...
...
Como había comenzado a hacer en las últimas semanas, Gilgamesh pasó más y más tiempo en la mansión Tohsaka, encontrando los sofás más adecuados para sus gustos y la hija de Tokiomi una compañía menos aburrida que la de Kirei.
Incluso cuando la niña no estaba allí, el mobiliario del lugar, aunque no estaba al mismo nivel que el de los Einzberns, era mucho más adecuado que la decoración simple y esencial de la Iglesia.
Como era verano, Rin estaba en casa de Illya, Shirou o en casa practicando Magecraft. A pesar de que Gilgamesh observó su progreso, rara vez intervino, excepto por señalar un detalle que podría haberse perdido.
El resto del tiempo, el Rey de los Héroes permaneció sentado en un sofá, bebiendo su característico vaso de vino tinto, y cuando se fue, fue a un café o una tienda de té con Arturia.
Un día, estaba recién llegado de una de esas reuniones - ninguno de ellos jamás les llame fechas -, cuando se encontró con todas las luces apagadas y la casa de un extraño silencio. Sin embargo, podía sentir la presencia de Rin dentro.
Él levantó una ceja.
Como de costumbre, fue a la gran sala para acostarse en uno de los sofás. Allí encontró a la chica de cabello negro sentada en el suelo sobre sus piernas, con una expresión muy triste en su rostro.
Su rostro no traicionaba sus pensamientos, pero estaba bastante convencido de que ella estaba con Emiya.
Aunque, para ser justos, Arturia le había dicho que Illya iba a pasar la tarde en casa de su hermano ... no había mencionado la presencia de Rin.
Pero la razón por la que ella estaba desplomada en la alfombra de la sala de estar en un estado de ánimo tan miserable se le escapó.
La niña levantó la vista cuando lo escuchó acercarse. Se sentó en un sofá y notó la expresión hueca de sus ojos, bastante inusual para ella. Cuando él no dijo nada, ella habló en voz baja.
"Hoy ha pasado un año desde que murió mi madre".
No había emoción en su voz, excepto por un dolor muy profundo pero bien escondido.
Gilgamesh era muy consciente de la condición mental en la que su madre había estado después de la guerra, ya que él había estado presente cuando se le había infligido.
Rin, sin embargo, no lo sabía. Solo sabía que él había sido un Sirviente durante la Cuarta Guerra del Grial, pero como había entendido que era mejor mantenerse alejado de cualquier cosa relacionada con él, no había preguntado más ... y no estaba al tanto del papel que él o Arturia había tenido en el conflicto.
El Rey de los Héroes decidió quedarse en silencio.
Rin apartó la vista de sus ojos para mirar la chimenea vacía, su expresión no cambiaba.
De repente, ella comenzó a llorar.
No solo sollozos o quejidos, sino que verdaderas lágrimas de dolor comenzaron a correr por su rostro, y enterró su rostro en sus manos.
Momentos antes de que sus rasgos estuvieran ocultos, Gilgamesh vio una angustia tan madura en su joven rostro, similar al que había visto una vez en Arturia, que estaba perdido.
Sabía que la chica era fuerte y dedicada, pero parecía haber momentos como el actual en el que estaba muy infeliz. También sabía que era parcialmente responsable de su tristeza ... obviamente echaba de menos a sus padres, y el Rey de los Héroes había sido testigo de su muerte, una física y otra mental.
Por primera vez desde que podía recordar, no estaba seguro de qué hacer.
Estaba la hija de su antiguo Amo llorando con los ojos en el suelo frente a él, y él simplemente la estaba mirando. Nunca había estado en una situación así ...
Bueno, eso no era cierto. Había habido otro asunto similar ... la de cabello blanco, Illya, una vez estuvo muy triste por las mismas razones, sus padres, y también comenzó a llorar.
Pero en aquel entonces Arturia había estado presente, y había consolado a la niña con gentileza, hasta que se había quedado dormida.
