Hasoo de grandes caladas a su cigarrillo sentada a mi lado con las piernas cruzadas y una inclinación hacia atrás que la hace ver muy elegante, ella es muy diferente a mi en muchos aspectos, pero la aprecio tanto como a mi hermana menor.
Arrugo la nariz por el desagradable olor y el humo que me llega directo a la cara como si me golpeara directo en la nariz.
Ella paciente espera que hable, pero no tengo palabras para contarle la continuación de la noche vivida cuando me emborrache, ocurrió hace ya varios días y desde entonces me he estado escondiendo de todos, sobre todo de él, mi vecino, solo de vergüenza y de cobarde, incluso convencí a SuJin de que sacara la basura por mi, obviamente ella no pierde, así que debo hacer sus tareas dentro de la casa.
En las escaleras de la entrada de mi casa, contemplamos la noche que se avecina con mi amiga, ella paciente espera después de arrastrarme aquí cuando creyó que nosotros habíamos más que dormido por los comentarios de mi abuela, ella quedo fascinada con lo caballeroso que él fue cuando le hablo despidiéndose por la mañana.
— Solo cuéntame. — Dice sonriendo. — Llevo diez minutos esperando en silencio y ya la paciencia se me ha acabado.
— ¿No se supone que eres la persona más paciente?
— Pero quiero saber, solo cuéntame, ¿Que sucedió con él, ustedes lo hicieron? — Eleva sus cejas curiosa y me sonrojo empujando su rostros. — Cuéntamelo todo Hatsumi.
Eleva sus cejas mientras sonríe y se a que se refiere, rápidamente niego haciendo una mueca, Hasoo cree que esta bien tener relaciones con desconocidos, cosa que tampoco creo que está mal, solo que soy muy tímida y yo, apenas he besado a alguien a mis casi veinticuatro años.
— En absoluto, el fue muy amable todo el tiempo, en el taxi estuvo pendiente a que no me vomitara encima y me trajo hasta aquí sobre su espalda como si yo fuese una liviana pluma, probablemente termino con mucho dolor en su espalda. — Me escondo entre mis brazos y rodillas, ya recuerdo todo, su suaves apretones en mis piernas, su respiración cansada y la forma en que río cuando le dije que mi corazón estaba listo. Escucho a Hasoo reírse y continuó hablando rápido casi sin respirar. — Pero aquí, en mi habitación le vomite encima y le pedí que se quedara, no se por que lo hizo pero él se quedó conmigo a dormir, quizás se preocupó de que volviera a vomitar y algo me sucediera, pero cuando desperté estábamos muy aferrados uno al otro, el me abrazaba como si nosotros fuésemos algo... me siento terrible, no he podido verlo, apenas he logrado salir para no topármelo, siento mucha vergüenza y la peor parte de todo, es cuando le dije que me había enamorado a primera vista y también que mi corazón estaba listo para él.
— ¡Por dios! — Hasoo me mueve y elevó la cabeza para verla, esperaba algo más de su parte, su risa burlona o alguna otra frase típica de ella.
Pero cuando la miro, mueve sus cejas maquilladas señalando hacía la rejilla de entrada con una sonrisa ladina inclinando levemente su cabeza en forma de señalar, Johnny mueve su mano en forma de saludo con una pequeña sonrisa, lentamente ingresa en la propiedad haciendo una reverencia y me pongo de pie rápidamente, ya no puedo escapar.
— Hola. — Dice y me mira, pero no puedo verlo directamente, así que miro las plantas que mi abuela adora, las mismas con las que tropezó. — ¿Estas mejor Hatsumi?
— Si. — Asiento limpiando mis manos en mi pantalón, manos sudadas y nerviosas. — Ella es mi amiga, Hasoo.
Ambos se hacen reverencias, no recuerdo haberlos presentado aquella noche, pero aún así ambos se sonríe suavemente, hasta que Johnny vuelve a mirarme y me siento nerviosa por sus lindos ojos avellana, si, definitivamente ese es el color, lo estuve pensando por varias noches.
— Yo- iré adentro. — Dice Hasoo poniéndose de pie aplastando su cigarro en el suelo, le hace otra reverencia a Johnny y rápido entra en la casa dejándonos solos, después de lo mucho que le dije que estaba avergonzada de verlo, es una traidora.
Vuelvo a sentarme y Johnny se sienta a mi lado, estirando sus piernas mientras que yo las tengo dobladas y incluso así se ve más alto, rápido le hecho un vistazo.
Inclina un poco la cabeza mirando hacía el cielo nocturno, con su perfecto perfil y lo imitó, mirando hacía las supuestas estrellas que casi ni se ven.
— ¿Te gusta el vino Hatsumi? — Pregunta.
— ¿Eh? — Me mira y esta más cerca, mirándome detenidamente.
— ¿El vino? — Pregunta pero sigue hablando antes de que responda. — Es mi bebida favorita y tengo uno que me gustaría compartir contigo, ¿tienes tiempo ahora?
— No suelo beber mucho vino, ya lo has notado pero soy más del soju y la cerveza. — Se ríe y sonrió algo más cómoda. — Realmente lo siento por todo lo que tuviste que soportar aquella noche, estoy muy avergonzada de mi actuar y me prometí no volver a beber, fue humillante.
— Para ser sincero no fue una molestia, además no dormí mal, estaba pasando frío con mis tíos así que me abrigaste por una noche y no te sientas avergonzada, cualquiera se deja llevar por él alcohol, lo que importa es que llegamos sin problema alguno. — Sonríe, subo mis gafas sintiéndome avergonzada otra vez y con la respiración atascada en la garganta por lo todo lo que acaba de decir. — Espera aquí, vuelvo en un segundo.
