Oscuridad, peligro y... ¿amor?

By laura_ruiz_reina

85.1K 3.5K 1.8K

Valentina es una chica normal y corriente de 17 años, su vida no tiene nada de especial, pero un día una pers... More

Capítulo 1: ¿Me estas tomando el pelo?
Capítulo 2: Mal comienzo.
Capítulo 3: Maldita clase de pócimas mágicas.
Capítulo 4: El hogar del fuego.
Capítulo 5: El ave.
Capítulo 6: Racha de mala suerte.
Capítulo 7: Una situación algo incómoda.
Capítulo 8: Sentimientos desconocidos.
Capítulo 9: Baile de invierno.
Capítulo 10: Bola de oro.
Capítulo 11: ¡No puedes estar aquí!
Capítulo 12: Todo ha terminado.
Capítulo 13: Temor.
Capítulo 15: No quiero fingir más.
Capítulo 16: Tú eres mía.
Capítulo 17: Tú eres lo mejor de Zeus.
Capítulo 18: Zeus no es nada sin ti, necia.
Capítulo 19: Eres mi felicidad.
Capítulo 20: Una oportunidad más.
Capítulo 21: La guerra ha comenzado.
Capítulo 22: Te encontraré.
Capítulo 23: Cuánto tiempo.
Capítulo 24: Eres mía, Evans, asúmelo.
Capítulo 25: Normas.
Capítulo 26: Pesadilla.
Capítulo 27: Vente conmigo.
Capítulo 28: Pesadilla tras pesadilla.
Capítulo 29: Atados.
Capítulo 30: El amor de mi vida.
Capítulo 31: Eres parte de mi familia.
Capítulo 32: Primeras veces.
Capítulo 33: Dime dónde y nos escapamos juntos.
Capítulo 34: Pase lo que pase, siempre estaremos juntos.

Capítulo 14: El lago azul.

2.5K 98 28
By laura_ruiz_reina

Me tiene bien sujeta con sus fuertes brazos, está incluso asfixiándome de lo fuerte que está apretando mi cuerpo contra el suyo para que no me mueva y pueda huir, no puedo separarme de él ni un centímetro.

—¡Suéltame animal! —no dejo de moverme, pero es en vano, me tiene tan atrapada que apenas puedo hacer gran cosa.

—¡Discúlpate por lo que has hecho, Evans!

Le miro sin entender, con su cabeza y sus ojos señala sus partes nobles.

—Te lo tienes bien merecido, no me pienso disculpar por eso, ¡y suéltame de una maldita vez! —exclamo bastante cabreada y subiendo el tono de voz.

—¡No te voy a soltar, para que, para que corras a la casa de ese imbécil a lamerle el culo, ni hablar! —le miro con odio.

—¡Qué te importa a ti que vaya a casa de mi amigo! —comienza a reírse.

—¿Amigo? No me explico cómo eres tan ingenua Evans, ese quiere tener algo más que amistad contigo, sino, no te invitaría a su casa, ¿para qué va a invitar un hombre a una mujer a su casa? A ver si lo adivinas —esto último lo dice con tono burlón.

—Me asombra la mentalidad que tienes Blake, no entiendo, con lo inteligente que tú eres en los estudios como no puedes entender que la amistad entre hombres y mujeres si existe, pero mira piensa lo que te dé la gana —le fulmino con la mirada, él solo me sonríe de lado, esa sonrisa me pone bastante nerviosa la verdad.

Observo como la puerta de la casa de Peter se abre, me mira asombrado y cierra la puerta de su casa con llave rápidamente.

—¿Valentina? ¿Qué haces?

—Peter, ya voy. —Intento sonreír falsamente, me acerco al oído de Tom y le susurro en él—. Suéltame de una maldita vez, idiota.

—No te voy a soltar —veo como Peter se acerca hacia nosotros corriendo.

—Valentina, ¿estás bien? ¿Quién es este chico y por qué te tiene sujeta así, de esa manera? —me mira sin entender nada.

