Entramos en el avión donde se dirigirá a parís también conocida como la ciudad de amor donde nos quedaremos un par de semanas y luego iremos a Italia donde nos quedaremos una semana y volvemos nuevamente a Londres, estoy muy nerviosa, nose si por la emoción de conocer en persona los lugares mas distinguidos de Paris o el mero echo que voy a perder mi virginidad con el chico que amo.
-¿estas bien?- Dijo Sam preocupado mientras entrelazaba nuestras manos
- si… es solo que estoy algo nerviosa- Dije mirándolo por encima de mis pestañas, el frunció sus labios para dirigirme una rápida mirada
- todo va estar bien te lo prometo, asentí con la cabeza para luego apoyarla en su hombro y caer en un profundo sueño
- ¿Ana?... cariño despierta ya vamos aterrizar- Dijo Sam sacudiéndome un poco, abrí los ojos pesadamente para darme uno que otro estirón de mis adormecido cuerpo y soltó un enorme bostezo- parece que alguien durmió demasiado bien- Dijo con una sonrisa en sus labios
- así es señor Cipriano- Dije con una sonrisita traviesa, el alzo la ceja incrédulo para después depositar un corto beso en mis labios- ¿Cuánto falta para que aterricemos?
- la auxiliar de servicio anuncio que en cinco minutos aproximadamente- Dijo mirando por la ventanilla para mirar la espectacular vista que teníamos de toda la cuidad de parís, hizo me mi corazón se estrujara dolorosamente, anunciaron que nos pusiéramos nuestros cinturones de seguridad y como dijo Sam en 5 minutos ya estábamos en tierra firme.
Empezamos a recorrer por el enorme aeropuerto para salir de este, una que otra chica se quedaba viendo bobamente a mi esposo, yo las fulminaba con la miradas ganándome miradas matadoras por parte de estas, entrelace nuestras manos y me acerque mas a el; lo mire de reojo y en su rostro se dibujo una sonrisa burlona.
-¿Qué tanto le hace gracia señor Cipriano?- Dije mirándolo incrédulamente, el soltó una carcajada
- que mi maravillosa esposa me cele con toda la que se encuentra en su camino señora Cipriano- Dijo dándole un corto beso, anunciándole a las chicas que lo observaban de que el ya tenia dueña, le sonreí triunfalmente este rodo los ojos
- ¿me acaba de rodar los ojos señor Cipriano?- Dije incrédula
- si señora Cipriano… yo puedo hacerlo cuando yo quiera- Dijo orgullosamente
- ¿y yo no?- Pregunte fingiendo estar dolida
- si te diera las razones porque no puedes rodar los ojos me llamarías pedófilo- Susurro seductoramente en mi odio, yo golpee su hombro algo asqueada, el rio por lo bajo
- eres asqueroso- Dije con una mueca
- pues así me amas- Dijo riendo para luego para un taxi y ayudar al conductor meter las maletas en la parte de atrás del auto, y me puse a detallar cada minúsculo detalle de el, la forma en que le sonreirá a las personas de forma amable, la forma en que sus brazos se tensaban dejando ver lo trabajados que lo tenia y lo que mas amaba de el era que a pesar de conocer mi oscuro pasado, de haber causando muchas veces que esos hermosos ojos azules derramaran lágrimas por mi culpa, de la manera que se mantuvo firme cuando estuvimos pasando por problemas el siempre estuvo allí para mi y que a pesar de no ser la chica perfecta que el se merecía el prefirió quedarse conmigo porque realmente me ama, el se merece lo mejor del mundo y yo estoy dispuesta a dárselo. Una vez que llegamos al hotel, una chica nos ayudo a llevar nuestras maletas y cada vez que Sam le dirigía la palabra esta se sonrojaba. La verdad no la culpo, Sam es muy guapo y no lo digo por ser mi esposo ni nada parecido, el no solo es increíblemente atractivo físicamente sino que su personalidad también y el no esta consciente de eso lo que lo hace ver mucho mejor
