Sangre de gitana

By OliveArg

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Esta es la historia de cómo una joven humana llego a Eldarya, pero no es tan hermosa como creen, nadie le dio... More

Capítulo 1: El baile de la gitana.
Capítulo 2: El trato con la guardia.
Capítulo 3: Un día en la guardia de Eel.
Capítulo 4: Demostración.
Capítulo 6: El baile de la guardia.
Capítulo 7: La llegada del embajador.
Capítulo 8: Cuanto me importas.
Capítulo 9: En peligro.
Capítulo 10: Llegada a las costas de Jade.
Capítulo 11: Problemas en la isla.
Capítulo 12: Un viaje tormentoso.
Capítulo 13: Una sorpresa inesperada.
ANUNCIO NUEVO
Capítulo 14: Infiltrada.
Capítulo 15: Una tragedia inevitable.
Capítulo 16: Reencuentro.
Capítulo 17: Pagando deudas.
Capítulo 18: Remembranza.
Capítulo 19: Consecuencias.
Capítulo 20: El pasado te persigue.
Capítulo 21: Una cercanía peligrosa.

Capítulo 5: Encerrada en el C.G.

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By OliveArg

Era entrada la noche, nadie se veía por los alrededores, Lena se acercó al cristal, observando su resplandor azul que iluminaba la estancia, lo toco con una mano, tratando de zafar un trozo que se veía recién puesto, sin embargo una mano le tomo del hombro y la chica se giró asustada, frente a ella se encontraba Nevra.

- ¡Lena, aléjate del cristal!- exclamo el chico con voz seria, la castaña hizo caso y camino lejos del cristal azul- no vuelvas a intentar algo así, tienes suerte de que haya sido yo el que monte guardia, si alguien más te hubiera encontrado, ahora ya estarías en prisión-

- Lo siento- dijo Lena.

- No quieras intentar robar el cristal, si Miko se entera, te matara sin miramientos, por muy invitada que seas ¿entendido?- dijo el vampiro muy serio.

- Si, Nevra, no lo volveré a hacer- respondió la castaña apenada, ahora se daba cuenta de la estupidez que había hecho, si Nevra no hubiera sido el guardia probablemente estaría sentenciada a muerte.

- Bien, vamos a tu cuarto- comento el chico, guio a Lena a su habitación y se aseguró que la chica entrara, Lena se desplomo en la cama abrazando la almohada, había sido un plan muy arriesgado y tonto, pero no se arrepentía de haberlo intentado. Le agradecía a Nevra que no la hubiera delatado, ahora se daba cuenta que el chico le tenía un poco de aprecio, sin embargo no podía confiarse, no después de la historia que había escuchado de Vicu. Al día siguiente escucho que alguien tocaba su puerta muy temprano, la chica se limpió los ojos y abrió, Nevra se metió al cuarto, empujando a Lena dentro.

- ¿Qué pasa, Nevra?- pregunto la chica, bostezando, aun traía el camisón que usaba de pijama.

- Lena- hablo el pelinegro serio- ¿dime que ayer no robaste un trozo de cristal de la sala del trono?- cuestiono.

- No lo hice- respondió la chica- me atrapaste en el acto, no volví a la sala del cristal-

- ¡Júralo!- exclamo el chico alterado, tomando a la castaña de los hombros.

- Lo juro, hombre, ¿Qué es lo que te pasa?- pregunto Lena, no entendiendo lo que le sucedía al chico.

- Lena, ayer alguien entro a la sala del cristal y robo pedazos- explico Nevra, Lena le miro con cara de sorpresa.

- Nevra... no fui yo, te lo juro- dijo la chica asustada.

- Lo sé, si hubieras sido tu no estarías aquí, hubieras escapado- dijo Nevra- es solo que yo estaba de guardia y no vi a nadie, solo me distraje dos segundos trayéndote a tu cuarto, en ese momento alguien debió robarlos, ahora Miko me está cuestionando lo sucedido-

- Lo siento, Nevra- dijo Lena y de verdad lo lamentaba, Nevra se había portado muy bien con ella y por su culpa tenía problemas con Miko.

