SUEÑOS PERFECTOS © | SL #2...

By nightredrose

36.9K 2.7K 327

SEGUNDO LIBRO DE LA SERIE "SIN LÍMITES" Luego de varios tropiezos, hay heridas que nunca sanan. Las tristezas... More

SP © | DESCRIPCIÓN
SP © | DEDICATORIA
SP © | EPÍGRAFE
« PROTEGE TÚ CORAZÓN »
SP © | PRÓLOGO
SP © | CAPÍTULO 1
SP © | CAPÍTULO 2
SP © | CAPÍTULO 3
SP © | CAPÍTULO 4
SP © | CAPÍTULO 5
SP © | CAPÍTULO 6
SP © | CAPÍTULO 7
SP © | CAPÍTULO 8
SP © | CAPÍTULO 9
SP © | CAPÍTULO 10
SP © | CAPÍTULO 11
SP © | CAPÍTULO 12
SP © | CAPÍTULO 13
SP © | CAPÍTULO 14
SP © | CAPÍTULO 15
SP © | CAPÍTULO 16
SP © | CAPÍTULO 17
SP © | CAPÍTULO 18
SP © | CAPÍTULO 19
SP © | CAPÍTULO 20
SP © | CAPÍTULO 21
SP © | CAPÍTULO 22
SP © | CAPÍTULO 23
SP © | CAPÍTULO 25

SP © | CAPÍTULO 24

802 71 14
By nightredrose

Amigos
Por: Caterina Russo

No recordaba haberme sentido tan plena desde hacia mucho tiempo. Despertar sin el deseo de volver a dormir era tan raro como la sonrisa que se dibujaba en mi rostro aquella mañana. No podía decirles con exactitud el sentimiento que se alojaba en mi pecho, pero era algo completamente diferente. Y se preguntaran, ¿por qué razón me sentía de aquella manera? Incluso para mí era extraño, pero podía jurar que la noche anterior... había entregado una parte de mi misma que ni siquiera Alessandro había visto y que ni siquiera yo era consciente de que poseía.

Tomé aire, llenando mis pulmones, y mientras salía del baño directo hacia la habitación, caminé con decisión hasta tomar la camiseta masculina que reposaba a los pies de la cama. Cubrí mi cuerpo desnudo, acomodando mi cabello suelto hacia atrás, y fijándome en el retrato enmarcado que se encontraba ubicado sobre la mesa de noche, me acerqué a sostenerlo. Me senté sobre el colchón, rozando las yemas de mis dedos en el borde de aquel bonito cuadro, y viendo la enorme sonrisa del londinense junto a Marcella, apreté los labios.

Varios golpes sobre la madera de la puerta, me hicieron girar la cabeza lentamente con curiosidad, notando como Logan sonreía con amabilidad ante la atención que le prestaba. Éste llevaba solo un pantalón de pijama, las manos colgando a cada lado de su cuerpo fornido, y fue entonces cuando me estiré lo suficiente hasta dejar en su lugar aquel retrato.

—Venia a despertarte. —murmuró, caminando con tranquilidad hasta tomar asiento junto a mí. Guardé silencio, y antes de que pudiera contestar cualquier cosa, él se adelantó. —Fue hace unos años. —agregó, señalando la imagen con un movimiento de cabeza.

—¿Siempre fueron buenos amigos? —pregunté, curiosa.

—No, para nada. —sonrió divertido, negando. —Nunca la había visto hasta que se mudó a Londres y recuerdo no caerle bien hasta unos meses después. —

—¿Cómo es que... se hicieron tan cercanos? —

Lo vi achicar los ojos, pensando seriamente en la pregunta que acababa de hacerle.

—Cuando nos mudamos a la casa junto a Annie y George, los gemelos y yo ya teníamos varios años, éramos niños. Habíamos perdido a los únicos abuelos que teníamos con vida y mis padres estaban devastados. —recordó. —No teníamos personas que se hicieran cargo de nosotros, así que Annie se ofreció a hacer de niñera. Ella y George siempre nos contaron sobre sus nietos, aquellos que casi nunca podían ver, y cuando Marcella llego aquel día, no era la niña de la que nos habían hablado. Era como si estuviera peleando contra el mundo y luego descubrieron su enfermedad. —relató, echando sus brazos hacia atrás para sujetar el peso. —Me costó hacerle entender que los que la rodeábamos no teníamos la culpa de lo que había pasado con ella... la buena parte fue que lo logro entender. —

—Por eso es que hace natación. —concluí.

—Solo le mostré una manera divertida en la que podía bajar de peso. —puntualizó, viéndome a los ojos con seguridad. —Quise ayudarla, eso no me hace mala persona y así fue como nos hicimos buenos amigos. —

Asentí, estirando los labios con esfuerzo hasta ofrecerle una medio sonrisa. Mis tripas gruñeron por el hambre prácticamente al instante, y posando una mano sobre mí estomago sonreí con vergüenza, escuchando como Logan comenzaba a reír a carcajadas.

