| 1. Las pesadillas regresan |
Louis
Era la mitad de la noche, la lluvia y el viento azotaban en los árboles, el olor a pino y tierra mojado predominaba en el lugar. Esta oscuro, solo un farol de la pista desierta a orillas del bosque funcionaba correctamente. Había una serie de casas de distintos tamaños y colores alineadas, todas tenían las luces apagadas a excepción de una, una vieja casa gris que tenía una tenue luz alumbrando una recámara del piso de arriba.
Cada vez está más cercana. Un rayo cae causando un gran estruendo, la lluvia se volvía un poco más intensa. Se puede apreciar un amuleto de protección en el pórtico de la casa, en un abrir y cerrar de ojos éste había desaparecido.
Dentro de la casa el ambiente era cálido a diferencia del frío que hacía afuera en la lluvia. Lo demás pasó muy rápido.
Se escuchaban gritos y llantos de terror que se volvían insoportables de escuchar. No había más que terror en ellos y eso era escalofriante. Había sangre por todas partes, las paredes se habían vuelto de color rojo; en cuestión de segundos aquél acogedor hogar se había vuelto una escena para una película de terror, la típica toma en la que el asesino psicópata los mataba a todos con un pico de minero o una sierra eléctrica.
De pronto, se sentía calor. Podía ver el fuego consumiendo todo a su paso, incluso tenía la sensación de quemarme en él.
Me siento de golpe en la cama, un movimiento más e iba a terminar cayéndome por el borde de mi cama. No había una tormenta, ni fuego, solo estaba yo en mi habitación, el aire frío entraba por la ventana. Hago un simple movimiento con mis dedos para cerrar la ventana.
Suspiro y me recuesto en mi cama intentando digerir aquella pesadilla. No había sido real, por suerte. Todo había sido producto de mi inconsciente dormido, nada de que preocuparse. Aquella pesadilla era tan mala como las otras, todas las pesadillas que me perseguían desde que Alastair, el demonio del miedo, había matado a mi hermano. Desde entonces, cada vez que intento dormir, revivo aquél momento en el que Alastair se encargaba de arrebatarme a mi hermano. Podemos decir que desde entonces soy algo parecido a un zombie.
Puede ser que he vivido todos estos años sin saber que tenía un hermano, pues me separaron de él cuando éramos niños bajo circunstancias de demonios, pero todo ese tiempo sin él solo me hace darme cuenta de la falta que me ha hecho durante toda mi vida. Pues él era como yo: un hechicero con una parte oscura en él. Aunque la única diferencia es que él la podía manejar perfectamente y yo hago lo posible para no ceder al lado oscuro. Si él estuviera aquí, me ayudaría a mantener el control...
Lo único bueno en mi vida en estos momentos era Kat. De no ser por ella, habría hecho algo estúpido desde hace mucho. Ella era el rayo de luz dentro toda mi oscuridad, pues aunque los demonios no nos han atacado desde hace seis meses, yo la pasaba mal. Después de todo, perder a alguien no es cualquier cosa ¿No es así? No solo había perdido a mi hermano, también a dos amigos, Jane y Niall. Nada es peor que sentir la ausencia de alguien y saber que nunca lo volverás a ver.
Tomo el teléfono para comprobar si hay noticias de Harry y Kendall, quienes se habían ido cuando todo había terminado pues debían ayudar a otro clan de vampiros. Hace cuatro meses que no tenemos noticias de ellos. No me extraña pues han pasado temporadas en las que no sé nada de Harry, así que no me preocuparé por ahora.
Aún estaba oscuro, el reloj marcaba las 6:20 de la mañana. En situaciones normales, me suelo levantar casi hasta el medio día, pero prefiero salir de la cama en lugar de tener pesadillas.
Me levanto y deslizo la puerta de cristal que lleva a mi balcón. Me subo en el barandal y me trepo hasta alcanzar el tejado, subo a la azotea y me siento en la orilla. Miro hacia el frondoso bosque, el cielo estaba nublado por lo que las nubes cubrían las estrellas y la luna. La brisa fría y las nubes sugerían que se aproximaba una tormenta.
Lo que me llevó a pensar de nuevo en mi pesadilla. Llevo seis meses soñando lo mismo y ahora mi pesadilla cambia, y la peor parte es que no puedo mencionar nada. Si lo hiciera, Emma se preocuparía demasiado, incluso más que yo mismo y me vigilaría 24/7. Así que no era una opción.
Y este tipo de cosas son las que Liam me ayudaría más que nadie.
— Te necesito, hermano — suspiro sintiendo las primeras gotas de lluvia sobre mi cara —. Sé que quizá la pesadilla no signifique nada... Que quizá solo sea eso, una pesadilla producto de mi imaginación, pero eres el único con el que puedo ser yo mismo, incluyendo mi pequeño y diabólico problema.. — intento sonreír —. No es algo de lo que pueda hablar con los demás.. No sin recibir alguna mirada de pánico por parte de ellos.. La única que queda es Kat, pero mi pasajero diabólico no es un tema del que me sienta bien para hablar con ella, no quiero preocuparla.. Y además, está esa nota, no he dejado de pensar en esa estúpida nota desde que apareció.
