1986
Lilith Malfoy no siempre fue educada y serena, al contrario, era un pequeño huracán. Draco, en cambio, era más calmado y sereno, imitando a la perfección a la persona que más admiraba: su padre.
Lilii no quería realmente a sus padres dado que ellos nunca habían mostrado tanto amor hacia ella, al contrario que a Draco. Por supuesto, le alimentaban y vestían con solo lo mejor, pero era regañada severamente cuando cambiaba su cabello de color o colocaba una nariz de algún animal.
- ¡Una dama no juega así, Lilith!
- ¡Debes verte como Draco, Lilith!
- ¡Modales, Lilith!
- Asterion es incluso mejor que tú
Todo el tiempo era lo mismo, sus padres siempre la regañaban debido a que no podía mantener bajo control la apariencia que tenía o no podía aprender la etiqueta correcta de los sangre pura. Ella deseaba ser libre y correr, deseaba tener una escoba y volar por los cielos.
Y todo el tiempo, lloraba corriendo hacia Draco. Draco se había acostumbrado, ambos habían estado juntos la mayor parte del tiempo e incluso él le enseñaba los modales que debía de tener.
- ¿Por qué no me quieren como te quieren a ti?—pregunto Lilii con lágrimas en sus ojos
- Te quieren, Lilii—hablo Draco—son nuestros padres, ellos te quieren y solo quieren lo mejor para nosotros
Draco le limpió las lágrimas con un pequeño pañuelo. Lilii le miró, su hermano siempre le había cuidado y siempre había visto por ella aunque tal vez peleaban, había estado ahí para ella.
- Te amo, Lilii—sonrió Draco mientras acariciaba la cabeza de Lilii—no tienes que ser especial para que te ame...
Los ojos de Lilii brillaron cuando miró a Draco. Lilii sonrió con alegria. Si sus padres no le querían eso ya no le importaría, haría lo posible por hacer sonreír a Draco y hacerlo sentir orgulloso de ella.
Después de todo, Draco había sido la primera persona que le había hecho sentir querida. Ella protegería a Draco.
Draco en cambio, pensaba en lo tierna y hermosa que se veía su hermana... un alma pura y benévola, un pequeño ángel travieso. Draco besó la frente de su pequeña hermana, él la protegería siempre.
Verano de 1991
Lilii sería enviada a Beauxbotons, eso había sido decidido. Lilii simplemente hizo una reverencia a sus padres cuando eso se le había informado. Después de todo, ella no era la única que no iría a Hogwarts, su querido primo, Asterion Lestrange, iría a Drumstrang por la voluntad de Bellatrix, madre de Asterion y tía de Lilii.
Sus padres incluso le habían acompañado a Francia para comprar todos los materiales ahí. Su varita fue comprada en una tienda de varitas francesas. Contrario a Draco, a quien habían llevado al callejón Diagon por sus cosas.
Cuando fueron a dejar a Lilii a Francia, ella no quiso separarse de su hermano ni de su primo. Lilii terminó por dormir en la misma cama que ambos. Cuando estuvieron en el lugar donde debían de dejar a Lilii, ella abrazó a ambos.
- Prometan que me escribirán—murmuró Lilii—no todos los días... solo escríbanme...
- Claro que lo haremos, Lilii—sonrio Asterion cariñosamente mientras acariciaba la cabeza de Lilii—solo se tu misma... te amo
- Cuídate, Lilii—sonrió Draco mientras besaba la frente de Lilii—te amo...
Los dos le sonrieron. Ella verdaderamente los iba a extrañar, después de todo, ellos eran su familia. Abrazó a ambos y luego les dedicó la mejor sonrisa que pudo.
- Los amo—sonrio Lilii—por favor, cuídense...
Lilii camino hacia el carruaje que la esperaba y agitó su mano en señal de despedida antes de subir. Draco le observaba con una ligera sonrisa.
Ella estaría bien.
Verano de 1996
Lilii había regresado a la mansión Malfoy, no regresaría a Beauxbatons. Lucius había sido encarcelado en Azkaban, cuando Lilii escuchó la noticia lo primero que hizo fruncir el ceño y arrugar la nariz en disgusto, tal y como Narcisa lo hacía cuando estaba en presencia de un "sucio muggle". Lilii misma había quemado la carta en cuanto pudo.
Regresar a la mansión Malfoy, después de que las vacaciones pasadas no habían sido nada placenteras al estar cerca de Bellatrix, quien no se cansaba de ser más estricta con ella durante sus "clases" de magia y modales. Asterion, quien nunca había conocido a su madre, había tenido sentimientos encontrados.
Una tarde en particular, mientras Lilii se encontraba leyendo en la biblioteca de los Malfoy, comenzó a escuchar ruidos y quejidos. Frunciendo el ceño ella fue hacia el lugar de los ruidos, empezó a escuchar a su madre sollozar.
- Por favor, Bellatrix...
Su madre estaba suplicando, algo que ella no hacía. Lilii decidió entrar al salón, donde ella frunció el ceño al mirar a su madre casi ponerse de rodillas suplicando a su tía Bella.
