Lena se encamino a la carpa del líder, el chico era un joven alto de 21 años, de cabello rubio corto, ojos castaños, delgado pero musculoso, vestido con una camisa blanca, chaleco negro, pantalón de vestir y zapatos a juego, siempre traía en la boca un palito de madera que era el remplazo de su anhelado cigarro, ya que en Eldarya no había algo parecido.
- ¡No!- exclamo el chico al verla.
- Pero ni siquiera he dicho nada- alego Lena.
- Ya se lo que vas a decirme, ya me contaron los muchachos- dijo el chico- y la respuesta es no-
- Pero, piénsalo bien hombre, podría ayudarnos mucho el aceptar-
- No me agrada la guardia y lo sabes- dijo el rubio.
- Por favor, no pienses solo en ti y en tu odio a la guardia, piensa en lo demás- dijo la chica- piensa en los beneficios para nuestra gente, podríamos tener comida, verdadera comida-
- Lena...- dijo el chico suspirando.
- Piénsalo- comento la chica.
- No me da confianza esa gente, no quiero que te vayan a lastimar-
- No lo harán, mañana veré a ese chico, Nevra-
- Y yo te acompañare- dijo el chico contundente.
- Si eso te hace sentir más tranquilo-
- Quiero que me explique a detalle lo que harás y cuál será el pago, después decidiré si aceptar o no ¿entendido?- comento el líder.
- Si- accedió ella, de todas maneras él no la dejaría decir más.
A la mañana siguiente Lena se preparó para ir a la ciudad de Eel, junto con su líder, ya casi era hora del almuerzo, ambos salieron del campamento adentrándose en el bosque, para llegar a las puertas de la muralla de la ciudad. Nevra ya se encontraba en la cafetería esperando y al voltear a la puerta, observo a la castaña llegar, vestía unos vaqueros de mezclilla con parches y una blusa color azul, a su lado le acompañaba un chico rubio vestido de traje, ambos se acercaron al vampiro, sentándose en las sillas frente a la mesa.
- Me alegra que vinieras- dijo Nevra- ¿Quién es tu amigo?- pregunto.
- Soy alguien que cuida de Lena y se preocupa por ella, así que quiero que me expliques a detalle el trabajo que le ofreciste- menciono el chico rubio de forma ruda.
- Claro, mira hable con nuestra gobernante y está de acuerdo en ofrecerte lo que pidas, como pago por mostrar tu espectáculo- hablo Nevra sumamente tranquilo.
- ¿Cualquier cosa?- pregunto la chica.
- Si, tú solo pon el precio-
- Quiero raciones de comida- dijo Lena.
- Esta arreglado, las tendrás-
- Bueno y ¿Qué hará Lena exactamente?- pregunto el rubio.
- Presentara su baile como lo hace en las ciudades, también cantara una canción para el embajador y es todo- explico Nevra.
- Esta bien, ella estará segura ¿verdad?- dijo el chico, mirando a Nevra con seriedad.
- Si, totalmente-
- ¿Qué opinas?- dijo Lena.
- Suena bien la oferta, así que aceptamos- menciono el rubio.
- Genial- dijo el pelinegro- ahora Miko quiere verte bailar, acompáñame, por favor-
- Necesito ir por mi ropa y cosas al campamento- comento la castaña.
- Claro, voy con ustedes-
- No, tú te quedas aquí, vendremos en un rato- dijo el chico rubio en tono severo. Ambos salieron de la cafetería, adentrándose en el bosque, cuando llegaron, Lena se vistió con su ropa habitual color azul claro, sus pulseras y velo en el cabello, ya lista su líder le acompaño de regreso a la ciudad.
- No deberías ser tan grosero con Nevra- comento Lena.
- No me agrada, además da gracias que te estoy dando permiso de hacer esto, no me da confianza-
- Lo se Eric, pero es por nuestra gente- dijo la chica.
- Lo entiendo, solo por eso te estoy dejando- dijo el rubio refunfuñando. Ambos regresaron a la cafetería, donde se reunieron con Nevra, Eric se despidió de Lena, diciéndole por última vez que se cuidara y dirigiéndole una mirada de odio al vampiro, después se retiró. Nevra y Lena se dirigieron al cuartel general, entraron al palacio, bajaron las escaleras, caminaron por los pasillos hasta la sala de trono, donde ya se encontraba Miko, la kitsune de cabello negro y flequillo que miraba a la chica, sentada desde una silla
- Miko- hablo Nevra- he traído a la humana-
- Bien- dijo la mujer levantándose- he oído de tu espectáculo humana y quiero que me lo muestres, a ver si es digno de ser presentado ante el embajador-
- Si, señora- dijo la castaña dando una reverencia, después se levantó, comenzando a bailar, dio giros y brincos, moviendo su cadera, sacando el abanico de entre su ropa, saco su pandero, comenzando a moverlo al son de sus movimientos, al terminar, se paró comenzando a cantar. Miko la observaba con interés, hasta que la chica termino.