Suspiro y me revuelco el cabello sintiendo la lluvia encima de mí.
— Así que aquí estoy, hablando a la nada pretendiendo hablar contigo... Diablos, me siento idiota hablando solo — digo —. No sabes como me gustaría que todo esto haya sido diferente, que no nos hayan separado. Sería genial ¿No crees?... Ah, a quién engaño.. Estás muerto.
Me levanto y vuelvo a entrar en mi habitación antes de que la lluvia se intensificara.
Entro a la ducha listo para hacer mi rutina higiénica diaria, me cambio de ropa y bajo a la cocina para desayunar algo. Abro la alacena y tomo el cereal para poner un poco en el bol y agregarle leche. Y comienzo a disfrutar de mi desayuno en la soledad de mi cocina.
Cuando yo estaba terminando de desayunar, Emma y Tanner entraban a la cocina.
— Buenos días — saluda Emma —. ¿Madrugaste?
Aunque pueda parecer que todo había vuelto a la normalidad, no era así. La mayor parte de mí seguía resentido con ellos, además de que tenía la sensación de que me ocultaban algo más. Pero sabía que no podía perder el control de nuevo, pues ellos seguían siendo lo más cercano a una familia que tengo e intentaban protegerme.
— Algo así — asiento omitiendo la parte de mi pesadilla —. Mi estómago hambriento me despertó
— ¿A pesar de que te comiste una hamburguesa doble en la noche? —. pregunta Tanner, divertido
— Que puedo decir — sonrío y me encojo de hombros —. Me da hambre
Tanner asiente y me toca el hombro. En medio segundo, Tanner se queda estático y con la mirada perdida.
— Hey, Tanner — digo sosteniéndolo
Tanner cierra los ojos y toma una gran bocanada de aire. Ya estaba de vuelta en el mundo real.
— ¿Qué viste? — preguntó Emma sacando algo del refrigerador
— Fuego —responde Tanner aún ido —. Gritos.. El lugar se caía..
¿Tanner habría visto mi pesadilla?
— El fuego estaba arrasando con todo — siguió
Si Tanner vio mi pesadilla.. ¿Eso quiere decir que se volvió realidad?
— ¿Demonios? — pregunta Emma
— No.. No lo sé, no creo — responde Tanner después de un tiempo —. La visión no fue muy clara que digamos, solo podía ver el fuego y los gritos de alguien pidiendo ayuda.. Pero fue tocando a Louis, eso no tiene ninguna relación.. No tiene sentido
— Quizá viste mi pasado — dije intentando sonar convincente —. Cuando mataron a mi madre Liam incendió la habitación
Desde que todo había acabado, Tanner había conseguido tener premoniciones sobre el pasado. Es conveniente que piense que fue mi pasado mientras investigo si hubo algún incendio caótico últimamente.
— Sí, tienes razón — asiente Tanner —. Seguro fue eso.
Emma me mira un momento. Nunca había mencionado a mi hermano frente a ellos hasta ahora, y menos a mi madre biológica.
Desvío la mirada al frutero y tomo una manzana. La muerdo mientras finjo particular interés en el frutero para evitar la mirada de Emma. No estoy para una de sus pláticas en las que insiste que le diga qué siento al respecto de haber perdido a mi hermano. Estoy mal, es la verdad. Pero sé que no lo entendería, después de todo, mi hermano era un demonio sanguinario que se había encargado de hacernos la vida imposible durante una buena temporada, pero aún así, era el mismo chico que me ponía curitas después de que me cayera de algún árbol por treparlos. Era un buen hermano mayor, hasta que intentó matarlos a todos, pero a pesar de eso, nunca fue tan malo como Alastair.
— ¿Y cuál es el plan de hoy? — pregunta Tanner
— Bueno, he encontrado algo sobre otro amuleto — comentó Emma —. Quería ver si había voluntarios para ir a echar un vistazo
A pesar de que ya no seamos atacados por demonios últimamente, es una prioridad tener los otros relicarios que faltan para que los demonios no tengan una gran ventaja en contra de nosotros. Los dos que habíamos encontrado estaban bajo el poder de Liam, me pregunto en dónde estarán ahora que él ya no está. Solo espero que no estén en manos de su séquito de demonios, eso sería un gran problema.
— Ah — dice Tanner —. Está bien, supongo que hay que llamar a los Stronghold
— En realidad.. — sonríe Emma mientras servía el desayuno para Tanner —. Ya los llamé
¿Olvidé mencionarlo? Al menos algunas cosas buenas han pasado desde hace seis meses. La primera es que los ataques de demonios han cesado, es un alivio que los demonios al fin se hayan conseguido al mejor que hacer aparte de atacar brujos. Otra cosa es que mi hermana Emma está saliendo con el hermano de Kat, Drake. También, Paige y Will, tienen algo. No es oficial como lo de Emma y Drake pero es demasiado evidente que hay química entre ellos dos, tan claro que alguien tan ciego y cero perspicaz como yo lo notara.
