Marzo dio paso a Abril. Lilii se encontraba en el gran comedor desayunando cuando un gran búho entró volando y entregó una carta. El búho miraba fijamente a Lilii como si la estuviese juzgando.
- El sentimiento es mutuo—murmuró Lilii frunciendo el ceño
Lilii abrió la carta.
Querida, Lilith
Draco me ha informado que el 21 de abril será el examen de aparición para aquellos que han cumplido la mayoría de edad, como Draco y tú. Sin embargo, te pido que no participes en los exámenes de este año. Te lo ruego, Lilith. Se que no te escribo con frecuencia, incluso cuando estuviste en Beuxbatons, pero te pido que me obedezcas en esta ocasión. Se que tienes muchas preguntas y algún día te las contestaré todas. Te lo prometo, pero no participes en estos exámenes.
Con amor, tu madre, Narcisa Malfoy
Lilii hizo un ademas quemando la carta. Narcisa tenía razón en algo, Lilii tenía demasiadas preguntas. Tomando un pergamino y una pluma comenzó a escribir su respuesta para enviarlo de regreso con el búho, quien ni siquiera le dirigió una segunda mirada.
Lilii se había aislado de todos. Ella no sabía que hacer. Solía escaparse en algunas ocasiones a la biblioteca, estaba casi segura de haber terminado de leer casi toda la sección prohibida. Había incluso memorizado algunos maleficios y pociones que le parecían útiles. Aunque algunos libros eran bastante... ¿suaves?
Había algunos libros que solo mencionaban algunas cosas pero no daban un significado profundo después de ello. Era algo que a Lilii le parecía estupido. ¿Para que mencionarlo si no hablarán de ello?
Había comenzado a investigar más acerca de los Black, algunos nombres ahí y allá. No era que los Black hubiesen hecho algo muy importante como crear un hechizo o alguna poción. ¿Cómo habían conseguido sus riquezas?
Los nombres de algunas familias habían figurado en los libros. Había una familia de magos y brujas de sangre pura que realmente le había llamado la atención, los Cromwell. La mayoría de ellos había variado de casa en Hogwarts pero casi siempre estaban en Ravenclaw o en Slytherin. Los Cromwell habían logrado hacer pociones y encantamientos que aparecían en los libros de la sección prohibida, incluso si solo eran mencionados.
Aparentemente los Cromwell buscaban una forma de ser inmunes a la maldición asesina. Y habían sido de los pocos que habían encontrado la forma de liberarse completamente del maleficio cruciatus. Aunque todos los libros mencionaban lo mismo.
Los Cromwell, una familia sangre pura que niega compartir la información de la mayoría de sus logros.
¿No era lógico? Si alguien encontraba algo increíble, no lo compartirían a la ligera con el mundo. Parecía que los Cromwell, incluso, se habían mudado a Irlanda dejando atrás a un descendiente squib en Inglaterra.
Busco en los libros de historia encontrando algunos nombres de los Cromwell. Melinda Cromwell había creado un encantamiento capaz de repelar ataques físicos. Lucinda Cromwell había creado un anillo que le permitía respirar bajo el agua. Lucas Cromwell había informado cómo resistir a un imperius.
Todos los Cromwell de alguna manera, habían sido capaces de tener una resistencia y concentración mental increíblemente fuerte. Sin embargo, la mayoría de los Cromwell se habían negado en tener descendencia. Decían que los sangre pura usarían los hechizos de su familia para algo que posiblemente amenizaría la población muggle. Finalmente, los Cromwell fueron considerados como traidores a la sangre por algunos pero para otros aún se les era atractivo tener una relación con esa familia, por lo que los Cromwell realizaban contratos de matrimonio que impedía que los miembros políticos de la familia hablasen de sus inventos, en el mejor de los casos, o siquiera tuviesen contacto nuevamente con sus familias. El ser un Cromwell significaba vivir solamente en las tierras que se les pertenecía, aislados del mundo.
A Lilii le hubiese encantado pertenecer a aquella familia era una lástima que el último de los Cromwell había fallecido hace tantos años según el libro que había encontrado. El Cromwell había dejado atrás una niña que, posiblemente, perdió su apellido cuando se casó o cuando murió. Era una lástima que no había registro claro de la hija de aquel Cromwell o algún descendiente.
Lilii había aceptado finalmente que nunca encontraría las tierras en la que los Cromwell habían vivido, después de todo, se decía que solo aquellos que tuviesen algún lazo sanguíneo con ellos (por lejano que fuera) era capaz de entrar ahí y leer los libros que guardaban.
Un desperdicio de años de aprendizaje...
Lilii había estado sola la mayor parte del tiempo. Daphne y Tracey aun tenían algo de miedo, y Lilii de cierta manera las comprendía (¡De verdad lo hacía!), pero Lilii no tenía ganas de conversar con ninguna.
Theo se había acercado a ella. Ambos habían comenzado a hablar aun más. Aparentemente, Theo deseaba tener un duelo con ella, pero Lilii solo quería leer o practicar sus hechizos. Theo se había encargado (de alguna manera) de distraer a Lilii dado que Blaise estaba... ocupado.
