—Sabías que hay universos paralelos a este en los cuales cumplimos roles diferentes. —Dijo Seokjin. —Estuve descubriendo esa área de mi habilidad gracias a Jackson que me ayudó, pude encontrar muchas cosas curiosas pero lo más hermoso fue, que en todos los universos paralelos a este, Namjoon y yo estamos juntos.
—Suena divertido. —Dijo Jimin comiendo un chocolate. —¿Que averiguaste de mi?
—Es curioso que haya muchos Jimin también. ¿Sabías que hay un universo donde todos somos betas? Es aburrido. —Dijo Seokjin. —Pero en varios universos te ví junto a Yoongi, fue muy bonito, en uno eras el dueño de una florería. — Seokjin le comentaba a su hermano.
—¿Dueño de una florería? Eso debe ser lindo. —Dijo Jimin para luego ver a su alfa entrar a la sala con algunos papeles.
—Desde que confesamos públicamente que somos albinos nos han llegado miles de propuestas. — Dijo Yoongi. —Y amenazas...
—¿Amenazas? —Jimin frunció el ceño.
—No les he tomado mucha importancia. —Dijo Yoongi. —Tenemos la invitación de ir a un programa estadounidense donde nos harán preguntas... ¿Desean ir? Estoy hablando con toda la familia sobre el tema.
—Por mi está bien, no tengo problema de que las personas vean mi belleza por televisión. —Dijo Seokjin. —Pero solo iré si Namjoon va.
—Bueno, la mayoría aceptó, excepto Jungkook y Yugyeom, ellos tienen planes. —Dijo Yoongi. —En tres meses sale el vuelo a los angeles, tienen tiempo para empacar. Jimin, acompáñame.
Jimin asintió y acompaño a su alfa hasta la habitación que es a dónde se dirigieron.
Yoongi al entrar ambos a la habitación cerró la puerta con llave para que nadie los interrumpa. Fue ahí donde se acercó a su omega y lo cubrió con sus brazos formando un reconfortante abrazo, Jimin no entendía a que se debía pero le gustó la forma en la que su alfa lo abrazaba, era tan cálido y sentimental. Yoongi sintió el aroma de Jimin y éste era diferente a las demás veces, era dulzón, más que antes y el aroma parecía enamorarlo aún más, le hacia pensar en amor y familia.
—Bebé, levántate la camisa. —Yoongi le pidió al omega y el alfa se arrodilló en el suelo para que su nariz quede en el vientre del omega. — Minnie, creo que tengo muchas ganas de ser papá... Pero estoy sintiendo el aroma que desprendes cuando estas en cinta. Me recuerda a cuando esperabas a Jae.
—Pero todavía no tengo ningún síntoma, cariño. —Le dijo Jimin acariciando la mejilla del alfa que dejaba cortos besos en su vientre, Yoongi estaba mimoso, más que nunca, así que Jimin le pidió que se recostaran ambos para hacerse caricias el uno al otro.
A ambos les encantaba ese momento tan íntimo en el cual se dedicaban a darse lindos gestos de amor, como mimos y besos mientras se decían cosas lindas y proyectaban su vida.
—Cachorro en serio pienso que estás esperando un bebé, es tan fuerte tu aroma que puedo sentir y recordar cuando esperabas a Jae. —Dijo el alfa frotando su nariz en el cuello del omega mientras lo abrazaba por la cintura y Jimin los cubría con una manta.
—Bueno, en mi anterior celo recuerdo que te había pedido un bebé, y si es que estamos esperando uno me haría muy feliz. —dijo el Omega acariciando la mejilla de Yoongi para luego acomodarle el cabello.
—¿Crees que a Jae le molestará un hermanito? — Dijo Yoongi.
—No, Jabum estará muy feliz con un hermanito, el ya está grande y pronto querrá tener sus propios cachorros, no creo que le moleste.
[...]
—No te comparto. —Dijo el alfa abrazando a su papá. —Siempre he sido yo, no me acostumbraría a que un pequeño venga a usurpar mi lugar.
—¡Jaebum dieciséis años cumplirás en un mes! —Dijo Jimin riendo y abrazando también a su hijo.
—No importa, siempre seré tu pequeño, no quiero que me reemplacen. —El alfa hizo un puchero, Yoongi sentado en el sofá solo lo miraba con una sonrisa en su cara.
—Pero, Jae... Siempre serás mi bebé, que llegue un hermanito no significa que dejaré de amarte. Hay espacio en mi corazón para tí y muchos hermanitos. —Dijo Jimin acariciando el pelo de su hijo. —Aunque parezca lejano, algún día tendrás que formar tu familia y serás independiente. Con tu padre todavía estamos dispuestos a tener hijos, es muy lindo criar un mini tú.
