Pov Calle
-Buenas – salude cuando entre a la casa pero nadie me contesto, cerré la puerta detrás de mi y camine hacia la cocina, había una nota pegada en la nevera.
"Sali a tomar un poco de aire al parque, regreso en media hora"
Tomé una botella de agua con gas del refrigerador y me senté sobre la encimera de la cocina.
El lunes German iría a la mansión Calle para quedarse la semana entrante allá y no lo quería admitir, pero se sentía bien no estar tan sola en aquel apartamento.
Mientras me tomaba el agua, me quede observando la alfombra de la sala.
La odiaba.
Decidí en cuestión de segundos que German tenía razón, no podía seguir viviendo ahí como si me fuera a ir al día siguiente.
Camine hacia la sala y recogí la pesada alfombra, ese pequeño placer que sentí envolviéndola y sacándola de mi vista, fue monumental. Después de recogerla la baje hasta la portería, Marcos me miraba con cara de intriga.
-Hola Marquitos
-Señorita Daniela
-¿Te gusta?- le pregunte y el asintió
-Es tuya. - le dije y se la deje donde me pidió después de agradecerme.
Subí al apartamento y me senté en la cama con la laptop a buscar cosas bonitas que me gustaran. Cuando casi por arte de magia me salió un anuncio de "Vuelos baratos a Budapest"
De repente una idea loca paso por mi cabeza.
¿Y si iba a Budapest a investigar un poco sobre mi antigua vida?
-Estas loca Daniela- me dije a mi misma y minimicé la ventana.
Pero ¿y si era lo que tenia que hacer?, tenia muchas dudas acerca de mi sueño que aun no sabia que pasaba después, sobre lo de las múltiples vidas y ahora también tenia dudas de por que Hannah había sido tan infeliz en su vida si aparentaba tenerlo todo para estar bien.
Empecé a recordar detalles importantes de lo que había visto de Hannah y suponía que no iba a ser difícil dar con su pista porque la mujer había sido actriz y había bailado ballet mucho tiempo, esto ultimo lo había sentido físicamente en mis piernas.
De repente la idea loca, parecía tener mucho mas sentido que antes y las cosas se empezaron a acomodar, papá estaría en la mansión Calle esa semana, así que no tendría que dar explicaciones y en la editorial, Dylan podía quedarse a cargo de todo y Johan de lo que tenía entre manos.
Lo único que me estaba impidiendo comprar los boletos de avión en ese preciso momento, era yo misma y el miedo que sentía ante lo desconocido, es decir, ni siquiera sabía hablar húngaro.
-Ratona, ¿estás en casa? - escuche la voz de papá la sala y deje la laptop abierta sobre la cama.
-Hola- camine hacia él, usaba unos pants deportivos y se veía un poco agitado- estas pasándote, dando paseos señor German.
-Estoy bien- me contesto sentándose en el mueble y detallando el piso, ahora sin alfombra.
-La odiaba- revele y tome le teléfono -¿quieres pedir pizza para cenar? Es que no tengo muchas ganas de cocinar
-Pizza está bien corazón.
Ordene la pizza y pasamos el resto de la noche comiendo y hablando de su tratamiento, ese no era un alimento que el debía comer pero, de vez en cuando se podía, o al menos eso había dicho el doctor, por otra parte me facilitaba mucho más la vida.
**
Lunes 7:00 am.
El día anterior había estado compartiendo un poco con papá y me había des atrasado con algunos manuscritos que me faltaban por leer, ya no me sentía tan mal por eso.
Estaba sentada en la sala de espera pensando que definitivamente tenia que estar demente para estar haciendo lo que estaba a punto de hacer.
-Los pasajeros del vuelo 1597 con destino a la ciudad de Atlanta, por favor dirigirse a la puerta de embarque número 15.
El mejor vuelo que había encontrado tenía dos escalas, cada una de 50 minutos, iría de Miami a Atlanta, de Atlanta a Ámsterdam y de Ámsterdam a Budapest. Eran alrededor de 13 horas para llegar hasta Budapest y el vuelo mas largo seria el de Atlanta hasta Ámsterdam, que seria de 8 horas y media.
Mi corazón se acelero un poco, en serio estaba haciendo esto, iba a ir a un país que no conocía, a una ciudad que tampoco conocía y a buscar suerte. Camine buscando la puerta de embarque, estaba cerca de la 12 así que no debía estar muy lejos.
