Call Me Daddy || JinGyeom

By Little_Borde

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«Donde JinYoung es novio de Mark pero le gusta que YuGyeom lo llame Daddy.» More

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t r e i n t a y o c h o

t r e i n t a y n u e v e

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By Little_Borde

Los rayos del sol introduciéndose por el gran ventanal de la habitación habían logrado despertarlo, no recordaba nada de la última noche lo único que sabía era que tenía todo el cuerpo adolorido y lo más probable era que ya era mediodía al sentir que había dormido por un largo tiempo. Al cubrir con su antebrazo la molesta luz en su rostro pudo sentir el brazo alrededor de sus hombros recordando al maravilloso hombre que se encontraba a su lado, adoraba los días donde simplemente ambos podían ignorar alarmas dejando a un lado los ajetreados trabajos de ambos que sólo les quitaban tiempo para los dos. Estirándose para abrazar el gran pecho a su lado recargando su cabeza en éste para poder disfrutar del característico olor de JinYoung se sorprendió al no tener las mismas sensaciones de veces pasadas...

Parecía tan real, pero dentro de él sabía que todo era un juego más de su mente.

No era él.

No era su piel.

No eran sus labios.

No era su tacto.

No era su aroma.

No era JinYoung.

Abriendo sus ojos encontrándose con el pecho desnudo de JaeBeom el cual seguía inmerso en sus sueños abruptamente recordó todos los acontecimientos ocurridos la noche anterior cayendo en cuenta que una vez más había sido victima de sus sueños o más bien los recuerdos que le quedaban de su relación pasada.

—Joder. —el rubio recargó completamente su cabeza sobre el escritorio jalando mechones de su cabellera.

—No te estreses hombre, créeme que éste trabajo se hace más fácil con el paso del tiempo. —entró el joven tailandés a su oficina con su impecable traje y su cabellera perfectamente peinada hacia atras. —Puedes diseñar cualquier trozo de tela y mientras un famoso de estos lo use, tu diseño ya se hizo tendencia y ya cumplimos con nuestro trabajo. —le guiñó un ojo el tailandés.

—No hablo de esto. —bufó Mark aún con su cabeza cabizbaja. —Llevo unos días de mierda. La perfecta vida que llevaba hace unos meses está empezando a parecerme una ilusión, no se compara para nada con lo mierda que está hecha hoy.

—No jodas, Mark. ¿Le sigues llorando a ese perro infiel?

—No es fácil. —replicó con tono entrecortado levantado su mirada hacia su amigo. —Lo entenderías si te duraran las parejas por lo menos tres días. —soltó el rubio amenazante. —No entiendes, JinYoung y yo llevábamos años juntos. ¿Crees que con un "te engañé, ya no te quiero, te dejo" lo voy a superar para el siguiente día? —preguntó elevando poco a poco su tono.

Chittaphon sobresaltó sobre su lugar al ver ese comportamiento en el rubio. Miró por fuera de la puerta de la oficina para evitar a los cotillas y se acercó a su amigo. —Mark, tranquilo. Estamos en el trabajo.

—¿En verdad me ves capaz de tranquilizarme? Estoy en la mierda, Ten. No me siento bien sin JinYoung, amigos tampoco me quedan muchos. Cagué mi relación con Jackson, me acosté con el prometido de YoungJae, no me atrevo ni a verle la cara, si voy a buscar a BamBam corro el peligro de toparme con el niño ese y ahora tú me tratas como si exagerara las cosas...

—Mark, trato de entenderte créeme, pero si sigues con la actitud de no querer recibir ayuda no puedo hacer nada, si en verdad soy el único amigo que te queda, déjame ayudarte. —intentó acariciar la espalda del rubio para ayudarlo a desahogarse. —Deberías hablar tus problemas para ayudar a liberarlos.

El rubio agachó una vez más la cabeza completamente sobre el escritorio, dejando escapar leves sollozos junto a las lágrimas que se veían caer por el borde del escritorio. —Quiero hablar con JinYoung.

—Joder, ¿sí está todo bien allá arriba? —preguntó en tono sarcástico sacudiendo la cabeza de su amigo.