—¿Me prometen que no se olvidarán de mi? —Dijo Jaebum.
—Jamás podríamos hacer eso Jaebum, eres nuestro primogénito y futuro rey ¿A caso podríamos olvidarnos de tí? Eso es imposible. —dijo Jimin. —Eres lo más importante que tenemos, nuestro bebé, jamás dejaremos de amarte.
Luego de una larga charla familiar Jaebum regresó a su habitación que compartía con su amado omega. Mientras Jimin y Yoongi se recostaron en la cama.
[...]
—Felicidades a los reyes, están en la dulce espera, es positivo — Dijo el doctor leyendo los resultados del análisis que se había hecho Jimin. — Dos meses para ser exactos.
Jimin se tapó la boca de asombro y abrazó a Yoongi inmediatamente, el alfa no podía ocultar su sonrisa de felicidad, estaba en lo correcto al sentir el aroma de Jimin, lo conocía demasiado y el lazo que los unía les proporcionaba esa conexión que solo ellos entendían. A Jimin se le fue imposible no soltar algunas lágrimas de felicidad, después de tanto tiempo volvería a llevar en su vientre el fruto del amor que sentía con Yoongi.
El alfa le agradeció al doctor y luego de hablar con él sobre algunas precauciones que Jimin debía tomar en el embarazo, se fueron de allí. Para festejar en un lugar más íntimo. Hace ya un tiempo Jimin y Yoongi habían comprado una cabaña a las afueras de la ciudad con la hermosa vista al río.
Prefirieron estar a solas unos días para después anunciarles la buena noticia a sus familiares. Jimin entró en la cabaña y se quitó su abrigo para luego encender las luces. Era más que hermoso después de estar tanto tiempo en el palacio, tomarse unos días en un espacio más pequeño y acogedor. Yoongi entrelazó sus dedos con los del omega y juntos fueron hacia la habitación, se acostaron en la cama y se abrazaron. Yoongi dejo pequeños besos en la frente de Jimin y el omega no pudo evitar soltar pequeñas lágrimas.
—Cachorro... ¿Por qué lloras? — Preguntó el alfa.
Jimin aún abrazándose al cuerpo de su esposo intento formular una respuesta.
—Es que... Yoongi. —Jimin seco sus lágrimas. — Estoy tan feliz, después de tanto tiempo mi corazón está sintiendo la calma y felicidad junta... Ya no me preocupa lo que pueda llegar a suceder, ya no tengo miedo. Solo me queda ser feliz contigo y es lo que más amo en este mundo. —Dijo el Omega acariciando la mejilla de Yoongi y lagrimeando aún. —Pasamos por tanto que siento todo esto tan irreal, siento que mañana despertaré y me encontraré siendo infeliz... Sin todo esto y sin ti. Es mi peor temor.
—Shh... —Yoongi acarició el pelo de su omega. —No debes preocuparte por eso cariño, míranos, derribamos todos los obstáculos que nos pusieron para impedir nuestro amor. Fuimos más fuertes y seguimos juntos, con una hermosa familia y un bebé en camino ¿En serio te parece irreal? Porque yo jamás me había sentido tan vivo, nunca sentí la paz y felicidad que siento teniéndote en mis brazos. Es tan bello despertar todas las mañanas junto a tí, no quiero que te pongas mal o pienses que algo saldrá mal. No será así Jimin, ya nada nos puede separar, porque fuí hecho para amarte. Nada ni nadie es digno de arrebatarme eso.
—Yoongi, eres el amor de mi vida. —Dijo Jimin secando sus lágrimas. —Mi primer y único amor.
—Y tú eres el mío, mi destinado y hombre de mis sueños. —Yoongi acarició la mejilla de Jimin
—La persona que no sale de mi mente y se lleva todos mis suspiros, ese eres tú Jimin, con tus dulces labios y mejillas sonrojadas. Con tu mirada intimidante pero llena de ternura.
—Yoongi me vas a hacer llorar peor... — Dijo Jimin con una sonrisa. Se acercó más a su alfa y apoyo su cabeza en el hombro de este mismo. —Quiero... que hagamos el amor.
—Pensé que querrías una cena romántica y luego descansar. —Yoongi metió su mano por debajo de la camisa del omega, acariciando su piel cálida.
—Quiero una cena romántica y después hacer el amor, cariño. —Jimin enrolló sus brazos en el cuello del alfa y dejo un corto beso en sus labios.
—Todo lo que mi pequeño pida, cumpliré todos tus deseos amor. —Dijo Yoongi y besó los labios de su omega, lamió y saboreó cada centímetro. Es que amaba más que a su propia vida besar a Jimin, era su perdición.