Eleanor ' s POV
Tengo la sensación de estar en un profundo sueño, uno del que por más que intente no puedo despertar. A veces me cuesta un poco respirar, es como si alguien apretara sus manos en mi cuello llevándome casi al desmayo. La oscuridad se ha vuelto lo único visible ante mis ojos, a veces viene ella a verme.
Tengo la sensación que lo hace para ver si aún estoy devastada y no soy capaz de enfrentarla. No me deja salir, y no le pido salir.
Me estoy imaginando todas las cosas que pueden estar haciendo ahora que ya no estoy, pero no logro pensar en si a alguien de aquí le importara saber que aún estoy aquí capaz de salir. Alala me dijo que sería mi responsabilidad lo que pasaría después, pero lo único que hago es deprimirme y encerrarme en lo negativo de mí.
No puedo levantarme de donde estoy, no puedo levantar la mirada del suelo perdida y más que nada, no puedo luchar.
Si sigo pensando así no podré hacer lo que al final de todo me propuse, lo que desde el inicio me tiene concentrada en mi objetivo. Si no puedes destruir a tu enemigo por fuera, hazlo por dentro, donde hay sensibilidad y más posibilidades de que aciertes todos tus intentos. Eso es lo que segura me dije que podía hacer, pero ahora que va pasando el tiempo cruelmente lento... solo pienso en que no podré hacerlo.
Y en lo sola que estoy...
- ¿No eres capaz o no te sientes capaz? - escuche una voz que me hablo a lo lejos, no sabía a donde mirar entre toda esta oscuridad. - Sabia que este momento llegaría. - volvió hablar.
Me levante del suelo al ver que había una pequeña estela de luz creciendo frente a mí, todo comenzó a iluminarse y me cegó por unos instantes antes de escuchar de nuevo su voz.
-Quizás no entiendas mi punto, pero sabía lo que pasaría y busque la forma de que te llegara esto... mi amada hija. - al identificar la voz la busque a ciegas moviendo las manos a mi alrededor.
- ¿Mamá? - las lágrimas se acumularon en mis ojos, no podía creer que hasta me estaba ayudando en el peor de los casos. Todo se detuvo y no escuche nada por unos instantes.
Abrí los ojos de a poco y solo me vi en una escena cuando era muy pequeña, y lo sabía por cómo estaba mi habitación. No había mucho que explicar, mi madre observándome mientras estaba en la cuna haciendo quien sabe qué.
-No soy una madre ejemplar, pero te seré sincera. Fui una mujer desesperada en busca de que no muera su hija. - bajo la mirada a sus manos entrelazadas y suspiro pesadamente. - No es que pidiera una hija con los días contados, por eso hice que me ayudara para guiarte un poco en lo que podría ser tu lucha más dura contigo misma. - extendió los brazos y me cargo en estos, tuve una visión más clara de la habitación y pude ver a un chico sentado en una esquina con los brazos cruzados.
Es Kaled, sus ojos azules lo delataban. Aquellos que tanto me atraían como el mismo paraíso, pero que me llevaron al infierno. Deje de mirarlo para volverme a fijar en las lágrimas que ahora caían del rostro de mi madre, no podía hablar ni hacer señales, era un recuerdo guardado en mi cabeza que hasta ahora sabía que estaba.
-Ahora estas confundida y con preguntas de todo lo que está pasando, y desearía estar para apoyarte ahora que debes de saber toda la verdad. - dijo mientras me balanceaba en sus brazos de forma maternal para hacerme dormir, supuse. - Cariño, debes alejar todo tipo de pensamientos negativos y pensar de forma clara en una forma de matarla. Recuerda que es oscuridad y lo peor que le puede pasar a esta es que te llenes de la luz de la esperanza a la que tanto teme.
Escuchaba atenta todas las cosas que tenía que decirme, hasta que se volvió un recuerdo borroso y sin sentido. Había visto mis recuerdos de bebe, y eso es lo único que tengo como ayuda y pista para salir de aquí.
Sé que mamá no tenía la intención de no contarme las cosas, ahora que conocía la versión completa de como fue que tengo la vida, todo tiene sentido.
¿De qué sirve derrumbarme después de lo que pasaron las personas que me han tenido viva hasta ahora?
Sonaría muy egoísta de mi parte ponerme a llorar y a deprimirme hasta no tener esperanza a más. Ella volverá, siempre lo hace.
Esta pendiente de lo que hago y como me siento, quiere mantenerme bajo su control, pero no soy títere de nadie.
-Debo salir de aquí... - susurre y de inmediato escuche un estruendo en el lugar.
Ella venía, no tenía una forma en particular, solo era una silueta de mi... lo que la hacía ser oscuridad absoluta.
Caminó entre las sombras hasta alcanzar mi mano y la tomó con delicadeza. Estaba un poco acostumbrada a interactuar con ella últimamente, ya no me asustaba.
-¿Qué querías, cariño? - dijo suavemente esperando una respuesta de su agrado.
La miré algo incrédula al saber lo que quiero y volver a preguntarlo, pero no sería fácil para ella persuadirme como anteriores veces ya lo hizo.
-Quiero salir, te recuerdo que gracias a mí, tú estás fuera. - insistí ahora sosteniendo su mano.