Había comprado tiquetes para estar una semana en la ciudad, eran demasiadas horas de vuelo como para solo ir por dos o tres días. Rente una habitación en un hotel que me parecía lindo.
Por fin llegue a la puerta de embarque, presente mi pasabordo y camine por el puentecito al avión.
**
"Your captain warns you that we are about to land in the city of Budapest, local time: 4:15 hr. We are at 13 degrees Celsius; probability of precipitation: 3%"
"A kapitány figyelmezteti Önt, hogy hamarosan leszállunk Budapest városába, helyi idő szerint: 4:15. 13 Celsius fokon vagyunk, 3% csapadék valószínűségével."
Escuche por las bocinas del avión y me levante el antifaz que traía puesto, me asome por la ventanilla y vi lo imponente que era aquella ciudad, un calorcito extraño me inundo el corazón; Antes de darme cuenta de que había entendido a la perfección ambos mensajes.
5 minutos después, el avión aterrizaba y sentí como algo subía y bajaba en mi estómago; me agarré fuerte del asiento cuando algo de turbulencia me sorprendió, cerré los ojos, sabía que era la turbulencia normal de aterrizaje, pero aun así me seguía aterrando.
El avión rodó en la pista unos minutos más hasta que se detuvo.
"We hope you enjoyed your delta flight, we officially welcome you to the city of Budapest, thank you for choosing us as your airline."
"Reméljük, hogy élvezte a delta repülést, hivatalosan üdvözöljük Önt Budapest városában, köszönjük, hogy légitársaságnak választott minket"
Oficialmente, estaba en Budapest y por alguna razón entendía perfecto el húngaro.
Lo siguiente que hice fue bajarme del avión y esperar mi equipaje, había decidido llevar una maleta pequeña así que no era demasiado, todos los letreros del aeropuerto estaban en húngaro e inglés. Fue fácil guiarme dentro de él.
Cuando salí habían varios carros de servicio o taxis, hasta ahora sabía que podía entender el húngaro pero ¿sería capaz de hablarlo?
Uno de los hombres se acercó a mi preguntándome si deseaba el servicio y le respondí con el dialecto como si llevara toda la vida hablándolo, solo fluyó desde mis adentros, en una forma extraña; el me ayudo con mi maleta y le dije a donde ir.
Los planes eran dormir en el hotel hasta una hora decente para salir a hacer mi investigación después de tomar el desayuno; por lo pronto sabía que tenía que buscar información sobre Hannah Dublec, Lara y Arpad Kováck.
**
Eran casi las 4 de la tarde; llevaba todo el día buscando información sobre Hannah y su familia, lo que había encontrado en los papeles de la ciudad después de hacer varios sobornos no era demasiado, pero como al parecer la mujer había sido famosa, o muy reconocida encontré varios artículos de ella en varias revistas y libros en la biblioteca central de la ciudad.
Con un poquito de suerte y un viejo directorio, encontré una dirección de la posible casa donde vivía la mujer, estaba indecisa en si ir allí o no, pero al final tome otro taxi y me dirigí hasta allá, por alguna razón estando en esa ciudad no me sentía sola; a pesar de estarlo, me sentía cómoda y a veces cuando miraba las calles me daba la sensación de haber caminado por ellas; hasta ahora a pesar de haber visto poco de Budapest, me estaba enamorando.
Al parecer la casa quedaba en Belváros, que hacía parte del Distrito V de Buda, ahí mismo me estaba hospedando por lo que sabía no estaba demasiado lejos desde el hotel.
El joven del taxi me aviso que habíamos llegado y como si se tratara de magia reconocí inmediatamente la casa; no estaba demasiado diferente a como la visualizaban las imágenes en mi cabeza, solo tenia algunos acabados mas modernos y el jardín de la entrada había sido totalmente removido. Por lo demás las paredes altas de la casa se conservaban y el estilo antiguo también.
Toque la puerta sintiendo una emoción extraña dentro de mí, puesto que no tenia ni idea que pasaría ni quien abriría.
La puerta se abrió y una mujer de alrededor de unos 70 años apareció detrás del umbral.
-¿en que le puedo ayudar?- pregunto en perfecto Húngaro remarcando un poco el acento.
-Helló, a nevem Daniela Dublec - mentí - Az unokatestvéreimet, Lara-t és Arpad Kováck-ot keresek.