- ¿Cuál es el plan, Nott?—soltó Lilii
- No sé a lo qué te refieres, Malfoy—murmuro Theo
- No me hablas a menos que sea para estudiar—murmuró Lilii—y estamos jugando ajedrez mágico...
- Y eres mala en ello—comentó Theo
Lilii estaba perdiendo, Theo estaba cerca de matar a la reina y dejar indefenso al rey.
- Tal vez no soy mala, solo tú eres demasiado bueno—murmuro Lilii
Finalmente, Theo le había ganado. Lilii no parecía estar molesta con ello sino que había sonreído.
- A veces se gana y a veces se pierde—murmuro Lilii encogiéndose de hombros
- A veces eres aburrida—sonrió Theo
- ¿Seré tu prometida?
La pregunta quedó flotando en el aire. Lilii observaba a Theo que se había quedado rígido ante la pregunta y unos segundos después había comenzado a relajarse.
- Se me informó que todos los compromisos sangre pura fueron suspendidos—murmuró Theo—al menos hasta dentro de dos años...
- ¿Y quien los decidirá?—preguntó Lilii
- El señor oscuro—respondió Theo
Lilii se quedó en silencio y pocos segundos después comenzó a asentir. Era obvio. Ella no había sido comprometida y tampoco se le había informado de un compromiso desde pequeña. Tal vez se debía a eso. Quizá por eso todos se comprometían hasta después de terminar sus estudios en Hogwarts, Voldemort había intercedido para escoger las parejas de los hijos de sus seguidores.
Por un momento Lilii pensó en la familia Cromwell. Ellos habían tenido la libertad de escoger a sus parejas (fuesen o no de sangre pura), pero habían ocultado todo su conocimiento por seguridad o, tal vez, simple paranoia.
Lilii siempre supo que su padre, Lucius, había amado profundamente a su madre, Narcisa, y de es manera su compromiso fue establecido. Una simple coincidencia que ambos fuesen de sangre pura. Si uno hubiese sido un mestizo... entonces ellos no se hubiesen podido casar.
Lilii suspiró.
- Si llegamos a comprometernos... prometo no envenenarte—hablo Lilii con toda la seriedad que pudo
- ...
La expresión seria de Theo hizo reír a Lilii. Ella no lo había hablado en serio. No envenenaría a Theodore Nott. Ella le dio la mejor sonrisa que pudo.
- Serias un lindo esposo, Theo—dijo Lilii—lo sé...
- Seré mejor de lo que padre fue con madre—murmuró Theo
- Es por eso que se que serás lindo—sonrió Lilii
Theo le observaba en silencio. Muy pocas personas sabían lo que había pasado con él. Lilii había sido la primer candidata de su padre para que fuese su prometida, de hecho, no le sorprendía que la mayoría de los sangre pura buscaran a Lilith Malfoy para casar a sus hijos. Los Malfoy debían buscar al mejor candidato y era, de cierta manera, un alivio que ellos no tuviesen que decidir.
- Y se que tu serás una excelente esposa, Lilii—hablo Theo desviando su mirada
El corazón de Lilii dio un vuelco. Ella sintió como la sangre se acumulaba en sus mejillas y comenzó a sentir su rostro caliente. Asintió con ligereza desviando la mirada.
Lilii realmente deseaba ser normal.
Los días continuaron pasando con aparente normalidad. Lilii conversaba algunas ocasiones con Blaise o Theo mientras Tracey y Daphne intentaban convencerla de salir con algunos chicos.
Harry Potter y Lilii conversaban en algunas ocasiones, aunque Harry había comenzado a evitar a toda costa mencionar el nombre de Draco.
- ¿Participarás en el examen de aparición, Lilii?
- No... esperare al otro año...
- ¿Por qué?
- Porque quiero tomarlo contigo... intentemos juntos, Harry
Harry se puso colorado, aunque sabía que Lilii tal vez estaba jugando con eso.
Lilii observó a Harry acercarse a ella mientras se inclinaba y besaba su frente. El rostro de Lilii se puso colorado mientras su cabello se volvía de un rosa suave por unos segundos, pasó tan rapido que Harry no lo notó.
- Eres un tonto, Harry James Potter...
- Pero soy tu tonto, Lilith Danae Malfoy...
Lilii desvió la mirada. Harry Potter solo estaba jugando, tal y como ella lo había hecho. Porque Potter jamás sería un amigo o algo más de ella, no de una Slytherin, no de una Malfoy. Eso era ridiculo.
Transcurría el mes de mayo y Lilii, finalmente, había tomado el valor suficiente para hablar con el profesor Snape. Ella lo vio caminar por el quinto piso.
- Disculpe, profesor—llamó Lilii
- ¿Necesita algo, señorita Malfoy?—preguntó Snape viéndole con frialdad
- En realidad... quisiera saber si usted sabe algo de Regulus Black, Altair Black o Fresia Purblood...
Silencio.
Hubo unos minutos en silencio, pero poco después se escuchó un fuerte sonido.
¡CRACK!
Lilii volteó de inmediato al lugar donde había escuchado aquel sonido. Observó dos elfos mirandole con los ojos desorbitados.
- ¡Señorita! ¡Señorita!—hablaba Bixy, sonaba desesperada—¡El joven Malfoy...! ¡El baño de varones del sexto piso...!
El corazón de Lilii se detuvo un momento.
- Draco...