Quizás también funcionaría para el heredero de Tohsaka.
Gilgamesh decidió que podía intentar hacer lo mismo.
Con una cautela inusual para él, y continuamente preguntándose qué tan difícil e inusual se sentía, el Rey de los Héroes se inclinó hacia adelante y puso su mano sobre la cabeza de la niña.
Al principio, ella no reaccionó a su toque, pero luego su llanto aumentó en volumen y permitió que su agarre se volviera un poco más firme. Parecía estar menos reprimida en su angustia, y dejó que todo fluyera, consolada por la mano que tocaba su cabeza.
Al mirar su grito, Gilgamesh se dio cuenta de que un movimiento tan simple era mucho, mucho más difícil de lo que había pensado.
Se maravilló de Arturia.
Había hecho exactamente el mismo gesto, aparentemente sin esfuerzo, y con una mirada muy antigua en su rostro. El hecho de que ella supiera cómo hacer algo así no le desagradaba ... lo hacía admirarla.
Ahora podía ver lo difícil que era, y sin embargo ella lo había hecho fácilmente.
Poco después, el llanto de Rin se hizo más suave cuando su fuerza comenzó a abandonarla, y lentamente se quedó dormida. Sus párpados, pesados por las lágrimas, se acercaron, y ella dejó caer la cabeza hacia el sueño.
Antes de que el Rey de los Héroes pudiera evitar que sucediera, la joven estaba profundamente dormida con la cabeza apoyada sobre sus rodillas.
Él entrecerró los ojos al verlo. Ese no era el resultado que había previsto cuando decidió hacer algo para consolarla.
Pensó en lo que Arturia había hecho cuando Illya se había quedado dormida. Había tomado a la niña en sus brazos y la había traído a su habitación para permitirle descansar cómodamente.
Bueno, ciertamente no iba a hacer lo mismo.
Pero como se había quedado dormida de rodillas, al menos para liberarse sin hacerla caer al suelo, supuso que podría ponerla en el sofá.
Cuando la chica de cabello negro estaba en el sofá en su lugar, salió de la habitación, cerró la puerta y sacó su teléfono móvil.
Justo entonces, comenzó a sonar. Fue Arturia. Sorprendentemente, ya que ya se habían conocido en persona ese día.
Sonriendo ante su notable momento, respondió. Cuando ella le preguntó si estaba ocupado, él le dio una respuesta sorprendente.
"Ya no. Hasta hace unos momentos, tenía un mocoso mocoso dormido de rodillas".
Hubo exactamente tres segundos de completo silencio, antes de que Arturia se aclarara la garganta.
"¿Disculpe?"
Sabía por su tono que ella no le creía. Y su actitud se oscureció.
"Me escuchas."
Siguió otro breve silencio. Luego, con voz cautelosa, volvió a hablar.
"¿Te importaría elaborar?"
A El no le importó.
"Ha pasado un año desde que murió la madre de la niña. Estaba llorando y llorando hasta que se durmió conmigo".
Arturia, al otro lado de la línea, sabía que había algo más que eso.
Ella sabía que él nunca habría permitido tal cercanía en primer lugar ... así que algo más tuvo que haber sucedido para que Rin estuviera lo suficientemente cerca como para que tal escena tuviera lugar. Sin embargo, sabía que Gilgamesh no le diría más ... al menos, no por teléfono. Ella hizo una nota mental para preguntarle al heredero de Tohsaka cuándo se encontrarían de nuevo.
Hablando de la familia Tohsaka ... esa fue la razón por la que realmente lo había llamado en primer lugar. Tal vez era el momento adecuado para preguntarle sobre un asunto que siempre le había hecho imposible considerar verdaderamente confiable a Gilgamesh.
"Gilgamesh ... he tenido la intención de preguntar esto por un tiempo".
Reconoció la seriedad de su tono y se sentó en un sillón cerca de la entrada de la casa.
"¿Cuál fue exactamente tu participación en la muerte de Tokiomi?"