Tom se separa un poco de mí para mirar hacia donde está parado Peter, pero sigue sin soltarme la cintura, le mira como si yo fuera de su propiedad y le de rabia hasta que hable conmigo.

—Él, él es un amigo, sí, un amigo del instituto que ha venido a verme, pero ya se va, verdad que ya te vas Tom —intento fingir una sonrisa.

—Ya... ¿y porque te está cogiendo de esa manera? —mira el brazo de Tom que está rodeando mi cintura firmemente.

—Simplemente soy muy cariñoso —Peter mira a Tom rápidamente, él tiene su expresión fría y seca de siempre—. Encantado, soy Tom, Tom Blake, el tutor personal en el instituto Zeus de Valentina. —Peter se relaja un poco al escuchar eso y sonríe amigable.

—Vaya, igualmente, encantado de conocerte Tom, yo soy Peter, el vecino de enfrente de Valentina y su hermano mayor. —Sonríe y Tom aprieta su mano fuertemente en mi cintura, le miro algo incómoda—. Por cierto, Tom, tu cara me resulta muy familiar, ¿no nos hemos visto antes tú y yo?

—Lo dudo —responde serio sin despegar su mirada de la de Peter, si las miradas mataran Peter ahora mismo estaría enterrado bajo tierra.

—Peter, ¿y porque has salido de la casa? Si te he dicho que ahora iba.

—Voy a recoger las pizzas en mi coche, me han dicho por teléfono que iban a tardar bastante, ¿me acompañas?

—Sí, claro. —Miro a Tom—. Tom, gracias por venir, nos vemos en el instituto. —intento sonreír, Peter me mira algo preocupado.

—Pero Valentina me sabe un poco mal... el chico ha venido a verte, se ha molestado en venir hasta aquí, ¿no será mejor que estés con él? Nosotros nos podemos ver más días, me tienes justo enfrente.

—Es muy poco considerada conmigo, yo ya estoy acostumbrado, es siempre así —dice tan natural que hasta yo misma me lo creería si no lo conociese, miro a Tom y le fulmino con la mirada.

—Si te veo todos los santos días en el instituto idiota, te tengo ya aborrecida... —Peter me mira sorprendido.

—Valentina me sorprende tu comportamiento hacia este chico, tú no hablas así, el chico ha venido hasta aquí a verte y mira cómo le estás tratando —agacho la cabeza, Tom sonríe de medio lado.

—Tranquilo, como ya te he dicho, ya estoy acostumbrado a que me trate y me hable así, en clase lo hace a cada momento y eso que yo solo intento ayudarla a aprobar y a que entienda mejor las cosas. —le asesino con la mirada.

—Por favor deja de fingir. —Le miro con odio, me suelto de su agarre y me acero a Peter—. Peter, tú no sabes ni la mitad del cuento, vámonos ya por favor. —cojo su brazo para que me siga y menos mal que lo hace.

—Está bien, pero me sabe mal por el chico, Valentina —yo camino a buen ritmo sin mirar atrás, él en cambio camina un poco más despacio sintiéndose algo culpable por dejar ahí a Tom.

—Él estará bien, por favor no des media vuelta, vamos al coche, ahora te explico todo —él solo me mira algo preocupado y asiente con la cabeza sin decir nada.

Al subir al coche me pongo el cinturón de seguridad, el corazón me va a mil por hora, cuando mire por la ventana Tom ya no está ahí, ojalá se haya ido de una maldita vez y no vuelva.

—¿Me vas a contar quién es ese chico y porque lo hemos dejado ahí solo y tirado? —pregunta sin despegar la mirada de la carretera.

—Peter, me conoces perfectamente y sabes que yo nunca hago nada así, ni mucho menos hablo y trato así a alguien, a no ser que se lo merezca claro está. —Me mira de reojo—. Ese chico me ha hecho mucho daño, jugó conmigo y con mis sentimientos. —Peter aprieta el volante, su rostro se ha vuelto serio.

—Con que ese es el imbécil que te hace tanto daño, menudo gilipollas, y para que viene aquí si se puede saber.