—Deja las malditas bromas. —gruñó aún cabizbajo quitando de un manotazo la mano de su amigo.

—¿Y qué vas a hablar con él? —preguntó el tailandés con un tono más serio cruzando los brazos. —JinYoung te extraño, vuelve conmigo. —dijó imitando una voz chillona. —Y como el gran ser de luz que es, junto al cariño y respeto que siempre te tuvo, él va a dejar a su novio y va a regresar contigo.

—Vete a la mierda, no quiero seguir escuchándote.

El tailandés abrió su boca en señal de asombro al nuevo vocabulario con el que contaba su amigo. —Bien, ya estuvo bueno, ya me cansé de tu drama, por si no lo recuerdas, soy tu sub-jefe, y por más amigos que seamos sigo siendo tu superior, y esa no es manera de hablarle a un superior. Si vas a seguir con tu puto drama por ahí esta la puerta, que aquí no te pagamos para que vengas a llorar. —reprendió el castaño mientras alisaba las invisibles arrugas de su traje. —¿Vas a trabajar? —preguntó con su ceja derecha elevada a lo que asintió desganado el rubio. —Ve a lavarte ese rostro de mierda que llevas y no quiero oír más lloriqueos sino tendré que hablar con Johnny.


...

Exactamente para las tres de la tarde en la cafetería parecía ser una hora prohibida para comprar ya que apenas el reloj marcaba las tres dejaba de llegar gente, a los empleados les parecía una hora de descanso pero aún así no podían irse, debían cumplir su horario completo aunque supieran que ya no iban a vender nada. SeokMin los hacía quedarse incluso hasta después para ordenar una vez más los vasos que habían sido organizandos el día anterior. Dentro de la cocina se encontraba BamBam quien fingía barrer los granos de café caídos cuando enrealidad se estaba preparando un latte para si mismo; fuera de la cocina estaba Lisa recargada en la barra intentando resolver un crucigrama mientras mordía entretenidamente su lápiz; y sentado en una de las mesas se hallaba YuGyeom jugando con su celular. La cafetería estaba en total silencio hasta que BamBam salió de la cocina acercándose a Lisa para ver lo que hacía, cosa que YuGyeom no pasó por alto, Lisa se veía nerviosa e incluso temblando cuando le compartió su libro de crucigramas hacia BamBam, YuGyeom estaba feliz por Lisa quizá se había vuelto más cercana a BamBam ya que éste no le hablaba a él y puede que ellos dos se hayan vuelto más cercanos. El castaño estaba viendo como ambos tailandeses hablaban entre sí, no se había dado cuenta que los estaba observando hasta que se sobresaltó recibiendo un mensaje y lo hizo remover la mirada de ambos empleados.

Daddy

No olvides hablar con SeokMin.
Enviado 03:24 p.m.

No hacía falta ver quien se lo había mandado porque era obvio, pero en verdad le había servido el mensaje ya que se le había olvidado hacerlo. Debía hablar con SeokMin para pedirle vacaciones, aunque con lo vacía que ha estado la cafetería se dió cuenta de que en verdad no haría falta su presencia.

Caminó hacia la oficina de SeokMin el cuál tampoco se encontraba haciendo la gran cosa, estaba organizando papelería, lo más probable es que eran contratos ya expirados y hojas con información muy antigua pero por alguna extraña razón SeokMin las conservaba y le gustaba ordenarlas. YuGyeom tocó la puerta para anunciar su entrada pero SeokMin hizo caso omiso por lo que YuGyeom optó por entrar.

—SeokMin.

—¿Qué pasa ahora? —preguntó sin despegar su mirada de los papeles en su mano.

—Llevo ya unos cuantos años trabajando aquí, y contando que en verdad nunca he pedido mis días libres. —hablaba el menor mientras arrugaba el pequeño delantal que traía puesto.

—¿Me estas pidiendo vacaciones? —preguntó levantando la vista de la papelería a lo que asintió nerviosamente el castaño. —No lo sé, podría acceder fácilmente con Lisa o incluso con BamBam, pero contigo... Llegas al trabajo con supuestas enfermedades teniendo que irte temprano, además de que llegas tarde o incluso hay días en los que ni llegas. En lugar de darte vacaciones debería despedirte, ¿lo sabías? —volvió a preguntar mirando fijamente al menor.