Ya habían hablado sobre el hombre en el pasado, particularmente en Alemania, cuando se enteraron de las reglas reales de la guerra, y ella sabía por experiencia que Tokiomi no era alguien de confianza. También sabía que Gilgamesh lo consideraba una persona bastante aburrida.
El Rey de los Héroes le habría entrecerrado los ojos si ella hubiera estado presente.
Él entendió la razón de tal pregunta, incluso si ella no se lo había dicho explícitamente. Ella todavía desconfiaba de él, porque no sabía cuál había sido su relación exacta con su Maestro.
Bien. Si ella quería aclaraciones sobre eso, él se las daría.
"Creo que he dejado en claro que no sentía cariño por el primer Maestro que tuve durante la guerra", comenzó lentamente. "Era un hombre muy engreído, y actuó de manera cuestionable a pesar de ser un poderoso mago. Como su sirviente, puedo decir que su comportamiento y decisiones cuando se trataba de mí eran aburridos, cuando no ofensivos, en el mejor de los casos ".
Se detuvo por un segundo, sabiendo que Arturia estaba escuchando atentamente.
"Cuando Kirei me informó sobre las reglas reales de la guerra y vi que Tokiomi solo estaba esperando el momento adecuado para ordenarme suicidarme, dejé de considerarlo como mi Maestro. Pero no hice nada ... porque quería para ver si todavía era digno de alguna consideración de mi parte ya que, después de todo, me convocó ".
Sacudió la cabeza ligeramente.
"Sin embargo, Tokiomi solo demostró lo mestizo que era. Terminó regalando a Kirei con la misma arma que el sacerdote usó para matarlo".
Hubo una respiración muy suave por parte de Arturia.
"Fui un observador de esa escena ... Si Tokiomi abriera los ojos a tiempo y se diera cuenta de la verdadera naturaleza de Kirei, lo habría considerado lo suficientemente digno de respeto para intervenir. Pero hasta su final, permaneció convencido de que todo era lo que quería ver". Así que, cuando estaba sin un Maestro, para poder seguir existiendo en el mundo, acepté hacer un contrato con Kirei ".
Sabía que Arturia sería capaz de entender su razonamiento. Su respeto tenía que ganarse; simplemente ser su maestro no era suficiente.
Continuó: "Tokiomi no era un hombre completamente estúpido, tal vez, pero era ingenuo, en el sentido de que no podía ver la verdad frente a él ... que, por cierto, es lo que también le enseñó a su hija . Pero al menos la niña parece tener el sentido suficiente para crecer ".
Hubo un largo silencio después de su discurso.
Arturia pensó en lo que le había dicho, sabiendo que no había mentido.
Esa información ciertamente la hizo sentir muy mal en nombre de la joven Rin ... estar bajo la tutela del hombre que había matado a su padre a sangre fría era absolutamente terrible.
La otra cosa que hizo pensar a Arturia fue el hecho de que Gilgamesh no era exactamente responsable de la muerte de Tokiomi. Como su Siervo, probablemente debería haber protegido a su Maestro, eso era cierto; pero Arturia sabía que el Rey de los Héroes era diferente de personas como ella o Lancer o incluso Rider, que habían prometido su lealtad a sus Maestros de manera más o menos abierta. No sería leal a su Maestro, ya sea Tokiomi o Kirei, porque no se habían ganado su lealtad o, al menos, su respeto.
Teniendo en cuenta todos los hechos que conocía, Arturia pudo ver que Gilgamesh no había ayudado, como había sospechado anteriormente, a Kirei a matar a su Maestro. Aunque no le gustaba Tokiomi, no había participado en su asesinato, sino que observó cómo se desarrollaban los acontecimientos y, por lo tanto, le dio al hombre la posibilidad de redimirse en su opinión ... algo que el jefe de Tohsaka no había hecho.