- Está bien, tengo una idea de quién pudo haber sido- dijo el chico.

- ¿Qué quieres decir?-

- Antes de que llegaras al cuartel general, tuvimos problemas con un enmascarado que nos robaba alimentos, ahora fue tras los cristales- conto el vampiro- no sé lo que planea, pero esto nos está afectando demasiado, Miko ordeno cerrar las puertas, hoy no podrás ir a tu campamento, lo siento-

Lena se quedó impactada, no vería a su gente y conociendo a Eric sin poder avisarle lo sucedido, el rubio pensaría lo peor e iría a buscarla y eso podría causar muchos problemas.

- ¡Nevra!- exclamo la chica- dime, que hay una manera de avisarles a mis compañeros de esto, por favor-

- No lo sé, ¿por qué?- dijo el chico.

- Se preocuparan mucho si no voy, necesitan saber lo que está pasando-

- Está bien, puedo mandar a mi familiar con una nota-

- Por favor, yo la escribiré- dijo la chica y de inmediato saco de entre sus cosas un pergamino y tinta, mojo una pluma en esta y comenzó a escribir con rapidez un mensaje, el cual decía que no podría reunirse con ellos hoy, debido a que estaba ocupada con un espectáculo que le había hecho presentar Miko para los miembros de la guardia. No quiso escribir la verdadera razón, pues si su líder lo leía, le pediría que regresara de inmediato o peor iría por ella. Ya terminando, garabateo una firma y lo doblo entregándoselo a Nevra.

- Por favor, hazles llegar el pergamino- pidió la joven, mirando a Nevra a los ojos.

- Lo hare, Lena, confía en mi- dijo el vampiro saliendo del cuarto. Lena se quedó en la habitación meditando que hacer, sino podía volver a su campamento tendría que quedarse en el C.G, pero haciendo qué. Si quería comer no tenía otra alternativa que ir a la cantina, pero esperaría a que pasará la hora en que los faerys desayunaban para ir. Miro el reloj de pared de su cuarto, las once indicaba, tal vez ya no hubiera tanta gente. Salió de su cuarto mirando a todos lados por el pasillo, estaba desierto, camino hacia la cantina, entrando a está, en el lugar sólo se veían unos cuantos faerys que se quedaron mirando a la chica. Lena tomo asiento en una mesa vacía, sin embargo grande fue su sorpresa al ver que una chica se sentó a su lado, era una faery de tez rosada, con ojos color verde, cabello naranja con un flequillo y orejas de conejo en la cabeza; además de ir vestida con un vestido verde con rosa con un corsé blanco, la chica le dirigió una sonrisa.

- Hola- saludo la chica conejo.

- Hola...- dijo temerosa Lena.

- Soy Ykhar, no me tengas miedo, desde que llegaste al cuartel general tenía ganas de hablar contigo-

- ¿Conmigo?- dijo Lena confusa.

- Sí, tengo curiosidad del mundo humano, leo muchos libros de su mundo y no tengo con quien comentarlos-

- Ya veo... soy Lena-

- ¡Mucho gusto!- exclamo Ykhar dándole la mano, se dieron un apretón y la chica le sonrió.

- Ya que Miko dio la orden de cerrar las puertas tendrás que estar por aquí- comento la conejo- ¿te gustaría ayudarme en la biblioteca?- pregunto. Lena, le miro la chica era sumamente amable y no la trataba mal como otro faerys, es más parecía que quería hacerse su amiga.

- Me encantaría- respondió Lena, estaba feliz, tendría algo que hacer en el C.G. y no estaría en su habitación mirando el techo

- Me alegra, podremos platicar más a menudo si me ayudas-

Luego de desayunar las chicas se dirigieron a la biblioteca, la brownie se puso a escribir en pergaminos, mientras le indicaba a Lena que acomodara unos libros en orden alfabético. El lugar estaba lleno de libros por aquí y por allá regados, así que la joven se pudo entretener ayudando a Ykhar. Entonces entro a la biblioteca un chico de tez blanca, ojos color cafés, con unos lentes, orejas puntiagudas y cabello azul marino corto, un cuerno azul claro salía de su frente y poseía una cola larga como de caballo azul; vestía con una playera azul marino, capa corta color blanco, mallas negras y botas blancas.