—Vamos, hice desayuno para los dos. —me obligó a ponerme de pie, posando sus manos sobre mi cintura hasta dar un beso en mis labios.

Me guió hasta la cocina, sin dejar de acariciar mi cuerpo en ningún momento, y cuando tomé asiento en la silla frente al pequeño comedor, giré el rostro a inspeccionar todo lo que me rodeaba. Decorado con colores oscuros, el apartamento era la viva imagen de una cueva de solteros. Habían pocos adornos, las fotos eran escasas, y todos los electrodomésticos parecían prácticamente nuevos. A simple vista podías darte cuenta del poco tiempo que pasaba en este lugar.

Colocó dos platos de comida sobre la mesa, unas tazas llenas de café, jugo de naranja y algunas frutas en un pequeño plato entre ambos. Parpadeé sorprendida.

—Por cómo se ve el apartamento hubiera jurado que no tenias comida en la nevera. —reí, señalando el plato. —¡Son wafles con chispas de chocolate! —

Apretó los labios, tomando asiento en la silla junto a mi.

—Estoy despierto desde hace algunas horas... así que me dio tiempo de ir a la tienda a lo que dormías. —confesó, como si lo acabaran de descubrir haciendo algo malo.

—Bueno, entonces... gracias por el detalle, por qué literalmente muero de hambre. —aseguré, tomando los cubiertos para comenzar a comer.

—Era lo menos que podía hacer luego de la noche tan entretenida que tuvimos. —

Subí las cejas varias veces con picardía, viéndolo sonreír, y relamiendo mis labios al captar lo rico que se encontraba el desayuno, sostuve la taza hasta dar un necesitado sorbo de café. Un ruido, parecido a un pitido de alerta, rompió el silencio y logró hacerme fruncir el ceño. Logan giró la cabeza, mirando hacia una pequeña pantalla de seguridad en la cocina, y escuchándolo soltar una maldición, observé con atención hasta descubrir el motivo de su murmullo sorprendido.

—Logan... estoy prácticamente desnuda. ¿Dónde has puesto mi ropa? —añadí, poniéndome de pie como si hubiera caído sobre un resorte.

—La puse a lavar esta mañana cuando me levante, hay que secarla. —explicó, mas tranquilo de lo que hubiera imaginado. —Ve al cuarto, en los cajones debe haber un pantalón que te puedas poner mientras tanto. —

—Bonita pinta para recibir a tu madre, ¿no crees? —añadí con sarcasmo, comenzando a caminar con prisa hacia el cuarto, escuchando como tocaban la puerta principal con fuerza.

—¡Ya voy! —gritó.

Busqué en los cajones, con mas nerviosismo del que podía comprender, y sacando un ligero pantalón de franela, lo coloqué hasta amarrarlo en mi cintura. Peiné mi cabello, notando como la camisa ni siquiera disimulaba la falta de sostén, y mientras mis labios hacían una mueca complicada, mis ojos observaron un abrigo en el suelo. Lo abroché, y caminé hacia el pasillo, asomándome lo suficiente, con cuidado de no ser vista.

—¡Te tengo una estupenda noticia! Y ya que estaba cerca pensé que te encontraría aquí. —escuché la voz emocionada de Amalie, y el eco de un beso.

—Mamá... no es un buen momento. —

—Siempre es un buen momento para dar buenas noticias. —interrumpió a su hijo y fue entonces cuando la pude ver desde mi posición. —Queremos celebrar tu cumpleaños y tu papá consiguió estadías en un hotel, los gemelos nos van a acompañar... será como un viaje familiar. ¿Te parece la idea? —

—Está genial. Pero estoy seguro de que eso podías decírmelo por teléfono. —

—Pero estaba emocionada, y hace días que no te veía... así que yo... —su voz se apagó de repente, justo cuando llegó a la cocina y dejó la cartera sobre la barra. —Estoy segura de que no llame para avisar que venía para acá. —

—Te dije que no era un buen momento. —

—No quiero pensar que habrás traído a una... —

—Mamá, si hubiera sido de esa manera ni siquiera la hubiera dejado pasar la noche.—

—Honestamente, no sé si creerte. —

Solté el aire, despacio, e intentando caminar con mucha tranquilidad hasta ellos, noté de la manera en la que Logan me miró. Parecía totalmente relajado, como si aquella situación no le causara estrés, mientras mi corazón martillaba con fuerza contra mi pecho y jugaba con mis manos de manera nerviosa.

Carraspeé, y al instante, Amalie Clarke giró sobre sus talones, abriendo los ojos de manera exagerada. Separó los labios y los volvió a unir, perpleja, cuando sus ojos dieron una repasada a mi atuendo de aquella mañana.