La mujer me miro extrañada unos minutos.
-Ellos no viven aquí hace muchos años.
La decepción de hizo presente en mi rostro.
-¿y sabe dónde puedo encontrarlos? Es que hace mucho no venia por acá y necesito entregarles algo importante que les dejo mi tía.
-Ellos me vendieron la casa hace mas o menos 13 o 14 años – hablo amargadamente la mujer.
Hubo un silencio entre las dos, sentía que la mujer no me diría nada más, pero de repente vi algo de vacilación en sus ojos y sentí que quizá el universo estaba conspirando para que yo llegara a la verdad que estaba buscando.
-Por favor, de verdad cualquier información que tenga me puede servir.
Ella suspiro.
-Pasa – me dijo apartándose de la puerta y entre un poco con miedo y excitación al mismo tiempo, el olor de la casa me inundo las fosas nasales y varias imágenes mas llegaron a mi mente.
Todo se veía diferente a como lo tenia presente en mi cabeza, la decoración era otra, pero las paredes eran las mismas. Entré y me senté en una de las sillas, cuando la mujer me lo indico.
-Espérame acá unos minutos, creo que había una dirección en el contrato.
Espere a la mujer varios minutos mientras miraba y estudiaba todo en aquella casa, camine hacia un pasillo que sabia era el que llegaba a las habitaciones y justo en la mitad me detuve, en uno de los marcos de las puertas había marcas.
Toque esas marcas y mi corazón se lleno de amor en segundos; vi a Hannah midiendo la altura del pequeño Arpad y de su hermanita Lara, como los niños se reían y se molestaban; Arpad era como un minion al lado de Lara, a pesar de ser mellizos y eso era motivo de discusión entre los dos chicos, Hannah los reprendía, pero los abrazaba y los molestaba por igual; de alguna forma todo el amor en aquella escena se me metió en el alma.
-¿Qué hace? – escuche la voz de la mujer y salí de inmediato de mi recién ensoñación.
-Nada- conteste no pudiendo evitar ponerme nerviosa ante el escrutinio de su mirada.
-Encontré esto- me extendió un papel donde se leía una dirección – es la dirección de la chica, Lara.
-Muchísimas gracias- le dije tomando el papel en el aire- tiene usted una casa muy bonita.
-Gracias – por primera vez me sonrió – tu no eres de por aquí ¿cierto?
Sonreí – nop – conteste mientras caminábamos de vuelta a la sala - ¿tanto se me nota?
-Un poco, ¿de dónde vienes?
-De todas partes y de ninguna – conteste
-Vamos, dame una mejor respuesta – hablo la mujer - ¿quieres un te o tienes que ir a buscar a tu prima?
Lo medite unos segundos, la verdad era una extraña pero yo también lo era y me había abierto las puertas de su casa.
-Me gusta el te – conteste y empezó a caminar, hacia la cocina.
La acompañe y juntas preparamos la bebida caliente; de nuevo cada lugar y cada rincón de esa casa me dejaba una mezcla de emociones en el cuerpo y en el corazón; eso , sin contar el sin fin de imágenes que llegaban cada tanto.
Pase todo lo que quedo de tarde hablando con aquella mujer, se llamaba Kriska, básicamente vivía con su hijo y la esposa de su hijo, pero ellos estaban de viaje y pasaba esa semana solita, me divertí mucho con ella, quizá después de todo si se notaba mi paso por tantas vidas porque me encontré con que tenia muchas cosas en común con Kriska, por ejemplo, ambas nos sentíamos un poquito solas y nos gustaba hacer cosas raras.
Cuando cayo la noche me despedí de Kriska y volví al hotel, tome el teléfono y llame a German, por la diferencia horaria allá serian las 2 o las 3 de la tarde, me comento que todo estaba bien y que estaba siendo bien atendido por Mafe, eso me calmo un poco.
Me tire en la cama que a decir verdad estaba demasiado cómoda y me permití pensar en Poché, antes de quedarme dormida, estaba tan cansada que no sentí Jet lag.
***
Buenasss noches, la verdad disfrute mucho escribir este capitulo, viaje un poquito con Dani tambien! Espero que ustedes tambien <3 besitoss! y que tengan lindo inicio de semana! actualizo el miercolessss!
Tw: @ Otra_Existe