Irrealidad II

11. Suprimo mi parte humana

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Louis

— Sabes, es increíble cómo las cosas que te importan pasan a ser completamente insignificantes, simplemente eso que disfrutas o incluso lo que te molesta pierde sentido, te vuelves por completo indiferente y todo deja de tener algún efecto sobre ti — murmuro tomando de un trago el vaso que tenía enfrente de mí, siento el ligero pero placentero ardor provocado por el whiskey añejo recorrer por mi garganta. Hago una mueca y dejo el vaso de cristal de nuevo en la barra.

Ya llevaba un par de tragos, en verdad necesitaba algo que me hiciera olvidar todo, sobre todo a Kat, y esta era la única forma que se me ocurrió.

— Eso es profundo, viejo — dice el barman terminando de hacer unas margaritas que un par de chicas le habían ordenado, toma la botella de whiskey y me pregunta si volvía a llenar mi vaso a lo que asentí.

— Lo digo enserio, antes me molestaba la idea de ser un monstruo, ahora no me interesa — proseguí antes de tomar de nuevo —. Odiaba la idea de hacerle daño a alguien más, pero ahora no me siento culpable por ello... Ni el menor remordimiento, ya no me siento miserable por ser quien soy. Y aquella vocecita en mi cabeza que siempre me decía que debía hacer lo correcto finalmente ya no está, ahora puedo hacer lo que quiera sin molestarme si lastimo a alguien en el proceso.

— ¿Y qué te ha hecho así? — pregunta el chico volviendo a llenar mi vaso

— Qué no me ha hecho así — solté una risa amarga, bajé la mirada a mi vaso y lo hice rotar entre mis dedos. Con este era mi cuarto trago y aún no sentía nada. Me pregunto si mi naturaleza de demonio tiene algo que ver con eso —. Verás, primero están los que se hacen llamar mi familia... Me mintieron toda mi vida ocultándome la verdad de quién soy...

— ¿Adoptado? — pregunta el chico

— Por así decirlo — asentí

Seguramente el barman ya tiene experiencia en escuchar a todo sujeto que viene al bar, pide un par de copas y comienza a contar su vida entera. Al menos eso es una forma de desahogarse sin manchar mi chaqueta de sangre de nuevo o tener que ocultar cadáveres.

— Mi mejor amigo, a quien consideraba un hermano también me mentía.

— Sé cómo se siente eso — dijo preparando más bebidas

— Pero no he llegado a la peor parte — empujé mi vaso vacío para que el barman lo llenara de nuevo —. Quiero algo más fuerte.

— En seguida — asintió —. ¿Cuál es la peor parte?

Comenzaba a tener la sensación de estar mareado, pero no lo suficiente.

— Tengo... tenía — me corregí —. Una novia

El chico desliza un vaso lleno de agua y se voltea a buscar un licor más fuerte. Tomé el agua rápidamente, había leído en alguna parte que es conveniente tomar agua si no quieres tener una cruda terrible al día siguiente. Me pregunto si mis poderes de curación agregan las resacas.

— ¿Cómo es ella? — pregunta prestándome atención, al parecer mi historia le interesaba o simplemente lo hacía para conseguir una buena propina.

Una horda de sentimientos me invade haciéndome sentir terrible.

— Ella era la cica más hermosa y perfecta que he conocido — los recuerdos de ella invadieron mi mente haciéndome sentir aún peor —. Cuando todos me veían como un monstruo, ella seguía viendo lo mejor de mí... No podría describirla con simples palabras.