Expediente 512 (I)

By JustAlexG

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Año 2399. Treinta colonias. Una enfermedad mortal. Siete chicos dispuestos a encontrar la cura. Un expediente... More

Nota de la autora
Playlist y Book Trailer
Reparto
I. Invisible
II. Espía
IV. Despedida
V. Prueba
VI. Habitación
VII. Pantallas
VIII. Libro (primera parte)
IX. Libro (segunda parte)
X. Libro (tercera parte)
XI. Pájaros
XII. Enfermería
XIII. Cansancio
XIV. Chispas
XV. Segundos (primera parte)
XVI. Segundos (segunda parte)
XVII. Acostumbrado
XVIII. Acercamiento
XIX. Familia
XX. Discusiones
XXI. Mirada
XXII. Acuerdo
XXIII. Esposa
XXIV. Caminar (primera parte)
XXV. Caminar (segunda parte)
XXVI. Búsqueda
XXVII. Predicción
XXVIII. Descontrol
XXIX. Egoísmo
XXX. Seguridad
XXXI. Error
XXXII. Llorar
XXXIII. Matrimonio
XXXIV. Encajar
XXXV. Admitir
XXXVI. Explosiones
XXXVII. Verdades (primera parte)
XXXVIII. Verdades (segunda parte)
XXXIX. Verdades (tercera parte)
XL. Verdades (cuarta parte)
XLI. Recuerdo
XLII. Olvido
XLIII. Guardianes
XLIV. Navidad
XLV. Boda
XLVI. Nadie
XLVII. Ubicación
XLVIII. Amiga
XLIX. Entrada
L. Luz
Nota final: información y agradecimientos

III. Historia

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By JustAlexG


Renee Belrie
Colonia 27


—¿Cuál es tu nombre?

El agente de la Colonia Tres miró a Renee con paciencia durante un largo momento, sin embargo, Renee siguió en su modo silencioso. No era porque no quisiera hablar —quizás un poco, sí— sino porque le daba miedo cometer el error de decir alguna palabra incorrecta y que quisieran matarla por ello. Incluso ellos pensaron que era parte de los Nadie. ¿Cómo una chica delgada y débil como Renee sería parte de la organización de asesinos del gobierno?

Además de que temía por su vida, temía por la de su familia. ¿Y si después de matarla a ella mataban a su madre y a su hermano? No iba a permitir que eso pasara, su hermano ya tenía suficiente con la Zeta persiguiéndolo a muerte como para preocuparse por un grupo de locos que hacían preguntas extrañas y se reunían en callejones sospechosos.

—Bueno, ¿te parece si te llamo Driette mientras descubro tu verdadero nombre? —El agente sonrió amablemente.

Renee solamente asintió, era preferible que le dieran el nombre de Driette, al menos hasta saber si realmente estaban locos o no.

—Mi nombre es Aprell Mocreil, soy agente de la Colonia Tres. Así que, si eres parte de alguna de las Tres Organizaciones, te agradecería que no lo utilices en mi contra. —Su tono fue ligero, como si hubiese sido una broma, aunque ambos sabían que no lo era; aún así Renee intentó esbozar una minúscula sonrisa. —Sé que Hazz, la chica de allá —señaló a la castaña que estaba discutiendo no tan disimuladamente con el otro muchacho, probablemente sobre Renee—, puede parecerte alguien intimidante. Y lo es. A veces. Generalmente. Siempre. Pero lo hace para protegerse a ella y a nosotros... aunque más a ella. —Hizo una pausa, Renee supuso que estaba esperando que ella dijera algo, pero el miedo seguía ahí. —¿Te cuento un secreto? Ella es mi novia. Solamente que... bueno, no lo sabe aún. O tal vez ya, seguramente no lo quiere admitir. Es una chica muy orgullosa.

Renee sonrió solo un poco. Comenzó a apreciar el esfuerzo que Aprell hacía para que ella pudiera tomar confianza. A pesar de que estaban sentados incómodamente sobre el piso lleno de pequeñas piedras que se sentían en el trasero como agujas y que el ambiente del callejón no daba mucha seguridad, ella comenzó a pensar que tal vez no tenían la intención de asesinarla. O al menos el chico frente a ella no.