Se nota que está bastante cabreado por su tono de voz, yo miro por la ventana.

—Eso me gustaría saber a mí... —Suspiro—. Según él solo ha venido a verme porque está aburrido en el instituto.

—¿Se ha quedado allí a pasar las vacaciones? ¿No tiene familia o qué? —su tono dulce de siempre ahora es bastante frio.

—No... bueno, hay mucha gente que se queda en las fiestas, solo no está, hay muchos compañeros que se quedan, es muy normal allí.

—Y cuéntame que pasó exactamente Valentina, qué te hizo ese idiota, como me caliente mucho doy media vuelta y le doy la paliza de su vida, a ti no te hace sufrir nadie hermanita. —Sonrío tímidamente.

—Bueno... no es muy difícil de adivinar, fue mi tutor personal y... —No me deja continuar.

—¿Y por qué lo tienes como tutor? Tú no necesitas a ningún tutor, eres muy inteligente Valentina

—Es que entré después y como iban más adelantados en todo pues iba bastante perdida en prácticamente todas las clases, entonces el profesor me asignó a Tom para que me ayudara y no fuera tan perdida, aunque odie admitirlo es gracias a él que he probado todo, es don perfecto te lo juro, todo se le da bien, lo odio tanto. —Vuelvo a mirar por la ventana algo triste, él comienza a reírse.

—No será para tanto, y entonces os enamorasteis supongo —dice sin despegar la mirada de la carretera.

—Bueno algo así sí, pero ya todo se ha acabado, no quiero saber nada de él, simplemente será mi tutor al llegar al instituto y punto. —Me duele el estómago de pensar que al volver me toca estar otra vez con él a solas.

—Bueno por lo que veo él no te ve solo como eso Valentina, no te has fijado en cómo te mira verdad. —Le miro rápidamente.

—¿Cómo me mira?

—Joder Valentina, te come con la mirada, no solo te come, te mira con una cara de enamorado y embobado que no se aguanta ni él, ahora estoy más que seguro que es él el chico que estaba asomado por la ventana, estaría espiando por si hacíamos algo inapropiado. —Comienza a reírse, yo trago saliva algo nerviosa.

—Que chorradas estás diciendo Peter, yo a ese neandertal no le gusto, me lo dejó muy claro.

—Me he dado cuenta yo y lo he visto apenas 10 minutos, muy ciega tienes que estar tú para no verlo pequeñaja, bueno al menos tienes que admitir que disgustarle al chico no le disgustas en absoluto. —Le miro sin entenderle—. Vamos, eres muy inteligente, piensa, si no le gustaras nada como tú dices no hubiera venido a verte a tu casa, ni te cogería como te estaba cogiendo por la cintura, diría que hasta tiene celos de mí por cómo me estaba mirando.

—Ese mira así a todo el mundo Peter —respondo intentando restar importancia.

—A ti no te mira como a todo el mundo. —Me pongo roja como un tomate—. Eso sí, como te haga sufrir y llorar de nuevo me presento en el instituto, me llevo una sartén y le doy en toda la cabeza para que aprenda a comportarse contigo, pero tú tampoco le hables y le trates así hermanita.

—Bu-bueno cambiemos mejor de tema, ¿de qué vas a pedir las pizzas? —Comienza a reírse.

—Mmm... ¿jamón y queso?

Al llegar compramos las pizzas y nos montamos en el coche.

—Creo que te has pasado en comprar dos pizzas, con una hubiera sobrado, no comemos tanto —digo riéndome.

— Yo me como una solo y lo sabes, además la barbacoa está tremenda. —Me quedo mirando el paisaje por la ventana—. Esperemos que no esté tu amigo del alma esperando en la puerta. —Le miro rápidamente algo asustada.

—Dios esperemos que no... de ese ya me espero cualquier cosa, no me había parado a pensarlo —exclamo con un hilo de voz.

—Tranquila, es broma mujer —comienza a reírse—, no creo que haya sido capaz de quedarse ahí esperando. —Suspiro entre risas nerviosa.

