Call Me Daddy || JinGyeom

By Little_Borde

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«Donde JinYoung es novio de Mark pero le gusta que YuGyeom lo llame Daddy.» More

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By Little_Borde

17 de noviembre del 2018.

JinYoung bajó su pantalón de manera brusca, desesperado ante el trasero desnudo de YuGyeom frente a él. Su polla había comenzado a palpitar y las ganas de estar dentro del menor, las sentía como un infierno donde era amarrado ante los encantos del adolescente y no podía si quiera tocarle.

No fue necesario de un roce cuando YuGyeom gimió por lo bajo, apoyándose sobre sus codos a pesar de lo débil que se encontraba su cuerpo por los azotes hace unos minutos dados. Para el pelinegro fue como la mismísima gloria verlo en aquella posición que casi juró haber olvidado la mala noticia que el menor le había dicho, mas su mente llena de pensamientos negativos, le recordó el cómo YuGyeom le contaba aquello de forma tímida, y la imagen de JungKook teniendo sus labios sobre lo que le pertenecía, le aterró, causándole un calambre que pasó por su columna vertebral, haciéndole tomar con fuerza las caderas del menor, bajar con tan sólo una mano su bóxer y dejarlo a la altura de sus muslos.

Se enterró en YuGyeom sin pensarlo, consiguiendo que éste soltara un gruñido quejoso ante el repentino dolor que sintió allá abajo y la brusquedad con la que JinYoung decidió introducirse en él. Se lo merecía, había sido un mal chico y lo sabía. El pelinegro tenía todo el derecho de castigarlo de la manera más cruel posible, así que por ello, sus manos simplemente se aferraron a las sábanas de su cama y mordió la almohada más cercana que estuviera de su rostro con la intención que cubrir los quejumbrosos sonidos.

—¿Estás listo?

JinYoung detuvo la atmósfera de su dolor mezclado con el placer, consiguiendo que aquella simple pregunta le pusiera los pelos de punta y le calentara lo suficiente como para remover su trasero sobre el miembro del pelinegro. YuGyeom se abstuvo a asentir con su cabeza, recibiendo un leve azote en su trasero que estaba necesitado de atención y pudo oír la leve risa de JinYoung por detrás ante lo calenturiento que estaba el menor.

El pelinegro se movió con fuerza sobre el menor, queriendo demostrar con sus movimientos lo demasiado que le había extrañado y para que fuese consciente de cómo le ponía. Entró y salió de su interior repitiéndolo consecutivamente, pasó sus manos con morbo por los muslos de YuGyeom, los manoseó con la intención y jugó con el miembro del castaño, toqueteándolo con inocencia y después soltándolo, obteniendo a un YuGyeom haciendo berrinches ante los jugueteos de JinYoung, buscando su mano con dificultad y poniéndola sobre su polla para que la masturbase.

YuGyeom gimió en cuanto el pelinegro tocó el punto fijo de su próstata y arañó sin esfuerzo las sábanas bajo su cuerpo, retorciéndose en el acto cuando los labios de JinYoung vagaron por su espalda desnuda, dejando marcas rojas por doquier mientras pintaban aquella piel lechosa llena de los besos ajenos sin detener las embestidas que daba en el interior del adolescente.

Fueron casi contados los segundos con los que JinYoung se detuvo para girar al menor, siendo para él no lo suficientemente necesario el tener sexo sin ver los lindos gestos de YuGyeom cuando estaba sofocado por la lujuria. Amaba la manera en la que sus labios se abultaban y formaban un círculo, sacando leves gruñidos y gemidos de placer, la manera en la sus cejas se fruncían eran algo digno de admirar, mucho más la forma en la que sus ojos se achicaban ante el deleite de la satisfacción de allá abajo.

JinYoung tomó el cuerpo del menor por su cintura baja y le subió un poco más por el colchón, dejándolo caer con cuidado y tomando fuerte sus caderas nuevamente, apretando sus dedos a los costados de ésta y asegurándose de tenerlo a su merced, como tanto le gustaba. Comenzó a moverse duro sobre el menor, sacando y metiendo su miembro, besando lo que tuviera al alcance del cuerpo de YuGyeom y colando su mano libre por los pezones del menor, acariciándolos y pellizcándolos. El menor puso su mano encima de la propia de JinYoung que se encontraba dependiente de su cadera, trató de entrelazarla mas fue en vano porque las abruptas embestidas les impedían llevar un control claro y firme; el pelinegro notó con esfuerzo los actos del menor debido a estar sumido en los choques que daba contra la entrada YuGyeom, así que por ello, se encargó de juntar ambas manos y entrelazarlas, poniéndolas a la altura de la cabeza del azabache y juntando sus labios para besarse, ocasionándolo mucho más caliente en cuanto sus labios se tocaron y el menor soltó un gemido en medio de éste. JinYoung sin dejar de entrar sobre él, guió su mano libre hacia el miembro de YuGyeom, lo tomó y comenzó a masturbarlo, bajando y subiendo su mano por la longitud, sin detener la sesión de besos que tenía con el menor y disfrutando la manera en la que se retorcía bajo su cuerpo ante los toques del economista.

