Cuestión de memoria {FBTNY #2...

By Lau154

73.3K 7.5K 346

¿Cómo te sentirías si un día despiertas en un hospital, sin memoria, en un país que no es el tuyo y con tres... More

Sinopsis
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
Epílogo

25

2.5K 266 21
By Lau154

(Seguidme en IG: laura.cerreuzeta)

WADE

Mentiría si dijera que la relación con Blanca va de maravilla. Lleva ya trabajando en Broadway alrededor de cuatro meses, recién acaba de renovar el contrato y hace un mes que baila para otro programa de la misma cadena y director. Nos vemos a la semana días limitados porque tenemos horarios diferentes. Hay día que nos podemos ver, algún fin de semana dormimos juntos si hay suerte y... ya. No hay más. Es como si tuviera a mi novia en Barcelona y no en la misma ciudad que yo.

Llevo días dándole vueltas a las cosas y cada dos por tres se me pasa por la cabeza el dejar la relación que tenemos porque siento que así no puedo, pero me veo incapaz de dejar a Blanca. No puedo dejar a una persona de la que estoy enamorado y con la que me veo incapaz de seguir adelante si no es con ella. Así que he decido hacer algo al respecto para poder pasar más tiempo con ella.

He alquilado un departamento que nos queda a media hora a ambos de nuestro trabajo. A ella menos porque trabaja en un plató un poco más abajo del que trabajaba antes. Llevo casi dos semanas con esto, tanto con el papeleo como con el traslado de mis cosas. Esta noche ha sido la primera que he pasado aquí y aún no le he dicho nada a Blanca. Ahora en diez minutos he quedado con ella y aprovecharé para darle la sorpresa. No creo que quiera venir a vivir conmigo, pero al menos le hará ilusión que estemos más cerca que antes.

Cuando llego a la cafetería que solemos quedar siempre, la espero fuera con su café y el mío para ir a Central Park a dar una vuelta. La veo llegar de lejos con sus andares de bailarina que le llamo yo y cuando me ve, sonríe contenta llenándome el pecho un poco más.

-Estás extremadamente guapa hoy. -le digo a la distancia. Ella suelta una risa y cuando llega a mí, coge el café y me da un abrazo. Se separa un poco y besa mis labios.

-Buenas tardes, mi amor. -susurra sonriendo.

-¿Cómo estás preciosa?

-Bien. -sonríe. -¿Y tú?

-Perfecto ahora que te veo por fin. ¿Vamos?

-Vamos. -asiente con la cabeza.

Cuando llegamos a Central Park, me siento en el césped y ella se tumba con su cabeza en mis piernas. Acaricio su rostro con mi dedo y cierra los ojos con una sonrisa. Hoy, realmente, está preciosa. Más que de costumbre.

-Este fin de semana tengo libre. Podremos dormir juntos. -me dice sonriendo. Yo le sonrío también.

-Perfecto, amor. -sonrío.

Pasamos un buen rato hablando de algunas cosas que hemos hecho durante la semana y los días que no nos hemos visto. Ella parece muy entusiasmada con el nuevo programa, el cual le va a durar seis meses y parece gustarle más que el anterior. Y yo me alegro de que esté feliz.

-¿Nos vamos? -pregunto acariciando su mejilla.

-Sólo llevamos una hora juntos. -murmura.

-Quiero llevarte a un sitio. -digo sonriendo.

Ella se sienta y ambos nos levantamos. La tomo de la mano y caminamos dirección al Van Cortlandt Park que es donde está el nuevo departamento.

-¿Dónde vamos?

-Quiero presentarte a alguien. -me limito a decirle.

Cuando llegamos al piso, abro y subimos con el ascensor hasta el piso nueve. Ella mira todo a su alrededor, curiosa. Cuando he abierto la puerta del departamento, la hago pasar antes y ella lo hace dudosa pues debe pesar que entra en casa de un desconocido. Una vez dentro, pongo mi mano a su espalda baja para hacerla seguir caminando.

-¿Qué es esto? -murmura mirando un punto fijo. El marco con la foto nuestra que me regaló por mi cumpleaños.

Yo la abrazo por la espalda y beso su mejilla suavemente. Ella gira un poco su cabeza y me mira.

-Ahora vivo aquí, más cerca de ti. -murmuro. Blanca abre sus ojos sorprendida. -He pensado que, si quieres, podrías venir a vivir aquí. Yo tengo el departamento de policía a media hora y tú el plató a veinte minutos.

-Wade... -susurra sorprendida, mirando todo a su alrededor de nuevo.

-Dos habitaciones, dos baños, cocina, despensa, salón, lavandería... Exactamente lo mismo que el departamento de antes pero más cerca el uno del otro. -susurro acariciando su oreja con mi nariz.

Ella se gira a verme con los ojos ligeramente aguados, como cada vez que va a ponerse a llorar.

-¿Por qué has hecho eso? -susurra con la voz temblorosa. Yo acuno sus mejillas con mis manos y las acaricio.