—Tú no lo conoces...

—Muy enfermo sería de su parte.

Al llegar, suspiro tranquila al no verlo ahí, parece que al fin se ha ido.

—Menos mal eh. —Sonríe al ver que no dejo de mirar hacia todos los lados, yo solo sonrío algo tímida.

Hemos puesto una película que están echando por la televisión mientras cenamos.

—Este trozo está repleto de queso —dice metiéndoselo en la boca chinchando un poco.

—Eso tú dando envidia. —Le saco la lengua—. Pues el mío está lleno de jamón.

—Ten anda, abre la boca, que estás deseando probar el trozo que yo he cogido. —Guiña su ojo.

Sonrío y me acerca el trozo de pizza para que yo coma, me da un poco de vergüenza ya que estas cosas lo hacen las parejas, intento cogerlo con la mano, pero él no me deja, quiere que coma de su mano, cuando le doy un mordisco a la pizza un jarrón se rompe de repente haciendo que salte en la silla del susto, nos miramos rápidamente algo sorprendidos.

Peter se levanta alterado de su silla.

—¡Que ha podido pasar! Lo compré hace un par de semanas, estaba nuevo. —Me mira—. Bueno, que todo sea esto. —Sonríe, pero cuando se va a acercar su vaso de agua el vaso se rompe haciendo que pegue un pequeño grito—. ¿Que-qué está pasado? ¡Valentina, acércate a mí, rápido! —Le hago caso y me acero a él.

Creo que ya sé que está pasando... miro por la ventana rápidamente, pero no veo nada a nadie.

Intento restar importancia a lo que está pasando.

—Madre mía, se rompe todo eh, ¿dónde has comprado las cosas Peter? Te sale todo malísimo. —Comienzo a reírme algo nerviosa, él está muy asustado.

—Valentina, esto no es normal... primero se rompe el jarrón y ahora el vaso... me estoy asustando y mucho.

—No pasa nada Peter, estas cosas pasan, tranquilo. —Intento tranquilizarlo, pero él está bastante asustado.

—Joder Valentina, que a mí estas cosas me asustan mucho. —Se rompe mi vaso de cristal y pego otro pequeño chillido—. Joder, vámonos de aquí ya.

Coge mi mano y salimos al jardín, Peter está temblando, yo estoy tan tranquila, se perfectamente quien está detrás de todo esto.

—¿Entramos ya? Hace frío, no va a pasar nada Peter, tranquilo, simplemente se habrán roto las cosas del frio, no pasa nada —digo abrazándome a mí misma restando importancia a lo que está ocurriendo, si él supiera quien está detrás de todo esto.

—¡Estás loca, ahí dentro hay un fantasma Valentina, no se han roto del frio, si dentro está la calefacción! —Intento contenerme la risa.

—No hay ningún fantasma Peter, vamos a entrar anda, que no pasa nada. —Coge mi mano para pararme, yo le miro.

—Ya hemos terminado de comer, ¿por qué no mejor damos una vuelta con el coche? Te llevo donde tú quieras.

—Peter... en algún momento tendrás que entrar a tu casa. —Pongo mis manos en la cintura.

—Lo sé, pero vamos a dar una vuelta ahora con el coche, te llevo al lago ese que te gustó tanto la otra vez, al lago azul. —Me emociono por dentro, me encanta ese sitio.

—Vale sí, genial, pero tendrás que entrar a por las llaves del coche, ¿o como piensas arrancarlo? —Se pone pálido.

—Venga vamos allá.

—¿Quieres que entre contigo o no hace falta? —digo un poco preocupada, pero a la vez me estoy conteniendo la risa, nunca lo había visto así de asustado.

—No-no te preocupes —responde no muy seguro y con un hilo de voz.

Entra rapidísimo y sale aún más rápido, yo me fijo en todos los lados para ver si veo a la persona que está haciendo esto, por lo que veo aún sigue aquí mi querido amigo del alma haciendo de las suyas, no sé si lo hace porque se aburre o porque quiere fastidiarme, una de dos.

