—¿Qué vieron? —Jimin se acercó a sus hermanos que aún estaban en estado de shock.
Taehyung se cubrió los oídos aún de rodillas en el piso y Seokjin simplemente no podía formular palabra alguna, mantenía sus ojos cerrados y Jimin sabía lo que significaba. Fue corriendo hasta el despacho de Yoongi para buscar un lápiz y un papel. Se lo llevó a su hermano y este con los ojos aún cerrados comenzó a escribir palabras que para los demás serían sin sentido.
Yugyeom veía con atención las muecas que hacía Seokjin al escribir y se percató rápidamente que nada bueno estaba ocurriendo.
Por parte de los alfas solo se limitaban a observar lo que estaba sucediendo, Namjoon estaba preocupado al ver que Seokjin se encontraba en ese estado.
El omega dejo de escribir en el papel y finalmente abrió los ojos.
Jimin estaba frente a él conectando sus miradas entonces Seokjin habló.
—Doce años. —Dijo con su semblante serio. —Doce años para que nuestros enemigos ataquen.
—Ví la muerte pasar frente a mis ojos. —Dijo Taehyung. —Sangre por doquier, decenas de lobos batallando hasta morir...
—Déjame leer lo que escribí — dijo Seokjin y Jimin le tendió la hoja. —Es una nueva profecía.
“Doce años de paz reinará el clan Min, pero al cumplir los quince años, el príncipe llegará a su madurez, donde ocupará su lugar en la jerarquía. El clan enemigo desatará un caos hacia la familia del príncipe. Solo él es la salvación. El destino está en sus manos, pero necesitará ayuda, ya que la guerra está en camino, no puede estar solo, la soledad lo debilitará.”
—Seokjin. Tú escribes las profecías...—Dijo Yoongi.
—Está incompleta. —Dijo Seokjin. —Sé que falta más.
—Deja que el tiempo te dé más señales, indicaciones. —Dijo Namjoon. —Sabrás que hacer cuando el momento llegue.
Seokjin miró al alfa con completa tranquilidad, solo Namjoon era capaz de transmitirle eso con el uso de unas simples palabras.
—Preocupémonos de lo importante. —dijo Hoseok. —Tenemos doce años para prepararnos, doce años antes de que la guerra llegue a tocar el reino, tendremos que reclutar tropas.
—No dejaré que nada le pase a Jaebum... —dijo Jimin. —Y mucho menos a este reino, saldremos ilesos de esa guerra.
—Somos pocos. —habló Jungkook que se había mantenido callado. —Necesitamos ayuda, y si me lo permiten, me gustaría reclutarla por mi cuenta.
—¿A quién quieres llamar Jungkook? — preguntó Namjoon.
—Tengo muchos contactos que me deben favores, además, hay muchos candidatos que serían capaz de venir hasta aquí ya que no tienen nada que perder. —Le emocionaba la guerra, tenía buenos recuerdos de su época dorada en donde lideraba un escuadrón. —Y además... Es un gran momento para unir a la familia, llevan tanto escondiéndose del clan Song que... Ellos querrán pelear, todos tenemos sed de venganza, pero los pocos lobos albinos que quedaron vivos luego de aquella masacre, ahora tienen mucha hambre de venganza y sobre todo... Libertad.
—Perfecto. —Dijo Hoseok. — Entonces solo nos queda disfrutar la corta infancia del pequeño y cuando cumpla los diez años comenzará a entrenar conmigo, necesito prepararlo para la guerra.
—Sin duda será el mejor luchador en batalla... — Yoongi sonrió y miró a su hijo.
—Lo será. —dijo Hoseok que también estaba mirando a su sobrino.
[...]
El alfa dejaba cortos besos en el cuello de su omega, deleitándose con la suave piel de éste en la mañana.
Jimin sintió las cosquillas que le provocaban los finos labios de Yoongi y fué despertando de a poco con una sonrisa resplandeciente.
—Buenos días amor... —dijo Yoongi con voz ronca.
—Buenos días mi alfa. —dijo Jimin abriendo sus ojos de a poco.
—Ésta marca se ve tan linda en tu cuello. —dijo el mayor acariciando suavemente la marca que le había hecho a su omega el día anterior.
—Es muy hermosa. —Jimin abrazó el cuerpo de su alfa. —Estoy tan feliz de tenerla.
Se quedaron viendo a los ojos por unos segundos, dedicándose sonrisas y cortos besos hasta que oyeron la puerta abrirse y una pequeña figura ingresar a la habitación para luego acostarse en medio de ambos.
Jimin arropó al pequeño y Yoongi acarició su mejilla con ternura.
—¿Qué pasó Jaebumie? —preguntó Jimin viendo a su pequeño hijo.
—Tengo frío... —el cachorro se acurrucó en el pecho de Yoongi y Jimin lo abrazó mientras el alfa acariciaba el cabello gris del pequeño niño.
