14. Cambio inesperado

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|14. Cambio inesperado |

Kat

No podía dormir.

Llevaba por lo menos cuatro horas dando vueltas de un lado a otro sin poder conciliar el sueño. Estaba tan cansada después de un largo día, había intentado una nueva técnica con mis poderes, fuimos a comprar lo necesario para nuestra nueva mascota, y terminé siendo apuñalada múltiples veces con un objeto maldito por culpa de Louis. Y aún así no podía dormir.

Miré el reloj en mi tocador, eran las 3:30 de la mañana y yo aquí como búho en la noche. Finalmente decidí levantar para tomar un vaso de leche tibia, eso siempre ayuda en estos casos de insomnio. Tomé mi teléfono y encendí la lamparita para no tener que encender las luces del pasillo y despertar a mis hermanos.

Bajé las escaleras y al entrar a la cocina apagué la luz de mi celular y busqué el interruptor en la pared, me golpeé en la pierna con uno de los muebles, hice una mueca y finalmente encendí la luz. Me acerqué al refrigerador y saqué el cartón de leche, di media vuelta para tomar un vaso del fregadero y no puedo evitar sobresaltarme y ahogar un grito.

— ¡Casi me matas de un susto! — exclamé mirando seriamente a Altair que se encontraba sentado en uno de los banquitos —. ¿Qué haces aquí?

— Sentí un golpe en la canilla hace poco — responde

— ¿En qué? — pregunté confundida

— La canilla — repite —. Ya sabes, la parte que está bajo la rodilla.

— No esperaba que supieras anatomía — comenté acercándome al fregadero

— Te sorprendería mi amplio conocimiento en la rama, Stronghold — sonríe pícaramente a lo que respondo con una carcajada

¿Estaba coqueteando conmigo? Siento la sangre de mis mejillas arder, no estaba acostumbrada a este tipo de cosas. Niego con la cabeza levemente y tomo un vaso de cristal para servirme un poco de leche, sin pensarlo, tomé otro vaso e hice lo mismo. Metí ambos vasos en el microondas mientras buscaba el chocolate en polvo en la alacena.

— ¿Qué te ocurre? — pregunta

— ¿Por qué debería pasarme algo? — pregunté sacando los dos vasos de leche del microondas, le tendí uno a Altair, y me sonríe al recibirlo

— Bueno, estás despierta a las tres de la mañana — se encoge de hombros —. Nadie sufre de insomnio sin que le pase algo.

Eso es un buen punto.

— ¿Entonces? — pregunta mirándome fijamente —. ¿Cuál es el motivo de tu insomnio?

— No lo sé — me encogí de hombros —. Por primera vez no me estaba quemando el cerebro pensando en Louis, extrañamente ya no me importa como antes.

Y aquello era verdad. Supongo que el hecho que ahora haga cosas horribles ahora es una de las razones por las que cambió todo. Decidí que dejarme llevar por mis sentimientos y que éstos no me dejaran ver la realidad no me iba a llevar a nada, después me di cuenta que mis sentimientos habían cambiado. Quería a Louis, sí, y quizá lo voy a querer toda la vida, pero no de la misma forma, no con la misma intensidad que al principio. Él significó mucho para mí en su momento, pero como todo, ese momento se acabó llevando toda la magia que alguna vez hubo.

No sé por qué hablo de esto con él, pero este chico es mucho más agradable de lo que parece.

— Vaya, eso no me lo esperaba — dijo tomando un trago de su vaso

Irrealidad IIWhere stories live. Discover now