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✨🌸ᴄᴀʀɢᴀ ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ🌸✨
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Jimin, Taehyung y Jin, iban en el coche de la pareja del último, Kim Namjoon. El alfa los había pasado a recoger al centro comercial, para irse todos juntos a la cena en la casa del menor de todos, y no sabían porqué, pero entre ellos había un aire de nerviosismo latente.
— Qué apuestos quedaron, chicos. Sobre todo tú mi amor. — dijo el alfa rubio para romper el extraño silencio que había.
— Gracias. —
— Gracias. —
— Obvio. —
Fueron las respuestas de Jimin, Taehyung y Jin, respectivamente. Luego del "obvio" Del omega mayor, todos rieron a la vez, dejando a un lado esa incomodidad que había hace segundos.
Y entre bromas y conversaciones banales, al fin llegaron a la casa del omega de cabellos rosas.
➷🌸
Todos estaban en la sala de los Park, conversando en tonos moderados y demostrando la educación que tenían, para impresionar a su jefe y a la familia de este, los únicos que parecían ajenos a toda la seria situación eran dos omegas que conversaban animadamente, reían sin ningún tipo de vergüenza y llamaban la atención de todos al rededor, cosa que al tercer omega que estaba con ellos no le agradaba mucho.
A Jimin lo que menos le gustaba era llamar la atención, y menos de alfas. Y ahora prácticamente estaba rodeado de ellos.
La mayoría de empleados que habían asistido a la cena de su padre eran alfas, luego unos cuantos betas, y los únicos omegas eran Jimin, su mejor amigo, su primo, su madre y la jefa del departamento de finanzas de la empresa de su padre. Jimin la admiraba mucho, ya que no se dejaba intimidar y ella sola se había abierto camino para estar donde estaba ahora. Ella era un claro ejemplo de que los omegas no eran solo para estar en sus casas guardaditos, siendo bonitos y esperando por sus alfas; rompía completamente los estereotipos y además era muy hermosa. La primera vez que Jimin la conoció en una cena hace un par de años, el pensó que la jóven de ojos grises era alfa, y si su padre no le hubiera dicho que ella era una omega, hasta el día de hoy seguiría creyendo lo mismo.
Y quizás había pasado demasiado tiempo perdido en sus pensamientos y viendola fijamente, porque cuando reaccionó, la omega de cabellos negros estaba frente a él.
— Hola, Jiminie, ¿cómo estás? — dijo sacudiendo su mano frente al rostro del contrario para llamar su atención.
Ambos eran de la misma estatura, y esto provocaba ternura en la omega.
— Muy bien, Nayeonie. ¿Y tú? — la omega tenía un rico olor a fresas y chocolate — Es tan agradable ver más omegas por aquí. — dijo viendo al rededor.
— Agh, tienes razón. Ya estoy harta de oler a estos tontos alfas todos los días, pero... — se cortó sin saber si continuar.
— ¿Pero...? — le instó el contrario.
— No le digas a nadie, pero la semana pasada fuí a traer unos documentos desde las oficinas administrativas, hasta el edificio de entertainment, y justo estaba pasando en frente de una de las salas de ensayos y me llegó un fuerte olor a naranja... — vió de reojo al rededor por si había algún curioso.
— Yah~ Noona, no me dejes con la intriga.
Ambos rieron y se alejaron del resto un poco más para seguir hablando.
— Bueno, al principio era solo naranja, pero luego sentí como un olor... A verano.
El pelirosa enarcó una ceja sin entender.
— Aish. No sé como explicar... Era como a naranja, a un pastel de limón y al mar...
— ¿Al mar?
— Si. — dijo asintiendo con su cabeza y ojos muy abiertos — ¿Ya has ido al mar? ¿No sientes que huele diferente... Por ejemplo a la ciudad ó al bosque?
Oh. El omega ya había entendido.
— Woa~ ya entiendo, Noona. Pero... ¿Por qué tenía tres olores? ¿Era alfa? Yo nunca he conocido a alguien con tres olores, Noona. ¿Es eso normal? ¿No viste quién era? ¿Era un maestro ó un alum-
— Wow, wow, wow. — la pelinegra cortó la diarrea verbal del menor — Tranquilo, Chim, respira.
Y así hizo. Se había emocionado bastante.
— Según me dijo una tía, esto solo pasaba con las parejas... Predestinadas. Yo al principio no le creí, y siendo sincera me reí en su cara, pero...
— Mis padres son predestinados. — le cortó el pelirosa.