—Ya las tengo —dice sonriente—, en marcha.

Subimos al coche y vamos de camino al lago, está a una hora en coche más o menos, lo encontramos por causalidad un fin de semana y me enamoré de ese sitio. Siempre he soñado en ir con mi novio y tumbarnos por la noche mirando las estrellas a la luz de la luna hasta el amanecer.


Cuando llegamos nos ponemos a hablar un buen rato, por suerte ya se hay tranquilizado con lo sucedido en su casa, me quedo mirando a una pareja que están cogidos de la mano, por un momento imagino que estoy tumbada en el suelo mirando el cielo con Tom, rápidamente quito esa imagen de mi cabeza, ¿en qué cosas pienso? Se me va la cabeza mucho últimamente.

—Valentina, deberíamos de ir volviendo ya, es casi una hora en coche y Samantha estará a punto de llegar a casa. —Le miro algo triste, no me apetece irme de este sitio, es tan bonito, y más de noche.

—No me apetece mucho irme de aquí, es tan bonito esto de noche, me encanta estar aquí. —Él suspira.

—Lo sé... bueno en otro momento vendremos, otra vez si quieres venimos directamente cuando esté anocheciendo que sé qué te gusta más.

Nos adentramos en el coche y nos ponemos en marcha, en el camino no decimos gran cosa, simplemente estoy disfrutando del paisaje y él se limita a conducir.

—Valentina, me ha encantado volver a estar contigo como hace unos meses atrás, tenemos que repetir lo de hoy antes de que te vayas al instituto —dice sonriendo, yo también le sonrío.

—Por supuesto que sí Peter, y gracias por invitarme a cenar. Me voy a meter ya a mi casa que hace bastante frío, ya nos vemos en otra ocasión.

—De acuerdo, mañana mismo si no haces nada puedo pasarme por tu casa por la mañana y hablamos otro rato si te apetece, que te he echado muchísimo de menos pequeñaja. —toca mi nariz, yo sonrío tiernamente, este hombre me encanta.

—Está bien.

—¡Qué está pasando aquí!

Al darme la vuelta me encuentro con una chica rubia, bastante esbelta, con cara de pocos amigos y bastante enfadada.

—Cariño, ella es Valentina, mi vecina de enfrente, no he tenido ocasión de presentaros ya que ella estudia lejos de aquí, ha venido a pasar las vacaciones de Navidad —dice muy sonriente, yo me limito a sonreír, ella por el contrario me está fulminando con la mirada, le miro algo nerviosa e intento sonreír de manera amigable.

—Encantada de conocerte Samantha.

—Ya, igualmente —responde seca—. Cariño, vamos a entrar que hace frío. —Peter asiente con la cabeza.

—Nos vemos Valentina. —Me despido con la mano rapidísimo, ya que Samantha le coge por el brazo y bruscamente lo mete hacia la casa, solo me da tiempo a despedirme de él con la mano.

Suspiro de pensar la que le espera al pobre, no parece muy agradable que se diga, me recuerda bastante a una persona que conozco muy bien, pero en versión chica.

—Mamá, ya estoy en casa —cierro la puerta.

—Muy bien cariño, ¿qué tal lo habéis pasado? —dice desde el sofá.

—De maravilla, ya sabes que a mí Peter me encanta.

—Cariño tiene novia, y además muy celosa y posesiva, la conozco ya tres meses y que mujer, no lo deja ni a sol ni a sombra, es muy absorbente con el pobre chico.

—¿Pero no trabaja todo el día?

—Bueno por lo que me contó Peter va a turnos, hay días que trabaja todo el día, otros que solo por la mañana y así, así que no te ilusiones con Peter cariño, tú céntrate más en alguno del instituto, en alguien como Tom, por ejemplo. —Abro los ojos como platos.

—Mamá no me gusta Peter, solo he dicho que me gusta cómo es su personalidad y su carácter, y por Dios mamá... en serio, alguien como Tom, justo esa persona es la que menos me gusta en todo el instituto Zeus —digo algo cabreada pensado en él.

