Los días transcurrieron tras ese evento. Lilii era todo el tiempo escoltada por algún miembro de la casa de Slytherin. Tracey y Daphne parecían estar orgullosas de con ella. Incluso Theo que siempre la había tratado con su máscara de frialdad había comenzado a estar más tiempo con ella y siendo más amable de lo habitual.
La princesa de Slytherin... o la princesa serpiente
Ese era el título de Lilith Malfoy desde que habían ganado la copa de Quidditch. Una líder. Eso era lo que Lilii era para la mayoría de los Slytherin.
Lilii era bella, fuerte e inteligente. Una bruja de sangre pura muy poderosa, eso era lo que decían de Lilii. Ella observaba como todos los nacidos muggles le veían con temor.
- Malfoy es capaz de hechizarte sin hablar...
- Yo escuche que es capaz de hechizar sin varita
- ¡Es una bruja oscura!
Los rumores corrían por todos lados. A Lilii se le hundía el estómago cada vez que los escuchaba. Dado que el Quidditch había terminado, Lilii se dedicó en enseñar a los alumnos de grados menores que se atrevían a hablarle. El grupo de estudio de quinto año aún le seguía, y chicos de todas las casas aún iban. E incluso abrió un grupo donde los otros se dedicaban a enseñar a los más pequeños.
Los rumores comenzaron a ser más ligeros. Una chica que se dedicaba en ayudar a los demás sangre pura. Algunos mestizos incluso habían asistido (fingiendo ser sangre pura) aunque se dieron cuenta de que Lilith Malfoy nunca les preguntaba su estatus de sangre y tampoco su apellido, solo su nombre.
El mes de Junio había llegado. Draco parecía estar desesperado, Lilii lo noto y lo abrazó. Draco se tenso por un momento al sentir los brazos de su hermana rodeándolo, pero permitió sentirse más calmado y relajado.
- Yo... lo siento—murmuró Draco—creo... creo que necesito tu ayuda...
Lilii y Draco entraron a la habitación de chicos de sexto curso, sacando a los que estaban adentro mientras pedían privacidad.
- Si no fuera porque le tengo miedo a Lilii haría chistes de esto—murmuró Blaise saliendo corriendo de ahí mientras un rayo de luz le pasó cerca
- Entonces... ¿casi matas a Katie Bell y a Weasley, cierto?—soltó Lilith
- Si...—respondió Draco
- Sabes que Potter todo el tiempo sospechó de ti, ¿no?
- Lo sé...
Draco comenzó a explicarle todo, como había puesto un imperius a la señorita que atendía las Tres Escobas, la idea de usar monedas como el llamado Ejército de Dumbledore había hecho, el armario donde un alumno de Slytherin se había perdido, el collar maldito, como había escuchado a Granger decir que el celador era un inútil incapaz de diferenciar pociones, el hidromiel envenenado... todo.
- Creo que solo queda una cosa que intentar—murmuró Lilii—tienes que beber un poco de Félix Felicis...
- Pero...
- Lo gané con intención de dártelo en primer lugar—hablo Lilii—bébelo y sabrás que hacer para repararlo... no tengo ni idea de eso, yo no lo he estudiado... pero tú... sabrás que hacer...
Lilii le entregó la pequeña botella con líquido dorado a Draco. Draco observó la botella mientras Lilii sonreía, destapó la botella y bebió un pequeño trago.
- Lamentó mucho todo—hablo Draco entregándole la botella a Lilii—fue muy estupido de mi parte haberte alejado Lilii...
Lilii observó a Draco sacar ropa de su baúl. Era un par de prendas idénticas a la que él usaba en ese momento.
- ¿Recuerdas nuestro juego cuando éramos niños?—preguntó Draco
Lilii asintió mientras recibía la ropa.
- Lo siento mucho, pero la poción me dice que tengo que dártelo—murmuro Draco—tienes que verte igual a mi...
Lilii asintió. Ella fue a vestirse al cuarto de chicas. Cambió su rostro y su cuerpo para ser idéntica a Draco. Cuando ella regresó, Draco asintió. Era como verse en un espejo.
- Espero que la poción tenga razón...
Lilii trago grueso. Draco le entregó una bolsa con algunas cosas. Ambos caminaron hacia la sala de menesteres en el séptimo piso.
