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-¡Rubius!- dijo Vegetta desesperado, despertando de aquel sueño tan extraño, se sentó en su lugar, pensando en aquella imagen del osito cayendo al vacío que no le había dejado dormir con tranquilidad, no había soñado con el híbrido desde el primer año de su partida, tal vez por eso le resultaba incómodo y nostálgico ahora.

-Veg- dijo Luzu, sacando a su compañero de sus pensamientos -ya es hora-.

-Esta bien, vamos-.

Ambos chicos caminaron en dirección a la muralla de troncos y empezaron a recorrerla, buscando las grandes puertas que conducen al interior de los establos de animales; al encontrarla, Luzu ayudó al guerrero de ojos lilas, de modo que pudiera trepar la muralla con más facilidad.

El guerrero de ojos lilas saltó desde las puntas de los troncos hacia el interior de los establos, al pisar la paja seca y ruidosa del establo, se dió cuenta de lo que hablaba su compañero Alexby, la palanca casi alcanzaba un metro de altura y se veía que la base del movimiento de esta, ya casi se oxidaba por completo; iba a ser complicado salir de ahí sin rastro alguno, pero estaba dispuesto a hacer todo por su amigo.

Vegetta asomó su cabeza por la pared del establo logró alcanzar a analizar el panorama: en el centro del pueblo habían colocado una mesa rectangular enorme con varias velas, botellas de vino e incluso platos sucios que algunos centauros recogían y llevaban en dirección a la cocina, entre ellos estaba Alexby, recogiendo algunos platos y copas de vino que estaban por la mesa.

¿Cómo atraería la atención de su amigo sin que aquellos centauros se dieran cuenta? Vegetta no sabía que hacer, cualquier posible escenario que su mente creaba resultaba en una tragedia, estaba atrapado en un ciclo que empeoraba a cada pensamiento que realizaba.

Pero, en ese momento de desesperación y miedo solo se le pudo ocurrir crear una distracción para mantener a los centauros ocupados y así poder correr con su amigo, pero tenia que ser rápido, no podían fallar, solo tenían una oportunidad.

Vegetta se acercó al corral de los becerros y abrió el seguro de la puerta, de modo que los animales salieron eufóricos y sin control en dirección al centro del pueblo aunque a estas alturas es mejor llamarla una fortaleza.

El caos se apoderó de aquel lugar, los becerros corrían sin control por todos lados y los centauros solo corrían tras ellos para capturarlos; cuándo el guerrero de ojos violetas observó que su compañero se había quedado solo, lanzó una pequeña piedra en dirección a el, haciendo que este dirija su mirada al establo, con un rostro que expresaba miedo y sus manos temblando, le hizo una seña para indicarle que lo siguiera.

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Que descansen.♥️✨

-DxMx1P-

⚫︎⚪︎ LIES ⚪︎⚫︎ RUBEGETTA ⚫︎⚬⚫︎ SEGUNDA TEMPORADA Where stories live. Discover now