—Yo creo que haríais muy buena pareja. —Me asombro por sus palabras.

—No te voy a responder a eso mamá, no tiene sentido lo que estás diciendo, me voy a mí habitación.

—He hecho para cenar hamburguesas. —Se incorpora un poco.

—No tengo nada de hambre, he comido pizza con Peter y estoy llenísima, quizás en un rato bajo y me como una.

—Está bien, como quieras, yo ahora voy a salir un rato con la tía, me tiene que contar unas cosas, ¿no te importa verdad cariño?

—Para nada mamá, sal y diviértete que para eso estás de vacaciones, aprovecha que luego con el trabajo irás muy liada.

—Ya hija, pero me sabe mal... quiero estar contigo que luego te vas y no voy a poder verte en mucho tiempo —exclama algo triste.

—Hemos estado juntas toda la semana, hoy casi no nos hemos visto eso es verdad, pero mañana también pasamos juntas el día. —Le sonrío—. Bueno, voy a subir que estoy algo cansada.

Subo las escaleras y me adentro en mi habitación, comienzo a desvestirme, cojo el primer pijama que pillo, primero me pongo la parte de abajo, cuando me voy a poner la parte de arriba unas fuertes manos cogen mi cintura haciendo que me asuste muchísimo, una de sus manos va a mi boca para que no pueda chillar, y la otra no me suelta la cintura.

—Ahora sí que no te escapas Evans. —Abro los ojos como platos al escuchar la voz de Tom.

Con un rápido movimiento me tira en la cama y se coloca encima mía, me está chafando, pone mis dos manos por encima de mi cabeza y con una de sus manos las agarra para que no pueda moverme.

—Cómo no te levantes ahora mismo voy a gritar, lo juro que lo haré —digo mirándole con odio, lo tengo muy muy cerca, y no me gusta un pelo sentirme así como me estoy sintiendo con su cercanía, siento hormigas por todo mi estómago y siento que me arde todo el cuerpo, él comienza a reírse cínicamente.

—Grita todo lo que quieras, ya te he dicho que de esta no te escapas amor.

—¡Mamá, mamá! —comienzo a gritar, pero él tapa corriendo mi boca con su gran mano.

Sonríe y con un rápido movimiento me da la vuelta como si fuera un saco de patata, saca un pañuelo de su bolsillo y lo pone en mi boca para que no pueda gritar.

—Calladita estás más guapa Evans, ahora sí que puedo hacer lo que me plazca contigo. —Comienza a tocarme el cabello, yo comienzo a llorar—. Veamos... te has portado mal... muy mal, encima has pasado todo el día con tu queridísimo amigo el palurdo estúpido. —Se pone serio—. Vaya sitio más bonito te ha llevado, por cierto. —Abro los ojos a más no poder, nos ha seguido otra vez—. Menos mal que no ha intentado nada contigo, sino sí que me lo hubiera cargado ahí mismo.

Yo solo puedo llorar, las lágrimas salen solas de los ojos, no quiero que me vea así, pero ahora mismo me está dando verdadero miedo.

Comienza a tocarme los ojos y a secarme las lágrimas con sus dedos, intento moverme, pero no puedo, él está encima mía y encima es muy fuerte, imposible salir de su agarre. Comienza a mirarme descaradamente, no me he percatado hasta ahora, pero no llevo la parte de arriba del pijama, estoy en ropa interior ante sus ojos, menos mal que los pantalones del pijama sí que los llevo puestos. Toca mi cintura y luego comienza a darme pequeños besos por ahí, va subiendo hasta mi pecho y comienza a besarlo y a tocarlo sin ningún tipo de pudor.

¡Pero que se supone que está haciendo!