- Tienes que ocultarte—murmuró Draco—cuando llegue el momento te avisaré... lamento mucho esto... yo...
- Yo tomaré tu lugar, Draco—sonrió Lilii—lo supe desde siempre... yo me encargare de Dumbledore... déjamelo a mi
Ella sacó la botella de líquido dorado. Eran veinticuatro horas de buena suerta líquida. Supuso que para mañana a esa hora, los efectos se habrían ido. Lilii abrió la botella y le dio un pequeño trago. Sellando la botella, Lilii se sintió más ligera. Lilii sintió cómo todas sus preocupaciones se iban y se sintió aún más confiada que nunca.
- Se que hacer—sonrió Lilii—ve... arregla el armario... y cuando salgas, escóndete y yo tomaré tu lugar...
- Lilii...
- Confía en mi—sonrió Lilii dandole una pequeña palmada en su hombro—sabes que soy más fuerte... yo sabré que hacer cuando llegue el momento...
Draco asintió. Él debía de confiar en su hermana, él debía confiar en Lilii. Lilii se oculto, vio como una profesora entraba a la sala. Ella no la conocía pero observó como salió disparada pocos minutos después. Entonces observó a alguien ayudarla. Era alguien que ella conocía. Harry Potter.
- ¿Qué le sucedió, Profesora?—preguntó Harry
- Estaba pasaeando, meditando acerca de...
Lilii no escuchaba a la profesora que había comenzado a murmurar su respuesta en voz baja. Frunció el ceño deseando poder escuchar mejor pero no podía.
- Profesora, ¿estaba intentando entrar a la sala de menesteres?—escuchó a Harry preguntar
- ... ¿Qué?
- La sala de menesteres—repitió Harry—¿estaba intentado entrar?
- Yo... bueno... no sabía que los estudiantes sabían que existe—murmuró la profesora, o al menos eso creyó Lilii que decía
- No todos—respondió Harry—pero, ¿no pudo entrar y ocultarlas?
- Oh, entre sin problemas—dijo la profesora mirando a la pared con odio—¡Pero había alguien adentro!
¡Draco!
El corazón de Lilii comenzó a latir rápidamente, pero la poción de la suerte había sido efectiva. No habían descubierto a su hermano, él había logrado evitar a la profesora. Lilii se dejó guiar por la poción alejándose un poco de ahí. Hasta que escuchó pasos y pudo volver a acercarse nuevamente. Debía de esperar en ese sitio hasta que su hermano saliera. Cuando su hermano salió, Lilii se acercó.
- Solo piensa "necesito un lugar donde ocultar el armario" y pasa tres veces—murmuró Draco
- Escóndete en algún lugar, Draco—murmuró Lilii—yo tomaré tu lugar...
- Pero...
- Necesita ser ahora—urgió Lilii—el armario está reparado, necesito estar ahí con los otros o sospecharán... debes esconderte...
- Lo siento... lo siento
- Deja que la poción te guíe... sabes que debo hacerlo... y tú también sabrás que hacer cuando llegue el momento...
Draco asintió mientras abrazaba a Lilii. Cuando se separaron, Draco explico todo lo necesario a Lilii y poco después ella observó a su hermano correr hacia el piso inferior. Lilii suspiró y pasando tres veces por ahí finalmente entró en la sala de menesteres.
La sala estaba llena de artefactos, por ahí debía de estar el libro que Harry había ocultado. De inmediato, encontró el armario evanescente y a su lado encontró una jaula con el esqueleto de un animal de cinco patas. Sacó la jaula y notó que había un libro, era el libro que Harry había escondido. Agitando su varita lo encogió y lo oculto dentro de su bolsillo.
Tomó un pedazo de pergamino y lo metió dentro del armario. El pergamino tenía unas simples palabras escritas en ella:
"Está listo"
Pasaron minutos que Lilii sintió eternos cuando del armario finalmente salieron seis personas. Lilii reconoció a todos ellos, ella había visto las fotografías de cada uno de ellos y, para su buena suerte, su querida tía Bellatrix no estaba presente.
- Tenía mis dudas, niño, pero lo lograste—rió uno de ellos
Lilii no dijo ni una sola palabra sino que veía a uno de ellos con desprecio y odio. La mirada de Lilii parecía querer lanzar un cruciatus con ella a ese tipo alto y delgado con el pelo canoso y grandes patillas.
