1988
Theodore Nott no comprendía el por qué debía de acompañar a su padre a visitar a sus amigos. Él preferiría mil veces estar leyendo en la biblioteca de su casa en lugar de acompañar a su padre, le era aburrido y, sin dudar, le aborrecía. Si eran amigos de su padre entonces también debían de ser personas tan bajas y viles como él.
En esos momentos extrañaba demasiado a su madre, quien había fallecido hace un año...
Su madre realmente le comprendía. ¿Y qué si su madre sentía compasión por los muggles y los nacidos muggles? Ella había sido su madre y él la había amado.
Cuando llegaron a aquella mansión, los ojos fríos de Theodore observaron el lugar sin mucha emoción. Los jardines de aquella mansión estaban muy bien cuidados, contrario a los jardines de su "hogar" que habían comenzado a marchitarse.
El señor y la señora Malfoy eran rubios, altos y Theo pensó que eran tontos. Se notaba...
- Buenas tardes, Nott—saludó el señor Malfoy con una brillante sonrisa
- Buenas tardes, Malfoy—saludó el padre de Theo—este es mi hijo, Theodore...
- Es un gusto conocerlos, señor y señora Malfoy—habló Theo
- Ah, parece tan bien educado como nuestro Draco y mi querido sobrino Asterion—sonrió la señora Malfoy—contrario a Lilith...
- Ah, quisiera verlos—habló su padre
Por supuesto que Theo estaba bien educado, su padre se había encargado de ello. Educarlo como un digno sangre pura, sin fallar... y un severo castigo si eso sucedía.
- Dobby—habló el señor Malfoy y con un ruido sordo apareció un elfo—lleva a la salón a Draco, Asterion y Lilth... ahora
- ¡Como el amo ordene!—chilló Dobby
Con otro ruido sordo, aquel elfo desapareció. Theo siguió a los adultos hasta un salón, que aparentemente era el salón principal. No le interesaba saber de lo que hablaría su padre con el matrimonio Malfoy, aún si era su compromiso con la hija de los Malfoy no le importaba en lo más mínimo.
Cuando vio la entrada de aquel salón, había dos niños y una niña. El par de niños con cabello rubio platino debían ser Draco y Lilith Malfoy, hijos de aquel matrimonio, mientras que el niño de cabello oscuro debía ser Asterion, sobrino de la señora Malfoy.
- Buenas tardes, señor—saludaron los dos niños entrando a la sala
Theo vio que la niña no había saludado, sino que veía fijamente a su padre. Alzando una ceja ella le observó fijamente, con una mirada llena de reto.
- Lilith—habló la señora Malfoy
Lilith hizo una leve reverencia mientras una sonrisa aparecía en su rostro.
- Buenas tardes, señor—saludó Lilii con una mirada y una sonrisa fría
- Buenas tardes, niños—saludó el señor Nott
- Draco, nuestro hijo, Asterion, hijo de Bella y Rodolphus, y Lilith, nuestra hija—presentó Lucius—niños, él es el señor Nott, y su hijo Theodore
- Es un gusto conocerlos—habló Lilii
- El gusto es nuestro, señorita—sonrió el señor Nott
- Niños, pueden retirarse con Theodore mientras los adultos conversan—habló Narcisa
- Con su permiso—sonrió Lilii mientras se retiraba del lugar
- ¿Quieres jugar quidditch?—preguntó Draco a Theo
- No me interesa el quidditch—habló Theo
- ¿Ni un poco?—preguntó Asterion
- Ni un poco—respondió Theo
- ¿Quieres jugar snap explosivo?—volvió a intentar Draco
- No me gusta—murmuró Theo
- ¿Qué te parece ajedrez mágico?—preguntó Lilii deteniendo sus pasos—o podríamos leer algo en la biblioteca de los Malfoy...
- Eso es aburrido, Lilii—habló Draco
- ¿Tienes un ajedrez mágico?—cuestionó Theo alzando una ceja
- Yo no, pero Asterion si—sonrió Lilii—Podemos jugar en su habitación, si te parece bien
- Me agrada la idea—asintió Theo
Media hora más tarde, Lilii había perdido aproximadamente cinco veces contra Theo y cansada de ello decidió simplemente ver jugar a Theo y a Asterion mientras Draco se quejaba de lo aburrido que era.