—SeokMin~ —pidió abultando su labio inferior. —Sólo estaré fuera una semana de la cuál sólo me toca trabajar tres días.

—Tres buenos días de los cuales perderé clientes al no tener quien los atienda. —respondió sin intención de dar su brazo a torser.

—Ya no viene gente a esta cafetería... —soltó el castaño a lo que recibió una mala mirada de parte de su jefe. —Bien, por lo menos lo intenté, tampoco es que tuviera tantas ganas de ir, le diré a JinYoung que no puedo y listo. Gracias SeokMin por tu tiempo. —hizo una pequeña reverencia y tomó el pomo de la puerta.

—¿JinYoung? ¿Park JinYoung? ¿El joven empresario del que hablan? Es verdad, ¿tú eres su nuevo novio, no es así? —SeokMin se levantó de su lugar y detuvo la puerta para evitar la salida del castaño.—Vete con él, sólo avisa a Bam para que te cubran los días que te vas.

—¿Tengo que avisarle a BamBam?

—Bueno, él es el único que puede cubrirte. Lisa me ayuda al final de la jornada con algunas cuentas, no puedo pedirle que todavía trabaje aún más.

—¿No puede contratar a alguien más para que ocupe mi lugar?

—No. —contestó secamente SeokMin mientras regresaba una vez más a su lugar mirando otra vez la papelería.—No quiero a niños nuevos a los cuáles tendré que enseñarles desde cero, y menos si sólo será por unos días, será una pérdida de tiempo, yo paso. Dile a BamBam que te cubra, si quieres las vacaciones esa es mi única condición, además dile a JinYoung que se venga a tomar un café de vez en cuando, al contar ahora con una empresa de esa magnitud debería consentirlos a menudo y que mejor que con un café. —comentó con una extraña sonrisa en su rostro.

YuGyeom salió de la oficina de SeokMin escribiéndole a su novio que había logrado negociar los días libres pero que él debía de pasarse por un café antes de recogerlo si es que quería que esas vacaciones fueran posibles, lo que fue rápidamente contestado con un "te veo en un rato". Aprovechando que todavía tenía tiempo libre fue a la parte trasera de la cocina para hablar con su madre ya que ahí no lo iban a molestar y a parte era un lugar silencioso.


...

BamBam limpiaba el mostrador cuando escucho la pequeña campana encima de la puerta que anunciaba al nuevo cliente se asomó para acercarse a tomarle el pedido pero en cuanto miró de quien se trataba optó por fingir que no lo había visto y que él tonto que se encontraba dentro de la cocina se diera cuenta de la llegada de éste.

—Lisa, avisale a YuGyeom que su novio está aquí. —habló el peliazul a la chica que también se preparaba para tomar el pedido pero ante las palabras de BamBam asintió eufóricamente adentrándose en la sala posterior.

Apenas JinYoung entró a la cafetería SeokMin salió disparado de su oficina para acercase al pelinegro, tomando por sorpresa al economista. —YuGyeom me pidió que me pasara para tomar un café... —empezó a hablar el pelinegro.

—Si, si, yo se lo he pedido. Tengo una buena propuesta para los dos. —sonrió de manera exagerada. —¿Has probado ya nuestro café?

—Si lo he probado, solía venir demasiado hace un tiempo. —comentó mirando salir de la cocina a su novio mientras se quitaba los audífonos.

—¿Y por qué dejaste de venir? ¿Te molesto el cambio de los granos de café? Sabía que no era bueno cambiar de marca... ¿Te trató mal algún empleado? Puedo hablar con ellos, no es manera de tratar así a un cliente... —seguía comentando el encargado de la tienda. —¿O puede que los colores de la cafetería no sean los adecuados? Sabía que ya estabamos un poco pasados de moda...

—No, nada de eso, creo que incluso diría lo contrario. Me gusta el estilo que tienen... —despeinó cariñosamente la cabellera del castaño al acercársele a él. —Con mi nuevo puesto no tengo tiempo ni de comer, por eso ya no paso por aquí en mis tiempos libres. —dijo pasando una mano por la cintura de su novio dejando un casto beso en su sien.