[...]
—¿Otra vez aquí solo? — dijo Namjoon.
—Necesitaba pensar... —El omega se giró levemente a ver al alfa. —Debo completar la profecía.
—No te esfuerces tanto Jin, quedan doce años para que llegue sola. —Namjoon se sentó al lado del omega. —Te vas a estresar si esfuerzas tu mente, es mejor relajarte, recién anoche recibiste la primer visión.
—Lo que más me estresa es no tenerla completa... De ser así ya sabría cómo actuar, que hacer y que evitar. Necesito prevenir muchas cosas... —El omega miraba a Namjoon con detenimiento.
—Sé que quieres tener todo bajo control, pero ¿sabes qué es mejor? —Seokjin frunció el entrecejo. —Relajarte y despejar tu mente... Te parece si vamos a caminar por ahí, a hablar de otros temas que no tengan nada que ver con esto.
—¿De qué podríamos hablar entonces? — dijo Seokjin, no muy seguro de la propuesta, pero sabiendo que las palabras de Namjoon siempre eran certeras.
—De nosotros, quiero conocerte más Jin y que tú me conozcas, deseo ser más cercano a tí. — Namjoon se levantó y le tendió la mano al Omega para ayudarlo a levantarse del suelo donde estaban sentados.
—Está bien. —Comenzaron a caminar por el enorme jardín. —Soy malo para iniciar conversaciones.
—Entonces yo pregunto primero, ¿Puedo preguntar lo que quiera? —Namjoon sonrió levemente mientras caminaba con el omega.
—Si, pero yo también preguntaré lo que quiera... —Seokjin apretó los labios.
—Está bien... ¿Has tenido un alfa? —Namjoon miró hacia otro lado y cerró sus ojos unos segundos algo indeciso por su pregunta, luego los volvio a abrir. Sentía que no debía haber hecho esa pregunta tan abruptamente.
—Sí, he tenido un alfa pero no ha llegado a marcarme. Nunca me he unido a nadie en un lazo porque no lo ví necesario. —Seokjin hablaba con total naturalidad. —¿Tú has tenido a un omega?
—No, estuve esperando por estos años a que llegara el indicado... —Namjoon miró al omega —En todo este tiempo sólo un omega ha podido quitarme varios suspiros.
—¿Solo uno? —Seokjin se sorprendió y pasó saliva, no había probabilidades de que se refiera a él. Es decir, en todos estos años Namjoon pudo haber conocido miles de Omegas más hermosos que él.
—Sólo uno y hasta el día de hoy me sigue sacando suspiros — El alfa veía de reojo a Seokjin.
—¿Lo ves muy seguido? —Seokjin ya no sonaba tan animado. Tenía dudas, leves dudas de que probablemente no hablaba de él, sino de alguno de sus hermanos. Recordaba que últimamente Namjoon hablaba bastante seguido con Yugyeom. Y discutía igual de seguido con Seokjin.
—Si, de hecho lo veo todos los días. —Namjoon sonrió levemente. —Es algo testarudo a veces, no tiene idea de lo loco que estoy por él.
—Pues él se lo pierde ¿No? —Seokjin observó al alfa que había parado de caminar, así que hizo lo mismo.
—Eso creo. —El alfa se acercó de a poco a Seokjin quedando los dos frente a frente. —Pero yo quiero que se dé cuenta de cuánto me gusta.
—Entonces ve y dicelo. —Le había costado decir eso al omega debido a que tenía demasiado cerca al alfa. Se esperaba lo que venía.
—Me gustas Seokjin. —El alfa pasó sus brazos por la cintura del omega y Seokjin esbozó una bella sonrisa correspondiendo al abrazo, posando ambas manos en los hombros del ajeno. —Me gusta despertar y sentir el exquisito aroma de la comida que preparas, me gusta cuando me dices las cosas de frente, me gusta que seamos tan distintos y que tu personalidad me atrape tanto. He pensado en mucho estos días, en la biblioteca. Y me di cuenta de que desde que tú llegaste, no has parado de robarte toda mi atención... Y quiero más de eso.
—Siento lo mismo por ti. —El omega juntó sus frentes, mezclando sus respiraciones, ambos veían los dulces labios húmedos del otro aclamandose. Seokjin no podía creer las palabras que había dicho el opuesto y por supuesto que lo habían dejado sin habla. — También me gustas, muchísimo.
—Sé mi omega. Para ser más modesto, déjame cortejarte. —Dijo el alfa cerrando sus ojos disfrutando del hermoso momento.
—Tonto alfa, tienes permitido cortejarme.
Tras decir eso sus labios se unieron en un profundo y sentimental primer beso. Lleno de emociones y pensamientos rebalzados de amor.
Fué así como Namjoon logró despejar la mente del omega, calmandolo y dándole esa tranquilidad que necesitaba.