—Recuerdo una vez que el hermano de Hazz me dijo que estábamos destinados a estar juntos. Creo que él se refería a nuestra amistad, pero me gusta pensar que se refería a algo más romántico. Es confuso porque él era la persona más-

—¿Era?

Ese único verbo fue lo que atrajo la atención de Renee. Eso y el hecho de que aquella chica intimidante tenía un hermano. Conocer aquello hizo que ella ablandara su juicio sobre Hazz. Quizás no era tan mala persona después de todo. Tener un hermano era algo que cambiaba por completo a una persona, generalmente de la mejor manera.

—Sí, bueno, falleció hace algunos años. Por eso Hazz es tan fría a veces, piensa que cualquiera que deje entrar a su vida va a romperle el corazón como lo hizo su hermano con ella. —Suspiró tristemente. —Bueno, Driette, te seguiré hablando sob-

—Renee. —Bajó la mirada, avergonzada por interrumpirlo. —Mi nombre es Renee... Belrie.

—Hermoso nombre, Renee. —Aprell sonrió y fue inevitable que el color subiera a las mejillas de la chica. —Dime, no eres parte de ninguna de las Tres Organizaciones, ¿cierto? Puedes ser completamente honesta conmigo, traigo puesto el uniforme de agente pero que eso no te intimide. Ahora estoy fuera de servicio.

La rubia negó con la cabeza. Alguna vez quiso formar parte de la Aurora, sin embargo, le explicaron que viajaban de colonia en colonia para hacer sus reclamos pacíficos y eso significaba que tendría que dejar a su familia atrás, así que por supuesto que no aceptó. Aún así de vez en cuando se comunicaba con un amigo —si era que le podía decir así— que había formado en la Aurora. No pertenecían a la misma colonia, por lo que no se veían muy seguido.

—¡Perfecto! ¿Y qué me puedes contar de ti? ¿Qué hizo que te interesaras por seguir a Priss? La rubia de allá —añadió al ver que Renee no sabía de qué hablaba.

Se encogió de hombros, ni siquiera ella sabía la respuesta. El aislamiento en el que vivía había generado que su curiosidad creciera con el pasar de los años. No tenía mucho en qué invertir su tiempo. Tampoco había mucho por contar sobre ella. Al no tener amigos en el pueblo, no había drama en su vida, lo cual agradecía infinitamente ya que tenía más que suficiente con Mett enfermo.

Meditó unos segundos más su respuesta, llegando a los mismos pensamientos. Sabía que probablemente al darle información de ella estaría arriesgando su vida y la de su familia, pero la realidad era que, reflexionando, los Belrie ya no tenían nada más por perder.

—Tengo un hermano también. Está en casa, esperando su medicamento.

Aprell claramente se sorprendió de que Renee soltara información personal tan rápido. Renee no era tan difícil al momento de confiar en alguien, ella lo sabía bien, y por más que intentaba ser desconfiada o parecer desinteresada, simplemente no podía. Era una terrible actriz, expresaba sus sentimientos y pensamientos demasiado rápido con cualquiera.

—¿Medicamento? ¿Tiene Zeta?

Renee asintió. Aclaró que ella era inmune antes de que Aprell pensara que ella también lo padecía. Entonces Renee comenzó a contarle un poco más acerca de su familia, esperando que no fuera un error. Habló sobre su padre, quien le enseñó a leer, a escribir e incluso le enseñó a hablar el español fluido y bastante en francés, los cuales eran los tres idiomas que se declararon lenguas mundiales antes de establecer las colonias, incluyendo el inglés. Todos los demás —a excepción de ciertas lenguas nativas de los pueblos que seguían sin ser parte de una colonia como tal— fueron olvidados de alguna manera. Solamente algunas personas eran las que hablaban ruso, alemán, japonés, árabe y portugués.