—Bueno... cuando quieras te puedo mandar a YuGyeom a que te lleve un café si es necesario, digo, que mejor que tu novio te lleve uno de los mejores cafés de la ciudad. —propuso emocionado SeokMin. —Digo, podrías hacer cuantos pedidos quieras de lo que quieras y YuGyeom puede llevartelos. —comentó ganándose una mirada de sorpresa de parte del menor.

—¿Quieres que haga publicidad a la cafetería, no es así? —preguntó desinteresado el pelinegro.

—No, no, no, no, yo nunca propondría algo así... Aunque si eso es lo que quieres, no te detendré... —sugirió SeokMin llevándose las manos a sus bolsillos. —Así podrás mantener a tu novio ocupado, en lugar de que se ponga a jugar con su celular toda la jornada de trabajo. —reprochó mirando esta vez al castaño.

—Ahora entiendo porque no quiere dejar el trabajo, tampoco es que haga mucho. —soltó una risa a lo que YuGyeom lo miró de mala gana.

—Hago lo que puedo, no es mi culpa que mis turnos sean los días menos visitados, no es que pueda trabajar mucho... —habló el menor amontonado su labio inferior.

—Bien, quizás no pueda venir tan seguido pero mandaré a mi asistente a comprar cafés para los demás empleados en las mañanas, así tendrás algo que hacer. —habló el economista. —Pero a cambio, quiero que le des más vacaciones a YuGyeom. —comentó dirigiendo una vez más la mirada al gerente.

—¿Más vacaciones? ¿No estamos diciendo que no hace nada? Además de que hubo una temporada en la que nisiquiera completaba sus turnos. —habló anodadado SeokMin ante la propuesta de JinYoung.

—Venga, te voy a subir las ventas, imagino que tienes más empleados, ¿qué hay de Kunpimook? ¿Él aún trabaja aquí, no? No es necesario que YuGyeom tenga que estar aquí, sólo serán como dos semanas... —soltó el pelinegro ganándose la mirada de ambos.

—¿Dos semanas? No, no, no, no creo que nadie quiera cubrirlo. —SeokMin negó con la cabeza mientras hacía cuentas con los dedos de su mano.

—Bien, consíguete a otro empleado, debe haber muchos jovenes que buscan trabajos de medio tiempo, tampoco es que YuGyeom trabajase tantas horas... —dijo JinYoung dispuesto a hacer que SeokMin aceptara.

—Lo tendré que pensar... Tampoco es como si mucha gente quisiera trabajar aquí...

—Esta bien, cuando lo resuelvas vendré a recoger mi café. —respondió dándole un beso a YuGyeom y listo para salir por la puerta.

—No... digo... Si... Esta bien, le doy las vacaciones, creo que nunca le he dado... —comentó rascándose nerviosamente la parte trasera de su cabeza. —Pero como le dije hace un rato, tendrá que hablar con BamBam, es el único que se acopla a su horario de una manera más sencilla, si lo convence puede tomar sus vacaciones.

—Muy bien, ¿con quien pido mi café? —sonrió el pelinegro tomando asiento en una mesa.

—Oh, bien, dímelo a mí, puedes quedarte aquí con YuGyeom, comoquiera ya comenzó su hora de descanso. —habló SeokMin mientras sacaba una libreta del interior de su delantal.

—Dame lo que más se pide. —encargó JinYoung. —Tendré que saber que le voy a comprar a mis empleados, así que tomaré lo que los demás toman.

—Si, ahora mando a alguien a que te lo traiga. —con una sonrisa SeokMin se dió la vuelta e hizo camino hacia la cocina.

—Se nota que si sabes negociar, SeokMin parecía duro de convencer pero terminó aceptando. —comenzó a hablar asombrado el menor. —Pero, ¿Cómo piensas que voy a convencer a Bam?