- ¿Por qué no lees algo?—cuestionó Lilii mientras fruncía el ceño
- Eso es aburrido—dijo Draco con un puchero
- Deberías leer y estudiar algo por ahora—murmuró Lilii—así será más fácil cuando vayamos a Hogwarts
- ¿En qué casa planeas estar?—soltó Theo viendo a Lilii
- ¿No es obvio? Soy una Malfoy, soy de sangre pura... estaré en Slytherin—bufó Lilii por lo bajo
- Mi madre estuvo en Ravenclaw—habló Theo viéndola
- ¿Crees que estarás en Ravenclaw?—cuestionó Asterion mientras movía otra pieza del ajedrez
- No, pero no veo lo malo en que Lilith lo esté—respondió Theo moviendo otra pieza y acabando con un peón
- Siendo sincero, tampoco yo—sonrió Asterion
- Ravenclaw es aceptable—concordó Draco mientras asentía ligeramente
- Puedes llamarme Theo, Lilith—habló Theo viéndola
Lilii miró a Theo con algo de sorpresa mientras Theo volvía su mirada hacia el juego que tenía con Asterion.
- Y tú puedes llamarme Lilii
Más tarde, Theo volvía con su padre al lugar que debía llamar como su "hogar". Theo miraba desinteresado a todo mientras su padre parecía satisfecho.
- ¿Qué te pareció la señorita Malfoy?—preguntó el señor Nott
- Agradable—murmuró Theo
- Con suerte, cuando concluyan Hogwarts podría ser tu prometida—sonrió el señor Nott
Theo no respondió, y tampoco le fue necesario al señor Nott una respuesta. Theo solo pensaba en aquella niña de cabello rubio platino y ojos mercurio. Era la única de la familia Malfoy que parecía lo suficientemente inteligente como para serle interesante.
Inconscientemente, Theo pensó en su madre. Su madre había sido una mujer hermosa y delicada, que acabó casándose con alguien como su padre. Murió de una enfermedad, aunque para Theo era como si su padre la hubiese asesinado. Su madre, aunque no parecía joven, lo había sido en comparación a su padre. Y ella lo había amado. Había demostrado amor hacia él, su único hijo. Contrario a su padre.
Seré un buen esposo, si me caso con Lilii... prometo hacerla feliz.
1 de Septiembre de 1996
Theo se encontraba en un compartimento, junto a Daphne Greengrass y Tracey Davis, mientras leía uno de sus libros. Había escuchado de Blaise que Lilii Malfoy iría a Hogwarts este año y también había recibido una carta de ella, aunque nunca lo diría en voz alta.
- ¡Aléjate, idiota!—gruñó una chica fuera del compartimiento
Theo frunció el ceño mientras levantaba su vista del libro. Cuando vio a la chica, la reconoció de inmediato. Reconocería donde fuese a aquel cabello rubio platino y ojos mercurio, aunque Theo supuso que era para ser reconocida de inmediato por los demás. Aunque los mestizos, sangre sucias y traidores a la sangre no sabrían quién era.
- Solo será una cita—habló el chico rubio que estaba frente a ella
Theo frunció el ceño, dispuesto a maldecir al chico. Lilii gruñó mientras sacaba su varita. Agitando el chico quedó pegado al techo y mientras Lilii le apuntaba directamente con su varita, comenzaron a salir murciélagos de su nariz.
- ¡Señorita!—escuchó el chillido de alguien
En un parpadeo, el cabello de Lilii se volvió negro, mientras observaba a un profesor. El profesor parecía estar sonriendo, como si acabase de descubrir un cofre lleno de galeones.
- Señorita, por favor, acompáñeme—pidió el profesor
- Si—susurró Lilii con timidez mientras agitaba su varita haciendo que el chico rubio cayese del techo
Theo suspiró pesadamente.
Lilii nunca cambia.
Pero me alegro de ver a mi primera amiga aquí, pensó Theo mientras veía a la sonrisa nerviosa de Lilii.