- ¿Ykhar, ya ordenaste los papeles que te dije?- hablo el joven con un libro en mano.

- Casi termino, Kero- dijo la coneja- además, tenemos una ayudante-

- Ya veo- dijo el chico acomodándose los lentes, para mirar a Lena- ¿no es la humana que Miko contrató para bailar?-

- Así es, ya que se tendrá que quedar encerrada en Eel, decidí pedirle que nos ayudara a ordenar libros-

- No lo sé, Ykhar ¿crees que Miko de permiso de esto?-

- No tiene por qué enterarse, sólo esta ordenando libros, no verá nada confidencial- dijo la pelirroja. Kero soltó un suspiro, mirando a la brownie.

- Está bien, pero nadie debe enterarse que está aquí ¿entendido?-

- Nadie lo sabrá- dijo Ykhar.

- Bueno, humana muchas gracias por ayudarnos aquí, como veras tenemos mucho papeleo que hacer-

- No te preocupes, me alegra poder hacer algo- dijo Lena con una sonrisa- por cierto, me llamo Lena-

- Kero- se presentó el chico- sigamos escribiendo informes, Ykhar, aún tenemos más cosas que hacer-

- Si, Kero-

Los dos continuaron escribiendo cosas, enrollando pergaminos terminados y poniéndolos en cestos, mientras Lena, seguía ordenando libros en los estantes. Luego de un rato la chica castaña se estiro, bajando de las escaleras en las que estaba subida, entonces escuchó que la puerta del lugar se abría y se escondió detrás de una pila de libros. Ezrael entró a la biblioteca con un pergamino entre sus manos.

- Aquí está el informe de misión de mis subordinados- habló el elfo.

- Muchas gracias, Ezarel- dijo Kero tomando el pergamino, leyendo su contenido- todo está en orden-

- Bien, por cierto coneja, te vi en la mañana hablándole a la humana en la cantina-

- Así es, Ezarel- dijo Ykhar.

- No deberías ser tan amable con ella, podría creerse que la vamos a aceptar aquí en el cuartel general-

- A mí no me molestan los humanos, me da curiosidad su mundo y qué mejor que preguntarle a alguien de su especie-

- Como quieras, pero luego no digas que te advertí de ella- y diciendo esto último el chico salió de la sala. Lena salió de su escondite, observando la puerta por la que se había ido el elfo.

- Lo siento, Lena- menciono Ykhar- Ezarel, es algo especial, no es contra ti-

- Está bien, Ykhar, estoy consciente de que me odia-

- No creo que sea algo tan drástico- comento Kero- solo no le gustan los humanos-

- Bueno, me gusto ayudarles y acompañarlos un rato, pero debo ir a practicar mi danza-

- Al contrario, gracias por ayudarnos- dijo Ykhar.

- Siéntete libre de venir aquí, cada vez que quieras- dijo Kero.

Lena les dirigió una sonrisa y salió de la biblioteca, camino por los pasillos para salir del C.G, se paseó por los jardines buscando un lugar solitario, donde no hubiera faerys que la vieran. Así se encontró cerca de los establos a lado del edificio de la guardia, en el lugar no se veía a nadie, Lena decidió ponerse a practicar ahí, realizo estiramientos de brazos, piernas y manos, luego hizo un Split y unas cuantas contorsiones, para finalmente ponerse a practicar sus pasos de baile. Sacudía su cadera y movía sus manos en el aire, realizando los movimientos que debería ser si trajera su abanico, luego dio un salto largo cayendo con los pies en la tierra, continuo dando vueltas y dando pasos con sus pies, atrás y adelante, luego giro en su propio eje, brincando para terminar con sus pies en punta y sus manos pegadas como en una oración. Lena respiro profundo, había sudado, se quitó el agua de la frente y se dispuso a regresar a su habitación, cuando escucho aplausos cercanos, se volteó mirando a un chico que estaba recargado a un lado de los establos, mirándola. El joven era un sátiro, con la cabeza y los brazos muy peludos, moreno, de cabello color rojizo, con unos pequeños cuernos negros y las extremidades inferiores de macho cabrío.