- que tengan un linda noche- Dijo la chica con una sonrisa tímida, así es, noche son las 8:30pm y ya en la habitación estaba muy bien decorada con pétalos y cosas así por el estilo y la cena estaba en la mitad de la cama y en la mesita de noche esta la champaña y un par de copas, Sam y yo nos miramos con una sonrisa
- me iré a cambiar- Dije tomando la maleta que Isa dijo que usara antes de que empezara la “acción”, Abrí la maleta y por casi mis ojos salen de obrita
“Están locas si piensan que usare esto” Pensé mientras negaba con la cabeza, mi teléfono empezó a vibrar era un mensaje de isa
“SUPONGO QUE YA ABRISTE LA MALETA TE LO TIENES QUE PONER CHICA O SINO NO TE COMPRO UNA CHOCOLATINA GIGANTE QUE MANDE A ENCARGAR PARA CUANDO VENGAN DESPUES DE LA LUNA DE MIEL… Y NO TE MIENTO ES VERDAD
PD: NO ES CHANTAJE, ES HORA DE QUE TE REVELES Y MUESTRES TU FEMINIDAD NIÑA
XX ISAXX”
“Oh vamos no están tan mal… recuerda que es Sam lo conoces por tres años” Dijo maría mirando el traje por debajo de sus gafas de lectura y mirando a Sofía quien tenia una sonrisa traviesa y afirmaba respetivas veces con la cabeza, las fulmine con la mirada ellas se encogieron de hombros
Agradecí a Dios que me depile completamente y empecé a deshacerme de mi ropa y empecé a deslizar una diminuta tanguita en forma de hilo y la acomode en mis caderas, me puse un brasear que combinaba con la parte baja y ambos eran de encaje color blanco, y por encima me puse un diminuto vestido que llegada a mitad de mis nalgas, mire al cielo negando con la cabeza.
-¿Qué hice para merecer esto?- Dije elevando mis manos dramáticamente, cuando tocan dos veces la puerta
- ¿esta todo bien ahí?- Dijo Sam burlonamente desde el otro lado de la puerta, tome la bata de salir de baño y me cubrí para abrirle la puerta y sentir mis mejillas arder- wow nena ¿tienes fiebre?- Dijo tocando mis mejillas, yo lo fulmine con la mirada
- no… eso no, tengo hambre- Dije rápidamente mientras entraba a la habitación, Sam estaba sin camisa dejando su pecho al descubierto haciéndome poner mas nerviosa de lo que estaba, Dios apiádate de mi Pensé, el se sentó frente a mi con una sonrisa para darme el plato y empezamos a comer con risas y chistes malos. Una vez que terminamos pusimos los platos sucios en la mesa de noche y Sam me dio una copa de champaña y lleno la suya
- por nuestro matrimonio- Dijo alzándola con una sonrisa
- por nuestro matrimonio- Dije golpeando su copa con la mía para darle un pequeño sorbo, el tomo mi copa y la dejo a un lado y acaricio mi mejilla para ayudarme a ponerme de pie, sus ojos se tornaron mas oscuros… Dios llego la hora, me rodeo con sus brazos mi cintura y me miro directamente a los ojos
- ¿estas lista?- Dijo con voz ronca, y las mejillas volvieron a encenderse a rojo vivo, el me lanzo una mirada incrédula para empezar a desatar el pequeño nudo que le hice a la bata para que esta se mantuviera en su lugar, no aparte mis ojos de los suyos, aprete los ojos una vez que la bata caía al piso y un silencio reino en la habitación, lentamente los ojos encontrándome con los ojos de Sam completamente oscuros y se encontraba mordiéndose el labio mientras pasaba descaradamente su mirada por mi cuerpo, mis mejillas se encendieron a rojo vivo- Dios Ana me dejaste.. Mudo- Dijo sin aire
- por Dios Sam me haz visto muchas veces en ropa interior- Dije mientras me removía incomoda
- Ana una cosa es ropa interior y otra cosa- Dijo señalándome completamente- es babydoll- Abrí los ojos como platos y me mire, ¿con que este es el famoso babydoll?