De igual forma habló de su madre, aunque de ella no había tanto por decir. Se dedicaba a trabajar en una fábrica de textiles antes de trabajar tiempo completo como enfermera para su padre y después para su hermano. Algo que Renee omitió en su relato fue que su padre fue contagiado indirectamente gracias al trabajo de su esposa. Llegó un paquete con nuevas telas de la Colonia Diez, pero aquellas telas estaban infectadas y de tan solo abrir la caja su padre se contagió de Zeta.

Pasó la mayor parte del tiempo hablando de su hermano. Se sorprendió de la atención genuina que Aprell le seguía prestando a pesar de que nunca se volverían a ver. Contó que su pequeño hermano ya estaba por llegar a la fase terminal de la Zeta. Según lo que les había dicho la gente, cuando empezaba a vomitar sangre era porque le quedaba máximo cuatro meses de vida. Serían los peores cuatro meses, llenos de sufrimiento, dolor, agonía... La mayoría de las personas recomendaban llevar a Mett a un laboratorio de pruebas para que le dieran una sustancia que lo guiaría a una muerte rápida e indolora.

Renee al decir todo sobre su hermano en voz alta cayó en cuenta que Mett no estaría con ella nunca más en cuanto la Zeta lo terminara por completo. Le entraron terribles ganas de llorar. Un enorme nudo se le formó en la garganta, sintiendo una dolorosa punzada en el pecho. Jamás habría pensado que Mett se iría tan pronto. Ella había planeado muchas cosas desde niña al momento que se enteró de que tendría un hermano. Lo primero que pensó fue en poder tener a alguien con quien jugar, después pensó en todo lo que podría enseñarle a hacer, así también tendría a alguien para hablar, para contarle secretos o simplemente para estar. Sus memorias traicioneras tampoco le ayudaron a contener las lágrimas.

Aprell no había hecho ningún comentario hasta el momento. Solamente hasta que vio que Renee ya no podía hablar por el nudo en su garganta fue cuando decidió que sería bueno tomar la palabra.

—Entonces, Mett es tu todo, ¿no es así? —Recibió un leve "sí" como respuesta. —¿Qué harías si te dijera que hay una posibilidad de que exista una cura para la Zeta?

Eso detuvo el corazón de Renee. Él no lo dijo con algún tono burlesco o bromista, solo lo dijo. La rubia no podía creer eso. Si hubiera una cura, ella habría escuchado ya los rumores de la gente yendo hacia ella o algo así. Seguramente ella sería parte de esa gente.

Se quedó en silencio por largos segundos. Repetía la pregunta de Aprell una y otra vez en su mente, pero simplemente no podía terminar de procesarla del todo. Quería creer que existía una cura para su hermano, sin embargo, no quería caer en falsas ilusiones. Ni siquiera dijo que había una cura con certeza, dijo que existía la posibilidad.

A decir verdad, Renee había escuchado muchas veces oraciones diciendo que existía la cura, nunca las había creído. Siempre eran de gente cualquiera, gente que buscaba atención o algo así. La diferencia era que en ese momento se lo estaba diciendo un agente, y no cualquier agente, él era un agente de la Colonia Tres: la Colonia con el índice inexistente de población infectada de Zeta, ¿por qué mentiría de esa manera? Aprell no se veía como un joven cruel, todo lo contrario, se veía como alguien que realmente compadecía a Renee y quería ayudarla con el tema de su hermano.

—Lo siento, ¿dije algo malo? No quise decirlo de una manera tan directa... solamente quería ayudar...

Renee negó con la cabeza en cuanto Aprell comenzó a disculparse. Otro de los defectos de Renee era su maravillosa capacidad para ilusionarse muy rápido, además de ser demasiado crédula: desventajas de no tener amigos que le hicieran bromas de vez en cuando. Su corazón comenzó a latir con fuerza al tener la esperanza de conseguir una cura para su hermano.

—No fue nada malo, solo sigo sorprendida por lo que dijiste. ¿En serio...? ¿En serio es posible que exista una cura? ¿Cómo?

Aprell sonrió y se encogió de hombros.