—Págale sus horas extras además de una cantidad aparte, desde que lo conozco se la pasa metido en el centro comercial, y para el tiempo que se la pasa allá es más que obvio que no cuenta con otro trabajo. —comentó el pelinegro a lo que asintió el menor. —Bien, con lo que pagan aquí no creo que pueda comprarse todo lo que quiera, así que creo que el dinero es la solución de este problema.

SeokMin le había dado una hora libre por eso YuGyeom no fue reprimido para sentarse junto a JinYoung a tomarse ambos una buena taza de café, hablaban de diversas cosas cada una totalmente diferente a la otra pasando el tiempo entre risas y coqueteos disimulados, olvidando el lugar en donde se hallaban, metidos en su propia burbuja.

—Se ven muy lindos. —comentó Lisa posandose a un lado del peliazul dándose cuenta que todo ese tiempo había estado observando a la pareja. —Su novio es muy guapo, ¿dónde consiguió uno de esos? —preguntó la chica ya que no podía apartar su vista de la persona que acompañaba a YuGyeom.

El tailandés negando con la cabeza se dio la vuelta dándole la espalda a la pareja sacando su celular para encontrar algún juego el cuál jugar. —Se lo robó a un amigo. —respondió BamBam de forma directa dejando a Lisa asombrada por el descubrimiento. —El único encanto de JinYoung es su buena cara además de su enorme cantidad de dinero de ahí en fuera es un completo imbécil, no deberías fijarte en él. —advirtió, entrando al cuarto trasero para terminar de limpiar lo que se había quedado sucio de los cafés recién hechos para la pareja, sin percatarse de lo emocionada que había dejado a Lisa haciéndose ideas equivocadas respecto a su último comentario.

—Vaya, hace tiempo que no entraba acá a tomarme un café. —comentó el pelinegro mirando con nostalgia el lugar.

—Si, ya tiene tiempo, solías venir solamente a restregarme en la cara que tenías novio. —soltó el menor mientras volteaba los ojos.

—En verdad venía a verte a ti, que Mark se me pegara en los planes no era mi culpa. —respondió JinYoung tomando un sorbo de su café.

—Mhhm. —emitió el sonido de molestia mientras cruzaba sus brazos abultando sus labios.

—¿Vas a celarme ahora? Cuando en lugar de venir a verte con mi ex vengo a tomarme un café contigo, que ahora eres tu mi novio.

—Aún siento extraño que en verdad seas mi novio. —bajó la mirada sintiendo como comenzaba a sonrojarse.

—¿Te había dicho que me llamaste la atención desde la primera vez que entre aquí? —preguntó el economista estirando su mano para tocar la del contrario.

—¿No nos habíamos conocido en la fiesta? —dijo el castaño con un visible rostro de confusión.

—Te conocía visualmente desde ya hace tiempo atrás y me duele que no me recuerdes, que antes venía con mucha más frecuencia. —comentó acariciando su mano.

—Por eso tu insistencia en la fiesta de tener algo...

—Pues tampoco fue insistencia, no es cómo que te hayas hecho el duro. —soltó JinYoung sintiendo el golpe del castaño por debajo de la mesa.

—Lo que hice fue verdaderamente peligroso, si hubieras sido otra persona pude haber acabado secuestrado y para éste momento quizás estuviera muerto. —mencionó el menor asombrado por su gran impulsividad al irse con JinYoung sin conocerlo. —Lo bueno que terminaste siendo un hombre normal, con el único defecto de que no me habías dicho que tenías novio ya... —comentó riéndose para después parar abruptamente y quedarse pensando unos segundos. —¿No te sientes mal por lo que le hicimos a Mark?

—Si, Mark no se lo merecía, es una gran persona de la cuál sólo me aproveche, nunca sentí nada por él, creo que se puede decir que me gustó en el tiempo en el que lo conocí, pero nunca lo consideré amor, nos hicimos novios por el orgullo que me daría tenerlo como novio y al él encontrarse feliz conmigo tampoco pensé que estuviera mal, pero en verdad se merecía mucho más de cómo yo lo traté. —relató el mayor mostrándose en su rostro el arrepentimiento. —Y quisiera pedirle perdón por todo el daño que le cause pero a éstas alturas lo mejor es estar alejado de él...

