperando... El doctor suspiró otra vez, pero ahora pesadamente. Movió la cabeza de Lee y segundos después, tenía a un joven pálido, atontado por el dolor, luchando inconscientemente, llorando y golpeándole la mano.
—No... ¡Por favor no!
Hwang lo abrazó:
—Oye, deja que HyunJun te vea. ¿De acuerdo?
HyunJun tenía miedo de pasar la luz por las extremidades del pobre Felix y descubrir que había una cantidad exagerada de moretones en su piel... ¿En qué posición lo dejaría eso? ¿Qué tendría que hacer como amigo y qué debería de hacer como doctor?
—Tengo... Frío...
Felix sacudió la cabeza y sus manos apretaron las mangas de HyunJin inconscientemente. El corazón de Hwang se tornó suave de nuevo, y miró a HyunJun como si estuviera pidiendo ayuda:
—Mira la parte inferior de su cuerpo, ¿de acuerdo? Es en la parte inferior donde parece que hay algo mal.
HyunJun escuchó su pedido y comenzó a moverse de inmediato. Al bajar su ropa y enfrentarse con las heridas entre sus piernas, Hur HyunJun, quién estaba acostumbrado a tales escenas, se sintió sin querer un tanto asqueado:
—¿Cómo salió tanta sangre?
Cuando HyunJun se puso un par de guantes y comenzó a palparle sobre la sangre, Felix empezó a moverse. Gritó, pateó, HyunJin le cubrió los ojos y susurró suavemente sobre su oído:
—No tengas miedo, es HyunJun. Puedes dormir en mis brazos por un rato, ¿está bien? Duerme aquí conmigo...
La herida provocada por su ano desgarrado, es tratada durante mucho tiempo. Al final de todo, Felix parece haber perdido la consciencia otra vez. Sus párpados se mueven como locos mientras Hwang HyunJin lo recuesta gentilmente sobre la cama para que descansé como es debido. Le quitó el sudor frío, le frotó los dedos.
—Hwang HyunJin, ¿puedes venir?
HyunJun estaba parado en la puerta de la habitación. Los brazos cruzados sobre su abdomen y una mirada congelada.
Hwang HyunJin le dio a Felix un suave beso antes de salir.
—¿¡Cómo es qué nunca supe que eras un puto sádico!? —HyunJun finalmente no pudo contenerlo más—: ¿No sabes que Lee tiene una maldita coagulopatía? ¿¡Estás tratando de matarlo o qué!? ¿Cómo pudo no detenerte? ¿Por qué sigue contigo? Carajo.
Hur HyunJun se rascó la barbilla ante el silencio:
—En realidad ya había escuchado muchas cosas de ti en los últimos dos años, pero solo estupideces como qué salías de noche o que te acostabas con quién se te pusiera en frente ¡Pero realmente puedo decirte que hoy te pasaste de la línea! Lo vi la última vez... Hace dos años, claro. Pero no estaba delgado hasta este punto. ¿Cómo lo estás tratando?
Hwang frotó sus sienes, su voz era ronca:
—No voy a dejarlo ir. Dejaré de salir por las noches si es necesario.
Para el doctor, no es fácil manejar los asuntos que conllevan algo personal... Solo puede esperar que las palabras de Hwang no sean serias. Cambió el tema:
—¿Tienes antipiréticos? Debería tomar algunos.
HyunJin estaba hirviendo agua para ese momento:
—En la sala, sobre la repisa.
Hur fue a la sala, buscó el medicamento y tras mirar el mueble durante el tiempo necesario, descubrió que algo estaba terriblemente mal. Cuando estuvo allí la última vez, había muchos libros en la casa. A Felix le encantaba leer poesía y libros de literatura clásica. Las estanterías eran todas para los libros, e incluso sobre los cajones podían verse las portadas de unas revistas y algunos cómics de títulos populares. Ahora, todo se ha convertido en botellas y frascos.
HyunJun también es profesional, perezoso y torpe pero profesional al final. Su primer instinto es mirar las botellas, agitarlas y analizar con cuidado las inscripciones sobre las tabletas. No hay duda, aunque parezcan dulces inofensivos son ciertamente medicinas.
Hur lo analiza por un momento.
—El agua ya está caliente. ¿Encontraste la medicina?
Al escuchar la voz de Hwang, HyunJun lanzó un grito de espanto. Estaba pensando si posiblemente esas tabletas eran calcio o tal vez suplementos. Hur HyunJun imaginó que Hwang estaba obteniendo todo tipo de productos de salud extraños últimamente en su trabajo.
Pero no puede estar tranquilo. Piensa y lo vuelve a pensar.