JinYoung procedió a apretar su mano entrelazada con la de YuGyeom, temiendo perderlo nuevamente y haciéndole creer que sus pensamientos solían ser muy egocéntricos la mayoría del tiempo. Mordió el labio inferior del menor y comenzó a jugar con sus lenguas en medio del caliente beso, YuGyeom cubriendo sus gemidos con aquella acción y subiendo con dificultad su mano libre por la espalda del pelinegro gracias a la presión de que éste mismo estuviera embistiéndolo y masturbándolo al mismo tiempo.

Las torturas no se detuvieron ahí, JinYoung jugó con la punta y de vez en cuando la dejó de lado, consiguiendo que YuGyeom se desesperara y rogara entre gemidos y pujidos al pelinegro sin romper el beso, cosa que después de unos varios minutos, se deshizo cuando veían que les costaba respirar al estar sumamente juntos sin percatarse de lo demás.

El economista dejó su juego de lado y siguió penetrando al menor, esta vez haciendo ya más rápido el trabajo de su mano subiendo y bajando por la longitud del azabache. Sólo fue cuestión de segundos para que YuGyeom se terminase corriendo sobre la mano de JinYoung puesta en su miembro y el pelinegro liberara su líquido seminal dentro del interior del menor.


...

Toc toc~

—Yo abriré la puerta, bebé. —JinYoung habló hacia el menor, se levantó de la cama poniéndose de vuelta su pantalón y caminó en dirección a la puerta. —Ya vuelvo, no te muevas que todavía no termino.

Sin tomarse la molestia de ponerse alguna otra prenda, se dirigió a la entrada con el pecho descubierto, y al encontrarse ansioso por seguir disfrutando del menor, no revisó antes de abrir la puerta.

—YuG-...


...

Extrañaba tanto ese ambiente, rodeado por toda su familia, sus hermanos bromeando entre sí, su madre en la cocina preparando algo seguramente delicioso y su padre platicándole una interesante historia, o al menos eso creía.

Se encontraba preocupado al no saber nada de JinYoung, había estado llamándole constantemente hasta que dejaron de entrarle las llamadas y optó por mandarle mensajes que nunca fueron respondidos. Ninguna de las dos hermanas de JinYoung sabían dónde se encontraba, no quería despegarse del celular por si llegaba a tener alguna respuesta de su novio, Jackson y BamBam estaban enterados y habían quedado de decirle cualquier novedad que llegaran a saber del paradero del pelinegro.

—¿Y dónde dejaste a JinYoung? —su hermana preguntó curiosa y se sentó a su lado poniendo el brazo en sus hombros. —Pensé que vendría contigo.

—Está ocupado, pero vendrá dentro de unos días. —tembló su voz al terminar la frase. No quería contarle a su familia acerca de la supuesta "desaparición", ya que tomando en cuenta todos los descuidos de JinYoung, su familia daría una rápida respuesta en relación al engaño, que ahora no se encontraba tan lejos de la realidad. Estaba comenzando a pensar que podía llegar a ser una posibilidad.

El llamado de su madre para que fuera a comer logró sacarlo de sus pensamientos, había viajado hasta allá para desestresarse y no pensaba desperdiciar el tiempo con su familia como para imaginarse tontas ideas de posibles infielidades de parte de su novio.

—Mark, es bueno que regresaras con la familia. —su madre habló y pasó la mano sobre la suya. —Me alegra ver a toda la familia completa.


...

—Hola, Gyeomie. ¡Felicidades, mi niño! —Mark exclamó por la otra línea a pesar de que su voz se escuchaba cansada y sin el resplandor que lo caracterizaba, quiso hacerse la idea de que era gracias al cambio de horario. —Lamento el no estar ahí para festejarte, pero regresando te compraré lo que tú quieras de regalo.

—Gracias, Mark. —respondió neutro, se sentía incómodo al recibir el buen trato de el rubio ya que sabía que no merecía ni lo más mínimo de eso.