- ¿Qué hace él aquí? Creí que era una misión solo para nosotros—gruñó Lilii con la voz de su hermano
- Órdenes del señor tenebroso—aclaró una mujer
- Nunca cuestionaré las órdenes de nuestro señor—murmuró Lilii—pero un medio humano... su sucia sangre contaminada...
El hombre se acercó amenizante a Lilii, quien con un simple movimiento de varita mandó a volar a aquel tipo.
- Si no fuera porque tienes órdenes, te mataría o te convertiría en uno de los míos—murmuró el hombre
- Sigue las órdenes de tu señor, Greyback—gruñó Lilii controlándose lo más que podía para no cambiar el color de sus ojos
Lilii miró a los otros. Su voz era idéntica a la de su hermano y dejándose guiar por la poción decidió hablar.
- ¿nos reconoces, Draco?—preguntó uno de ellos, un rubio alto
- Los hermanos Carrow, Yaxley, Rowle y Gibbon—murmuró Lilii—tía Bellatrix me instruyó...
- Lo hizo muy bien—habló Yaxley
- Dumbledore se fue a "beber" por lo que no está en el castillo—habló Lilii—si queremos que regrese pronto tendremos que colocar la marca tenebrosa... uno de ustedes tendrá que hacerlo o me descubrirán antes de que el señor tenebroso tome el poder por completo...
- Te gusta ordenar como a tu querida tía Bellatrix—rió uno de ellos
- Son órdenes que debemos seguir para asegurar el éxito de la misión—habló Lilii con calma—Dumbledore llegará pronto si ve la marca... querrá saber quien fue asesinado... debo estar ahí para esperarlo y asesinarlo
- Vamos entonces, nosotros cuidaremos de tu espalda—rió la mujer
- Sugiero poner la marca en la torre de astronomía—rió otro de ellos—siempre odie astronomía...
Lilii se levanto y avanzó. Ella sabía que ellos no se opondrían a sus órdenes. Lilii tan sólo debía avanzar tal y como la poción le indicaba. Su hermano ya debía de estar escondido y nadie, absolutamente nadie, notaría que habían cambiado de lugar.
Lilii creyó que Harry podría vigilancia fuera de la sala, por lo que lo único que se le ocurrió fue lanzar polvo peruano de la oscuridad (que estaba dentro de la bolsa que le había dado su hermano) e iluminó el camino únicamente para los mortifagos. Y no había estado equivocada, ahí se encontraba tres alumnos de Gryffindor: los hermanos Weasley y Longbottom.
El grupo de Lilii corrió hacia la torre de astronomía. Lilii observó a la única mujer, Alecto Carrow, lanzar la marca tenebrosa por encima de la torre de astronomía. Lilii se encontraba oculta detrás de los mortifagos quienes se toparon con los miembros de la orden del Fénix. Lilii siguió avanzando con la mayor calma posible como indicaba la poción, ocultándose lo más que podía de la vista de la orden del Fénix. Entonces observó como alguien caía al piso y pasó por encima de su cuerpo inmóvil. Debía de irse. La moneda que Draco le había dado le informó que Dumbledore venía en camino. Debía de apresurarse.
Lilii estaba por llegar cuando observó a un fénix interponerse en su camino.
- Fawkes...
El ave le observó. Parecía estar llorando, el pecho de Lilii se apretó. No... Ella debía hacerlo. Ella debía de...
- ¿Sabias que esto pasaría? ¿Sabias que tenía que hacerlo?
No hubo respuesta por parte del fénix, que simplemente trataba de impedir el paso de Lilii.
- Por favor... por favor... debo hacerlo... si no lo hago... lo asesinaran... matarán a Draco...
Fawkes comenzó a llorar y se hizo a un lado. Lilii sintió lágrimas en sus mejillas al escuchar la triste melodía de Fawkes. Ella tuvo que limpiar las lágrimas que estaba derramando.
- Lo siento... lo siento...
Lilii siguió avanzando y subió la torre de Astronomía. Ella corrió lo más que pudo y abriendo la puerta de par en par, gritó:
- ¡Expelliarmus!
Ella observó la varita de aquel anciano saltar de su mano mientras él se apoyaba contra el muro, luciendo muy pálido pero sin señales de pánico o inquietud. Dumbledore se limitó a mirarla y dijo:
- Buenas noches, Draco...