- Hermoso espectáculo- hablo el chico.

- Gracias...- murmuro Lena. El joven se acercó a la chica, hasta estar frente a ella, le toco el rostro con su mano, acariciándole.

- Tan bella, oye ¿no querrías venir a divertirte conmigo?- preguntó.

- No sé a qué te refieres- dijo la castaña, comenzaba a ponerse nerviosa.

- No te hagas la santa que no te queda, las de tu tipo hacen lo que sea por oro- hablo el joven- te pagare bien-

- No sé qué piensas que es lo que hago, pero no hago ese tipo de cosas- dijo Lena, quitando la mano del joven de un manotazo.

- Vamos, se perfectamente lo que haces- dijo el chico, tomando a Lena de la cintura- sedujiste con tus encantos al líder de la guardia sombra ¿no?- continuo- sino como llegaste al cuartel general, porque no me enseñas lo que le mostraste a él- añadió. Lena se comenzaba a enfadar con ese hombre, no era una chica fácil y se lo iba a demostrar, se deshizo del agarre del sátiro, dándole una cachetada.

- ¡No soy una cualquiera!- exclamo molesta. El chico se tomó el cachete donde había sido abofeteado, mirando a la joven con rabia.

- Yo quería ser amable contigo, pero si así lo quieres, así será- hablo el chico enojado. El joven se abalanzo sobre Lena, pero la chica le esquivo, poniéndole el pie, el cayó al suelo, pero inmediatamente se levantó, tomando a la chica por detrás. La castaña le dio un codazo, sacándole el aire, para luego girarse y darle un puñetazo con su mano derecha y por último le dio una patada en la parte baja. El sátiro termino arrodillado en el suelo, sumamente adolorido.

- Para que aprendas a respetar a las mujeres- hablo Lena y el chico empezó a reír.

- ¿Qué mujer? Yo solo estoy viendo a una cualquiera, que seduce hombres-

Lena se giró, caminando hacia el cuartel general, no debía afectarle esas palabras, pero le dolía que los faerys la vieran de esa manera, no era una chica fácil que vendía su cuerpo, sólo bailaba en las ciudades para ganarse la vida de una manera honrada, no quería seguir robando y esa había sido la opción para poder mantener a su gente. La castaña camino por los pasillos del C.G. yendo para su habitación, más en el camino se topó con Nevra.

- Hey, cuidado- hablo el pelinegro, ya que Lena se había chocado con él, cuando miro a la joven, vio sus ojos llorosos.

- ¿Estás bien?- pregunto preocupado.

- No pasa nada- respondió la chica, esquivo al chico y se metió a su cuarto, cerrando la puerta con llave. Se tiró en la cama, comenzando a llorar, le dolía ser tratada de esa manera, era un ser con sentimientos al final, porqué los faerys la discriminaban tanto sólo por ser humana, ella no había elegido llegar a Eldarya o ser una humana, simplemente así eran las cosas. Mientras tanto, en el campamento de los humanos, Eric ya se estaba desesperando porque Lena no llegaba, cuando Vicu fue al encuentro del chico con un pergamino entre las manos.

- ¡Eric!- exclamó la chica- es una carta de Lena-

- ¿Qué?- dijo el rubio y de inmediato le arrebato el papel, leyendo el contenido.

- ¡No puede ser!- exclamo Eric molesto.

- ¡¿Qué dice?!- pregunto Vicu intrigada.

- Lena dice que no vendrá hoy al campamento, porque la gobernante le hizo presentar un espectáculo para los miembros de la guardia- explico el chico.