-Porqué te quiero y llevo cuatro meses viéndote las mismas horas de las que nos veríamos si estuvieras en Barcelona. Y no lo soporto. Me encantaría vivieras conmigo, ya no llevamos dos meses de relación. Llevamos seis meses y estamos bien, ¿no?

Ella asiente levemente con su cabeza y se limpia una pequeña lágrimas que ha caído por su mejilla.

-Dios, por supuesto que vendré a vivir contigo. -murmura abrazándome el cuello.

-¿Si? -pregunto yo sonriendo.

-Claro que si. No quiero otra cosa que no sea pasar más tiempo contigo, Wade. -susurra.

-Joder, pues menos mal.

Ella suelta una risa y se pone de puntillas para besar mis labios sin quitar su sonrisa del rostro.

-Te quiero tanto. -susurra en mis labios.

-Y yo a ti, Blanca.

******

-Amor. -susurra Blanca.

-¿Mhm?

-Está sonando el timbre. -murmura adormilada y justo suena el timbre.

-Ve tú. -me quejo.

-No, ve tú.

-Estoy desnudo.

-Y yo. Si quieres voy a abrir desnuda.

Ella suelta una risita cuando me siento en la cama. Le pellizo una mejilla -ella sigue con los ojos cerrados- y me levanto. Me pongo un bóxer y un pantalón largo de pijama rápidamente y voy hacia el salón.

Ayer por la tarde mismo, después de enseñarle nuestro piso a Blanca, fuimos a por sus cosas del piso y a informarle a sus compañeros -amigos ahora- y a Soraya de que vendría a vivir conmigo. El lunes informará al director de que ha dejado el piso, y así no le quiten los 100 dólares del mes siguiente de su sueldo.

Así que si. Hoy sábado estamos ya alojados con normalidad.

Abro la puerta y veo a Kim, con su barriga de ya siete meses con sus ojos empapados en lágrimas al igual que su rostro.

-Kim, ¿qué pasa? -pregunto sorprendido, mirando a su espalda a ver si está mi hermano. Pero no.

-¿Puedo pasar? -pregunta con su labio inferior tembloroso.

-Claro que si. No tienes ni que preguntar. -le digo dejándola pasar.

Ella entra en el piso y veo que trae una maleta de deporte con ella. Cierro la puerta y la conduzco hacia los sofás.

-Es bonito. -murmura mirando todo a su alrededor.

-Gracias, Kim. Espera un momento aquí que voy a avisarle a Blanca.

Ella asiente con la cabeza y la ayudo a sentarse al sofá. Voy rápidamente hacia el dormitorio y miro a Blanca que está sentada en la cama, desnuda, tentándome a hacerle mil y una cosas pero no podemos porque tenemos a Kim aquí.

-Vístete y sal. Es Kim. Sola. Llorando. Yo no sé qué hacer en estas situaciones. -susurro a Blanca. Ella abre sus ojos sorprendida y se levanta.

-¿Kim?

-Si. Kim. Mi cuñada.

-Ya, ya, ya. -dice ella obvia, yendo al armario. -Ofrécele algo para beber, hombre.

-Ay, ya voy.

Salgo de allí y voy hacia el salón, dónde Kim se está sonando los mocos mientras limpia sus lágrimas con una mano libre.

-¿Quieres algo para tomar? -pregunto a Kim. Ella me mira.

-Un vasito de agua, por favor.

Yo asiento con la cabeza y voy hacia la cocina. Le pongo un vaso de agua y aprovecho de dejar café haciéndose para Blanca y para mí. Vuelvo hacia el salón y veo a mi novia vestida con un leggin negro y una camiseta mía gris, sentada con Kim mientras la abraza. Dejo el vaso de agua en la mesita de centro y ambas deshacen el abrazo.

-Gracias, Wade. -murmura y coge el vaso.

-¿Qué pasó, Kim? -pregunto sentándome en la mesita de centro, de caras a ellas.

-Le he visto unos mensajes en el móvil de tu hermano y... lo he dejado y he venido aquí. -musita.

-¿Qué mensajes? -preguntamos Blanca y yo a la vez.

-Una conversación con una tía que está más buena que Gigi Hadid. Metro setenta, rubiaza con tetas que parecen garbanzos y... muy guapa. Él le decía "hola bombón", ella le respondía "hola, amor" y él luego le dice "quedamos mañana por la mañana en tu casa que en la mía es imposible hoy". Luego ella le respondió "qué pesada esa tía, a ver si se va de tu casa". Él le dio la razón y... -no sigue hablando porque se le escapa un sollozo.

-Kim. -murmuro sentándome a su lado. -¿Tú estás segura de lo que has visto?

-No soy ciega Wade. -bufa. -Me está engañando con una chica a un mes y medio de que nazca nuestro bebé y a ocho de que nos casemos.

-Es que... me es incapaz de creer que mi hermano haya hecho eso con lo enamorado de ti que está.

-Si, eso pensaba yo y mira.

-¿Sabe que estás aquí? Se va a preocupar si no...

