[EDITADO]
"Quiero negar que no me importa, quiero negar que no te extraño, quiero negar que no me duele, pero es solo eso quiero hacerlo y a la vez no puedo".
Bella Batson
Cuarto de Freddy y Bella
En momento de pánico me invade, me estoy empezando a retractar de hacer esto. A solo tres metros del suelo, unos brazos me agarren por las axilas en un impulso logro ponerme en su espalda.
—Freddy —me acomode en su espalda y deje que golpeara el viento sobre mi rostro.
—¡Bella! ¿¡Cómo es se te ocurre saltar del edificio!? ¡Encima sin gritar la palabra!
—Sabía que me atraparías —por precaución me aferré con mis pies a su espalda.
Mentía si dijera que el me atraparía, era no mejor dedicarle lo que pensaba.
—¿Cómo estas tan segura? —inquirió bajando la velocidad de su vuelo.
—Por qué me quieres —dije usando el tono cursi que siento Darla utilizaba conmigo y con la mayoría de las personas...todos los seres vivos en realidad.
No salió ninguna respuesta de sus labios ya que empezó a descender en uno de los tantos edificios en las afueras de Jump City.
Siento las miradas de varias personas de un momento a otro siento unos brazos quitarme de la espalda de Freddy. Mi cabello se alboroto poniéndose al frente de mi cara haciendo parecerme la llorona solo que con el cabello seco.
—Yo también te quiero, Darla —dije tratando de buscar un poco de aire que mis pulmones pedían a gritos, pero no podía por el fuerte abrazo de oso que la pequeña ahora no tan pequeña me daba.
—Lamento que te hayas peleado con él. Siempre un abrazo puede hacer sentir mejor a las personas recuerda que nos tienes a nosotros si quieres le podemos pedir a Pedro que lo mande a volar, aunque el ya puedo hacerlo el solo -—la abrece de nuevo cuando me soltó y empezó a hablar con rapidez y apenas podía entenderla.
—Gracias, hermanita, luego planeamos como matarlos —dije cuando por fin terminó el abrazo.
Trece años y está en esto me recuerdo cuando no tenía ningún intento de asesinar a nadie. Hago de maravilla mi papel de hermana.
—Eres mala influencia para esta criatura, Bella —bromeó Mary abrazándome —No lo niegues enana —dijo al ver mi cara a de indignada
—Cuando dejes de reírte de mí veas que tengo la estatura promedio de una chica de mi edad.
—Claro estatura promedio —le doy un golpe en el hombro, pero me dolía más a mí que a ella.
Veo los nervios que le atacaban a las fracciones de Eugene. Si algo era malo ese Mini genio era lograr mentirme a mí.
—¿Qué es lo que ocurre?
—Es un robo en el edificio abandonado de la empresa del padre de Sivana —respondió nervioso.
—No te preocupes Pedro y yo nos encargaremos —dijo Mary—Ustedes descansen, luego hablaremos tú y yo, ¿está bien? —pregunta eso a mí dirección sin ganas asiento.
—¿Tienen ustedes algo que hacer? —pregunto en dirección a la velocista y lanza rayos.
—No hicimos la tarea antes con ayuda de Freddy —elevó una ceja con lo que dijo—. Bien Eugene y Freddy me ayudaron.
—Tendré que ponerme al corriente con el colegio —murmure al recordar que tengo algo que hacer la tarea.
—Cuando a ti te ha detenido la tarea para patear traseros —dijo Eugene al no preocuparle suelto una risa con un deje de tristeza —Sobre la tarea, espero que no te moleste, pero yo con ayuda de Freddy la hicimos.
—Creo que eso te alegra más que ponerte triste —hablo Pedro algo que me dejo un poco sorprendida ya que muy pocas veces él hablaba.
No tienes ni idea. Por eso solo significa: estar tirada en sofá con un bote de helado ahogando mis penas. Es lo único que deseo hacer en este momento, aparte de liberar todo este dolor que tengo aquí adentro.
—Que gracioso mira cómo me rio—les dedico una mirada, pero luego bajo.
No están ahora de ánimo para regalarlos o tratar de vengarme de alguno de ellos.
—Los veremos por la mañana
Tenemos que encargarnos del robo —agarra del brazo al adulto con el traje color verde y saltan del edificio.
—Ambos vallan a casa a dormir tienes escuela temprano y no creas que no sé qué tienes ti que entregar un proyecto—señale adelante.
Sabía que haría cualquier excusa para poder seguir metido en la computadora jugando algún videojuego o hackeando al FBI.
—Cuídate, Bella —dijo al mismo tiempo ambos desapareciendo por la super velocidad de la menor.
Cuando siento la presencia de ninguna de Freddy miro la esfera que estaba casi al medio de la habitación hecha de paredes de piedra. Ignoro todo lo que me dicen los pecados para que solo agarre la esfera y los logre liberar.
—¿Vamos a casa con ellos? —preguntó Freddy agarrando me dé la cintura
—No, tenemos que ver a los pecados capitales.
Se elevó algunos segundos y empieza a volar lejos de la ciudad en busca de un lugar para poder entrar a la guarida. Al encontrarlo en una parte escondida del bosque por donde pasábamos, dibujo los símbolos que aún no tenía ni idea que significaban y se formó una puerta entramos y logre sentir la brisa helada al entrar.
Mis pasos hacen eco en la espaciosa habitación que aún con el paso conservaba su toque terrorífico aun cuando Darla ponía un montón de sus dibujos y manualidades que hacía diariamente. Camine pasando de largo lo que decías los pecados para que los liberará.
Me siento en el medio de los tronos, mi trono, mis dedos se juntan con mis cejas arrugan mi entrecejo. Respiro hondo controlando las lágrimas que amenazaban con salir siento un mando en mi hombro no me imite no tenía fuerza de golpear al que me estuviera molestando. No tenía ganas ahora mismo de pelear.
—¿Estas bien? —preguntó Freddy al verlo a los ojos que radiaban de preocupación.
Quiero asentir, quiero ocultar mis emociones como lo hacía antes de llegar aquí antes de que me dieran a la familia Vásquez. Pero ya no puedo.
—No...no lo estoy —mi voz sonaba quebrada sin poner contenerlo suelto una lagrima siento los brazos del de rulos alrededor de mi cuerpo.
Le regresó el abrazo más fuerza al sentir unas leves caricias en mi espalda dejó soltar todo lo que tenía guardado.
—Lo lamento, Bella —sollozo escondiendo mi cara en su pecho—No lo volverás a ver, nos tienes a nosotros, te ayudaremos salir de esta.