- Ya veo...- murmuro la chica de cabello marrón.

- Esto no me gusta nada, cómo te llego el mensaje-

- Un chestok lo traía entre sus patas, lo vi volar hacia acá y lo intercepte con mi crowmero-

- Debe ser el familiar de ese idiota- comentó Eric.

- Probablemente- dijo Vicu.

- Gracias, por informarme Vicu, es muy útil tener a tu familiar con nosotros-

- De nada, Eric, seguiré vigilando los alrededores- dijo la chica, yéndose al árbol en el que se subía a vigilar y envió a su crowmero a sobrevolar los alrededores. Vicu sabía que Eric estaba preocupado, porque Lena no había llegado al campamento, ella misma estaba igual, era la primera vez que la castaña no regresaba con su gente, internamente pedía a algún dios que la chica estuviera bien. Por su parte Eric informaba a los demás el retraso de Lena, tratando de que no se notara su preocupación y calmando a la gente.

- Lena, vendrá mañana ¿verdad?- dijo Claire, la pequeña de 6 años y rizos rubios.

- Claro que sí, Claire- dijo Eric tratando de sonar convincente- solo hoy Lena está ocupada haciendo un espectáculo-

- ¡Mañana le daré un gran abrazo!- exclamo la niña feliz. Eric regresó a hacer su guardia, miraba a los bosques, estaba demasiado inquieto por la ausencia de la chica, nunca había estado tanto tiempo lejos, no podía evitar pensar en lo peor, como que Lena estaba en peligro, sin embargo trataba de calmarse, ese pergamino era claramente la letra de la castaña, debía confiar en que estaría bien.

En la guardia de Eel, la puerta del cuarto de Lena era tocada, la castaña se levantó de la cama en la que había estado recostada, al abrir se topó con Nevra, el chico traía un ramo de flores en las manos que le entrego a Lena, que quedó sorprendida por el regalo.

- ¿Y esto por qué?- preguntó.

- Para que no estés triste, espero te gusten- respondió el pelinegro con una sonrisa. Lena se sonrojo levemente, en su mundo sólo una vez había recibido flores y no se las había dado un chico, sino su mamá por haberse graduado de la preparatoria, era la primera vez que un hombre le regalaba eso. Lena las aceptó, poniéndolas en un jarrón que había en su habitación.

- ¿Vamos a cenar?- preguntó Nevra.

- Claro- contestó Lena, saliendo de su cuarto.

- Me alegra que te gustaran las flores- comento el chico, mientras caminaban por los pasillos.

- Están bonitas, gracias- murmuro Lena.

En ese mismo pasillo, alguien miraba a Lena y Nevra de lejos, Reika entrecerraba los ojos, furiosa, araño un pilar con sus uñas para sacar la frustración, Nevra le había regalado a esa estúpida humana flores, ¿por qué? ¿Qué acaso le interesaba la chica? No podía ser verdad, quizás sólo sentía curiosidad por su raza, conocía al vampiro, siempre andaba de coqueto con todas las chicas del C.G, pero terminaba por perder el interés en cada una. Al final la humana no sería una excepción, sólo era la novedad, aun así parecía que la inútil no había aprendido su lugar, tendría que recordárselo.

Lena se sentó a comer con Nevra, Ykhar se les unió y comenzó a bombardear de preguntas a la castaña, Lena le respondía las cosas que sabía, sobre los autores que le gustaban a la coneja, algunos sucesos del mundo humano y las cosas que habían cambiado. La brownie la escuchaba con interés, pero también Nevra le prestaba atención, entonces Reika se hizo presente en la cantina, con su cabello negro ondeando y sus penetrantes ojos rojos, dirigidos en la mesa donde Nevra se encontraba. Muchos faerys en el lugar miraban a la chica con lujuria y le hacían invitaciones para que comiera con ellos, pero la vampira los rechazaba con una sonrisa, así se sentó aún lado de Nevra, interrumpiendo las historias de Lena.

- ¿Qué hay, Nevra?- hablo la chica con voz melodiosa.

