-¿Por qué te disculpas?- preguntó Mangel confundido.
-Por todo esto, no debí venir a este pueblo, no pude cumplir lo que les prometí, yo enserio lo...- el híbrido fue interrumpido por un suave golpe en su cabeza, proveniente de Auron:
-Ya tranquilo, ahora no es el momento de disculparse- dijo serio y con un tono de burla.
-Ademas no tienes por qué, de todas formas iban a llegar aquí tarde o temprano- dijo Willy, colocando una mano en el hombro del oso, en señal de apoyo.
-Muchachos, logré conseguir sus armas, están por aquí, síganme- dijo Merlón, para empezar a caminar en dirección a una pequeña casa de madera con un techo de paja.
Al entrar, se dispusieron a recoger las armas que Merlón había ocultado entre los montones de paja, consiguiendo sus escudos, flechas, espadas, e incluso los puñales que habían creado el día anterior.
Una vez que todos estaban correctamente protegidos, decidieron que se separarían, así sería mucho más fácil desplazarse por el pueblo.
-Rubius- dijo Vegetta antes de retirarse.
-¿Qué sucede Vegetita?- preguntó el oso, mirando con una sonrisa a su... ¿amigo/novio/amante/amor imposible?
-Ten cuidado por favor, si algo te sucede yo...- decía con miedo en su voz.
-Hey, tranquilo, no me pasará nada ¿de acuerdo? Lo prometo- dijo con una sonrisa para después acariciarle suavemente la mejilla y retirarse ofreciéndole una última sonrisa.
Lolito se desplazaba con sigilo entre los arbustos del pueblo, intentando con empeño no ser descubierto por aquellos estúpidos centauros que "vigilaban" el pueblo (cuando en realidad lo único que hacían era conversar entre ellos con tonos de burla).
El alcalde llegó a un punto sin retorno, no habían más arbustos en los que podía esconderse, al menos no tan cercanos como para seguir avanzando con cuidado y los tres centauros que se acercaban caminando a la zona tampoco le iban a ser de mucha ayuda, con todo el miedo y los nervios que sentía, no pudo mantenerse en silencio por mucho tiempo, pues el sonido del crujir de algunas ramas lo delató.
Uno de los centauros se acercaba lentamente hacia el arbusto, extendiendo su torso y cuello en busca de algo sospechoso, una mala decisión en ese momento, pues lo único que pudo encontrar fue el filo de una espada, la cual con fuerza y sin temblar cortó su cuello, haciendo que su cuerpo y cabeza cayeran al suelo.
-¡Oh yes baby!- gritó Lolito orgulloso poniéndose de pie.
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Que tengan una buena noche. ♥️✨
-Dx1oP-