YuGyeom miró por primera vez esa expresión en el rostro de JinYoung, se veía sincero a lo que estaba diciendo y él también se sentía de la misma manera, no hicieron las cosas de la mejor forma posible pero de alguna otra forma iba a terminar su situación igual, como el que "le robo el novio a un amigo", se sentía mal por Mark pero también se sentía mal por sigo mismo, pensándolo a fondo, había perdido amigos, se ganó la fama de roba novios... Pero es algo con lo que debe de aprender a vivir, ya ocurrió, ya no se puede hacer nada al respecto y a pesar de las cosas negativas que le ha traído esta relación él no se arrepiente de nada ya que se encuentra muy feliz con JinYoung, y ambos tienen sentimientos mutuos, sabe que él lo ama y también tiene claro que es recíproco. Al notar a JinYoung jugar con la cuchara del café perdido en sus sentimientos decidió acariciar su mejilla con su mano a lo que el pelinegro recostó su rostro sobre esta.

—Te amo. —YuGyeom soltó con ambas mejillas sonrosadas dedicándole una sonrisa a su novio.

JinYoung tomó su mano y besó la palma de esta. —Yo también bebé. —tomó su último sorbo y miró la hora es su reloj. —Tengo que irme, paso a recogerte más tarde. —se levantó de su asiento para acercarse más al castaño y dejar un beso que poco a poco se profundizaba más y más hasta que YuGyeom retrocedió recordando el lugar en donde estaban.

—No es el mejor momento. —soltó una risita y junto ambas tazas para recogerlas y llevarlas a la cocina. JinYoung caminó hasta la puerta y se despidió con un movimiento de mano.

YuGyeom entró a la cocina donde se encontró con BamBam quien limpiaba las gotas de café derramadas en la encimera.

—Bam...

—Mhhm... —respondió mientras fingía no mirarlo.

—Necesito tomar unos días de vacaciones... voy a ver a mi madre... y... —comenzó a hablar YuGyeom, ¿por que ahora era tan dificil hablar con él? —SeokMin dijo que sólo me dará los días libres si tu me cubres, ¿puedes hacerlo? —al terminar la pregunta percibió los ojos que ahora le miraban minuciosamente. —Vas a recibir pago por las horas extras y a parte yo te daré dinero por cubrirme. —sonrió nerviosamente expectando la respuesta del tailandés.

—¿Vas a irte?

—Si aceptas si, SeokMin sólo me dará los días si tú decides cubrirme.

—Sabes a lo que me refiero. —suspiró el peliazul mirando ahora el suelo. —Te vas a mudar, ¿no es así?

—Lo más seguro es que si... —enfocó su vista en sus manos que jugaban nerviosamente.

—¿Muy lejos?

—Japón. —respondió.

—Wow... —soltó el tailandés volviendo a mirar al más alto. —¿Y vendrás de visita?

—No creo, no hay razones, sería por mi madre, pero en ese caso iría a su ciudad no aquí...

—Hmmm... tienes razón... —musitó el peliazul.

—No me quedan muchos amigos aquí. —respondió el menor rascando la parte posterior de su cabeza. —Si acaso JungKook, que es el único con el que sigo quedando...

—Porque quiere meterse dentro de tu culo, por eso sigue ahí.— comentó BamBam a lo que YuGyeom lo miró molesto.

—Eso no es verdad. —contestó con los brazos cruzados.