- Nada, Lena nos contaba del mundo humano- respondió el chico, Reika pasó el brazo debajo del pelinegro, pegándose a él, mientras miraba a la castaña con sus ojos rojos.

- Que interesante, continua- dijo la vampira enseñando sus colmillos. Lena sintió un escalofrió recorrer su espalda, pero dirigió la mirada a Ykhar tratando de ignorar la presencia de la pelinegra y continuo hablando del mundo humano. La comida arribo y todos empezaron a degustarla, al terminar, Ykhar fue la primera en levantarse pues aun tenia papeleo que hacer antes de dormir, Nevra también se levantó, Miko le había mandado llamar. El vampiro se retiró y Lena se apuró a terminar su comida, levantándose de la mesa con prisa, sin embargo Reika le siguió con sigilo. La castaña casi se sentía a salvo entrando a su cuarto, cuando alguien la empujo dentro de la habitación, era Reika que cerró la puerta detrás de ella, quedando solas las dos.

- Creí que te había quedado claro, que tenías que alejarte de Nevra- hablo la vampiresa.

- Lo siento, pero Miko le encargo cuidar de mí- dijo Lena con cierto temor en la voz.

- Lo sé, pero eso no implica que tengas que estar pegado a él todo el día- comento la pelinegra- sé que le eres interesante por ser humana, pero sabes que al final dejara de prestarte atención cuando le aburras, así que no te emociones-

- Estoy consciente de ello- dijo Lena.

- Me alegra que sepas tu lugar, así que lo diré una última vez, mantén tu distancia con Nevra, él es mío- dijo Reika.

- Está bien-

- Espero esta vez hagas caso, porque si no te puedo asegurar que no saldrás ilesa de este lugar, cuando tu trato de la guardia termine- dijo Reika, tomando a Lena del cuello con una de sus manos, estrangulándola, la castaña trato de detenerla, pero le faltaba el aire.

- Fácilmente puedo romper tu cuello y esconder tu cadáver en algún lugar- dijo Reika con ojos serios- recuérdalo- añadió soltándola, Lena cayó al suelo tosiendo, tratando de recuperar el aliento. Reika camino a la puerta, saliendo por esta.

- Descansa- comento con una sonrisa. Lena se vio sola en el cuarto y de inmediato se levantó cerrando la puerta por dentro, estaba demasiado asustada, esa chica estaba totalmente loca, pero no podía ponerse a pelear con ella, estaba en una gran desventaja. Esa vampira la haría pedazos en la menor oportunidad que le diera, lo mejor era hacer caso y sólo estar con Nevra lo necesario. Lena decidió descansar para olvidarse de esa horrible experiencia, se cambió de ropa y se recostó en la cama, haciendo una oración por la gente de su campamento, así cerró los ojos.

Era entrada la noche cuando Lena, escuchó pasos y voces afuera de su habitación, se levantó mirando por la ventana, muchos faerys se movilizaban a los alrededores del C.G, algo extraño estaba pasando. La castaña se levantó de la cama, vistiéndose, abrió la puerta de su cuarto, caminando por los pasillos, llego a la estancia principal, cuando vio una sombra corriendo, no parecía alguien de la guardia, pues se estaba escondiendo. Lena le siguió, hasta bajar unas escaleras, llegando a un piso con una fuente, estaba un poco oscuro, pero por unas antorchas se podía ver a un hombre de armadura.

- ¡¿Quién eres?!- exclamo la joven. El hombre se giró y notando la presencia de la chica se acercó a ella, mientras la castaña se hacía para atrás hasta chocar con la pared, tenía miedo, pero atino a sacar su daga de su funda, blandiéndola al frente.

- Solo es una humana- dijo la voz del hombre que se escuchaba tenebrosa, la chica pudo observar al enmascarado que portaba una armadura negra que le cubría por completo, la cabeza tenía unos cuernos y los vidrios que cubrían los ojos eran de un color rojo carmesí.

