Una vez que el taxi me dejo al frente de la que solía de mi casa, estaba ubicaba en un pequeño pueblo llamado San pedro, mire el reloj y eran las 8:00 pm del día siguiente, habían sido las diecisiete horas más agotadoras que e experimentado viajando en avión, la casa no se ha utilizado hace once meses y medio aproximadamente, así que debe de estar demasiado sucia, saque las llaves de la maletas.
-¿Ana eres tu?- Dijeron a mis espaldas, mire por encima de mi hombro y allí se encontraba mi vecina, doña Dora
- si, soy yo un gusto de verla de nuevo doña Dora- Dije dándole una de mis mejores sonrisas
- que bueno verla… a ¿Dónde se han metido todo este tiempo? ¿Dónde viven para visitarlas?
- vivimos en otro país- Dije mirando a todo lado
- y ¿tu abuela como esta?
- bien gracias a Dios- Dije metiendo la llave en el cerrojo
- tienes que venir cansada… pasa a mi casa y come algo pequeña, mi nieta y yo tenemos la copia de llaves de tu casa así que la hemos estado limpiando en su ausencia
- muchas gracias –Dije abriendo la puerta y encendiendo las luces y efectivamente la casa estaba realimente limpia, solo faltaba poner los adornos navideños
- no te preocupes y ven a comer- Dijo dándome una sonrisa
- espera yo pongo las maletas en la habitación y voy- Dije entrando a la casa con ambas maletas y me dirigí a su casa y allí se encontraba una chica de menor que yo aproximadamente entre cinco o seis años, quien al notar mi presencia sus mejillas se ruborizaron drásticamente
- cariño quiero presentarte a Ana la que vivía a la casa de al lado…cenara con nosotros- Dijo mientras jalaba a su nieta frente a mi
- me llamo Katherine un gusto- Dijo tímida
- un gusto- Dije dándole una de mis mejores sonrisas, mire a mi alrededor y la casa estaba bien decorada, tenia mucho trabajo que hacer con la mía
- eres mas bonita de lo que me contaban- Dijo jugando con sus dedos
- gracias- Dije despelucando su cabello al igual que lo hacia Sam con mi hermano
- en unos minutos la cena estará servida- Anuncio doña dora con una sonrisa, así que me senté en la sala junto a Katy
- me di cuenta el inconveniente que tuviste con tus ex compañeras que te lastimaron demasiado que casi te dejaron inconsciente- Dijo ella mirando hacia la nada
- veo que los chismes viajan rápido por acá- Dije en tono de desagrado pero mezclado con burla
- no es chisme, es que yo estudio por esa parte y presencie la escena… me quede paralizada que no pude hacer nada, fui una inútil, pudieron haberte matado pero por imbécil no ayude- Dijo en susurro
- no te preocupes- Dije acariciando su espalda- yo estaba consciente que muchas personas pudieron auxiliarme en ese momento pero no quise, no quería correr el riesgo de que alguna saliera lastimada por mi culpa...yo no se como explicarte pero prefiero mil veces que me lastimen a mi que los que se encuentran a mi alrededor
- eres muy valiente Ana...- Dijo con una sonrisa mirándome como si fuera una súper héroe pero no lo era, solo soy una chica que esta dejando sus pensamiento suicidas a un lado y cambiando su perspectiva de la vida
- la valentía no tiene nada que ver con nuestros miedos Katy, seas cobarde o no los miedos siempre van a estar presentes pero la diferencia es que en la vida hay que adentrarte a lo desconocido para crecer como persona y fortalecerme como ser humano… algún día tendrás que enfrentarte a una aventura en la que tendrá que enfrentarte por ti sola- Dije mirando hacia la nada para lo ultimo terminar mirándola a los ojos
- ¿tu crees?- Dijo entre esperanza y aterrada
- serás muy valiente desde entonces pequeña Katy… aun eres pequeña y tienes cosas que aprender espero que no caigas en las manos de los demonios- Dije en susurro
- ¿demonios? ¿A que te refieres?- Dijo aterrada
- a los demonios que se adentraran en tu cabeza y provocaran que te lastimes tanto- Dije mostrándole mis cicatrices, ella se tapo la boca con su mano; yo me encogí de hombros, admito que mis cicatrices están horribles pero han mejorado al pasar el tiempo
- ¿Cómo eres capaz de lastimarte de ese modo?
- si te lo explicara jamás entenderías…- Dije en susurro
- ¿Por qué no?
- tendrías que transformarte en una como yo- Dije mirándola fijamente a sus ojos, ella asintió con la cabeza- pero espero que no seas una… te arrepentirás toda tu vida
- esta bien- Dijo después de segundos de silencio
- las chicas que te lastimaron… encontraron sus cuerpos colgados en una casa abandonada- Fruncí el ceño
- ¿colgadas? Te refieres a…
- las autoridades dijeron que fue un suicidio ya que dejaron una carta disculpándose por haber hecho tanto daño y haber lastimado a tantas personas- Me dio una rápida mirada por el rabillo de ojo, yo me encogí de hombros, bueno, creo que después de todo no tendré que enfrentarme con ellas, entonces mi viaje fue una perdida de tiempo ya que solo vine para solucionar los problemas con ellas, pero ellas se suicidaron, bueno, no tendría ningún problema si me quedara unos cuantos días aquí para navidad
- ok- Sentencie, para dar por terminado la conversación, ella se encogió de hombros
- la comida esta servida- Dijo doña dora asomándose con una gran sonrisa, me puse de pie y me senté en el comedor y empecé a devorar la comida para después agradecer e ir a mi casa para cambiarme de ropa y acostarme en la que solía ser la cama de mi madre para caer en un profundo sueño