- Bien, creo que tu danza y canto, será digno del embajador- dijo la kitsune.
- Me alegra que le gustara el espectáculo- dijo Lena dando una reverencia- volveré cuando el embajador llegue-
- Nada de eso- dijo Miko- desde hoy te quedaras en la guardia, no quiero que te vaya a pasar nada y nos quedemos sin bailarina ¿entendido?-
- Pero yo...-
- Nevra, dale una habitación y cuídala en el tiempo que este aquí-
- ¡Como ordenes!- exclamo el vampiro.
- Respecto al pago por tus servicios, ¿Qué te gustaría?- pregunto la kitsune.
- Raciones de comida, si no es mucho pedir- dijo la chica.
- Esta bien, te daré doble ración como pago, desde ahora tiene permiso de tomar la comida de la despensa- dijo la mujer.
- Muchas gracias- comento Lena.
- Bueno, eso es todo, retírense-
Lena y Nevra salieron de la sala de trono, el chico le guio hasta los dormitorios del cuartel general, abriendo una habitación de puerta de caoba, dentro se veía una cama sencilla con sábanas y cobijas azul, un armario, dos cómodas y un escritorio, además de una ventana que daba a los jardines.
- Sé que es muy poco, pero mandare arreglar tu cuarto para que tenga más cosas- comento Nevra. Lena estaba impresionada, eso era poco para él, para ella era más de lo que podría pedir, tenía una cama con colchón donde dormir y un cuarto que le cubría de las penurias del clima.
- Gracias, pero así está bien, no me quedare mucho tiempo- dijo Lena.
- Como quieras- dijo el vampiro. Ambos salieron del cuarto, Nevra le entrego la llave y se dispuso a mostrarle el C.G. caminaron por varios pasillos, el chico le mostro la forja, donde había instrumentos para dar forma a espadas y armas, la biblioteca, llena de estantes con libros, la sala de alquimia, con probetas, ingredientes y sustancias extrañas, para finalmente llevarle a la despensa, donde se guardaba la comida. En el camino se toparon con Ezarel, el elfo de cabello azul, peinado en una coleta y ojos celeste.
- ¿Qué hace una humana aquí?- pregunto el chico, mirando mal a la castaña.
- Ella será la chica que hará el espectáculo, para el embajador que vendrá y Miko ordeno que se quedara en el cuartel general hasta entonces- explico el pelinegro.
- No puedo creerlo, Miko debe estar loca para dejar entrar a un humano- dijo el elfo- escúchame bien humana, no me agradas, conozco a los de tu tipo, solo son ladrones, así que te tendré vigilada-
- No me es satisfactorio tener que quedarme aquí, pero lo ordeno su gobernante - hablo Lena.
- ¡Como te atreves a...!-
- ¡Ezarel!- le interrumpió Nevra- Lena, es una invitada y exijo que la trates como tal-
- Bien- dijo el chico dando la vuelta, para irse.
- Lamento eso, Ezarel es un poco malhumorado-
- No te preocupes, estoy acostumbrada a lidiar con faerys así, no es la primera vez que me hablan de esa manera- comento la castaña. Nevra la acompaño a la despensa, donde se veía a un enorme ogro de piel color gris, musculoso, de cabello rojo, con una armadura y un hacha cargando de una mano.
- Hola, Jamón- saludo Nevra.
- Grr ¿Qué tal estar, Nevra?-
- Bien, le enseño a esta chica el C.G. se quedara con nosotros un tiempo-
- Hola, soy Lena- se presentó la castaña.
- Ser humana, ¿cómo estar aquí?
- Es la bailarina que dará el espectáculo para el embajador, Miko ordeno que se quedara aquí, hasta la llegada de este- explico el pelinegro- también Miko ordeno que su pago, sería una doble ración de la despensa-
- Jamón, tener que confirmar, ustedes esperar aquí- dijo el ogro saliendo de la sala, luego de unos momentos regreso, dando permiso de que la chica tomara comida. Lena se acercó a varios estantes, tomando carne, huevos, vegetales y pasta, lo metió todo a una bolsa que llevaba y salió de la despensa.
- Oye ¿A dónde vas?- pregunto Nevra al verla salir.
- Miko dijo que me quedara aquí, pero no significa que deba estarlo todo el día, iré con mis compañeros al campamento, volveré antes del anochecer- dijo Lena, saliendo del cuartel general. Nevra suspiro y decidió seguirla, si algo le pasaba seria su responsabilidad, pues Miko le había encargado cuidarla. Lena caminaba por el mercado, yendo hacia la murallas, donde estaban las puertas para salir de la ciudad de Eel, luego se dirigió al bosque, sacando una daga de su funda, se adentró hasta llegar al campamento, donde sus compañeros se alegraron al verla.