- Pu... puedo ser una humana, pero... no te tengo miedo- hablo Lena, tartamudeando un poco, el enmascarado rio y golpeo con su mano en la pared aun lado de la castaña, que se sobresaltó, esto le dio tiempo al hombre de tomar la mano que tenía el arma y estrellarla en la pared, haciendo que Lena tirase el cuchillo, así quedo desarmada e indefensa.

- No es algo natural que permitan la entrada de humanos, ¿Qué es lo que haces aquí?- pregunto observando a la castaña.

- Yo... solo soy una invitada, bailo en las ciudades y me contrataron para hacer un espectáculo para un embajador que vendrá de otro lugar- explico la chica con rapidez, sentía que si se quedaba callada, el enmascarado le haría daño, más el hombre solo atino a reír.

- Ahora todo tiene sentido, que interesante- comento- cuídate humana, tal vez nos volvamos a ver- añadió desapareciendo por un corredor. Lena se deslizo por la pared temblando, la presencia de ese enmascarado era muy intimidante, entonces Nevra llego a su encuentro bajando por las escaleras, alzando a la chica del suelo.

- Lena, ¿Qué haces aquí?- pregunto el chico.

- Lo siento, escuche un ruido y decidí ir a ver que era- respondió la chica.

- ¿Estás bien?- pregunto preocupado- ¿Qué paso?-

- Yo... me topé con el enmascarado- explico Lena.

- ¿No te hizo nada?- cuestiono Nevra.

- No, solo me pregunto la razón de mi presencia en la guardia-

- Entiendo, ven tendremos que decírselo a Miko- dijo Nevra, la chica siguió al vampiro hasta la sala de trono, donde se veía a varios faerys reunidos.

- Miko- hablo el chico- Lena se topó con el enmascarado- explico, la kitsune se levantó de su asiento y observó a la castaña.

- Salgan todos, quiero hablar con la humana a solas- dijo Miko como una orden, los faerys salieron de la sala, Nevra le dirigió una mirada de ánimo a Lena antes de irse, así la joven se halló frente a la gobernante. Lena trago grueso y Miko bajo de su trono hasta encontrarse frente a la castaña.

- ¿Y bien?- hablo la mujer- ¿qué fue lo que pasó?-

- E... estaba en mi habitación, cuando escuché un ruido extraño, salí a ver que era y vi una sombra en la entrada del C.G, sabía que no se trataba de alguien de la guardia, así que lo seguí, cuando lo alcance, le exigí saber quién era y saque mi daga- narró la chica- entonces la sombra se acercó y me desarmó-

- ¿Cómo era?- pregunto Miko.

- Tenía una armadura negra que lo cubría por completo, con cuernos en la cabeza y en el lugar de sus ojos, unos cristales color rojo-

- Ya veo- comentó la kitsune- humana, te haré esta pregunta solo una vez, ¿estás relacionada con el enmascarado?-

- ¡¿Qué?!- exclamó la chica- claro que no, apenas me entere de su existencia porque Nevra me habló de él-

- Está bien, te creó, humana- dijo Miko- ¿no te hizo nada?-

- No, sólo me pregunto la razón de mi presencia en la guardia, lo siento, tuve que decirle la verdad-

- Está bien, humana, sé que dices la verdad, mi olfato detecta mentiras- dijo la mujer- como sea, puedes retirarte-

- Si...- dijo Lena dando una reverencia, para salir de la sala. Ya en los pasillos corrió hasta su habitación, que estupidez había hecho, nunca debió salir de su cuarto, ahora sospechaban que estaba coludida con el enmascarado. Miko le había creído, pero eso no quería decir que no dejara de dudar de ella, esperaba no verse envuelta en otra situación de este tipo, en ese momento sólo rogaba que el día que llegara el embajador llegara, así podría regresar con su gente y nunca más regresar a Eel.

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Hi!

Hola gente, capitulo 5 subido, ya vamos acercándonos a los capítulos publicados en el foro de Eldarya, estamos a 3 de emparejarnos con ellos.

Bueno, espero les guste, dejen comentarios.

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