— Exacto. — suspiró la ojigris — El problema es que solo pude olerlo, jamás pude ver su rostro. Y esperaba encontrarmelo acá, pero tal parece no es un miembro tan importante, como para que tu papá lo invite...
La pelinegra apenas había terminado su pequeño discurso, cuando tres nuevos invitados aparecieron en la sala junto al padre del omega pelirosa. E inmediatamente ambos omegas reconocieron a dos de ellos — una por el olor, y el otro por su rostro — abrieron los ojos de manera muy cómica, se volvieron a ver entre ellos, tomaron sus manos y salieron huyendo al cuarto del menor apresuradamente y jalando al mejor amigo del pelirosa con ellos en el proceso.
Y por suerte, nadie los había visto... O quizá si.
➷🌸
— ¡TE DIGO QUE ERA UNO DE ELLOS! —
— Con tal que no sea el pelinegro, porque sino, TE RETIRO LA PALABRA, NOONA.
— ¡Qué! ¿POR QUÉ?
— Aish, no griten, omegas de hormonas alborotadas, me dan migraña. — dijo el de mechas verdes sobando su sien — Obviamente, es su crush, Noona. ¿Por qué más? Duh... Por cierto, inserten musiquita de Bad Guy. — Dijo en un susurro a la vez que movía su cuerpo al ritmo de una melodía que sólo él conocía.
— ¿De qué está hablando? — susurró la pelinegra al contrario.
— No tengo idea. — susurró de vuelta. Ambos omegas tomándose de ambas manos y alejándose lentamente del omega que seguía bailando.
— Bueno, de todos modos no creo que sea tu crush mi destinado. — dijo segura.
— ¿Por qué?
— Porque mi destinado huele a verano, y a ese alfa solo de verlo, se le nota que debe de oler a invierno o a otoño.
— Nayeon Noona, debes de dejar de comparar los olores de los demás con estaciones. — dijo riendo suavemente.
La omega río junto con él, aunque de una manera más escandalosa.
— Te lo digo, Jiminie, — dijo secando una lágrima imaginaria de tanto reírse — ese tu crush no es mi alfa. Además es muy pálido, y mi pareja no puede ser más pálida que yo.
Ambos se observaron de forma sería durante dos segundos, antes de romper en carcajadas otra vez, pero el sonido de unos golpes en la puerta los hizo callar. La misma se abrió, mostrando al omega de cabellos castaños y hombros anchos.
— Hey, ustedes tres. — Taehyung detuvo su baile y volteó a ver a su amigo — dice Tía Taeyeon que bajen a comer ya, si no quieren que los venga a traer de la oreja.
Los tres omegas se pusieron pálidos, para luego asentir y seguir al mayor.
Tres muy buenos prospectos de alfa iban en el Audi del mayor de ellos, directo a la casa de la familia Park. Y uno de ellos iba muy nervioso, de encontrarse con un pequeño pelirosa.
— Aquí es, Hyung. — dijo el pelirojo, mientras tocaba el hombro de su amigo.
Ninguno de los tres alfas pudo evitar soltar un suspiro de admiración ante la visión de la mansión del CEO y Yoongi volvió a entrar en un pequeño pánico. Claro, el tenía una vida cómoda, ¿pero qué tal si no era suficiente para cumplir con los caprichos a los que estaba acostumbrado su pequeño omega?
— Cielos, hyung. Esto parece sacado de una película de Disney ó algo así. — interrumpió sus trágicos pensamientos su hermano menor — Ya me dió miedo tu jefe.
Hoseok rió escandalosamente.
— No seas dramático, Kooki-
— Y a tí quién te dió permiso de decirme Kookie. — le interrumpió el pelinegro — No me hables ladrón de hermanos, pelo de cereza. Tsk. Un alfa de cabello rojo, menuda mariconada...
Y así fue como Jungkook se ganó un golpe en la nuca por parte de su hermano mayor.
— ¡Aish! ¡Hyung! — dijo mientras sobaba la zona golpeada — ¿¡Qué te pasa!?
— No seas malcriado, pequeña cosa. Disculpate con Hobi ahora.
— Tsk. Soy más alto que tú. No soy una pequeña cosa.
— Me importa un carajo, somos tus hyungs. Disculpate. — dictó en tono serio.
El menor solo pudo bufar, mientras ponía los ojos en blanco.
— Está bien... — suspiró resignado — Perdón, Hoseok Hyung. No volveré a ser grosero con usted.
El pelirojo rió alegre.
— Aigo~ Kookie — dijo mientras apretaba una mejilla del contrario — No te preocupes, ¡olvidado!
— Bien, vamos. — dijo el alfa mayor, mientras salía de su auto y caminaba a la entrada de la mansión con los otros dos siguiéndole uno a cada lado.