- ¡Lena!- exclamo Ana, abrazándole- me alegra que volvieras bien, estábamos muy preocupados-
- Lena, ¿Cómo te fue?- pregunto alguien más.
- ¿Nos trajiste algo?- dijeron los niños.
- Si, traje mucha comida- dijo la chica mostrando los alimentos.
- ¡Lena esto es maravilloso!- exclamo Ana feliz.
- Es el pago por ayudar a la guardia- explicó la chica, entonces se acercó a la castaña el líder del grupo.
- Lena, me alegra verte y que estés en una pieza- dijo el rubio, abrazándola- ¿qué paso?-
- Hice un trato con la gobernante, hare el espectáculo para el embajador a cambio me dejara llevarme comida de la despensa-
- Esta bien, aunque sabes que no estoy de acuerdo con esto- dijo Eric.
- También, debo quedarme en la guardia, me dieron una habitación- explico la chica.
- ¿Qué? ¡¿Por qué?!- exclamo el chico.
- Miko dijo que quiere que este a salvo, pero vendré todos los días y solo regresare a Eel a dormir-
- ¡No!- grito el chico- no hay nadie ahí que te cuide, todos en ese lugar nos desprecian Lena, que tal si te hacen algo, no quiero que te quedes ahí, rechaza la oferta-
- ¡Eric! Ya acepte y no es nada del otro mundo el quedarme ahí, además puedo defenderme-
- ¡Lo sé! Pero no quiero que te lastimen, al menos quisiera que alguien te acompañara para cuidarte- dijo el rubio.
- Yo la cuidare- dijo una voz a lo lejos y al grupo se acercó Nevra, el pelinegro de ojos morados.
- Nevra- dijo Lena al verlo.
- Me presento, soy Nevra, líder de la guardia sombra y también protector de Lena, por órdenes de Miko- dijo el chico.
- ¿Tú vas a cuidar a Lena?- pregunto Eric, mirando al vampiro de forma despectiva.
- Si-
- No confió en ti, pero te la encargare, sin embargo si Lena tiene un rasguño cuando venga aquí, te matare- amenazo el rubio.
- Me parece un trato justo- dijo el vampiro con una sonrisa- como sea, Lena, debemos volver-
- Voy, recogeré unas cosas- dijo la chica yendo para su tienda y el líder del grupo la siguió.
- Lena, escucha lo que te voy a decir, no confíes en nadie en Eel ¿entendido?- dijo el chico.
- ¿Ni siquiera en Nevra?- cuestiono la castaña.
- Mucho menos en el- respondió Eric.
- ¿Por qué?-
- Es un vampiro, lo único que quiere es sangre y se aprovechara de ti si le das la oportunidad, cuídate y procura no quedarte sola con el mucho tiempo-
- ¿Por qué me dices esto?-
- Porque quiero que regreses bien, me preocupas mucho-
- Estaré bien, lo prometo- dijo Lena con un sonrisa, su líder le miro dándole un último abrazo, para entregarle un rosario con una cruz.
- Llévalo contigo siempre y si al vampiro se le ocurre atacarte, sácalo- dijo el chico en tono serio.
- Está bien, Eric- dijo Lena poniéndose el collar. La chica salió de la tienda, despidiéndose de sus compañeros, les dio un beso en la frente a los niños, prometiendo traerles regalos al día siguiente. La castaña se despidió por última vez con la mano, mientras toda su gente la veía irse, Nevra le acompaño, abriendo el paso por el bosque.
- Todos se veían muy preocupados de dejarte ir- comento el chico.
- Nunca nos hemos separado del grupo- dijo la chica.
- Solo será un tiempo-
- Lo sé, pero es mejor estar con gente en la que confías-
- ¿Entonces no confías en mí?- pregunto el pelinegro.
- No confió en nadie más que mis compañeros, Nevra- respondió Lena- sino fueran órdenes de tu gobernante, me quedaría con mi gente en el campamento-
- Nadie te lastimara en la guardia, lo prometo- dijo Nevra- y si alguien te hace algo, yo te defenderé-
- Solo quiero recordarte que puedo defenderme sola, pero gracias-
Ambos regresaron al cuartel general, donde se despidieron, Lena entro a su nueva habitación, acomodando las pocas pertenencias que traía, después se cambió de ropa, poniéndose su camisón, para recostarse en la cama. Miro por la ventana, observando la luna, pensaba en su gente, esperaba que estuvieran bien y descansaran, deseaba que ellos también tuvieran una habitación cómoda como la que le habían dado a ella. Así cerro los ojos, quedándose dormida.
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Hola de nuevo, ¿que tal? ¿les esta gustando?
Espero que si, en el foro de Eldarya todavía no actualizo por problemas con el foro, hasta que no contacte a moderadoras no podre hacer algo mas.