—¡Oh Dios! ¡Caterina! ¡Eres... tú! Yo...—con dudas, miró hacia su hijo, viendo cómo éste subió una de sus perfectas cejas. — ¡Tanto tiempo sin vernos, querida! —

Su voz se escuchó con fuerza, haciéndome sonreír por el exagerado tono de sorpresa, y caminando hacia ella lo suficiente como para ofrecerle un apretón de manos, sentí de la manera en la que está me insistió a acercarme hasta dar un beso sobre mi mejilla.

—Es un gusto verla otra vez. —respondí con sinceridad.

—A mi también me da mucho gusto verte... mucho gusto. —asintió, rápido, sonriendo con picardía.

—Mamá... —

—¿He dicho algo malo? —preguntó esta, haciéndome fruncir el ceño, cohibida, para entonces negar. —No sabía que tendrías visitas... pero de todas maneras que bueno que estés aquí. ¡Podrías acompañarnos! ¿No crees, hijo? —le preguntó, sin siquiera esperar una respuesta. —Logan cumpleaños muy pronto, Caterina, y lo celebraremos en un hotel a las afueras de la ciudad. ¡Estas cordialmente invitada!—

—Mamá, no creo que... —negó el chico, aparentemente, complicado.

—¿Cumples años en estos días? —le interrumpí, curiosa, acomodando un mechón de cabello detrás de mi oreja.

—¡Si, en dos semanas! Mis bebés ya no son tan bebés, es muy triste. —contestó Amalie, carraspeando, viendo a su alrededor con curiosidad para luego sostener su bolso. — ¡Los he interrumpido, lo siento! —

—Solo... tomábamos el desayuno. —susurré, intentando que mis mejillas no se sonrojaran.

—Por supuesto. Eso estoy viendo... —

—Mamá, podrías... —agregó Logan, llegando hasta mi lado sin dejar de mirar a la mujer con atención.

—¿Irme? Si. Claro. —apretando los labios, dió algunos pasos hacia la salida. Giró sobre los talones mirando curiosa hacia nosotros, y fue entonces cuando no pude evitar sonreírle. —¿Qué les parece si pasan por la casa a cenar? —agregó, pues aparentemente aún no tenía intenciones de irse.

—Si, de acuerdo. Iremos a la casa. Ahora nos podrías dejar solos, ¿por favor? —zanjó su hijo, haciéndola sonreír ampliamente.

—¡Perfecto! Los espero. ¿A las 7:00pm? —

—A las 7:00pm. —aseguré, asintiendo una sola vez, viendo cómo está agitaba su mano en despedida para luego retirarse.

Cuando la puerta hizo eco al ser cerrada, giré el rostro a mirar con curiosidad sobre la pantalla donde se mostraba la cámara de vigilancia. Amalie Clarke parecía extasiada, demostrando un divertido comportamiento al dar un brinco emocionado para luego aplaudir. Me carcajeé, y mucho antes de que Logan pudiera ver aquella faceta de su madre, ésta desapareció.

—Lamento mucho eso. ¿Seguimos comiendo? —escuchando la voz masculina, asentí divertida, alcanzando mi asiento en el comedor.

—¿Nunca te había visto con una chica en tu apartamento? —pregunté, burlona.

—La realidad es que... nunca traigo a nadie aquí. Además de los chicos y mi familia, nadie sabe dónde vivo. —comiendo, lo vi relamer sus labios con gesto pensativo.

—¿Ni siquiera Marcella? —

—Ni siquiera ella. —afirmó, viéndome por largos segundos. —No quiero que te sientas obligada a ir a cenar... Mamá tiende a ser algo explosiva a veces. —

—Solo iré si quieres que yo vaya. —confirmé.

Corte un pedazo de Wafle, saboreando la textura. Y fijándome en sus ojos tan oscuros y expresivos, aguardé por una respuesta.

—Somos amigos, ¿no, Caterina? —

Parpadeé, bajando la vista por algunos segundos, y obligándome a sonreírle con naturalidad, asentí.

—Amigos. —

—Bien. —sonrió, satisfecho con la idea. —Entonces aprovechemos el tiempo. Luego te llevaré a tu casa para que puedas cambiarte. —

Continue Reading

You'll Also Like

170K 7.3K 28
Katy odia a Pablo, y Pablo odia a Katy. Por cosas de la vida sus madres son mejores amigas y los han obligado a convivir juntos desde pequeños, ¿que...
Queen By Liz

Romance

64.5K 3.3K 27
Libro de Eva Muñoz
3.5M 157K 128
Ella está completamente rota. Yo tengo la manía de querer repararlo todo. Ella es un perfecto desastre. Yo trato de estar planificada. Mi manía e...
189K 9K 50
"𝙀𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙚 𝙮 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙝𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖" "-𝙔 𝙖𝙡 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡 𝙚�...