Escuche un pequeño quejido antes de que me soltara bruscamente.
-¡TÚ FUISTE QUIEN QUISO ESTO! - me gritó perdiendo la paciencia. -¡LA QUE ESCOGIÓ SU OSCURIDAD ANTES QUE A LOS DEMÁS! - me acusó con el dedo.
Chasqueo la lengua para respirar profundo, no puedo decir nada contra eso.
-Egoísta, me quieres encerrar aquí... - dije entre dientes. -Si me tienes aquí, tú podrás vivir en mi cuerpo haciendo lo que te plazca. - me quejé, ese era su plan desde el inicio.
Ella río para mirarme incrédula.
-¿Quieres hablar de egoísmo después de los actos egoístas que has hecho? - se burló. - No me hagas reír, deja de ser tan patética y déjame terminar mi trabajo. - dijo mientras caminaba de nuevo a las sombras hasta desvanecerse.
Tenía que buscar la forma de salir de aquí lo más rápido posible.
Maldito desgraciado... solo para eso me quería.
"La oscuridad es la parte más poderosa de un demonio, una vez la dominas, te vuelves más fuerte. Pero recuerda que eres mitad humana tanto como Alala, por lo que esa oscuridad ninguna de las dos podrá soportarlo. Es vivir en agonía bajo su control o morir intentando sobrellevarla."
Prefería mil veces morir que ver como lastima a los que quiero, y prometo volver contigo mamá...
.........
Me había concentrado tanto en idear un plan de escape que me olvide por completo lo que me llevo a elegir mi oscuridad. Lo que me mantenía deprimida era repetir ese recuerdo varias veces.
Verifique mi plan antes de pensar como llevarlo a cabo, necesitaba que me concediera la oportunidad de llegar a ella, de alguna u otra forma lo haría.
-¿Estas ocupada? - escuché una voz detrás de mi.
-N-no... - dije pensando que era ella, pero la mujer que vi era una rubia de ojos de color mirándome atenta.
Un largo y sencillo vestido blanco adornaba su perfecta silueta, era idéntica a la mujer del cuadro. Habían varios cuadros de mujeres colgados cuando llegue al castillo, pero recuerdo que ella era el último cuadro, el más cercano al trono.
- ¿Quién eres? - pregunté con la duda de si me lo estoy imaginando o es real.
Me sonrió para sentarse a mi lado en el suelo.
- Soy Lydia, la dueña anterior de la habitación en la que estás. - solo con la mención de su nombre recordé todo lo que me habían dicho de ella.
- Eras la mujer de Asmodeo, a la que... - me quede callada cuando ella sonrió.
No entiendo porque lo hizo, se supone que él la asesinó.
- ¿Cómo está? ¿Ya tiene una nueva esposa? - preguntó con alegría, como si de una persona querida se tratara.
Asentí poco convencida.
- Esta bien.. - le dije y ella se puso la mano en el pecho aliviada. - Yo soy Eleanor su..
- Su hija, lo sé. Cuando estaba viva escuchaba como Abaddon le decía como estaban las cosas contigo. - me dijo y me quedé en silencio sin saber que decir. - Ahora que recuerdo, vine para sacarte de aquí.
¿Qué?
¿Sacarme? ¿Así de fácil como lo dijo?
- Tu plan está mal formado, déjame hacerlo por ti. - dijo señalando la palma de mi mano con su dedo.
Hablaba sobre diferentes rutas que había que considerar teniendo en cuenta las posibilidades de un posible fracaso en alguno, son como diferentes planes ligados al primero. Me sorprendió la manera en la que los unía conociendo la situación en la que estaba, lo que me llevó a preguntar.
- ¿Ya habías pasado por esto antes? - pregunté cuando se detuvo de señalar y hablar.
- No, él no lo permitió. - su respuesta fue distante, como si aquello le incomodaba. - No sufrí por nada gracias a él, sólo de constantes abusos por seguir sus órdenes. - dijo pasando sus manos por el vestido.
Miré sus ojos perdidos en la nada, no sabía porque le había interesado antes saber por él si ahora estaba siendo consumida por los malos recuerdos que este le había dado.
- ¿Eras feliz a su lado? - le dije temiendo a que creyera que era una curiosa.
Frunció el ceño y asintió lentamente.
- Podía ser algo cruel, pero el amor era mutuo. Solo buscaba protegerme, me consideraba una frágil rosa que en cualquier momento podía marchitar por el daño de este mundo. El decidió acabar con la frágil rosa para que nadie más le hiciera daño, y eso es lo que él veía como amor. - dijo sin apartar sus ojos de los míos.
Podía notar como lo decía con cierta melancolía y felicidad. Asmodeo tenía su manera de amar y ella decía que la hizo feliz, aunque después él mismo acabara con su vida.
Parpadeo varias veces y volvió a sonreír para volver hablar del plan, y estaba segura de lo que haría una vez salga.
¡SORPRESA!
El final va a ser la bomba, pero no tanto como ustedes ;)
Me dejo de tonterías, les tiraré capítulos al azar, ya no tengo horario desde que deje esto en la nada, perdón.
Nos vemos
Los quiero
R&O