- Es un gran honor, Cissy—habló Bellatrix mientras estaba sujetando de la mano a Draco—no te pongas celoso, Asterion... pronto será tu turno también, mi señor no olvida de su servidora más fiel... y tú cómo mi hijo, pronto recibirás este honor también
Lilii miró a su primo Asterion, quien se había puesto increíblemente pálido. Lilii hizo una mueca de asco en dirección a su tía.
- ¿Honor? ¿Dónde está el honor?—cuestionó Lilii mirando a Bellatrix—perdiste más de diez años en Azkaban... estás horrible y te llaman loca...
- ¡Lilith!—reprochó Narcisa
- Es la verdad—dijo Lilii encogiéndose de hombros—tener una marca de por vida en el brazo... como que no suena lindo... ahora si fuese otro dibujo tal vez lo consideraría
Un rato de luz paso cerca de Lilii, quien simplemente alzó una ceja mientras comenzaba a sonreír burlonamente.
- ¿Afecta tanto tu puntería hablar así?—cuestionó Lilii mientras sacaba su varita—¿o acaso Azkaban realmente te afectó?
- ¡Te castigaré maldita mocosa!—chilló Bellatrix
- ¡No! Yo la castigaré—habló Narcisa acercándose—Lilith... tu varita...
Lilith observó los pálidos rostros de Asterion y Draco, y resignada entregó su varita a Narcisa. Narcisa tomó la varita y en frente de todos... la rompió.
- ¡Mi varita!—se quejó Lilith—ahora tendré que ir a comprar otra al callejón Diagon...
- Ja, mocosa insolente te lo mereces—rió Bellatrix—andando Draco, ya perdimos mucho tiempo...
Lilii le dio una mirada de incredulidad al infantil comportamiento de Bellatrix, mientras Narcisa le devolvía su varita rota. Ella observó como su tía Bellatrix se iba junto a Draco, por medio de la red Flu. Lilii rodó los ojos y también se dirigió a la red Flu. Ella tenía unos cuantos galeones en ese instante, no podía estar sin una varita por mucho tiempo. ¿Cómo se suponía que practicaría magia?
Después de ir al callejón, regresó con una varita nueva y se sentó en aquella sala, en la que se encontraban su madre y su primo. Todos estaban esperando ansiosamente a Draco.
Cuando el salón se iluminó con las llamas verdes, Lilii se dirigió de inmediato a la chimenea. Su tía Bellatrix estaba sonriendo cual demente, parecía orgullosa, y eso le enfermaba a Lilii, quien hizo una mueca de asco al verla. Al mirar a Draco, el corazón de Lilii se hundió. Draco tenía una mirada perdida y parecía tener un rastro de lágrimas secas corriendo por sus mejillas. La ira de Lilii aumentó, sin embargo, lo más importante en ese momento para ella era ver a su hermano.
Lilii se acercó a Draco, quien se desmayó haciendo que ella cargara con todo el peso.
- No estes celosa, Lilith, algún día también podrás dar honor a la familia—dijo Bellatrix dándole una sonrisa desquiciada—igual tu, Asterion, me enorgullecerás el día en que lleves esta marca...
La mirada de Lilii se oscureció, la ira se estaba acumulando, inhalando profundamente mientras trataba de calmar sus sentimientos pidió ayuda silenciosa a Asterion, quien asintió. Ambos llevaron a Draco hasta su habitación, y lo recostaron en la cama.
- Draco...—Lilii escuchó a su madre sollozar desde la puerta
Narcisa entró a la habitación, viendo a su hijo recostado en su cama, aquella horrible marca, que estaba en el interior de su antebrazo izquierdo, aún tenía leves marcas de sangre. Draco debió haber sufrido cuando le hicieron aquella marca.
- Esto es culpa de tu esposo—gruñó Lilii dándole una mirada fría a Narcisa—si él no se hubiese relacionado con... esa cosa... Draco no tendría que sufrir ahora...
Narcisa no respondió. Lilii sabía que eso le había hecho daño, sin embargo, no iba a retractarse... esa era la verdad. Narcisa le dio una mirada a Lilii, y por primera vez, ella notó que le miraba con súplica.
- Por favor...—lloró Narcisa
- Yo cuidaré de Draco—habló Lilii mientras besaba la frente de su hermano—yo haré todo para protegerlo... por ahora necesita descansar, le prepararé un filtro de paz... lo va a necesitar... necesitaremos limpiarle la sangre y algo para relajarle la sensación de quemazón que pudo haberle dejado esa marca...
Lilii se levantó y por última vez le dirigió la mirada a su hermano, quien aún estaba inconsciente en aquella cama.
Prometo cuidarte, Draco. Te devolveré todo lo que hiciste por mi cuando éramos niños... lo juro.
Escena extra:
- Lilii, ¿has visto mi túnica de Hogwarts?—habló Draco de 12 años asomándose en la habitación de Lilii
Lilii estaba ante el espejo, con la túnica de Slytherin de Draco puesta. Lilii volteó a verlo en el marco de la puerta mientras comenzaba a sonreír nerviosamente.
- Eh... no—sonrió Lilii
- Lilii...
- Lo siento...
- La próxima vez solo pídela prestada...