—Confío en que Bammie te consentirá, sólo no se emocionen, eres muy joven todavía. —el estadounidense habló burlón y soltó una carcajada un tanto forzada. —Sigues siendo un bebé.

—Mark, tengo que...

—YuGyeom, ¿sabes algo de JinYoung? —el tono de Mark cambió completamente, escuchándose cómo amenazaba el llanto en su voz. —Tú lo conoces más que los demás. ¿Sabes dónde se encuentra? Estoy muy preocupado. —un gran suspiro provino de la otra línea, dejando un silencio incómodo.

Sabía que estaba haciendo las cosas mal, pero en este punto, ya no llegaba a impórtale. Se sentía mal por Mark, pero no tenía pensado dejar a JinYoung, y ahora menos para que regresase con Mark.

—No sé nada de él. —contestó duro, pudo haber sonado muy cortante, pero necesitaba colgar la llamada lo antes posible.

—Si sabes algo, márcame, por favor. —Mark sorbió su nariz, dando la señal de que se encontraba llorando. Suspiró por última vez. —Sólo quiero saber si se encuentra bien.

—Te hablaré si lo veo, adiós. —respondió y antes de que Mark volviera a hablar, colgó la llamada.


...

El peligris gruñó al escuchar la alarma proveniente de su celular, eran las siete y media de la mañana. Odiaba levantarse temprano pero hoy debía hacer ese sacrificio, era el cumpleaños de su mejor amigo. Al principio tenía la idea de planearle una fiesta sorpresa como él se la había hecho, sólo que a cierto castaño no le gustan mucho las fiestas y descartó completamente esa idea, así que optó por sorprenderlo en su departamento.

—Muy bien, ya compré el pastel. — hablaba consigo mismo. —Y el regalo también.

BamBam sabía lo aficionado que era su mejor amigo a los videojuegos y hace poco había salido uno del cual no dejaba de hablar, era muy costoso pero sabía que debía hacer eso por su amigo.

—Tomaré una ducha rápido para despertarme e iré en camino a sorprenderlo. —se dijo a sí mismo caminando hacia el baño.



...

Cuando llegó al departamento de su mejor amigo, metió las manos a sus bolsillos buscando la llave que le había entregado YuGyeom, el castaño tenía miedo que algún día llegara a perder las llaves y había optado por darle un juego de llaves a él, dándole el permiso de entrar a su departamento cuando quisiera.

Sin éxito al encontrarlas, recordó a YuGyeom decirle que necesitaba las llaves ya que "a su casera le molestaba que otra persona tuviera las llaves", una tonta excusa había pensado pero si su mejor amigo quería privacidad, iba a dársela.

Con una mano cargando el pequeño pastel y con la otra colgando una bolsa de regalo, tocó la puerta esperando que su mejor amigo abriese la puerta y sorprenderlo.

—YuG-... —la puerta abriéndose lentamente dejó ver a un conocido pelinegro con el torso desnudo. —¿JinYoung?

El pelinegro tomó un suspiro y se dió la vuelta para cerrar en su cara la puerta. Todo era jodidamente extraño.

Aún sin reaccionar, se quedó parado enfrente de la puerta pensando en lo que había pasado. ¿Por qué JinYoung se encontraba ahí? Había estado hablando con Mark y se encontraba muy preocupado acerca del paradero de JinYoung y le pidió que le avisara si sabía algo de él. ¿Debería avisarle? Dejó afuera de la puerta el pastel junto al regalo y tomando su celular, se marchó de ahí.


...

Regresando a la habitación, vió al menor mirando fijamente las sábanas entre sus manos, dejando el celular en la mesita de noche.

—¿Con quién hablabas? —JinYoung preguntó y YuGyeom tardó unos segundos sin responder mientras miraba el celular.

—No era nadie, nada importante.

—Bebé...,

—¿Piensas quedarte conmigo? —habló inocentemente levantándose de su lugar. —Ya sabes, aún cuando regrese...

Ya sabía por dónde iba la pregunta y al notar los brazos del castaño alrededor suyo, lo sujetó, perdiéndose en su olor característico, asintió con la cabeza y comenzó a acariciar su espalda. —Sí, quiero quedarme contigo. —notó la media sonrisa proveniente del rostro del menor e, involuntariamente, sonrió dándose cuenta de lo hermoso que era YuGyeom. —¿Hoy es tu cumpleaños, no? Vamos a salir, dúchate.



♡Nota: En mi perfil encontrar un oneshot acerca del cumpleaños de YuGyeom por si quieren pasar a leerlo ^^

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