—Ni nosotros sabemos. Hazz es la que tiene más información sobre eso, pero es muy desconfiada, no va a querer decirla. Además, no importa cómo, el punto es que puede que exista. Por ello tanta discreción y cuidado por parte de Hazz. No es personal que quiera matarte, a veces le dan ganas de matar a todos. Ahora lo que quiere es encontrar la cura para poder darla, no quiere que caiga en las manos equivocadas.

Renee asintió, comprendiendo muchas cosas. Aún tenía bastantes dudas en su cabeza, aunque la mayoría no eran suficientemente claras ni para ella misma, así que expresó las que pudo.

Aprell aclaró la mayor parte, pero había algunas que no tenía la respuesta exacta y le dijo que no quería dar información incorrecta a una chica que estaba tan esperanzada con aquella posibilidad.

Ellos no querían la cura para ellos mismos como tal, querían llevársela para hacer más dosis de curas que realmente funcionaran. El laboratorio de uno de los chicos que integraban al equipo se encargaría de eso. Necesitaban a un equipo, no tan grande, para llevar a cabo todo eso. Por eso estaban reclutando jóvenes de edades similares a ellos. Todos debían tener habilidades que les fueran útiles. Hazz sabía que no se iba a lograr un buen trabajo si lo hacía sola, según palabras de Aprell.

Hasta el momento llevaban seis personas en el equipo. Renee se sorprendió de lo bien que estaba planeado todo. Claro, todo sin contar la parte en la que descubrían el lugar donde se encontraba la cura. Ese detalle confundió mucho a Renee.

—¿A qué te refieres con que no saben exactamente dónde está la cura? ¿Esa no es la parte más importante del plan?

Aprell arrugó la nariz, al parecer a él tampoco le gustaba mucho esa parte.

—Lo es. La única pista que tenemos es que puede encontrarse en algún lugar del oeste de la Colonia Nueve.

—¿Nueve? Pero si está hasta el otro lado del mundo...

—Exacto, y por eso necesitamos... espera. ¿Cómo sabes eso? Creí que ya no había escuelas en tu colonia.

Renee suspiró con tristeza. Los del gobierno estaban llevando todos los gastos de los impuestos hacia los experimentos para la cura y medicamentos; dejaron de prestarle atención a la educación y al resto de las necesidades de la colonia.

—Ya no las hay. Todo lo tengo aquí. —Renee tocó su sien con un dedo, indicando la buena memoria que poseía para aprenderse toda la información que leía.

—¿En serio? ¿Qué más hay ahí?

Renee rio porque Aprell se veía incrédulo ante su declaración.

—Bueno... pues he leído muchos libros. No es algo nuevo. —Renee se encogió de hombros. —Sé historia, geografía, hablar todas las lenguas mundiales y otros idiomas como el alemán. Igualmente sé el alfabeto ruso, solo que es lo único que sé en ruso. —Rio de sí misma. —También sé construir muchas cosas, ya sabes, en los libros vienen muchas explicaciones del cómo se forman las cosas. Memorizar es lo que se me da bien, supongo.

Aprell la miró durante largos segundos. Eso inquietó a Renee, logrando que comenzara a dudar de nuevo si él estaba realmente cuerdo.

Fue entonces cuando le hizo la invitación al equipo. Después de algunas insistencias y halagos, Renee aceptó. Pero no por ella, por su hermano. Tenía la esperanza de que la cura fuera verdad y lo salvara. Esa era la única manera que podría convencerla de alejarse de su familia.

A quien realmente le desagradó la idea fue a Hazz. Renee estuvo segura de que, si por ella hubiese sido, Hazz la hubiese asesinado en aquel mismo instante. Lo supo porque lo dijo de manera literal. Esa chica era muy directa... y agresiva.

Después de varios minutos de discusión entre Aprell, Hazz y el otro chico del cual no sabía su nombre, decidieron que la memoria de Renee podía ser un factor importante.

Sin saberlo, Renee seconvertiría en una de las integrantes más importantes. Probablemente la más importante del equipo. 


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