Asiento y se pone de pie rápido avanzando hacía la salida, me giro a la puerta de la entrada y Hasoo la abre abruptamente, me hace una seña para que entre y apenas entro cierra la puerta para comenzar a peinar mi cabello con sus dedos, prácticamente con desesperación, jalándome algunos mechones rebeldes.
— ¿Que haces? — Alejo sus manos. — Estás jalándome el cabello Hasoo, me duele.
— El acaba de invitarte una cita indiscreta y simple, voy a omitir que acaba de decir que lo calentaste. — Dice y aprieta mis mejillas, luego las golpea para darme algo de color, que obviamente por frío estoy tan pálida. — Cámbiate la sudadera, esta es horrible.
— Pero hace frío y es abrigada, Hasoo.— Me quejó, ella no me escucha me lanza un suéter gris con detalles delicados en la parte inferior y mueve sus cejas para que lo haga. — Y no se refería en ese aspecto, solo lo abrigue.
— ¡Ya viene! — Grita SuJin saliendo del baño. — Apresúrate.
— ¿Metiste a SuJin en tu plan?
— Solo para que avisara cuando él viniera. — Se ríe. — Apresúrate o creerá que escapaste.
Prácticamente Hasoo es quién me cambia la sudadera, me vuelve a peinar y me empuja fuera de la puerta cerrándola con suavidad como si nada hubiese pasado. Me siento otra vez cuando Johnny ingresa en la propiedad y me sonríe trayendo consigo una botella de vino que desconozco, soy una ignorante cuando se trata de otros tragos diferentes a los que suelo beber siempre, y también trae dos finas copas que son hermosas a mi parecer.
— Es mi favorito. — Se sienta y mira la botella. — Lo traje desde mi casa para beberlo con mis tíos pero ellos no pueden beber, así que creí que a ti te gustaría.
— ¿Porqué bebo demasiado? — Me siento ofendida de pronto. — No soy alcoholica si es lo que crees, solo suelo beber con mis amigos algunas veces, más de lo que asimilamos, pero somos estudiantes estresados.
— No quise decir eso. — Se queda en silencio y me rio para cortar la tensión. – Yo-solo, lo siento, pero solo pruébalo, te gustará.
Rápido destapa el vino con agilidad y sirve una copa para luego entregármela, como en las películas el es experto en todos los movimientos, la tomo con cuidado, he visto en la televisión que la sostienen desde abajo así que lo hago, para no parecer una completa ignorante, aún que lo soy.
— ¿Has bebido vino alguna vez? — Niego.
Me enseña cómo hacerlo bien, cómo sujetar la copa, sentir su aroma dulce y moverlo para sentir más el sabor, no es cien por ciento de mi agrado el aroma, pero cuando lo bebo siento que quiero más, el sabor a uva fermentada y aromatizantes que me cuesta descifrar hacen una combinación maravillosa que se deshace en mi boca.
— Está delicioso, más de lo que creí. — Le sonrió y me sonríe de vuelta. — Sinceramente me ha gustado, no te mentiré, creí que lo escupiría.
Se ríe un poco mirándome unos segundos para luego seguir contemplando la noche.
Nos quedamos en silencio por varios minutos bebiendo cortos tragos del vino, me agrada la combinación de la noche fresca, su compañía y el vino, todo lo estoy disfrutando, no hay absoluta incomodidad, pero soy una persona muy parlanchina cuando estoy nerviosa, así que abro los labios para preguntarle algo, pero me callo cuando lo miro y esta sonriéndome.
— No es necesario que digas algo Hatsumi. — Junto los labios. — Solo disfrútalo.
Me impacta porque es como si el me leyera la mente, así que solo me queda asentir y juntar mis labios.
Bebimos otra copa más pero siento que ya es suficiente por mi parte, no es que me sienta mareada ni nada así, pero me esperan un sin fin de libros de anatomía por leer y entender, además una noche de parloteos con Hasoo que mañana me hará tener dolor de cabeza, ya es suficiente con eso como para añadirle además resaca.
— Gracias por compartirlo conmigo. —Le digo mirándolo. — ¿Porqué quisiste hacerlo?
— Por qué... — Se queda en silencio como si estuviera pensando en algo. — Creí que te gustaría, es un buen vino para compartir con alguien agradable.
Me sonríe y asiento, acaba de decirme que soy agradable pesar de todas las escenas que hemos vivido sin conocernos, me quiero disculpar otra vez pero ya sería mucho de mi parte y también agradecerle, así que solo le sonrió de vuelta.
— ¿Me darías tu número? — Pregunta dejando la copa a un lado y buscando su celular en su bolsillo. — Si quieres, creo que podríamos ser quizás amigos, estaré un largo tiempo aquí con mis tíos, así que necesitaré alguien con quién hablar.
Rápido ingreso mi número de celular en el suyo cuando me lo tiende, veo la hora rápidamente y ya ha pasado casi una hora desde que estamos ahí sentados solo bebiendo el maravilloso vino.
Le entrego su celular para que él me registre, me sonríe cuando está listo volviendo a guardarlo en su bolsillo.
— Te enviaré un mensaje para que me registres.
— Gracias otra vez.. pero yo- debería ir a dentro. — Comienzo a ponerme de pie. — No es que quiera, en realidad es que tengo que estudiar y ya la hora a pasado muy rápido.
— ¡Ah! Esta bien. — Le entregó la copa y la toma. — Buenas noches.
— Buenas noches Johnny.
Me da una rápida mirada antes de girarse y volver a salir de la propiedad, me quedo ahí parada con el corazón un poco alborotado, por qué su mirada fue más que eso, fue como si hubiese querido decir algo pero no se atrevió o yo lo vi de esa forma, quizás hasta estoy alucinando por el vino y porque deseo que me diga algo más.