—Sabes que debería estar odiándote, pero te extraño

—Yo también Bammie

—Eso no quiere decir que apoyo tu relación. —dijo el tailandés recordando todo lo que ha causado esa unión. —Nunca me gustó él, llegó a ser muy, pero muy posesivo con Mark, no sé si era su paranoia de que cómo él era infiel pensaba que Mark podía llegar a serlo... Hubo un tiempo en el que no lo dejaba salir, no quería que viese a nadie, e incluso intentó varias veces que dejara su trabajo, ya que bien es cierto que tenían una buena cantidad de dinero y una buena calidad de vida, no era necesario que Mark trabajara, pero él lo hacía para distraerse y aprovechar el tiempo que JinYoung no estaba en casa. Lo que agradezco es que Mark no lo haya hecho tanto caso en ese tiempo ya que de haberle concedido todos esos caprichos hoy en día no tendría a nadie... —suspiró el tailandés. —No te dejes pisotear por él... es lo único que te pido, no sé que es lo que te gusta de él... debe tenerte bien complacido como para traerte así de leal hacia él, así que sólo quiero que entiendas eso, ya no te voy a seguir juzgando por esa relación que tienes pero sólo quiero que tengas cuidado, aquí voy a estar para ti en lo que necesites. —se sentó en el suelo siendo seguido por el castaño. —Mark de por si ya estaba muy lejos de su familia, y en cuanto amigos, eran muy raras las veces que lo veíamos debían ser días en los que JinYoung llegaba más tarde del trabajo, y sobre su trabajo, Mark no trabajaba fijamente en una oficina, si quería ir a la oficina iba, sino, se quedaba en casa a trabajar, quizás por eso generó esa gran dependencia que aún le tiene... Con él pasaba la mayor parte del tiempo ya que no le dejaba ver a nadie más... —comentó mientras fijaba la mirada en sus zapatos acomodándose en una postura donde podría abrazar sus rodillas. —Sólo quiero que estés atento a las señales de las que te advierto, no quiero que te haga lo mismo, no quiero hacerte sentir mal pero... de alguna manera nos separo a nosotr-...

—Porque así lo decidiste tú, es verdad que no le caes de la mejor manera pero aún así entendía que eras mi mejor amigo y por eso pasaba tiempo contigo, incluso cuando él no estaba me decía que te llamara para no estar solo. Si, fue una mierda con Mark, yo también lo fui, le hicimos mucho daño, pero debes de entender que yo no soy Mark, y si llega a querer tener ese comportamiento conmigo lo podemos hablar él y yo, si me ha ofrecido lo de dejar el trabajo pero lo he rechazado porque me gusta ganar mi propio dinero, yo también estoy lejos de mi familia pero él incluso me ha preguntado cuando viene mi madre a visitarme e incluso me propuso ir a visitarla, y con el tema de los amigos, el único que me dejo de hablar fuiste tú... sigo yendo al club de baile, sigo viendo ahí a mis nuevos amigos, sigo quedando con JungKook, con el único que no hablo es contigo y porque así lo quisiste tú. —respondió con un tono más serio mientras cruzaba sus brazos. —Apreció que quieras advertirme acerca de sus comportamientos pasados para así no repetir la historia, pero yo sé como llevar mi relación. Y si a lo que te referías con lo de "aquí voy a estar para ti" significa que podemos volver a ser amigos, por mi no hay ningún problema sólo deja mi relación de lado, no intentes hacer que lo deje, porque esa era tu intención cuando me empezaste a hablar de esto.

Comenzó a sonar la canción del tono de llamada del celular del menor haciendo sobresaltar a ambos que se encontraban en completo silencio. El castaño miró la pantalla de su celular y deslizó para contestar a lo que el tailandés pudo escuchar de la llamada la voz de la persona de la cual estaban hablando, "¿Hoy vas a baile?" A lo que su amigo contestó que no, "Bien, quería que me ayudaras a ver algunas cosas del viaje cuando pase a recogerte te cuento más, sólo quería saber si estabas disponible" A lo que el castaño respondió con un sonido de estar de acuerdo, "Te dejo trabajar ya, debes de estar muy ocupado" escuchandose al final de la frase una risa, "Te amo"  dijo el economista dejando al castaño sonriendo y a lo que contestó con un yo igual y terminó la llamada. Parecían dos adolescentes que comenzaban su relación y se ponían nerviosos al decirse 'te amo', incluso podría decir que vió al menor sonrojarse.

—¿Continuamos ya el trabajo o quieres decirme alguna otra cosa? —preguntó levantándose del suelo limpiando el polvo que se le habían quedado a sus pantalones.

El peliazul negó con la cabeza dejando que su amigo saliese a la barra de la cafetería, quedándose él aún sentado en el suelo recargando la cabeza sobre sus rodillas. —¿Por que aún no puedo hacerme la idea de que ya tienes novio? —suspiró el tailandés mientras cerraba los ojos y se repetía la misma pregunta.

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