Los pensamientos del Rey de los Caballeros volvieron a su hija. Fue un alivio que Rin no siguiera el mismo camino que su padre ... había abierto los ojos a tiempo. Y Gilgamesh había sido quien la ayudó en eso.
Ella sabía que eso la hacía parecer más digna que su padre a sus ojos.
Ella frunció. Le habían dicho el destino del padre de la niña. ¿Pero qué hay de su madre? Había fallecido un año antes, como Gilgamesh le había dicho, pero sospechaba que había más. Y probablemente era el momento adecuado para preguntar, considerando que parecía inclinado a compartir detalles del pasado.
"Gracias por decirme esto, Gilgamesh. Pero me gustaría saber ... ¿por qué Rin estuvo bajo la tutela de Kirei después de la guerra? Su madre falleció hace un año, debería haber podido cuidar de su hija ..."
Ella lo escuchó suspirar lentamente.
"Parece, Arturia, que desconoces muchos de los oscuros secretos de la familia Tohsaka".
Hizo aparecer una copa de vino en la mano que no sostenía el teléfono y tomó un sorbo antes de continuar.
"Tokiomi tuvo dos hijas".
Los ojos de Arturia se entrecerraron confundidos. Ella no había sabido tal cosa.
"Sin embargo, de acuerdo con sus creencias, incluso si ambas chicas aparentemente tenían un gran potencial mágico, solo una podría ser educada para convertirse en el futuro líder de la familia y recibir una capacitación adecuada en ese sentido. Por lo tanto, permitió que su hija menor fuera adoptada por la familia Matou ".
El rey de los caballeros cerró los ojos. Irisviel le había contado sobre la crueldad de esa casa ... y sabía que el Maestro de Berserker, el Maestro de Lancelot, había sido de allí.
¿Y Tokiomi había enviado conscientemente a su propio hijo a ese lugar?
Escuchó la voz de Gilgamesh nuevamente, sacándola de sus reflexiones.
"Puedo sentir tu indignación desde aquí, Arturia. Pero eso no es todo".
Tomó otro sorbo de su vino.
"Había un hombre de la familia Matou, Kariya ... que aparentemente era amigo de la infancia de la esposa de Tokiomi. Estaba horrorizado por las acciones de Tokiomi y la brutalidad que se infligió a la joven, que estaba ... preparada para competir en la Guerra del Grial "Kariya se ofreció a tomar su lugar para salvarla ... y se convirtió en un Maestro, convocando a su amigo Berserker".
Arturia decidió ignorar la alusión de esas últimas palabras y esperó a que continuara.
"Después de que Kirei mató a Tokiomi, él arregló que Kariya encontrara su cuerpo al mismo tiempo que su esposa vino al lugar. Kariya perdió el control cuando lo acusó del homicidio e intentó estrangularla. Ella sobrevivió pero, por eso, ella sufrió daño mental, perdiendo su razón ".
Arturia guardó silencio.
Estaba profundamente disgustada con Tokiomi y Kirei por sus acciones durante la guerra, y sintió aún más asco cuando pensó en el hecho de que habían estado entrenando a Rin para hacer lo mismo.
Afortunadamente, la niña ya no era su peón desconocido, incluso si todavía estaba en peligro de ser utilizada en el futuro ... a menos que ella y Gilgamesh lograran destruir el Grial.
Era repugnante pensar que la guardiana de la niña de cabello negro era la persona responsable de la muerte de sus padres. Arturia no estaba segura de si iba a dejar que Rin supiera la verdad de inmediato (la niña ya había pasado lo suficiente), pero se prometió a sí misma que la liberaría del control del sacerdote.
Otro pensamiento la golpeó. La hermana menor de Rin ... la que había sido adoptada por la familia Matou ...
"Gilgamesh ... ¿cómo se llamaba la hija menor de Tokiomi?"
Tenía un poco de curiosidad por su pregunta.
"Sakura"
Podría ser...