Y qué necesidad de mentir. En esa formación, el alfa se sentía demasiado genial.
Cuando llegaron, el señor Park los recibió muy sorprendido de que su productor favorito fuera, y muy curioso a cerca del guapo hermano menor. Los condujo adentro de la casa, al salón en el que se estaba llevando a cabo la "recepción" De la cena.
Sobra decir que cuando entraron, todos se les quedaron viendo. Unos sorprendidos, otros aburridos, otros celosos. Pero hubieron dos pares de ojos que captaron la atención del alfa de cabello rojo y el alfa más pálido, ya que estos se veían emocionados y a la vez asustados, para luego verse entre ellos y salir corriendo.
— ¿Qué fue eso? — dijo sorprendido y un poco a gusto con la reacción de su omega pelirosa.
— No lo sé, pero puedo ir a averiguar. — dijo seguro el pelirojo, mientras se mezclaba entre los invitados, para seguir por el camino que se habían ido los dos omegas, jalando con ellos a un tercero.
➷🌸
Hoseok era un alfa bastante hiperactivo y sonriente, que si no fuera por su altura y fuerza, muchos creerían que era un amistoso beta. Esto no le molestaba en absoluto, ya que él creía en la igualdad de alfas, omegas y betas. No creía que ser alfa lo hacía superior, ó que el que lo confundieran con un beta fuera un insulto.
Para él, él sólo era HobiHobi.
Luego de ver a ese par de omegas huir, llevándose con ellos a otro chico, le dió curiosidad. Sobre todo por como se le quedaron viendo a él y a sus amigos. Bueno, a su amigo y al hermano de su amigo.
Le pareció muy extraño y curioso, así que averiguaría qué se traían entre manos el hijo del CEO, la jefa de finanzas y el otro castaño-peliverde que quién sabe quién sea él.
Subió las escaleras para salir a un pasillo que parecía un área hecha para niños ó algo así, porque toda la decoración era en tonos pasteles y alegres y los letreros en las puertas tenían cosas escritas como: "Sala de juegos", "Minnie-cine", " Sala de ensayo", etc.
Hoseok estaría mintiendo si dijera que no le gustó la decoración y no muere de ganas de entrar a ver a todos cuartos, pero esa no era su meta, su meta era el último cuarto al final del pasillo, que tal parece, era la habitación personal del heredero de los Park.
Cuando llegó, un dulce olor a fresas, chocolate y un suave olor a frambuesas del otro lado de la puerta lo invadió.
El alfa casi se cae al sentir esos olores.
Pero definitivamente se cayó, cuando oyó la interesante conversación de los tres omegas. Estaba inmerso en ella, hasta que una voz a sus espaldas lo sobresaltó y asustó.
— ¿Qué haces aquí, Hobi? —
— ¡Ave María Purísima! — dijo mientras se daba la vuelta y ponía su mano sobre su pecho — Jo-joder, hyung. Casi me da un paro.
El omega de hombros anchos rió con su peculiar risa, burlándose del contrario.
— Que alfa más valiente... Por cierto, ¿qué estás haciéndo aquí? — preguntó levantando una ceja.
— Eh... Esto... Yo... Estaba... ¿Buscando el baño?
El contrario volvió a reír.
— ¿Me estás diciéndo o me estás preguntando? ¿Y para nada estabas con tu orejota pegada a la puerta de mi bebé?
— Tsk.. Que co-cosas hablas, hyung. Y-yo sólo oí golpes y qui-quise ayudar... — terminó con una cara de duda ante sus propias palabras.
— Claro, haré como que te creo. Pero ya largo de aquí.
El alfa asintió rápidamente y salió casi corriendo por donde había llegado haciendo reír nuevamente al contrario.
Luego tocó suavemente la puerta frente a él, para llamar a comer a esos dos niños desobedientes, que habían logrado sonsacar a la seria Nayeon.
En serio, cuando la chica lo observaba fijamente con sus ojos grises, el omega sentía que la pelinegra podía ver su alma y juzgaba todos sus errores y pecados.
— Hey, ustedes tres. — vió como Taehyung detuvo un baile extraño que estaba haciéndo y lo volvió a ver junto con los otros dos omegas — dice Tía Taeyeon que bajen a comer ya, si no quieren que los venga a traer de la oreja.
Los tres contrarios asistieron graciosamente y salieron siguiendo al omega mayor.
🌸Capítulo Editado🌸
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¿Les dije que tenía hambre?
Bien.
Ahora tengo ganas de vomitar ;-; xdd
»Juno🌼