-Me ha visto irme. Cuando ha llegado del trabajo, lo he dejado y me he ido. -murmura.

Yo paso mis manos por mi pelo y suspiro, realmente sorprendido. Realmente me es imposible creer eso de mi hermano. No porque sea mi hermano, sino porque sé lo enamorado que ha estado siempre de Kimberly y las cosas que ha hecho él. No creo que tirara todo eso a la borda por una tía, sinceramente.

El timbre suena dos veces, como siempre lo hace mi hermano, y miro a Kim. Ella abre mucho sus ojos y nos mira a ambos.

-No abras, Wade. -pide. Yo me levanto.

-Tengo que hacerlo, Kim. Tenéis que acalarar esto y no dejarlo en el limbo como está ahora. -le digo con una mueca.

-Wade, te voy a arrancar el pene y lo tiraré en el estanque de Central Park como abras la puerta.

-Kim...-susurra Blanca, poniendo su mano en su rodilla. El timbre vuelve a sonar dos veces. -Tenéis que hablar.

Yo aprovecho su distracción y voy a abrir. Cuando abro, veo a mi hermano respirando un poco agitado y con cara de preocupación.

-¿Está Kim aquí?

-Si, está aquí. -digo por lo bajo. -Hazme el favor de no estresarla más cuando entres porque te hago saber que está embarazada de siete meses y esto no le va bien para nada.

-Si es que no sé ni qué coño he hecho, Wade. -susurra exasperado. -He llegado a casa y me ha gritado mil cosas que no he entendido, ha cogido su bolsa y se ha ido.

-Ha visto unos mensajes en tu móvil y tiene razones para cabrearse. Me sorprende que hayas hecho eso, la verdad.

-¿Pero el qué, joder? Déjame pasar.

Me empuja a un lado y entra en casa. No sé porque le di la dirección del piso nuevo. Cierro la puerta y ya empiezo a escuchar los gritos de Kim. Voy hacia el salón y veo que Blanca ya está de pie y Kim sentada, gritándole cosas a mi hermano.

-Pero quieres dejarme hablar, joder. Ni siquiera sé qué mensajes has visto. Si no tengo nada de malo en el móvil. -dice mi hermano exasperado.

-"Hola bombón", "¿Quedamos en tu casa mañana que en la mía es imposible?", "A ver si ya se va esa tía de tu casa, qué pesada". -dice ella imitando la voz de mi hermano.

-¿Pero qué dices? ¿De dónde coño has visto eso? -bufa sacando su móvil.

-En tus chats archivados.

-¿Y eso qué coño es? -pregunta mi hermano confundido.

Me acerco a él y le enseño dónde están los chats archivados. Los abro y veo que sólo hay un chat con una tal "Miranda". Abro el chat y él mira con el ceño fruncido.

-Si esta es la novia de Harlem. -dice confundido leyendo la conversación.

-¿Ahora te tiras a las novias de tus amigos? -bufa Kim limpiando sus lágrimas.

-No. -bufa. -Joder, Kim. Esta conversación no es mía.

-Está en tu móvil. -dice obvia.

Veo como mi hermano busca el contacto de Harlem, su amigo, en los contactos y lo llama. Pone el altavoz y cuando da tono, sube un poco el volumen.

-Hermano. -saluda Harlem.

-¿Por qué tengo una conversación con Miranda en mi móvil? -pregunta mi hermano.

-El otro día te pedí prestado el móvil. -dice.

-Aja.

-Era para hablar con ella. Te lo dije. -dice con obviedad.

-Por tu culpa Kim se ha ido y me ha dejado, así que ya puedes ir ahorrando dinero para pagarme el café todas las mañanas hasta que te despidan. -dice mi hermano. Y sin más, cuelga.

Deja caer su móvil en el sillón y mira a Kim.

-¿En serio me ves capaz de engañarte a ti, Kimberly? -pregunta mi hermano. Yo me alejo un poco y voy con Blanca. Ella me abraza por la cintura.

-No te veía capaz. -reconoce. -Pero vi la conversación y...

-Dios, Kim. -susurra mi hermano y se sienta a su lado.

Kim apoya su cabeza en el pecho de mi hermano y este la abraza mientras le dice mil y una cosas en el oído que no podemos escuchar. Veo como Blanca levanta la cabeza y me mira.

-Más te vale no dejarle el móvil a ningún amigo tuyo porque yo no me ablando como ella. Yo te dejo y 'san se acabó'. -me susurra haciéndome reír. 

ÚLTIMO CAPÍTULO, MAÑANA EL EPÍLOGO

Continue Reading

You'll Also Like

103K 13.4K 163
Entra para obtener más información de la historia 💗
3.4K 339 28
Una adolescente ideal, saca buenas notas, hace deporte, toca el violín. La hija perfecta. Todo estaba genial hasta que por un indestacable motivo de...
5.6K 409 18
[EN PROCESO] Está es una historia triste ya que michael jackson sufrio todos estos años que todos ya sabemos pero no quisieramos mencionar de esto pe...
966K 50.2K 36
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...