Había una chica llamada Sakura, a quien Taiga había estado tutorizando algún tiempo antes. Era un año menor que Shirou y Rin, si Arturia lo recordaba correctamente. Si ella era realmente la hija de Tokiomi ... entonces tal vez existía la posibilidad de hacer algo por las dos hermanas separadas.
Sin embargo, era demasiado temprano para hacer tales suposiciones. Tendría que conocer a la chica primero.
Arturia se dio cuenta de que Gilgamesh todavía estaba esperando que ella dijera algo. Ella se aclaró la garganta.
"Gracias, Gilgamesh, por contarme todo esto. Yo ... no tenía idea de que la familia Tohsaka tuviera una historia tan trágica".
Parecía no darse cuenta de su agradecimiento y concentrarse en otra cosa.
"Espero ver lo que harás ahora, Arturia. Con toda esta información, no tengo dudas de que te propondrás hacer algo por las dos hijas de Tokiomi".
Ella casi sonrió.
Podía leerla bien ... y por alguna razón, eso no la molestaba.
...
* "*" * "*" * "*" * "*" *
...
El Rey de los Héroes tenía razón cuando predijo que Arturia querría hacer algo con las hermanas Tohsaka. Y en esa ocasión, el destino decidió darle la oportunidad que necesitaba.
Trajo a Illya a la residencia Emiya una tarde, solo para ser recibida por Taiga y una chica de cabello púrpura que estaban cocinando juntas. Shirou también estaba ayudando en la cocina.
Los recibieron felizmente, y la chica desconocida se presentó tímidamente como Sakura Matou, y les explicó que era un año menor que Shirou.
Apenas creyendo en su suerte, Arturia pasó la tarde con ellos, observando de cerca a la chica tímida.
Podía sentir su gran potencial mágico y, por todo lo que podía saber de ella, estaba bastante segura de que era la hermana de Rin. Parecía ser una chica de buen corazón, incluso si su autoestima era obviamente bastante baja. Ella también parecía estar de alguna manera enamorada de Shirou.
Esa noche, mientras hablaba por teléfono con Gilgamesh, Arturia le mencionó ese hecho; y ella se divirtió con su burla. Dijo que el pasado traumático de la niña obviamente había arruinado su capacidad de ver a la gente con claridad, porque de lo contrario, ella nunca habría tenido la idea de querer a ese chico mestizo. Arturia no reprendió al Rey de los Héroes por sus palabras; Ella personalmente encontró que el afecto de Sakura por Shirou era bastante lindo.
Durante los días siguientes, Arturia se aseguró de alentar la amistad de Illya con la niña de cabello púrpura. Unas pocas veces, cuando su barrio acompañó a su hermano y a Sakura a la escuela los días que estuvo libre de sus propias clases, el Rey de los Caballeros los observó desde la distancia.
Se dio cuenta de un chico de cabello azul de la edad de Shirou que parecía bastante grosero con Sakura. Después de preguntarle a Illya, descubrió que él era el hermano mayor de la niña, Shinji Matou.
Más de una vez, Arturia notó que era bastante tiránico hacia su hermana, y también se dio cuenta de que probablemente lo hacía mucho peor en casa.
Sakura siempre fue amable con todos, pero el Rey de los Caballeros pudo ver el hecho de que probablemente estaba siendo maltratada terriblemente en el Matou's.
Y observando a ese chico, Shinji, que obviamente era un cobarde intimidante, la maltrataba en público después de todo lo que ya había pasado, Arturia apenas podía contener su ira.
Sin embargo, no había nada que pudiera hacer en ese momento, aparte de darle la bienvenida a Sakura con cálida amistad y apoyar su relación con Shirou, Illya e incluso Rin, cuando llegó a la casa de los Emiya.
Arturia no podía hablar directamente con la niña, porque no sabía cómo era su situación en casa ... hablarle sobre su pasado podría ponerla en peligro.
Pero no dejaría que la situación siguiera siendo como era ... sobre eso, estaba absolutamente segura.
...
...