- ¿tan mal luzco?- Dije asiéndome la ofendida, el negó con la cabeza para acercarse peligrosamente a mi y atrapar mis labios en los suyo. Empezó acariciar mi mejilla para bajar a mi hombro y mi cintura, tomo el vestido y lo desgarro haciendo que soltara un chillido de sorpresa y me separe para ver los pedazos de tela en el suelo, fulmine con la mirada a Sam quien me miraba con una sonrisa coqueta- ¿Por qué lo destrozaste estaba muy bonito?
- si lose, pero me estorba- Dijo para atacar mis labios de nuevo en un beso desesperado en donde me brindaba pequeño mordiscos y succionaba mi labio inferior haciendo que soltara un suspiro, empecé a bajar la cremallera de su pantalón para jalarlo hacia abajo, Sam se tenso para soltar un suspiro en mi odio, inicio un recorrido de besos desde mi mejilla hasta mi clavícula mientras me recostaba en la cama y empezaba a recorrer mi cuerpo con sus manos, abrí mis piernas para que se acomodara entre ellas y el lo hizo con una sonrisa picara en su labios, poco a poco la ropa interior desapareció, Sam tomo mi mano para depositar un beso en esta sin apartarme los ojos para entrelazar nuestros dedos- ¿estas lista?- Solté un suspiro y asentí con la cabeza, tomo su miembro entre su mano y empezó a pasarlo respetivas veces por mi sexo, mordí mi labio para ahogar un gemido
- joder Sam deja tanto el suspenso y hazlo- Dije un tanto desesperada, me miro a los ojos y se posiciono en mi entrada y entro en una sola envestía- Joder- Chille mientras sentía como las lágrimas salían de mis ojos, Sam permaneció estático para que me acostumbrara
- ¿sigo?- Dijo con la preocupación pasmada en sus ojos, yo asentí levemente con la cabeza y empezó a moverse, el dolor fue disminuyendo al paso que las embestías continuaban y no pude detener un gemido que salió de mis labios brindándole mas seguridad a Sam y este aceleró el ritmo haciendo que ambos llegáramos al famoso orgasmo, se acostó a mi lado con la respiración agitada y me miro con una hermosa sonrisa en sus labios- Dios Ana fue increíble
- ¿gracias?- Dije mientras sentía mis mejillas ruborizarse, el paso su mano por mi mejilla izquierda
- ¿Por qué me agradeces?- Dijo después de segundos contemplándome
- por darme la oportunidad de tenerte para mi sola- El soltó una risita para mostrar su típica sonrisa coqueta que caracterizaban a los Ciprianos
- eso no hay que agradecerse chica… sabes que soy completamente tuyo- Dijo en tono burlón
- eres un egocéntrico- Dije riendo
- egocéntrico, celoso, posesivo, idiota, estúpido…- Dijo enumerando con los dedos- ¿Cuántos apodos mas tengo?- Dijo divertido, yo rodee los ojos
- pero sabes que te amo- Dije haciendo mi puchero, este soltó una risita para acercarse a mi rostro y tomar mi labio inferior entre sus dientes dándole un leve mordisco haciendo que un gemido saliera de mi garganta y Sam me lanzo una mirada picara
- también te amo Ana- Susurro en mis labios para atraparlos en lento beso de esos que te provoca llorar de la felicidad, nos separamos cuando nuestros pulmones reclamaban oxigeno, y ambos caímos en un profundo sueño
Después de un par de días andando y conociendo los lugares mas conocidos cogimos rumbo a Francia, donde comprábamos algo para llevarles algo de recuerdo a los chicos.