— Seguramente solo fue a Drake... — comenta Tanner
— Cierra la boca, Henderson — dice Emma con un poco de rubor en sus mejillas —.Tú tienes algo con Kyra y yo no te digo nada
— En realidad, Kyra está loca por Louis — al oír mi nombre volteo al instante —. Quien está loco por Kat
¿Qué Kyra qué? Bueno, de cualquier manera, no me interesa. Yo estoy con Kat y no hay nada mejor que eso.
— Cierra la boca, Henderson — repito lo que Emma había dicho hace segundos
— Ok, ok — asiente Tanner —. ¿Y cuándo salimos?
— No deben tardar — dijo Emma comprobando su aspecto en el reflejo de una cazuela
Sonrío. Emma nunca había sido de las chicas que siempre se preocupan por su aspecto, es gracioso que ahora que tenga novio lo sea. Pero me alegro por ella, no pudo haber conseguido alguien mejor y no lo digo porque sea hermano de mi novia, sino porque la hace feliz y eso se nota a kilómetros de distancia.
Termino la manzana y la tiro al cesto de la basura. Me quedo en la cocina haciéndoles compañía a Emma y a Tanner. Elizabeth se une a nosotros poco después.
Oí el timbre y me levanto a abrir la puerta. Recorro el pasillo escuchando mis pasos contra el piso mientras caminaba. Abro la puerta y encuentro a los cinco hermanos Stronghold. Saludo primero a Kat, ella me abraza y me da un pequeño beso en la mejilla, eso era algo incómodo frente a sus hermanos. Saludo a sus hermanos como si nada hubiese pasado.
— ¿Podrían no tener sus demostraciones de afecto frente a nosotros? — comenta Drake
— Lo dice quién sale con mi hermana — digo divertido
— Hmm, touché — asiente Drake —. Aunque prácticamente, no es tu hermana.
El chico tenía toda la razón.
— Touché — asiento
Kat gira los ojos y sonríe. Les digo que pasen a la sala en lo que Emma y Tanner terminaban de desayunar. Kat deja que sus hermanos se adelanten para ir conmigo. Una vez que ya no estábamos a la vista de sus hermanos, ella me da un rápido y corto beso en los labios. Sonrío y le devuelvo el beso con un abrazo, el fresco olor a frambuesas me invade por completo.
— ¿Cómo has estado? —me pregunta
— ¿Desde la última vez que nos vimos? — pregunto sonriente, eso había sido la noche anterior —. Bien. Y ahora que te veo, no puedo estar mejor.
Ella sonríe y se queda en mis abrazos. Estar con ella era mejor que todo, me hace olvidar todo lo malo que ocurre. Una sonrisa suya me hace creer en la paz mundial y unicornios corriendo por la pradera. Sí, suena estúpido que alguien como yo lo diga, pero es lo que me hace sentir.
Kat y yo nos unimos con sus hermanos en la sala, Emma y Tanner ya estaban con ellos. Alzo una ceja al ver a mi hermana sonriente al lado de Drake. Emma finge no haber notado mi mirada y sonríe levemente.
— Bueno.. ¿Y cuándo empezamos? —pregunto
— Ahora.. — dice Emma —. ¡Caitlin!
Otra cosa que olvidé mencionar... Con la muerte de Jane, Emma, Elizabeth y Tanner consiguieron un nuevo ángel para reemplazar a Jane. Se llama Caitlin, era una protegida de Niall, esa chica que había comentado alguna vez diciendo que la ayudaba a ser una futura ángel. En mi caso, no he tenido algún ángel nuevo y no puedo evitar pensar en lo que Alastair había dicho "Los demonios no tienen ángeles blancos"
Caitlin aparece. Era una chica de unos 20 años, largo cabello color canela y ojos color chocolate, era delgada y un poco bajita.
— Hola — saluda —. ¿Necesitan ayuda?
— Sí, debemos ir al Museo de Historia Natural en Londres — dice Emma
— ¿Un museo? — pregunta Will, confundido —. Creí que íbamos por un amuleto
— Creo que el amuleto está en el museo — responde Emma —. Iremos a comprobar si está ahí
— De acuerdo — asiento —. Iré por una chamarra
Subo rápidamente las escaleras, paso el pasillo y entro a mi habitación. Hago un par de ademanes para arreglar la cama mientras me acercaba al armario. Tomo mi chaqueta de piel que había conseguido para ir a la fiesta universitaria en donde luchamos contra warlocks. Escucho un ruido atrás de mí, volteo y creo inconscientemente una bola de fuego.
— Maldición — murmuro mientras intentaba apagarla
Escucho algo a mis espaldas, aparentemente no había nadie.
Pero podía sentir perfectamente la presencia de alguien, y no de alguien agradable.
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