Sin avisar quita el pañuelo de mi boca y comienza a besarme desesperadamente, me está devorando los labios, con mucha, mucha pasión, yo intento seguirle el ritmo, pero no puedo, es demasiado para mí, me está besando por todas partes, el cuello, los labios... da mordiscos por mi cuello y yo pego pequeños brincos debajo suya, deposita una de sus manos en mis pantalones y en un abrir y cerrar de ojos la tiene dentro de ellos, comienza a tocar mi ropa interior por encima, los gemidos no tardan en salir de mi boca cuando hace eso, esto se está descontrolando y mucho, se nos está yendo de las manos, incluso puedo notar a su amigo palpitar y haciéndose cada vez más grande encima de mí.

—Tom... Tom para —digo entre suspiros casi sin poder abrir los ojos—. Para, por favor Tom.

Miro hacia arriba chocando sus ojos con los míos, comienzo a ponerme roja, esa mirada que tiene me vuelve loca, y más ahora con sus labios hinchados y su respiración agitada como la mía, está tremendamente sexy y atractivo, no parece el mismo Tom perfecto y controlador de Zeus.

—¿Por qué debería parar? Tú me provocas esto, haces que haga estas cosas, me gusta tener todo bajo control Evans, todo, lo sabes muy bien, pero tu... contigo es imposible, me vuelves loco, haces que pierda el control y haga cosas ilógicas que nunca haría con nadie. —Se acerca a mi boca y me besa—. Estoy loco, completamente, nunca me he sentido así con ninguna otra mujer, que me estás haciendo —dice con un tono tan seductor que me estoy derritiendo por dentro.

Vuelve a besarme, pero esta vez intenta bajarme los pantalones del pijama, ahí me tenso rápidamente y él lo nota, para mi asombro para.

—Tom... nos estamos pasando y lo sabes —le miro con timidez.

—Lo sé, pero no podía aguantarme más, tranquila, iremos poco a poco, necesitaba hacer esto, pero he perdido el control. —Se tumba a mi lado, coloca mi cabeza encima de su brazo y yo me acurruco—. ¿Por qué te has ido con ese imbécil, Evans?

—Es mi amigo Tom, ya te lo he dicho antes.

—Se ha librado porque tiene novia, sino ese idiota no sale vivo de aquí. —le miro rápidamente.

—No me digas que estás celoso de Peter. —Comienzo a reírme.

—¿Yo celoso de ese palurdo sin neuronas? Por favor Evans, no digas más tonterías, bastante he tenido hoy con vigilaros todo el día para que ese idiota no intentara hacer algo raro contigo —responde bastante enfadado y alterado, yo me intento incorporar un poco, pero él me lo impide poniendo su mano en mi hombro para que vuelva a estar apoyada en él.

—¿Por qué has hecho eso? ¿Por qué has estado todo el día vigilando? ¿Tanto te aburres Tom? No tienes otra cosa mejor que hacer que estar espiando a tu compañera de clase y a su viejo amigo. —Él me mira serio.

—No eres solo una simple compañera de clase Evans, lo sabes perfectamente —exclama con su tono frío y seco de siempre.

—No, no sé nada, explícame que soy para ti porque de verdad que no entiendo nada, primero me dices que todo ha terminado y que nuestra relación solo puede ser de tutor a alumno, luego vienes a mi casa y me espías, y para el colmo te cuelas en mi habitación, que por cierto no sé cómo te las has apañado para subir hasta aquí, y encima para rematar me besas, ¡que se te pasa por la cabeza neandertal!

—Creo que te quiero Evans.

Continue Reading

You'll Also Like

99.8K 4.3K 18
¿𝙰𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎 𝙷𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚊𝚜𝚝𝚛𝚘𝚜?
11.1K 701 25
2° TEMPORADA DE SIEMPRE TE PROTEGERE Emma ha tenido lo que siempre ha querido una familia unida y un increíble novio , no podía pedir más . Pero no...
7.2K 181 34
Melicia es una chica de 17 años, hija de Bellatrix Lestrange e hijastra de Voldemort Y tiene que completar una misión en Hogwarts, en ese mismo lugar...
27.1K 1.5K 28
𝐄 | Cuando Draco Malfoy fue clasificado en Ravenclaw, el mundo podría haberse derrumbado sobre sí mismo. Nadie habría asumido tal destino de cambio...